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DICIEMBRE 2006

“La intensidad de la batalla que la Iglesia tiene declarada al Gobierno se modifica en función de cómo se encuentran las negociaciones de la financiación” Enrique del Olmo

Una democracia sólo funciona cuando lo hacen los poderes básicos del Estado de Derecho con independencia. Cuando la prensa ejerce su labor con capacidad crítica. Y cuando la llamada sociedad civil opera como contrapeso a la gestión de un gobierno.
Pero en España el equilibrio se ha roto. El conflicto entre los poderes por dominar espacios y conquistar más poder, va en aumento. El ciudadano ha quedado relegado a un segundo plano. Analizamos los elementos que intervienen en esta guerra entre poderes.
Texto: Mariló Hidalgo / Foto montaje: Fusión

Enrique Gil Calvo, sociólogo. "¿Por qué las constructoras desembarcan en el mercado de la energía precisamente ahora? ¿No será que está a punto de reventar la burbuja inmobiliaria, y que sus principales beneficiarios se apresuran a abandonar el barco para deslocalizar sus desmedidos beneficios en otra espiral especulativa todavía más prometedora?"
Foto: (c) Greenpeace-Pedro Armestre

 • Lucha por el poder •
Dicen los sociólogos que los ciudadanos de este tercer milenio estamos viviendo la mayor crisis de confianza experimentada por la humanidad en los últimos siglos. El conflicto entre los distintos poderes por conseguir más poder se está convirtiendo en una guerra sucia donde todo vale. Finalizamos un año en el que los episodios de corrupción se suceden prácticamente a la misma velocidad con la que decrece la confianza del ciudadano en sus representantes. Las encuestas sitúan a los políticos casi en el mismo lugar que la Iglesia, que es la institución peor valorada. Detrás de los escándalos, la corrupción, el enriquecimiento ilícito y el transfuguismo, se encuentran la mentira, la amenaza y la coacción. Vamos a ver cómo se emplean dentro de esta lucha por el poder.
Mentir es decir algo a sabiendas de que no es verdad, con intención de engañar o confundir. Es una especie de juego de voluntades, donde el que miente asume más poder en detrimento de la víctima, que queda en una posición de desventaja. El sociólogo Enrique del Olmo habla de ello relacionándolo concretamente con la situación que vive nuestro país: "La aplicación de forma tan masiva y continuada de la mentira es un fenómeno nuevo y extraordinariamente nocivo para la salud democrática de España. Ni en tiempos de la transición, ni en lo que fue la campaña de acceso al poder de Aznar con el famoso 'sindicato del crimen' se instaló un mecanismo donde la mentira fuese instrumento central de actuación. Ahora la mentira se repite hasta la saciedad, como podemos ver en un sector de medios de comunicación, en la propia dirección del Partido Popular y su entorno mediático, social o corporativo. Y todo ello sin tener ningún elemento de realidad en el que basarse, y siendo refutado de forma permanente por datos objetivos que van apareciendo encima de la mesa".

Los individuos que padecen este tipo de patología no se suelen dar por vencidos, así que o bien crean continuamente nuevas situaciones para apoyar sus teorías o bien buscan la manera de dar la vuelta a lo que ya existe para conseguir el mismo fin. Piden que "se esclarezca la verdad", al tiempo que introducen elementos para confundir, enturbiar y por qué no, degradar todo aquello que se encuentre a su paso. No importa si se trata de la Judicatura, del Congreso, del Senado o de otros líderes políticos. En este juego todo vale.

“La aplicación de forma tan masiva y continuada de la mentira, es un fenómeno nuevo y extraordinariamente nocivo para la salud democrática de España”

Enrique del Olmo, sociólogo.

