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SOCIOLOGOS Y POLITOLOGOS
SIN FRONTERAS
Cuatro años de andadura con paso firme avalan a esta asociación que
busca un nuevo modelo de sociedad cuya única base sean los Derechos
Humanos. Entre sus mayores logros se cuenta el haber conseguido que la
Sociedad Americana de Sociología (EEUU) condenara la guerra de Irak.
Hablamos con su presidente en España, Alberto Moncada.
La
sociedad Imperfecta
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E ste prestigioso sociólogo español
dedica íntegramente sus horas de jubilado a la Asociación y se encarga
de darla a conocer: "Aunque Sociólogos Sin Fronteras (SSF) nació en
España, es mucho más importante en América que aquí. En Estados Unidos
tiene mucha presencia porque antes de que empezara la guerra de Irak
hicimos una condena de ella en nuestra página web. La presidenta de SSF
en ese país, Judith Blau -que es una mujer muy militante, con gran
temperamento, extraordinariamente lista y muy conocida en América-
propuso a la Sociedad Americana de Sociología que asumiera esa
declaración. Y para sorpresa de todos, la aprobaron. Eso fue algo muy
grande, porque en la Guerra de Vietnam no se consiguió que los
sociólogos americanos la condenaran, aunque se hizo la misma propuesta.
Y a partir de entonces se han anotado muchos sociólogos americanos a SSF".
En Brasil la asociación tiene también mucha fuerza gracias al empuje de
Paulo Martíns, un sociólogo brasileño, presidente de los Sociólogos
de Río Grande do Sul y que fue asesor de Lula antes de ganar las
elecciones. Pese a haber nacido en España, aquí la asociación tiene
menos presencia y los sociólogos se comprometen menos. Para Moncada el
hecho tiene dos lógicas explicaciones: "Por un lado creemos que se debe
a que aquí sólo somos 40 millones de habitantes, mientras que los
americanos son 280 millones. Y por otro, hay que tener en cuenta que los
sociólogos de este país son como los españoles en general: les cuesta
más trabajo comprometerse, son más vagos, la mayoría de los que están
bien colocados no quieren meterse en líos..." La filosofía de SSF es
romper las barreras a la hora de pensar en la sociedad. Hoy no puede
analizarse la realidad española sin tener en cuenta que formamos parte
de un mundo que nos influye sobremanera: desde los contratos basura
llegados de América, hasta la filosofía activa de la lucha de las ONG,
por poner dos ejemplos contradictorios. Esta visión del mundo donde
todos los países están entrelazados se traduce para SSF en una teoría
que ellos llaman CurrÍculum de Sociología Global. Es por eso que
todos los sociólogos que forman parte de la asociación pertenecen a la
corriente más crítica de la sociología, ésa que procede de Marx y que
afirma que la sociedad no está bien -ni nunca lo ha estado- y hay que
analizar cómo se puede cambiar. En contraposición a esta corriente, la
tradición funcionalista, actualmente vigente por la influencia
americana, sostiene que todo está bien como está. Como el objetivo de
SSF es cambiar la sociedad, el lugar donde vuelcan sus nuevas teorías es
donde éstas se estudian. Según Moncada, "el lugar donde aterrizar las
nuevas teorías es la universidad, donde se forman los sociólogos. Esto
es una gran lucha porque desde siempre los sociólogos han sido educados
en una sociología muy funcionalista y también porque para conseguir
empleo hay que hacer análisis en esta línea, no te contratan para hacer
análisis críticos". Desde esta base pretenden cambiar nuestro modo de
entender la sociedad y caminar hacia un mundo realmente global donde las
reglas de convivencia sean los derechos humanos./
Marta Iglesias |