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Foto: Manuel
Valcárcel
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JUNIO 2005
AIRES DE CAMBIO
EN AMERICA LATINA
América Latina se mueve. Se está construyendo un nuevo mapa geopolítico
con el apoyo del pueblo universal que está despertando y ha empezado a
ocupar su sitio. Hay nuevas ideas, nuevas alianzas y otra forma de
entender el crecimiento económico. Si como dicen, el siglo XIX
perteneció a Europa y el siglo XX a EEUU, sin duda el presente siglo XXI
es para América Latina.
Texto: Mariló Hidalgo
GIRO A LA IZQUIERDA
Latinoamérica crece en la misma
proporción con la que retrocede la presencia de EEUU en aquellos
territorios. La política económica neoliberal defendida por el gigante
norteamericano donde el mercado y sus exigencias han convertido al
hombre en mercancía, parece que ya ha tocado techo. Son los ciudadanos
los que ahora se rebelan contra el sistema establecido. Son ellos,
desposeídos de voz y alternativas durante todo este tiempo, los que han
gritado ¡basta ya! y han ocupado su verdadero lugar para reclamar
justicia e igualdad. Los pueblos se han puesto en marcha y han salido a
la calle para exigir cambios, convencidos de que la democracia es el
único camino para llegar a ese nuevo modelo de desarrollo social. Y
además han comprobado que tienen la fuerza suficiente para echar fuera a
gobiernos y presidentes corruptos. Los casos se suceden. América Latina
deja atrás un pasado marcado por dictadores e insurgencias alentadas y
financiadas por EEUU y gira en estos momentos hacia gobiernos más
autónomos, democráticos y progresistas. Como decimos soplan nuevos aires
y a juzgar por los hechos, parecen ser contagiosos. Veamos cómo
comenzaron algunos de ellos. En 1998 Hugo Chávez llega al poder en
Venezuela con su Partido Movimiento de la Quinta República y con ello se
abren paso nuevas ideas que hablan de un nuevo modelo de Estado más
social y participativo. Este ejemplo puede ser peligroso para la
estabilidad de la zona, así que en poco tiempo tiene lugar un intento de
golpe de estado del que Chávez sale totalmente fortalecido y con más
apoyo popular. Un año más tarde, Ricardo Lagos del Partido por la
Democracia de tendencia socialista, consigue salir elegido en Chile. En
Brasil llega el cambio en 2003 de la mano de Lula Da Silva con el apoyo
del Partido de los Trabajadores. Ese mismo año tiene lugar la famosa
"cacerolada" de Argentina que conduce al poder a Néstor Kirchner del
Partido Peronista. También tiene lugar la revuelta popular en Bolivia y
la llegada de Carlos Mesa. En Paraguay el partido Colorado consigue la
victoria y Nicolás Duarte es elegido presidente. En Uruguay el Partido
Izquierdista Frente Amplio con Tabaré Vázquez a la cabeza, consigue la
primera victoria socialista en aquel país. Y ya más recientemente como
consecuencia de una revuelta popular, es depuesto de su cargo el hasta
entonces jefe de Estado de Ecuador, Lucio Gutiérrez que se ve obligado a
pedir asilo fuera de su país. "Todas estas movilizaciones, -explica
Augusto Zamora, profesor de Derecho Internacional de la UAM- tienen
denominadores comunes: lucha contra las multinacionales que usurpan la
riqueza de los países, destruyen el medio ambiente y devoran las
economías nacionales; liquidación de una clase política corrupta y
desprestigiada; reconstrucción del Estado, desmantelado por el
neoliberalismo; resistencia a los tratados de libre comercio que
arruinan el campo y profundizan el pillaje de los recursos". Resultado,
la resistencia social y popular contra el saqueo, crece y se multiplica
en el cono sur.
Los pueblos se han puesto en marcha y han salido a la calle para exigir
cambios, convencidos de que la democracia es el único camino para llegar
a ese nuevo modelo de desarrollo social. |
En todo este proceso, lo ocurrido en Uruguay suma la quinta victoria
consecutiva de las fuerzas progresistas en Latinoamérica, lo que ha dado
un vuelco histórico a la situación política y un nuevo y fuerte impulso
al sueño de integración regional. "Por primera vez, apunta el profesor
Zamora, la izquierda puede gobernar sin temor a intervenciones
extranjeras, campañas de desestabilización o golpes de Estado, entre
otros motivos porque los ejércitos ya no son lo que eran, como evidenció
el fracaso del golpismo en Venezuela. Los aires de libertad han
provocado una expansión vigorosa de las fuerzas sociales y políticas,
que no son ya ilegalizadas y perseguidas, ni sus dirigentes encarcelados
o asesinados. El resultado está a la vista".