Si a ello añadimos "la existencia de un sector dispuesto no sólo a escuchar sino también a difundir y a afirmar dicha mentira o la que sea, podremos entender lo que realmente genera el clima de tensión que estamos viviendo. Un clima que no se corresponde para nada con lo que sería objetivamente la tensión política de un país", añade Del Olmo.
Esta tensión a todos los niveles acaba generando un importante estado de desasosiego en el ciudadano. Las noticias que nos llegan, más que noticias a veces parecen amenazas de las que nadie parece quedar a salvo. "La prensa diaria -comenta el filólogo José Manuel Lechado, autor de La globalización del miedo-, nos agobia con una incontable batería de sustos entre los cuales el fenómeno terrorista ha cobrado gran protagonismo".  A la vista de lo cual este autor se pregunta: "¿Estamos realmente en peligro o se está deformando de forma interesada la realidad? ¿Constituye el terrorismo una verdadera amenaza mundial o es simplemente la excusa que algunos gobiernos están empleando para aumentar su poder y disolver de manera definitiva el Estado de Bienestar en beneficio de una concepción salvaje del neoliberalismo económico?". Interesantes preguntas cuando al otro lado del charco, el Parlamento de EEUU acaba de aprobar una Ley que otorga poder absoluto al presidente Bush y al Pentágono; una ley polémica y criticada Ley que contiene principios que violan directamente la constitución de aquel "democrático" país y deroga convenciones y tratados internacionales de garantía de derechos. La gran excusa sigue siendo esa lucha antiterrorista declarada a raíz de los famosos atentados del 11-S, una lucha que además de no tener fin supone una especie de carta en blanco para los poderes que, en aras de la seguridad, van imponiendo de forma progresiva un alarmante recorte de derechos y libertades a sus ciudadanos.

"¿Qué pasa en el CGPJ? Pues que en breve terminará su mandato. La mayoría conservadora no ha hecho otra cosa que apoyar los dictados del partido que en su día apostó por ellos. No tienen nada que perder”

Mariano Sánchez Soler, periodista

¿Cómo influyen el miedo y la amenaza en el ciudadano? Para Enrique del Olmo "lo hacen, y de una forma importante. Primero provocando una deformación de la situación política. Por ejemplo la discusión que se mantuvo sobre la amenaza de "España se rompe". Ninguna encuesta recogió nunca que ésta fuese una preocupación de los ciudadanos y sin embargo ha sido el tema mediático por excelencia durante todo un año y medio. Hacer oposición se ha convertido en agitar, generar tensión sobre la sociedad, confundir. En cambio un tema que preocupa a los españoles según las encuestas, es la inmigración. Un tema que exige ser abordado desde la serenidad, frialdad, lejos de los tópicos que nos inculcan continuamente como: vienen para quitarnos el trabajo, rebajan el nivel cultural, son fuente de delincuencia, etc. Cosas todas ellas que con datos en la mano se demuestran que son falsas. Este podría ser un buen ejemplo de cómo se puede manipular una determinada situación y a partir de ahí generar un estado de miedo en la ciudadanía. Personalmente, creo que el ciudadano no cae ya en ese juego".
Según estas observaciones, una cosa serían los temas que están en el candelero y otra muy distinta, lo que realmente interesa al ciudadano... ¿Qué temas son estos? El sociólogo Del Olmo apunta a cuestiones como la inmigración que hemos hablado antes, pero también a "la reforma de las autonomías, un tema que podría haberse abordado según han demostrado los hechos con más naturalidad y menos sensación de crisis. O la educación, un tema siempre tratado desde la amenaza y el miedo provocado especialmente por el papel de la Iglesia".
En medio de todo este desaguisado los políticos -ya lo dicen las encuestas- no salen muy bien parados. "En efecto -apunta Del Olmo-, esta situación afecta negativamente a la visión de la clase política porque llega a establecer el peligroso paralelismo de 'todos son iguales', cosa totalmente falsa. Hay gente que cumple sus compromisos, que actúa de acuerdo al interés público y también hay gente a la que todo le importa tres narices y sólo está ahí para enriquecerse y conseguir más poder. No debemos olvidar que esta campaña de tensión va dirigida especialmente a desacreditar a las instituciones del país".

