iajó a
Iraq para comprobar en persona los estragos que causó la política norteamericana
a la población iraquí. Se acercó al sufrimiento de aquellas gentes y luego quiso
contarlo para que una vez más conociésemos de cerca "la crueldad y fatalidad del
sufrimiento en un conflicto bélico". Un conflicto "originado por Bush, un señor
de la guerra más peligroso que los guerreros asesinos de Afganistán, Somalia,
Liberia o Sudán, porque su poder es mucho mayor".-EEUU se ha convertido
en un Estado delincuente, comenta en su libro. ¿Cuáles son los ejes sobre los
que se apoya para hacer esta afirmación?
-Todos los Estados, por definición, cometen atropellos. Sin embargo, desde
la progresiva codificación jurídica de las relaciones internacionales entre
países, a lo largo del siglo XX, acompañada de la proclamación de la Carta de
las Naciones Unidas, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de las
distintas Convenciones de Ginebra y otros textos jurídicos semejantes, los
ciudadanos del mundo han conseguido una protección de sus derechos humanos y
cívicos que no es desdeñable, y, además, los procesos revolucionarios y
progresistas han arrancado cotas de libertad y de justicia que han limitado la
arbitrariedad del capitalismo. Es cierto que hoy esa realidad coexiste con la
actuación depredadora de las empresas transnacionales y de los principales
Estados capitalistas, que pretenden continuar apropiándose de las riquezas del
mundo, como vemos en el caso del petróleo y de muchas otras materias primas, y
siguen extorsionando a los trabajadores de los cinco continentes y limitando la
libertad. Por eso, cuando los Estados Unidos proclaman que sus intereses están
por encima del derecho internacional, que van a recurrir a las guerras
preventivas, y vemos que no dudan a la hora de bombardear poblaciones civiles,
que recurren a la tortura y a los asesinatos sistemáticos, podemos hablar, con
rigor, de un Estado delincuente que incumple los tratados internacionales y se
ha convertido en el principal factor de inestabilidad mundial. Además, hago
notar, por si alguien lo ha olvidado, que Estados Unidos es el único país del
mundo que ha utilizado todas las armas de destrucción masiva, convencionalmente
reconocidas como tal: las nucleares, químicas y bacteriológicas, y que lo ha
hecho contra poblaciones civiles. Ningún otro país ha sido capaz de hacer algo
semejante.
-¿Qué cambios ve o espera en este segundo mandato del presidente Bush?
-El gobierno norteamericano va a continuar impulsando su programa de
dominación planetaria, aunque es muy dudoso que consiga sus propósitos, si nos
atenemos a la oposición mundial que están suscitando, al fracaso evidente de la
ocupación de Iraq, al declive de su propia economía y a sus dificultades para
mantener un nivel de vida que está muy por encima de sus posibilidades.
Principales focos de interés: Oriente Medio y Asia Central, y, en segundo plano,
Oriente y América Latina. Estados Unidos continuará dirigiendo su política y su
diplomacia hacia la contención del emergente poder chino y querrá culminar la
destrucción del espacio estratégico de Moscú, mientras procura mantener la
dependencia europea a través de la OTAN y de sus satélites en el viejo
continente, sobre todo Gran Bretaña, Italia y Polonia. Por otra parte,
Washington sabe que una crisis latente, en su propio país, amenaza las bases de
su poder, y, por si fuera poco, Bush y su círculo están empeñados en destruir el
parcial sistema de protección social con que cuenta la población norteamericana.
