Tan convencida está de que el mundo que nos han
vendido no es real, que todos sus libros intentan hacernos ver la otra
cara de este lugar injusto. Novelas para jóvenes como el "Diario violeta
de Carlota" y ensayos para adultos como "Rebeldes, ni putas ni sumisas".
Ambos son análisis de la realidad que vive la mujer española analizando
lo que nos rodea.
"Me parece significativo que el
46% de españoles opinen que la mujer tiene que dejar de trabajar para
cuidar a su hijo"
"No entiendo porqué el Foro de la Familia dice que el matrimonio
homosexual atenta contra la familia, cuando precisamente la nueva ley
amplía las posibilidades familiares."
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Texto: Marta Iglesias
Fotos: © Ester LópezHe
escrito 'Rebeldes, ni putas ni sumisas' porque creo que las mentalidades han
cambiado poco. Aparentemente han variado cosas en España, pero en la práctica
las mentalidades siguen igual que hace treinta o cuarenta años. Hablas con
hombres incluso progresistas y te dicen: ¡Pero de qué os quejáis, si estáis muy
bien! Si habéis conseguido ya casi todo. ¿Será posible que no se den cuenta?"
-¿Mujer y rebelde son dos palabras inseparables?
-Deberían serlo, pero para ello hay que darse cuenta de que los cambios son
todavía muy pocos. Muchas mujeres no perciben las desigualdades, porque estamos
tan acostumbradas a verlas que sólo cuando deseas de verdad hacerlo, abres los
ojos a la realidad, y ves determinadas cosas. Entonces creo que no hay más
remedio que volverse rebelde.
El mundo que nos han vendido es un mundo visto desde los ojos del hombre blanco,
rico, occidental. En la medida en que tú no perteneces a ese grupo, cuestionas
que ese mundo no se corresponde con la realidad. Con respecto a los hombres y
mujeres también pasa lo mismo. Todo está visto desde la óptica masculina así que
como mujer no puedes hacer otra cosa que rebelarte, claro.
-¿Qué cuentas se supone que hemos de rendir al Estado, como
indica en la contraportada de tu libro?
-Aunque ésa es una nota del editor, efectivamente siempre tenemos que estar
disculpándonos por el hecho de ser mujeres. Te pongo un ejemplo: a mí la
discriminación positiva no me gusta, preferiría vivir en una sociedad paritaria
en la que todo el mundo tuviera las mismas oportunidades. Pero como no es así,
hay que entender que para ocupar puestos de poder muchas veces hay que hacerlo
por discriminación positiva. Me fastidia que se diga que por el hecho de ser
mujer una chica puede ocupar un puesto. No es verdad, lo ocupa por el hecho de
ser una mujer preparada y relevante. Lo que ocurre es que sin esa discriminación
positiva, la mujer nunca llegaría a este puesto de responsabilidad. Las mujeres
estamos todo el día disculpándonos por el hecho de conseguir cosas, por ocupar
puestos y no tenemos por qué rendir cuentas. Sucede igual cuando escribes. Ellos
nunca tienen que rendir cuentas respecto a lo que han escrito, si es un libro
machista o sólo con personajes masculinos. Las mujeres constantemente tenemos
que dar cuentas de eso y aunque no las demos nos cuelgan la etiqueta de
'literatura de mujer' y cosas de esas. Situación que a ellos no les ocurre
nunca.
-"Muchas mujeres no son sumisas, es decir, se niegan a
doblegarse al juicio de los hombres, de los varones". Pero muchas veces las
normas más estrictas proceden de otras mujeres, en especial las madres, que son
en realidad las que dan forma a nuestra inicial manera de pensar.
-El sistema patriarcal es un sistema perverso porque consigue que se
perpetúe el sistema gracias sobre todo a las mujeres, que son en gran medida las
educadoras. Pero también pienso que en estos momentos las mujeres tienen un peso
mucho menor en la educación que por ejemplo la televisión, que es una
herramienta estupenda para la sociedad patriarcal. A través de este y otros
medios de comunicación se están perpetuando todos los roles y estereotipos, y
los chavales se los tragan cada día en forma de dibujos animados o películas.
-¿Qué características debería tener una mujer que sea madre y
no quiera educar a sus hijos en la línea patriarcal?
-Tiene que tener mucha fuerza y asumir que va a ir en contra de la sociedad.
Pero sobre todo, la única forma de cambiar las cosas es demostrarlo con el
ejemplo y exigir en casa un cambio de actitud al compañero y a los hijos e
hijas. También deben tener en cuenta que van a ser incomprendidas por una parte
de la sociedad. Por ejemplo, si educan a su hijo como una persona que pueda
manifestar sus sentimientos, es posible que en algún momento le digan '¿crees
que lo estás educando como un hombre?' Pero hay que resistir a este tipo de
presiones.
-¿Por qué son tan pocos los hombres que ven necesaria su
rebelión contra el sistema patriarcal?
-Porque están muy cómodos instalados en el poder y tienen miedo de perder
una vida cómoda. El porcentaje del 46% de españoles que creen que la mujer tiene
que dejar de trabajar para cuidar a su hijo me parece significativo de lo que
opinan los hombres de esa cuestión. Y sin embargo, creo que ganarían muchas
cosas si vivieran en una sociedad paritaria. Ganarían el poder ir por la vida
tal como son, sin tener que ir siempre de duros, de competitivos, reprimiendo
sus emociones. Así que el día que se decidan de verdad a ser rebeldes no sólo
perderán algunas cosas -como una parte de poder-, sino que también ganarán. Y
probablemente se den cuenta de que aquello que perdían tampoco era tanto.