Finalizamos un año en el que los episodios de corrupción se suceden prácticamente a la misma velocidad con la que decrece la confianza del ciudadano en sus representantes.
Foto: Victoria

 • Guerra mediática •
"Antes de abrir un periódico, escuchar la radio o elegir un canal de televisión, uno debería saber quiénes son sus propietarios, quiénes lo mantienen mediante la publicidad, qué relaciones poseen con los gobiernos u otras empresas. Sólo entonces el ciudadano estará, digamos, vacunado para no ser engañado. Y como esto no sucede con ninguno de los grandes medios, ninguno merecería ser considerado como fuente de información válida", así resume el actual panorama mediático el periodista Pascual Serrano, director editorial de Telesur y miembro del equipo fundador de la revista electrónica www.rebelion.org

“Esta campaña de tensión va dirigida especialmente a desacreditar a las instituciones del país”
Enrique del Olmo

Igual que existió un antes y un después del 11-S, en España podemos decir que hubo un antes y un después del 11-M. El periodista de investigación Mariano Sánchez Soler asegura que "el Partido Popular mintió y dos años después se niega a reconocer que perdió las elecciones del 14-M. Desde entonces han alimentado el fantasma de la teoría de la conspiración -demostrar la conexión entre ETA y los atentados terroristas-. A partir de ahí y según mi punto de vista empieza a haber un posicionamiento de grupos editoriales con determinadas líneas políticas. La lucha entre medios no es ajena a este proceso político". Medios que defienden la teoría conspiratoria y sus argumentos, y medios que la niegan. ¿Qué ocurre entonces con aquellos periodistas que no quieren participar en esta guerra de medios? Pues que lo tienen muy difícil, según comentan compañeros de profesión. Sánchez Soler recuerda un artículo recientemente publicado por Miguel Angel Aguilar en El País titulado 'El deber de molestar'. Allí comentaba que un periodista crítico que siga una pauta ética personal y decida no plegarse a los deseos de la empresa para la que trabaja lo tiene muy difícil. "Tengo amigos que trabajando en un medio determinado han preferido no participar en esta polémica porque consideraban que era una manipulación, un juego bestial en que el que no querían tomar parte aunque fuesen ellos los que llevaban investigando el asunto desde hacía más de tres años. No participar en el juego, hoy tiene un precio". Un precio del que también nos habla el sociólogo Enrique del Olmo: "Hay una parte de periodistas que se meten en este juego conspiratorio de una forma consciente pero también hay otros que son desplazados de sus lugares normales de información porque no son los más adecuados para la campaña que se quiere llevar a cabo. El caso de El Mundo es paradigmático. Si analizamos las firmas de hace siete años en la información política y miramos dónde se encuentran hoy, es cuestión evidente. Los que han mantenido un cierto tono profesional han bajado a información local o cosas así. En cadenas de televisión como Telemadrid es algo impresionante. No es casual la rebelión de muchos profesionales a no firmar una determinada información con la que no están de acuerdo". El último boletín del Sindicato de Periodistas de Madrid recoge una protesta de trabajadores de Telemadrid contra la manipulación. "Los trabajadores y el comité de empresa del canal madrileño acusan a su director, Manuel Soriano -ex jefe de prensa de la presidenta de la Comunidad Esperanza Aguirre- de propiciar una política informativa tendenciosa y de presunta manipulación", recoge el citado boletín. El caso de Telemadrid tiene un importante antecedente, como nos explica Enrique del Olmo: "Hemos estado asistiendo a una situación paradigmática desde el punto de vista de la honestidad profesional con el caso de Germán Yanke, director y presentador del informativo nocturno de Telemadrid que presentó su dimisión alegando intromisión por motivos políticos en el trabajo que venía desarrollando desde hacía más de dos años. Curiosamente se trata de un hombre situado en la esfera política de la derecha. Incluso publicó un libro titulado 'Ser de derechas' y resulta que es erradicado por no participar, ya no en una posición ideológica contraria, sino directamente en el montaje de una mentira. A su favor hemos de decir que este profesional supo mantener desde el principio un pluralismo significativo, razón por la que dimitió". Las disidencias se pagan caras. "Disentir de la teoría de la conspiración no tiene cabida en Telemadrid -acaban de denunciar periodistas de la cadena agrupados en el Consejo Provisional de Redacción-, lo que constituye un ejemplo más del servilismo político de los actuales gestores". El comprometido periodista Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, denunciaba recientemente que La Voz de Galicia había prescindido de su colaboración semanal por mostrar su pensamiento disidente con la línea del Grupo Voz. Concretamente tras la publicación de una entrevista realizada por este periodista a Fidel Castro.