Y son las cifras las que hablan. Según el balance de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo dependiente
de la ONU, Latinoamérica logró en 2004 el mejor resultado económico en
toda la década. Concretamente, Argentina creció un 8,4%, terminando con
cuatro años de desaceleración económica. Brasil creció un 5,2%.
Venezuela -contraria a los planes económicos promovidos por el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial- alcanzó un crecimiento del
18%, así como Uruguay que contra todo pronóstico consiguió llegar al 12%
ese mismo año.
DISEÑANDO SU PROPIO MODELO ECONÓMICO
Nuevas políticas exigen nuevos diseños económicos y en ese sentido
Latinoamérica busca una agenda común. El proyecto diseñado por EEUU para
el continente, el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) está
recibiendo muchas estocadas y campañas en contra. El periodista y
director de la revista electrónica Rebelión, Pascual Serrano explica por
qué: "el ALCA constituye un nuevo peldaño de la ofensiva económica de
EEUU por recolonizar Latinoamérica. Al ser parte integral de la política
globalizadora, de aprobarse quedarían abiertas las compuertas para el
saqueo estadounidense y la desaparición de cualquier vestigio de
desarrollo autónomo industrial y agrario. Por ello, en todo el
hemisferio se alzan en su contra las voces de quienes perseveran en su
convicción y compromiso nacionalistas. No lo va a tener fácil EEUU para
llevar adelante el ALCA. No sólo por las complejidades del proyecto,
sino por la fuerte oposición de dos gigantes latinoamericanos: Brasil y
Venezuela". Lula declaraba recientemente que había sacado de su agenda
de debates el Área de Libre Comercio de las Américas y en su lugar
defendía políticas que tuviesen como objetivo la integración de
Latinoamérica con otros continentes, como Africa. Hay mercados donde
Latinoamérica vende, comentaba en rueda de prensa el presidente de
Brasil, pero "hay que establecer políticas de complementariedad entre
nosotros". Brasil necesita de Argentina y ésta de Brasil, ambos debemos
ayudar a Uruguay y Paraguay para que puedan desarrollarse y todos
debemos entender cuál es nuestro papel, explicaba Lula.
América Latina deja atrás un pasado marcado por dictadores y gira en
estos momentos hacia gobiernos más autónomos, democráticos y
progresistas. |
Mientras el ALCA languidece, el Mercado Común del Sur (MERCOSUR)
-ambicioso proyecto de integración económica y poderosa herramienta de
lucha contra la pobreza en el cual se encuentran comprometidos
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- levanta el vuelo y avanza por el
continente ante la atenta mirada de EEUU que no gana para sustos. "Otro
signo de los nuevos tiempos es la pujante irrupción de China, -añade el
profesor Zamora-El viaje triunfal del presidente Hu Jintao en
noviembre de 2004 dejó contratos multimillonarios, que prevén
inversiones superiores a los 30.000 millones de dólares. EEUU, atascado
en sus guerras asiáticas, no tiene fondos para contrarrestar la poderosa
presencia china en Latinoamérica". Una presencia no sólo económica sino
también humana ya que miles de chinos, la mayor parte ilegales, están
llegando a aquellos países en busca de un futuro más prometedor. Esto ha
obligado a las autoridades argentinas a poner en marcha un plan de
regularización de extranjeros para facilitar los trámites a esos nuevos
visitantes. ∆
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Foto:
Soldepaz Pachakuti |
UN REFERENTE SOCIAL
PORTO ALEGRE:
un antes y un después
M uchos coinciden en señalar que el nuevo siglo comenzó en Porto
Alegre (Brasil) y marcó un antes y un después en la lucha social
mundial. Como protesta contra las injusticias de la globalización
neoliberal impuesta después de la Caída del Muro de Berlín y la
desintegración de la URSS, surgen movimientos sociales de protesta en
diferentes lugares del mundo: el subcomandante Marcos y su movimiento
zapatista, manifestaciones en Francia, nacimiento de organizaciones como
ATTAC, movilizaciones multitudinarias como Seattle, Washington o Praga.