Junto a ello, es sabido que Estados Unidos importa multitud de productos de todo
el mundo y entrega a cambio papel: esos dólares, aunque continúen siendo
atesorados como una reserva estratégica por muchos países, no van a ser
aceptados indefinidamente, como muestran los cautelosos movimientos de Japón,
China y otros países que explican la debilidad del dólar, y, al mismo tiempo, el
doble déficit (comercial y fiscal) norteamericano que va a seguir creciendo. Esa
situación insostenible a medio plazo puede desembocar en una huída hacia
delante: la guerra como solución a la crisis. No quiero ser alarmista, pero ésa
es una de las hipótesis con las que hay que trabajar. La situación en Iraq, las
cada vez más claras amenazas hacia Irán, Corea del Norte, Siria y otros países,
muestran hasta qué punto los sectores de extrema derecha que dirigen el gobierno
norteamericano juegan con la idea de las guerras preventivas, que pueden
desembocar en conflictos generales muy peligrosos. El gobierno Bush no podrá
atender tantos frentes, pero no dudará, si es necesario, en incendiar
territorios enteros.
-Estamos asistiendo a un éxodo de norteamericanos -muchos de ellos famosos-
que dicen salir del país porque están en contra de la reelección de Bush y su
política. Un hecho curioso teniendo en cuenta el exacerbado patriotismo
americano.
-El origen de esa corriente se encuentra en los años de la caza de brujas de
McCarthy, que no fue un loco, como hoy es presentado, sino el instrumento
utilizado por el poder económico y político norteamericano para aterrorizar a
los sectores progresistas y desmantelar el Partido Comunista y otras fuerzas de
izquierda. La marcha de Charles Chaplin de los Estados Unidos, en esos años,
también acusado de tener simpatías comunistas, puede ejemplificar esa actitud, y
Gore Vidal hace años que no vive en su país, entre otros casos que podríamos
citar. Sí, son significativos esos abandonos, aunque, para ser rigurosos, no
puede hablarse de una huída semejante al éxodo europeo ante el ascenso del
nazismo. Y ese patriotismo de que usted habla está arraigado en los sectores más
conservadores y religiosos del llamado Bible Belt, el "cinturón de la Biblia"
que se extiende, más o menos, por el centro geográfico de los Estados Unidos.
Unos y otros no tienen nada que ver: son las dos caras de América.
-"No está escrito que el nuevo capitalismo vaya a ser derrotado: en todo
caso, dependerá de la capacidad de los movimientos revolucionarios y
democráticos para levantar un gigantesco frente opositor que recorra los cinco
continentes", ha escrito usted. ¿Cómo se articularía ese frente opositor? ¿No
cree que existe ya una semilla?
-En mi opinión, es urgente la recomposición de las fuerzas políticas de
izquierda, de los partidos comunistas, de las agrupaciones y corrientes
anarquistas, y la revitalización del movimiento sindical internacional que,
además, debe abandonar las posturas de sumisión a una idea de crecimiento
económico y de participación en la gestión capitalista que hace aguas por todas
partes. También es urgente el fortalecimiento de los movimientos de rechazo
contra el capitalismo y la construcción de una amplia coalición que reconstruya
la razón socialista, el imaginario colectivo simbolizado por la bandera roja de
los trabajadores, de los pobres, de los marginados. Desde luego que existen
semillas, y muy importantes. El ejemplo de algunos países que resisten al
imperialismo, la presencia del movimiento altermundista y de las organizaciones
de izquierda que no han claudicado ante el sistema, permiten hablar del inicio
de una recomposición. Otra cosa es el sistema de Estados que se enfrentan hoy en
el planeta, y que, simplificando, opone a los Estados Unidos el embrión de una
coalición, contradictoria y confusa pero interesante, en el que participan Pekín
y Moscú, pero también Berlín y París. Ese esquema debe estar presente en los
análisis de la izquierda.
-Todos los días escuchamos el número de víctimas causadas por bombas de la
resistencia iraquí. Las muertes no se detienen. ¿Cómo es la realidad en aquel
territorio "controlado" desde hace tiempo por EEUU?
-Si me permite, haré dos precisiones. Primera: los atentados terroristas que
tienen lugar en Iraq contra la población civil son condenados por la
resistencia, y es muy sospechoso el origen de sus autores. Sólo hay que recordar
el asesinato de Margaret Hassan y las bombas en mercados o mezquitas. Otra cosa
es el ataque de la resistencia a las fuerzas de ocupación y a sus cómplices.