 “Todos los partidos cuando están en la oposición hablan de la disolución de la Audiencia Nacional -un juzgado especial que no existe en ningún otro país del mundo-, pero cuando llegan al poder a todos se les olvida porque comprueban que es una forma de controlar los grandes temas de Estado”

Mariano Sánchez Soler

El fotoperiodista y corresponsal, Gervasio Sánchez confiesa que "en las redacciones de los diarios hay mucha frustración profesional. Muchos viven una contradicción permanente porque desean ser periodistas, pero esto a veces lleva aparejado que tengan que hablar en función de los intereses de los dueños del medio para el que trabajan. Por desgracia en los últimos años la relación entre la prensa y el poder político se ha ido estrechando, no sólo aquí sino también en EEUU y algunos países europeos. Concretamente en EEUU los medios de comunicación están desde hace tiempo controlados por los intereses de las multinacionales y grandes empresas que tienen vinculación con el poder político. En el país galo la inmensa mayoría de los medios de comunicación están controlados por empresas vinculadas con las distintas líneas políticas. Al final los periódicos que llamamos progresistas actúan igual que los conservadores, con los mismos mecanismos. En Francia, salvo un par de medios el resto está comprado por empresas con intereses armamentísticos. Dicho esto, ya me contarás cómo se puede debatir sobre la venta de armas o las consecuencias de una determinada guerra". Sánchez Soler incidiendo sobre esta cuestión lanza una pregunta que obliga a una reflexión: "¿Cómo es posible que todos los periódicos en un momento determinado coincidan en un mismo titular o pongan la misma foto en portada? ¿Se llaman los directores entre sí para ponerse de acuerdo? ¡No! Es la dirección de cada medio la que ante determinadas cuestiones y sin necesidad de que nadie les explique nada, saben lo que tienen que poner en base a los intereses políticos y empresariales de su medio. La propia criba profesional hace que los directores sean los representantes de su empresa. Esos tiempos en los que el periodista mantenía sus fuentes y eran respetadas por su director y su empresa, han pasado a la historia. La neurosis despertada a raíz del delirio de la conspiración como instrumento para tapar y manipular, es bestial. La profesión lo tiene muy difícil". Cuestión que apoya totalmente el corresponsal Gervasio Sánchez. "Si yo hiciera periodismo local o nacional en vez de internacional, posiblemente hubiese tenido serios problemas. Por mi parte sigo manteniendo la misma línea que tenía antes, pero hay una realidad y es que en este momento hay mucha más presión, censura e incluso órdenes directas de no tocar determinados temas de ámbito local y nacional que nunca. Imagínate qué significa para un periodista tener en su poder una información privilegiada, autentificada, sobre uno de esos temas que sabe que no puede tocar".