-¿Por qué hay tantas mujeres que creen que la igualdad ya se
ha conseguido?
-Creo que es porque sí es cierto que ha habido unos cambios respecto a hace
cuarenta años. Ahora las chicas tienen exactamente las mismas posibilidades que
los hombres a la hora de ir a la universidad, de tener relaciones sexuales,
pueden controlar su embarazo... Sin embargo, llegado a un cierto momento, en el
que creo que el límite es la maternidad, las mujeres se dan cuenta de que
realmente las cosas no han cambiado: quienes se tienen que quedar en casa cuando
el niño está enfermo son ellas o las que tienen que pedir reducción de la
jornada laboral son ellas. Y entonces es cuando las chicas empiezan a pensar que
quizás no han cambiado tanto las cosas. Lo que pasa es que como tardan tanto en
ser madres lo descubren bastante tarde, aunque yo espero que entonces empiecen a
ser rebeldes.
-¿Cuál es esa propia manera de actuar de las mujeres que no
coincide con la rigidez del patriarcado?
-El patriarcado ha asignado unos roles a las mujeres y unos roles a los
hombres, y es muy rígido y muy difícil salir de ahí. Los hombres son duros,
tienen que trabajar, son competentes profesionalmente. Las mujeres en cambio
somos cuidadoras, nos ocupamos de los niños, de los ancianos. Ser cuidador está
bien, pero las mujeres hemos aprendido a ser competitivas, a entrar en el
mercado de trabajo... a salirnos de los esquemas que marca la sociedad
patriarcal. La socióloga y antropóloga Helen Fisher dice que las mujeres tenemos
un pensamiento diferente, porque podemos pensar varias cosas en cadena, mientras
que ellos están más centrados en una única cosa. Y eso se debe a cómo hemos
estado acostumbradas a trabajar.
-Las personas conservadoras consideran que si se destruye el
patriarcado la sociedad se abocará al caos. ¿Qué crees tú que sucedería?
-A lo largo de la historia de la humanidad la mujer ha intentado muchas veces
salir de los esquemas patriarcales, y muchas veces ha tenido que volver atrás.
Ha habido otras épocas en la historia de la humanidad en las que los movimientos
han sido tan fuertes o más que ahora. Por ejemplo, durante la revolución
francesa, las mujeres batallaron al lado de los hombres arriesgando su vida por
unos ideales de paridad y al final se quedaron fuera. Me preocupa que volvamos
atrás, pero considero que ahora hay dos variables que no habían aparecido a lo
largo de la historia de la humanidad: que la mujer tiene acceso a la instrucción
de forma mayoritaria y entonces es difícil que acepte regresar a determinadas
posiciones, y que por primera vez la mujer puede controlar la maternidad y no se
encuentra en la situación de tener que parir diez hijos y dedicarse a ellos.
-Mientras los conservadores se rigen por normas estrictas.
¿Qué sucedería si desapareciera esa estructura?
-Sería estupendo. Por ejemplo, creo que hay que favorecer que haya familias
de muy diversos tipos, porque el patriarcado sólo prevé una: una familia con un
padre y una madre, una madre que trabaja en casa y que no recibe ni compensación
económica de ningún tipo por ello, y un señor que trabaja fuera de casa y que
tiene las riendas del poder. En cambio, en la medida en que hay familias
monoparentales, familias de homosexuales, familias de lesbianas... familias de
todo tipo es mucho más difícil que ese patrón estructural del patriarcado siga
existiendo y por lo tanto la sociedad tenderá a una paridad. El sistema tan
rígido tiene que dar paso a un sistema mucho más flexible. En la medida que la
sociedad se flexibiliza y entiende que hay distintas formas de funcionar, sería
beneficioso para todos los grupos que no han tenido posibilidades de llegar al
poder, no sólo las mujeres.
-Con ello me vienen a la mente las manifestaciones que
actualmente se están realizando para preservar la familia como institución. ¿Por
qué crees que asistimos hoy a este espectáculo?
-Yo nunca acabo de entender cuando el Foro de la Familia se manifiesta en
contra del matrimonio homosexual, diciendo que atenta contra la familia. Creo
que lo miran de una forma muy restrictiva porque precisamente la ley sobre el
matrimonio homosexual lo que hace es ampliar más las posibilidades de familia y
por lo tanto está a favor de ella. Hay gente muy fundamentalista, con unas ideas
muy restrictivas, que son las que realmente hacen más daño a los colectivos más
discriminados como las mujeres, los inmigrantes, los homosexuales... y que sólo
favorecen a los que son ricos, blancos, hombres.
-¿Por qué la Iglesia sólo defiende un modelo de familia?
-Porque a la Iglesia le pasa lo mismo, es muy fundamentalista y en realidad
está muy alejada de la sociedad. Si de verdad se dedicase a mirar realmente
quiénes son todavía católicos en España se encontraría con una sorpresa, porque
católicos que compartan lo que dicen ellos apenas hay; por lo tanto hay un
divorcio entre la Iglesia y sus fieles. ¿Por qué mantienen esa idea tan arcaica
de lo que tiene que ser la familia? Pues por la misma razón que piensan que las
mujeres no tienen por qué llegar al poder en la Iglesia, o por la misma razón
por la que negaron que la tierra era redonda en su momento; se aferran a unos
dogmas de hace siglos que ya no tienen sentido de ser, pero ellos piensan que de
esa forma van a preservar su permanencia en la tierra. Ese sistema de familia
les favorece, porque otras familias más abiertas no aceptarán estas injerencias
de las jerarquías eclesiásticas tan fundamentalistas. Lo que está detrás de todo
es el miedo a perder el poder. ∆ |