Segunda: en estos dos años de guerra y ocupación, la gran mayoría de las muertes
no han sido causadas por la resistencia, sino por los bombardeos sobre la
población civil lanzados por la aviación norteamericana, y por las operaciones
de castigo contra las ciudades que se oponen con más fuerza a la ocupación.
Mientras las explosiones de coches-bomba (insisto, muchas de ellas sospechosas),
reciben una atención informativa inmediata de la gran prensa internacional, las
muertes causadas por los soldados ocupantes son silenciadas. Le pondré un
ejemplo reciente: el 14 de enero, diez iraquíes murieron cuando un tanque
norteamericano arrolló el minibús en que viajaban, en Muktadia. Ni un solo
periódico se hizo eco de la matanza. Y, debe recordarse que, solamente en Faluya,
los norteamericanos, en una lucha desigual, han causado miles de muertos y han
pisoteado las Convenciones de Ginebra. Sabemos, también, que amplias zonas de
Iraq están, en la práctica, en poder de la resistencia, e ignoramos las matanzas
ocasionadas por los miles de mercenarios (contratistas, les llaman, con el
lenguaje hipócrita y falsario de los ocupantes) que, desde luego, no están
precisamente en Iraq para hacer trabajos humanitarios. Como conclusión, puede
decirse que, a medio plazo, la ocupación de Iraq va a saldarse con un duro
fracaso para Washington, aunque en el camino, decenas de miles de personas
morirán.
-Pinochet y Sadam parece que podrían ser juzgados en un tiempo no muy lejano.
¿Se trata de una coincidencia temporal? ¿Qué interés hay detrás de cada uno de
estos procesos y para quién?
-Es una gran victoria del movimiento popular chileno que Pinochet sea
encausado: quienes lo encumbraron lo abandonan hoy; ya no les sirve. Washington
también abandonó al siniestro Suharto, en Indonesia, y podría poner otros
ejemplos. El caso de Sadam Hussein está ligado a la evolución de la situación
militar en Iraq, y su juicio público puede resultar embarazoso para los Estados
Unidos, por lo que no es descartable un juicio-farsa que sea más una operación
de propaganda que una rendición de cuentas ante una justicia independiente
iraquí, que, hoy por hoy, no existe. La figura de Sadam no es relevante para la
resistencia iraquí. Es un recuerdo del pasado, cómplice en otro tiempo de
Washington, como Pinochet. No me resisto a recordar que fue el dictador Franco
quien otorgó la máxima condecoración española a Sadam Hussein, la "Gran Cruz de
Isabel la Católica".
-Comenta que el expresionismo abstracto fue un movimiento artístico impulsado
por empresas y fundaciones, tapaderas de la CIA, que fue utilizado como un arma
más en la lucha contra la Unión Soviética y el comunismo. ¿Qué había detrás de
ese movimiento artístico?
-Había muchas cosas, también intuiciones artísticas interesantes, pero sus
principales representantes aceptaron el dinero sucio de la CIA y las ventajas
que para los artistas suponía su sumisión al poder. Detrás de ello, en síntesis,
estaba la pretensión de propagar el vigor de la sociedad capitalista
norteamericana, de combatir en todo el mundo las tendencias artísticas
comprometidas con la realidad social, arraigadas en la izquierda, golpear a las
propuestas artísticas ligadas al comunismo y arrebatar a París la capitalidad
del arte mundial, en favor de Nueva York. No era poco. Consiguieron
desacreditar, en parte, la idea de un arte, de una literatura comprometida con
su tiempo y ligada a los movimientos progresistas. Todavía hoy persisten algunas
de sus consecuencias.
-Defíname brevemente el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial
desde su propia perspectiva.
-Cuando nacieron, en Bretton Woods, ambos organismos eran la expresión del
nuevo escenario estratégico y de la emergencia del poder norteamericano. El
mundo ha cambiado mucho desde entonces, pero, esencialmente, continúan siendo
instrumentos del poder imperial norteamericano. ∆