Nuestro país vive un excelente momento financiero. Los inversores extranjeros acuden atraídos por este boom de la economía, pero ¿son las cosas como parecen?
Foto: FER

 • Justicia por los suelos •
Jueces que se sienten presionados. Un Consejo General del Poder Judicial dividido. Filtraciones a la prensa de secretos de sumario. Críticas cruzadas dentro de la judicatura. La figura de la Audiencia Nacional más cuestionada que nunca. Si la situación política es de pugna, la justicia tarde o temprano tendría que resentirse. Nos lo explica Gervasio Sánchez: "En España tenemos una situación política de continuo enfrentamiento entre PP y PSOE y esto ocurre en todos los terrenos, incluido el Poder Judicial. Unos lo utilizan con auténtica vergüenza, otros con auténtico interés. Si uno se pusiera en la piel del juez Del Olmo -por ejemplo- y se viera cada mañana en la portada de los periódicos, con críticas a su gestión, presiones, etc., ¿cómo podría luego mantener la cabeza fría para investigar con independencia? Y lo más grave de toda esta situación es la intromisión continua de los partidos políticos mayoritarios en el trabajo de estos jueces". Fue una cuestión denunciada hace meses por el magistrado del Tribunal Supremo Perfecto Andrés Ibáñez durante unos cursos de verano: "No hay una excesiva judicialización de la política, lo que pasa es que hay un tipo de política que se mete en los tribunales". Presión por parte del poder político hacia la justicia siempre ha existido, máxime cuando los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) son elegidos por los partidos: cuatro a propuesta del Congreso y cuatro a propuesta del Senado por mayoría de 3/5 de cada una de las Cámaras. En estos momentos la mayoría del Consejo es conservadora, formada por vocales propuestos en su día por el PP. "El cambio de gobierno que tuvo lugar a raíz de la victoria de Zapatero -explica Sánchez Soler- no significó una renovación de todos los aparatos del Estado, que mantienen su estructura anterior hasta que corresponda su renovación. La llegada de un nuevo Fiscal del Estado -elegido por el Gobierno de Zapatero- ha provocado un enfrentamiento con todos estos sectores. ¿Qué pasa en el CGPJ? Pues que en breve terminará su mandato. La mayoría conservadora no ha hecho otra cosa que apoyar los dictados del partido que en su día apostó por ellos. No tienen nada que perder. El juez Garzón ha quedado en medio de todo esto, yo creo que por la postura que siempre ha mantenido: luchar exclusivamente por sus propios intereses".

“Ninguna encuesta recogió nunca que la amenaza de que ‘España se rompe’ fuese una preocupación de los ciudadanos y sin embargo ha sido el tema mediático por excelencia durante todo un año y medio”  - Enrique del Olmo

Para muchos esto se estaba preparando hace tiempo. El sociólogo Del Olmo se remonta a cuando el Partido Popular pierde las elecciones. "En ese momento el PP perdió toda la credibilidad para poder movilizar socialmente y conquistar de nuevo el poder. Entonces ha recurrido a una técnica muy vieja: las corporaciones. Así que aprovechó su punto fuerte, que era el sector judicial diseñado durante el mandato del PP a su imagen y semejanza, y como aún los elegidos se mantenían en sus cargos a partir de ahí actúan como evidentes 'cañoneros' dentro de su política. Ahora bien, estas piezas ni siquiera las mueve el PP -una pieza más en este entramado-, sino congregaciones ultraconservadoras como Legionarios de Cristo y Opus Dei, grupos muy determinantes en el establecimiento de las políticas. Algo parecido al movimiento neocon en EEUU".
Más de un millar de personas se manifestaron recientemente exigiendo el cierre de la Audiencia Nacional, para acabar -según ellos- con los denominados juicios políticos. "La Audiencia Nacional es el mejor invento del poder político para controlar a la justicia -apunta Sánchez Soler-. Todos los partidos cuando están en la oposición hablan de la disolución de la Audiencia Nacional -un juzgado especial que no existe en ningún otro país del mundo-, pero cuando llegan al poder a todos se les olvida porque comprueban que es una forma de controlar los grandes temas de Estado. Ten en cuenta de que hablamos de un grupo muy pequeño de magistrados y un puñado de salas perfectamente controlables. En sólo seis jueces de instrucción se concentran los grandes temas de Estado. Esto en tiempos de la transición pudo tener algún sentido pero ahora en democracia, no".

