,
responsable del Programa Sin Techo de Cáritas Española.
-¿Dónde
están esas 30.000 personas sin hogar que son invisibles para la
sociedad?
-Esa gente está tan deteriorada, tan golpeada por sus circunstancias
personales que no molesta, no perturba, no disgusta, no hace
manifestaciones para reivindicar sus derechos. Eso hace que no veamos
que están ahí. Al hilo de la invisibilidad que planteas, desde Cáritas
señalamos que una de las formas de violencia desde la sociedad, es que
tiende a criminalizar la miseria, y culpa a los excluidos de su
situación. Se considera que esas personas han elegido vivir así,
mientras que nosotros afirmamos que esta realidad la ha provocado el
sistema. Es decir, el sistema genera exclusión en su funcionamiento y en
la manera de articularse. De hecho, la pobreza persiste en España en un
veinte por ciento de la población y esas cifras nunca se reducen, sino
que se incrementan. Además hay que señalar que esas 30.000 personas son
un dato menor porque pertenece al año 2001.
-¿Dirías
que la cifra ha aumentado?
-Por supuesto. En 2001 no había una población extranjera tan abundante
como hay ahora.
-¿Estas
cifras evidencian un fracaso político y social?
-No sé si se debe a un fracaso del gobierno o de las políticas que se
habilitan, pero la realidad es que la pobreza persiste en España. Y son
muchas circunstancias que influyen en ello, no únicamente políticas.
Nosotros hablamos de distintos caminos que pueden llevar a la exclusión
y desde la UE también se han dado cuenta. Ellos creían que el empleo era
la llave para la inclusión y se han dado cuenta de que un empleo
inestable, indigno, precario no genera integración.
-¿Cómo
se combina el boom inmobiliario con tantas personas carentes de techo
donde dormir? ¿Hasta qué punto la especulación inmobiliaria está dejando
a gente sin vivienda?
-Nunca antes la vivienda había tenido tan difícil acceso, y nunca antes
tanta gente había estado privada de ella. Es el signo más evidente de
esta situación que estamos viviendo y que se produce en muchas ocasiones
por circunstancias económicas. Pero la situación que lleva a la
exclusión social no es únicamente económica, puede ser un revés de la
vida, la muerte de un familiar, una enfermedad. Es multicausal. Por eso
podríamos señalar tres vectores como los que dejan a una persona sin
hogar: el económico, el relacional y el personal. También entendemos que
los cambios demográficos que estamos viviendo a nivel nacional, como el
descenso de la natalidad y el envejecimiento de la población, están
provocando que la familia, que amparaba estas situaciones ya no lo esté
haciendo.
O sea, el acceso a la vivienda es el problema de fondo y la punta del
iceberg de este problema son las personas sin hogar.
-¿Podemos considerar que estamos en un Estado de Bienestar con tanta
gente sin hogar?
-Las estructuras de nuestros estados modernos, como el Estado Español,
no están garantizando el acceso de todos los ciudadanos a todos los
derechos básicos. No está garantizado el acceso a la vivienda, a la
educación, al empleo, a la protección social, tema en el que España está
a la cola de Europa. La actual política de contención del gasto social
está suponiendo una merma de recursos adecuados para desarrollar
estrategias de inserción. Eso es evidente.
-Además
de recibir poca ayuda estatal, existen ordenanzas municipales que
prohíben a las personas sin hogar dormir en la calle. ¿Cuáles son las
ciudades más represivas en este sentido?
-Debo señalar que la exclusión social que están sufriendo las personas
sin hogar, en nada se parece a la exclusión social de temas de
narcotráfico y situaciones delictivas. Y ahí entra la Administración
Pública Local a regular el uso del espacio público. Según un estudio de
Cáritas comprobamos que se está dando una regulación del espacio público
que penaliza este comportamiento. En estas medidas Barcelona es un
referente y Madrid está queriendo copiar su manera de actuar. Se tratan
de medidas para retirar mendigos y prostitutas de la calle sin orden
judicial. Los ayuntamientos tienen que regular el espacio público y las
conductas ilícitas, pero también tener la sensibilidad social suficiente
para poder entender que estas personas que se encuentran en la calle
están sometidas a mucha violencia. Al final quienes se encuentran más
golpeados por esta regulación jurídica es la gente que está en la mayor
vulnerabilidad, que son las personas sin hogar.
-¿Por
qué España supera la media de personas sin hogar de la UE?
-Los
cambios en los modos de producción que hemos experimentado en los
últimos años con la aplicación de nuevas tecnologías, y la extensión de
la globalización económica, nos han disparado económicamente. Pero
crecer más económicamente no supone distribuir más y eso es lo que
estamos experimentando en España. Es decir, la pobreza permanece. El
aumento de la mano de obra fluctuante y de empleo inestable y precario,
nos hace mantener unos niveles de competitividad muy bueno, pero a la
vez afecta a mujeres, jóvenes, parados y mano de obra extranjera
inmigrante no regularizada que está en nuestro país. ∆