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AGOSTO 2006
Aprender a pensar
L as imágenes que
reciben nuestros ojos no se corresponden con los objetos que estamos
mirando. Es el cerebro el que posteriormente decodifica esa especie de
imagen que le llega a través de los ojos en forma de impulsos eléctricos. El
cerebro "imagina", "decodifica" de acuerdo a la información que posee. Lo
que nos lleva a pensar lo limitada e imprecisa que resulta toda esta
"realidad" que aparece ante nosotros y el poco tiempo que utilizamos en
contrastar e investigar la información que nos llega. Por si fuera poco, se
da la paradoja de que desde nuestra más tierna infancia, pronto se nos
silencia esa necesidad innata de preguntarse por todo, de cuestionarse todo.
Y a cambio nos colocan un manual debajo del brazo lleno de definiciones,
respuestas, esquemas, eslóganes, valores que se supone será donde
encontremos la respuesta a todas las dudas o preguntas que nos surjan en
adelante. En definitiva, todo parece estar encaminado a anular nuestra
capacidad de pensar.
Pensar es utilizar la mente, único instrumento que nos puede conectar con la
otra realidad oculta tras esta ilusión de la que ya nos hablaba Platón en su
día, y más recientemente la película Matrix. En ella se nos decía que llegar
a la verdad y admitirla era algo muy duro, pero a cambio te ofrecía la
liberación mental y la posibilidad de ser uno mismo, fuera de esa existencia
diseñada y dominada por máquinas que se habían impuesto al hombre -en
nuestro caso serían hombres poderosos al servicio de dioses poderosos que
mantienen igualmente esclavizadas a las masas-.
Pensar es desarrollar la capacidad de discernir, de buscar; es intentar
comprender y posteriormente utilizar las capacidades mentales para poder
abrir caminos, mirar desde otras perspectivas todo cuanto nos rodea y poder
entrar a otra dimensión de la vida.
Pensar lleva implícita la reflexión, la crítica y autocrítica. Es
introducirse en la senda de lo políticamente incorrecto y atreverse a
levantar velos. Es levantar la mirada y comprobar que nada permanece
estático, todo está en movimiento, y por tanto una explicación que nos sirve
para hoy posiblemente mañana ya se haya quedado incompleta o carezca de
sentido.
Pensar es sobre todo aprender a escuchar, a observar atentamente y con
serenidad, todo cuanto nos rodea sin pasarlo por los esquemas o valores que
nos han ido inculcando. Y todo esto se puede hacer sólo si contamos con el
otro, con los demás.
Dicen que el siglo XXI es el siglo de la gente, el tiempo del Pueblo
Universal -como nosotros lo hemos denominado-. Es el tiempo de los
ciudadanos autónomos -no aislados-, que piensan por su cuenta, caminan
juntos, unen fuerzas y avanzan. Y se preguntan, se hacen oír, ponen en alto
sus pensamientos y se dan cuenta que con ello pueden volar por encima de
todo esto. Sí, volar como un águila con su mente, con su pensamiento y
entonces ven y comprueban que todo lo que antes parecía determinar sus vidas
está por debajo, es pequeño e insignificante comparado con el poder y la
visión que consiguen entre todos.
Pensar es en sí mismo una revolución, porque al abrir otros caminos, otras
alternativas, se pone en marcha la capacidad de transformar cualquier cosa
que decidamos. Y si se mueven pensamientos, se expresan en voz alta a través
de la palabra, del diálogo, de la comunicación, se está poniendo en marcha
una poderosa maquinaria que romperá todo aquello que tiene que ver con el
llamado pensamiento único que es el que mantiene todo estático.
Fusión no sólo quiere contribuir a todo este proceso sino que se siente
implicado en él. En este espacio que acabamos de abrir -en esta nueva
etapa-, queremos ofrecer nuevas líneas de pensamiento, queremos ampliar
visiones, abrir mentes. En definitiva, queremos que sea un espacio para
pensar juntos. Y lo queremos hacer serenos, rompiendo las prisas que
provocan la incapacidad para fijar la atención en lo realmente importante y
recuperando ese maravilloso placer de hacernos preguntas, muchas preguntas,
como si fuésemos niños que por primera vez miran a la vida y necesitan
conocerlo todo.
Creemos que sí existe un nuevo enfoque desde donde mirar el mundo, un
enfoque que nos conecta con otra realidad basada en la comprensión de una
energía que algunos ya identifican y de la que hablaremos en muchas
ocasiones, nos referimos a "lo femenino". La energía de la que todo un día
partió y hacia la que todo regresa. Una energía de la que parten nuevos
conceptos, nuevos códigos antes nunca descifrados ni manejados por nuestros
cerebros y que se traducirán en una nueva forma de pensar y de vivir. Lo
femenino es la energía que alimenta la mente. Desde aquí queremos empezar a
pensar. ∆ |
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