Hay medios que defienden la teoría de la conspiración y otros la niegan. Los periodistas que no quieren participar en esta guerra de medios lo tienen muy difícil.
Foto: Victoria

 • Ficticio efecto riqueza •
A principios de noviembre la prensa destaca en titulares que la Bolsa española acaba de superar los 14.000 puntos. En lo que llevamos de año hay acumulada una ganancia del 31%. Nuestro país se está convirtiendo en una de las plazas más rentables del mundo. Los expertos nos explican que los extranjeros se están lanzando a comprar acciones españolas atraídos por este boom financiero. Al final, hemos subido más del doble de lo que suben el resto de plazas europeas. Con este panorama la frase de "España va bien" parece que se nos queda pequeña. ¿Son las cosas como parecen? ¿Es oro todo lo que reluce?
El sociólogo Enrique Gil Calvo introduce una serie de elementos dignos de análisis. "Todos celebramos que la Bolsa se haya disparado, que los accionistas se enriquezcan y como consecuencia que la economía española protagonice el glamour financiero a escala mundial. Pero eso no debe hacernos olvidar que estamos hablando sólo de economía especulativa, no de la economía real o productiva. O sea, que se trata de un puro espejismo virtual, como corresponde a unas empresas como las constructoras, que se han enriquecido gracias a la burbuja inmobiliaria, o como las eléctricas, que apenas producen pues se limitan a importar, dado que nuestra dependencia energética es de las más elevadas de Europa". Con lo expuesto hasta aquí Gil Calvo lanza un par de preguntas: "¿A qué viene que las constructoras desembarquen en el mercado de la energía precisamente ahora? ¿No será que está a punto de reventar la burbuja inmobiliaria, como ya ha empezado a suceder en EEUU, y que sus principales beneficiarios se apresuran a tomar posiciones abandonando un barco a desguazar para deslocalizar sus desmedidos beneficios en otra espiral especulativa todavía más prometedora, dado el horizonte que se adivina para los precios futuros de la energía? Si las constructoras huyen del ladrillo, ¡sálvese quien pueda!".

“Si uno se pusiera en la piel del juez Del Olmo y se viera cada mañana en la portada de los periódicos, con críticas a su gestión, presiones, etc., ¿cómo podría luego mantener la cabeza fría para investigar con independencia?”

Gervasio Sánchez, fotógrafo

En esta lucha por el dinero hay un nuevo ingrediente: las grandes multinacionales. "Las doscientas familias de toda la vida en las que se concentraban las mayores fortunas del país, se han diluido en las grandes multinacionales. Por ejemplo, Carrefour es de la familia March y en cambio es una empresa francesa. Un producto tan español como chorizos Revilla pertenece a una multinacional holandesa desde hace veinte años. Es decir, las empresas españolas están penetradas por accionistas que se repiten en diez o doce consejos de administración. Las operaciones que acabamos de ver en la Bolsa no hubiesen tenido lugar sin el beneplácito de las grandes empresas estratégicas y del poder político", explica Sánchez Soler. Como decía un periodista especializado en estos temas, en este juego puede jugar cualquiera pero no nos engañemos, en primera división sólo juegan los elegidos.

