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DICIEMBRE 2006


INTERNACIONAL
AGOTAMIENTO MARINO

Sebastián Losada, responsable de la Campaña de Océanos en Greenpeace.
Foto: Greenpeace

“No basta con disminuir la pesca en general, sino que esa reducción debería darse sobre las artes que tienen mayor impacto en el ecosistema”

Un equipo internacional de biólogos, economistas y otros expertos acaba de publicar un estudio que augura el agotamiento total de la pesca en 2048. De hecho, un tercio de las especies que se pescaban se han reducido en un 90% desde 1950. Sebastián Losada, responsable de la Campaña de Océanos en Greenpeace, nos orienta sobre las consecuencias de este colapso marino.

-¿Qué credibilidad le dan a este estudio internacional?
-Credibilidad desde luego la tiene toda, ya que estamos hablando de un informe de trece científicos de primer nivel en todo el mundo, que además han utilizado gran cantidad de fuentes de información. Ellos han  realizado un ejercicio que no es muy habitual: pasar de un informe basado únicamente en una especie, a tratar de tener en cuenta otros efectos más amplios sobre el ecosistema. La prensa se queda con ese 2048, pero hay que leer el estudio para saber de dónde sale. Estos científicos hacen una correlación entre el agotamiento de una serie de especies en los últimos años, y dicen que si la tendencia continúa esa recta de regresión llegará a cero en 2048. No hay que tomarlo literalmente, pero deja ver una gravedad tremenda en el declive de la biodiversidad de los mares. Otra clave del estudio es la fecha de referencia que han tomado. No es lo mismo que compares la reducción de una especie con respecto a una fecha cercana, cuando el mar ya estaba muy agotado, a que lo compares con hace treinta años. Estos científicos han tomado como referencia el año 1950, que es de alguna forma donde empieza la gran industrialización de la actividad pesquera. Y han visto que un 30% de las especies que ellos han analizado están en menos de un 10% de su abundancia en ese momento. Eso nos da una idea real de la gravedad del problema.

-¿Realmente es posible la recuperación de las especies marinas si se detiene este saqueo, o parte de la biodiversidad será irrecuperable?
-En general, estamos recibiendo señales muy positivas allí donde se están estableciendo reservas marinas, que son zonas que permiten esa recuperación. Habrá que ver qué sucede con las zonas más sensibles, como son las zonas más profundas de los océanos, que son el resultado de muchos cientos de años de evolución sin explotación, y que se están destruyendo a ritmo muy acelerado. También hay que fijarse en especies de crecimiento muy lento como por ejemplo las ballenas, sobre las que pesa una moratoria sobre su caza comercial de casi 50 años y no hay síntomas de recuperación. El ritmo de recuperación dependerá de cuánto tardemos en actuar, y de las características de cada especie.

-Hay quien piensa que lo único que puede suceder con este agotamiento del mar es que no podría comer pescado. ¿Cómo repercutiría realmente este hecho en la globalidad del planeta y en nuestra propia vida?
-Un dato que mucha gente no conoce es que la mitad del oxígeno que consumimos proviene de los mares y es consecuencia de los procesos que se producen allí. Esta degradación de los ecosistemas puede tener impacto en ello. Eso no significa que nos vaya a faltar el aire, pero sí es cierto que hay una relación muy importante entre unos ecosistemas marinos saludables y nuestra vida de cada día. En cuanto al consumo de pescado, pensemos que en las sociedades occidentales de EEUU, UE y Japón, de las que somos parte, el pescado es un alimento más, tenemos la opción de escoger entre una gama de productos. Pero dos mil millones de personas en todo el mundo, particularmente en algunas de las regiones más pobres del planeta como pueden ser las costas de buena parte de África y del sudeste asiático, dependen del pescado como su fuente principal de proteínas. Ellos no pueden elegir y quedarán expuestos al hambre.

-¿Qué prácticas actuales son las más destructivas con el mar y deberíamos detener ya?
-En primer lugar, pescamos demasiado. Por otro lado, algunas de las técnicas de pesca que se utilizan son muy agresivas, como el arrastre de fondo. No basta con disminuir la pesca en general, sino que precisamente esa disminución del esfuerzo pesquero debería producirse sobre aquellas artes que tienen mayor impacto en el ecosistema. Deben establecerse criterios para que se queden en la actividad pesquera las artes de pesca más respetuosas con el medio ambiente, las que generan más puestos de trabajo, las que consumen menos energía...

-Una de las propuestas para salvar el mar es crear reservas marinas. ¿Es compatible esto con el mantenimiento de la industria pesquera?
-Por supuesto que lo es, y una de las cosas más prometedoras de los estudios que se están realizando en muchas reservas marinas es que en las zonas anexas a ellas las capturas aumentan por el efecto de migración de las especies que están dentro, ya que el mar no tiene fronteras. Por eso es importante que las reservas tengan un tamaño suficiente y que alrededor de esa reserva no haya un aumento de la actividad pesquera. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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