ABRIL 2006
Caos
en la cinta transportadora
planetaria
Un reciente estudio sobre las
corrientes marinas atlánticas -la Cinta Transportadora Planetaria-,
confirma la teoría en la que se basó el argumento de la película "El día
de mañana", donde una nueva glaciación asola el Hemisferio Norte.
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Texto: José
M. López
S e trató de una
película, con todas las situaciones e historias propias de Hollywood.
Pero lo que contaba era cierto: el sistema de corrientes marinas del
Atlántico Norte conocido como Cinta Transportadora Planetaria, que se
encarga de regular la temperatura del planeta, está sufriendo un
profundo cambio. Un equipo de científicos del Centro Oceanográfico
Nacional de Southampton publicó a finales del año pasado en la revista
Nature los resultados de una exhaustiva investigación. Para llevarla a
cabo, han estado tomando datos de boyas fijas y buques oceanográficos en
todo el Atlántico desde 1957. De ellos se deduce que en estos 50 años la
corriente que hace circular las aguas Atlánticas ha perdido un tercio de
su fuerza. La causa de esta merma de intensidad hay que buscarla en el
incremento de emisiones de CO2
en todo el planeta, afirman los científicos
de Southampton. Esta dispara un mecanismo en el que se ven implicadas
las temperaturas y salinidades del mar, que traen consigo una alteración
del ciclo natural. Las consecuencias de que fluya menos agua fría desde
el Artico al sur para que luego retorne nuevamente al norte pueden
llegar a ser catastróficas. Al igual que en el argumento de "El día
de mañana", los científicos auguran caídas bruscas de temperatura de hasta
diez grados en distintas regiones del hemisferio norte, mientras el sur
se convierte en un verdadero horno. En lo que difieren de la película es
en el plazo en el que esto se va a desarrollar. Mientras que en la
ficción todo sucede en unos días, los científicos hablan de unas pocas
décadas. La Tierra ya ha vivido otros períodos de sobrecalentamiento y
de glaciación como el que dicen que estamos próximos a vivir. Lo que ha
provocado la acción del hombre en su desprecio por la naturaleza ha sido
fundamental en esta ocasión, aunque dada la magnitud del cambio
planetario al que nos enfrentamos, hay quien defiende que también
influye algún tipo de ciclo natural. ∆
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