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OCTUBRE 2005
DIOS ES MENTE
Los números ocultan en sí mismos el enigma de la
creación, y la geometría esconde su diseño.
Alguien dijo que Dios geometriza, y es cierto, porque la esfera, el círculo,
el triángulo, representan y encierran en sí mismos las combinaciones
energéticas que dieron lugar a la vida, y también a la materia de la que se
sustenta la vida.
Y el hombre, la criatura del Sueño, la Idea del Creador, se mueve por ese
mundo de figuras y números sin saber de su existencia, ignorante a su
importancia y, sobre todo, sometido a las influencias energéticas que tales
combinaciones provocan sobre él, como si fuera una hoja en medio de un
huracán.
El desconocimiento que el hombre posee de tal realidad es consecuencia de la
desviación que las religiones hicieron del conocimiento esotérico, de la
verdad transmitida de generación en generación, pero siempre oculta a los
profanos y hoy, más que nunca, totalmente alejada del vivir cotidiano y de
las inquietudes humanas. El concepto irrefutable de "Dios es mente", ha sido
desplazado por el de Dios es Amor, ignorando las palabras del Cristo cuando
dijo "cosas más grandes que yo haréis", o "yo he venido a abrir un camino
hacia el Reino de mi Padre".
Quedaba claro, por tanto, que el Amor es un camino hacia el Padre, no la
"totalidad" del Padre, porque la "totalidad" inmediata del Padre, la que
ahora interesa a la humanidad, es Su Mente, porque sólo en la medida en que
ésta se acerque a la comprensión de Su Mente, podrá entender el mecanismo de
la creación, su diseño, las energías que se mueven, la composición y
cualidad de dichas energías, el porqué y para qué de la existencia y, sobre
todo, el papel que el hombre desempeña en todo ese montaje.
El pasado, presente y futuro del hombre está en Su Mente. Sólo conociendo y
comprendiendo el origen y el fin del hombre podrá este enderezar sus pasos y
evitar las consecuencias provocadas por sus propias desviaciones, por
"crearse" una vida ajena a la Idea Original, sin contar con el propósito de
Dios.
Pero si acceder a Su Mente es prácticamente imposible en la situación
evolutiva del hombre, sin embargo sí que está muy escrito, muy señalado, el
camino que El marca para que el hombre no se pierda.
Y la primera y más importante señal que El dejó a la humanidad es el Amor,
que se debe entender como relacionarse correctamente con los demás, con
todos los seres vivos del planeta.
Pero para que eso sea posible es imprescindible la comprensión y vivencia
del Sacrificio, porque "sólo el que Ama Sacrifica y sólo el que Sacrifica
Ama". Y entendamos la verdadera dimensión del Sacrificio, que no consiste en
flagelarse ni someterse a ningún tipo de tortura física o espiritual, sino
que significa "entregarse más, coger más, dar más".
Y si la relación con los demás es correcta, desarrollando así la verdadera
conciencia de Grupo, porque en la Mente del Uno, del Creador, sólo existe el
Grupo, no el individuo, la humanidad como Grupo. Y si se acepta la vivencia
en movimiento del verdadero Sacrificio, entonces se tendrá acceso al control
y dominio del Tiempo, tercer punto del triángulo de la Vida, energía que
encierra en sí misma la cárcel y la libertad, el sometimiento o el dominio
absoluto de los planos inferiores.
El hombre es ahora mismo un esclavo de sus propias creaciones, al margen de
la Idea, de la Mente, de su Creador, y un prisionero del Tiempo.
Romper esas cadenas sólo es posible estableciendo las correctas relaciones
humanas, naciendo al concepto Grupo, viendo a la humanidad como a un todo
vinculado y enlazado entre sí.
Más allá de todo ello, más allá del Tiempo, en el Espacio, espera la Mente,
la poderosa Mente del Uno, para conducir a la criatura hombre a una
concepción y vivencia de la existencia jamás soñada.
Pero, antes, la humanidad será purificada y sometida a todo tipo de pruebas,
donde sólo los que Amen al hombre por encima de todo podrán acceder a la
visión total. ∆ |
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