Lo único que da sentido a la vida
son los sueños. Una persona que vive sin sueños es como un barco que
parte a la mar sin rumbo ni dirección. |
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ENERO 2006
SOÑAR
POR ELENA G. GOMEZ
S iempre produce algo especial el
comienzo de un nuevo año, es como cuando estrenas una libreta nueva y miras
todos los espacios en blanco que tienes por delante, unos espacios que te
apetece llenar de datos, de información, de conocimiento y ¿por qué no?, de
sueños e ilusión.
Y hablando de sueños, éste es un buen momento para contaros uno que tuve
hace tiempo...
Soñé que había salido a la montaña cuando aún no había amanecido. Caminaba
en silencio sintiendo sólo el sonido de mis pasos que se fundían con el
despertar de un nuevo día.
Ascendía suavemente y poco a poco los rayos del sol iban iluminando el
camino, llenando de color las sombras y de nombres los sonidos.
Me sentía tan fundida con aquella montaña que me sentía una en ella, conocía
sus piedras y sus rincones mágicos, y caminar por ella era caminar por un
cuerpo, un cuerpo lleno de vida, lleno de energía.
Sabía que la montaña tenía vida, tenía su propia energía, una energía que me
iba llenando y que necesitaba conocer.
Llegué a la cumbre y me senté para descansar un rato, pero aquella sensación
seguía acompañándome y cada vez sentía más la necesidad de conocer a la
diosa que custodiaba aquella montaña. ¿Quién eres? Pregunté en silencio. Y
me quedé sorprendida cuando escuché una voz que me decía: "Soy la diosa del
sueño, la guardiana de esta montaña".
Entonces me di cuenta de que allí, en la cima, me encontraba en un espacio
donde el tiempo no existía, donde la realidad y la ilusión se mezclaban,
donde se podía hablar sin palabras y volar a ese lugar de la mente donde
todo puede ser real, donde uno se siente infinito, se siente parte de todo.
Luego la vi. La presencia que había sentido se había hecho realidad, vi su
pelo volando mecido por el viento, la sonrisa de sus labios, sus ojos
profundos y oí como sus labios me llamaban.
Me acerqué y ella me indicó que me sentara y la escuchara, así fue como la
diosa del sueño empezó a hablar...
"Lo único que da sentido a la vida son los sueños. Una persona que vive sin
sueños es como un barco que parte a la mar sin rumbo ni dirección.
Tener sueños, dijo, es como lanzar la mente al futuro y crear un camino por
dónde viajar, y al viajar experimentar y al experimentar aprender.
Nadie tiene poder sobre los sueños y uno puede tener tantos sueños como
quiera, o hacer que un sueño nunca termine porque sobre él se puede
construir otro y otro más.
Hay gente que llama a los sueños metas u objetivos, pero yo prefiero
llamarles sueños porque así se les llena de vida, de magia, de ilusión.
Y es precisamente la ilusión la que permite dar los pasos necesarios para
que los sueños se puedan cumplir, porque el objetivo de un sueño es hacerlo
realidad.
Pero si es imprescindible tener sueños para realmente vivir, también es
importante compartir los sueños, porque los sueños son algo íntimo, por eso
cuando alguien comparte un sueño, en realidad está dando un poco de sí, está
uniendo a esa o esas personas a su futuro, creando con ellas un espacio que
les une y vincula.
Los sueños no son cosas abstractas sino que son círculos que se abren, son
ciclos que se inician y que tienen un principio y un fin, por eso es
importante que se hagan realidad, porque sólo así se puede aprender a ser
auténticos soñadores, mentes que sean capaces de lanzarse al futuro y ver en
él.
No hay sueños grandes ni pequeños, importantes o simples, trascendentes o
intrascendentes, los sueños son sueños, cada uno distinto y cada uno en sí
mismo importante, y lo único que hace que una persona esté satisfecha
consigo misma es lograr que sus sueños se hagan realidad, y eso es algo que
sólo cada uno puede hacer, porque los sueños de cada uno nunca dependen de
los demás".
Desde que conocí a la diosa del sueño sé que ya no podría vivir sin ser
consciente de mis sueños, porque los sueños son como mis hijos, unos niños a
los que tengo que alimentar y cuidar. ∆ |