 • La Iglesia salta al ruedo •
Desde tiempo inmemorial la Iglesia y el poder político han caminado de la mano, hasta llegar a ser casi la misma cosa. Esto ha sido una realidad en nuestro país hasta hace muy poco, a pesar de que nuestra Constitución dice bien claro que ninguna religión tiene carácter estatal. Somos por tanto un Estado aconfesional.
Con el cambio de gobierno esto comienza a convertirse en una realidad, al tiempo que la Iglesia ve cómo se le escapan de la mano importantes cotas de poder. Su respuesta, no se hace esperar. Pronto surgen las movilizaciones, un fenómeno nuevo para la Iglesia, que se convierte en reivindicativa. Se trataba de salir a la calle para hacer sonar su voz, demostrar que aún conservaba poder de convocatoria y lanzar un pulso al Gobierno. Desde entonces, no han cesado las críticas hacia los matrimonios entre personas del mismo sexo, la eutanasia, la unidad de España y el Estatuto catalán, la negociación con ETA, las clases de religión, etc. "La última movilización que hizo la Iglesia fue un fracaso comparada con las anteriores. Como no puedes estar sacando la gente a la calle permanentemente, la estrategia que siguen ahora es situarse en primera línea de fuego para tomar posiciones", explica Sánchez Soler. Del Olmo puntualiza que "la intensidad de la batalla que tienen declarada al Gobierno se modifica en función de cómo se encuentran las negociaciones de la financiación". Recordaremos que en estos momentos el Estado tiene previsto destinar al sostenimiento de la Iglesia el 0,7% de la cuota íntegra del IRPF de aquellos contribuyentes que así lo manifiesten expresamente. Pero esto no es suficiente, así que la Iglesia sigue moviéndose en diferentes frentes que mantiene activos en la medida de lo posible. Educación, judicatura, política, biomedicina o sanidad son sólo algunos de ellos.

La Iglesia ve cómo progresivamente se le escapan de la mano importantes cotas de poder.
Su respuesta es sorprendente: comienza a movilizarse en la calle.

Respecto a la incursión de la Iglesia en el tema de la sanidad, Del Olmo quiere llamar la atención sobre el famoso "caso Leganés". Recordemos que hace aproximadamente año y medio, una denuncia anónima alertó a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid del alto índice de mortalidad registrado en el servicio de urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés, producida por supuestas sedaciones irregulares a enfermos terminales sin el consentimiento de sus familias. Sonó la palabra eutanasia y saltó a la palestra el nombre del médico responsable de ese servicio, que fue destituido inmediatamente. Este tipo de práctica, la sedación paliativa administrada a pacientes terminales, fue avalada entonces por el Colegio de Médicos, que rechazó el empleo de la palabra eutanasia para designar a este tipo de sedaciones. "La campaña contra el doctor Montes -recuerda Del Olmo- en el fondo estaba dirigida no contra este médico sino contra la sanidad pública en su conjunto". Oposición, sindicatos y médicos acusaron a la Comunidad de Madrid no sólo de montar una persecución contra el doctor Montes sino también de querer desprestigiar a la sanidad pública en beneficio de la privada. El tema de las sedaciones fue también utilizado para sembrar la duda sobre esta práctica y confundirla deliberadamente con la eutanasia, debate en el que había participado activamente la Iglesia a principios de año.

Desde que los socialistas ocuparon el gobierno, la Iglesia ha protestado contra los matrimonios homosexuales, la eutanasia, el Estatuto catalán, la negociación con ETA, la LOE, la investigación con células madre y la desintegración de España, entre otros.

En diferentes ruedas de prensa, la Conferencia Episcopal se ha manifestado en contra del Proyecto de Ley de Investigación Biomédica porque no protege el derecho a la vida; contra la Ley Organica de Educación (LOE) porque no cumple los Acuerdos con la Santa Sede. A través de alguno de sus obispos se ha manifestado también en contra del "mal llamado proceso de paz" por tratarse de una especie de rendición del Estado ante las exigencias del grupo terrorista ETA. "El ámbito de influencia de la Iglesia sobre la derecha política española es similar a la ejercida por los neocon en EEUU. En nuestro caso sería el fenómeno teocon", apunta Del Olmo. ∆

 

 Los ciudadanos se rebelan

La corrupción urbanística ha puesto en pie de guerra a miles de ciudadanos, que han empezado a denunciar irregularidades inmobiliarias relacionadas con sus ayuntamientos. En la red se están multiplicando los blogs y foros que están poniendo de manifiesto la frustración tan grande que vive el ciudadano. Los casos de corrupción afectan a responsables de los distintos partidos.

"Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada", garantiza nuestra Constitución en su artículo 47. "Como este derecho se lleva vulnerando desde hace mucho tiempo sin que ningún gobierno hasta ahora haya puesto en marcha medidas para protegerlo", ciudadanos apartidistas y sin afinidad ideológica, han creado una plataforma ciudadana (www.viviendadigna.org ) para defenderlo. "Si nosotros no lo defendemos nadie lo hará en nuestro lugar, puesto que son muchos los agentes implicados y poderosos, son ellos quienes han inventado esta forma de esclavitud de la que sacan beneficio: bancos, constructoras, inmobiliarias, ayuntamientos". Periódicamente realizan sentadas y manifestaciones en todas las provincias españolas.

Internet ha roto con las barreras de la comunicación. "El periodismo independiente está hoy día exclusivamente en Internet, porque los grandes diarios nacionales y locales, así como los medios audiovisuales de comunicación, están actualmente alineados a izquierda y derecha con los partidos políticos que protagonizan en estos momentos el debate nacional", advierte el periodista Pablo Sebastián, editor de www.estrelladigital.es
Esta podría ser la razón por la que los ciudadanos inmersos en una situación de sobresaturación informativa, donde cuesta diferenciar lo riguroso de lo manipulado, decida visitar cada vez con más frecuencia los medios digitales. ¿Es la crisis de la prensa escrita? No, es una respuesta ciudadana a la manipulación informativa. ∆

 

 FUSION OPINA

La diana de esta lucha encarnizada es el poder, mejor dicho el ansia por conseguir más poder. Pero un poder que habla de "conquista", "sometimiento". Un poder que utiliza como armas la mentira, la corrupción, el chantaje y la coacción. Capaz de pasar por encima de la separación de poderes -garantía de nuestro Estado de Derecho-, de toda la sociedad civil e incluso de las leyes aprobadas por el Parlamento.
Un poder que hizo subir como la espuma a quienes lo esgrimieron y que ahora ha iniciado un proceso de descomposición ante la atónita mirada de los ciudadanos. La indignación, la rabia y sobre todo, la razón han hecho despertar a la sociedad civil. Aún no están todos pero en la calle se empiezan a escuchar gritos dirigidos a sus representantes, advirtiendo que si no conocen la honradez que se marchen. Que han sido elegidos para servir al pueblo, no para que lo exploten y le roben. Exigen también a los jueces que impartan justicia; una justicia independiente no condicionada por intereses políticos o económicos. Les recuerdan que sus sueldos salen de los bolsillos de los ciudadanos. También exigen a la Iglesia que asuma su papel y deje de meterse en terrenos -político, legislativo, judicial- que no le corresponden.
Uno a uno, los líderes de barro están cayendo porque nunca tuvieron en su boca la palabra sacrificio, bien común, renuncia, comprensión, interés, preocupación y amor por los demás. El poder que defendieron les hizo sentirse dioses, intocables, una especie aparte. Y ahora ese mismo poder les está conduciendo a todos ellos a esta autodestrucción que estamos presenciando. Este lamentable espectáculo lo vamos a ver repetido en muchos lugares del planeta. Sólo es la punta de iceberg.
Y mientras los falsos poderes -como estaba anunciado-, se derrumban, vamos a asistir también a manifestaciones de auténtico poder de la mano del Pueblo Universal. Ya lo demostró en su día, cuando millones de personas de todo el mundo salieron a la calle para juntos gritar "No a la guerra". O cuando millones de españoles dijeron "Nunca Máis" o "No en nuestro nombre" y consiguieron cambiar la historia de nuestro país. El movimiento del Pueblo Universal empezó hace tiempo. Aún nos queda mucho por ver. El Pueblo Universal es la esperanza. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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