Hacían falta propuestas encima de la mesa y articularlas de alguna
manera para que todo aquello evolucionase hacia algo concreto. Así nace
el Foro Social Mundial de Porto Alegre, como antítesis al Foro Económico
Mundial de Davos. Mientras a este último asisten los representantes de
los países más ricos del mundo junto con banqueros y empresarios para
hablar del mercado y sus leyes, en Porto Alegre se convoca a todos los
ciudadanos y pueblos del planeta. El tema a tratar se resumía en la
frase ya famosa: "Otro mundo es posible". Un mundo donde podía
suprimirse la deuda externa; donde los países pobres podían tener voz y
voto; donde se pondría fin a los ajustes estructurales impuestos por el
FMI y BM; donde se aumentaría la ayuda al desarrollo y se tomaría como
referencia el concepto de desarrollo sostenible; un mundo donde la gente
pudiese tener acceso al agua potable -de la que carecen 1400 millones de
personas-; donde se lucharía por la emancipación de la mujer, creación
de escuelas, alojamientos y sanidad.
Así nace el Foro Social Mundial de Porto Alegre, como antítesis al
Foro Económico Mundial de Davos. Mientras a este último asisten los
representantes de los países más ricos del mundo junto con banqueros y
empresarios en Porto Alegre se convoca a todos los ciudadanos y pueblos
del planeta. |
Mientras un Foro se desarrollaba en la zona norte del planeta, en el
primer mundo, el otro en la zona sur al lado de los más necesitados.
Sólo coincidió por razones de impacto mediático, la fecha de
celebración: del 25 al 30 de enero de 2001. El resultado de esta
antítesis no pudo ser mejor. Mientras Davos recibió a sus invitados en
medio de fuertes medidas de seguridad, fortificada y militarizada; en
Porto Alegre (Brasil) todo se desarrolló en medio de un ambiente
festivo, donde llegaron a reunirse más de 12.000 personas, 1600
periodistas, más de 800 ONG, representantes de más de 120 países,
intelectuales venidos de todo el mundo. Todos con un mismo objetivo en
la cabeza: empezar a trazar las líneas de otro mundo que dejaba de ser
una utopía y por primera vez en mucho tiempo, podía ser posible.
¿Y por qué Porto Alegre? Ignacio Ramonet, director de Le Monde
Diplomatique, fundador de ATTAC y uno de los promotores del Foro Social
Mundial recuerda una y otra vez en sus conferencias que esta ciudad
brasileña, capital del estado de Río Grande y liderada por una coalición
de izquierdas, puso en práctica hace años una experiencia política con
excelentes resultados: los ciudadanos a través de comités elegidos
democráticamente en cada barrio, podían intervenir directamente en la
elaboración del presupuesto del municipio. Así, además de evitar los
casos de corrupción -ya que el ciudadano participaba desde la
adjudicación de las obras, pasando por su realización y el pago de la
misma-, esta pequeña ciudad se ha transformado enteramente hasta
convertirse en un importante referente: escuelas, jardines, viviendas,
alcantarillado. Hoy en día es una de las ciudades de Latinoamérica mejor
administradas y con mayor calidad de vida.
Porto Alegre se convirtió así en sede de ese primer Foro y además en
todo un símbolo. El próximo año el Foro Social Mundial no se celebrará
en esta ciudad brasileña. A partir de 2006 se buscarán distintas sedes
en diferentes países con el fin de ampliar el abanico de ideas en esa
búsqueda de ese otro mundo posible. El espíritu de Porto Alegre habrá
creado un espacio libre para el encuentro e intercambio de ideas, para
todos los que en ese espacio se den cita, estén donde estén. ∆ |
Foto: Nani |
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN:
LA IGLESIA DE LOS POBRES
U na pregunta. ¿Quién tiene poder y
autoridad en este mundo, incluida la Iglesia? La máxima autoridad es la
de los pobres, la de los que sufren. Ser creyente es obedecer a esta
autoridad. Esta es la idea troncal sobre la que se apoya la Teología de
la Liberación, la llamada Iglesia de los Pobres. Se trata de un
movimiento que surge dentro de la Iglesia católica allá por los años
sesenta después de la celebración del Concilio Vaticano II y se
desarrolla principalmente en América Latina. Muchos esperaban que aquel
Concilio introdujese aires renovadores dentro de la Iglesia pero no fue
así. Entonces un grupo de jóvenes que llevan trabajando un tiempo por
tierras Latinoamericanas con los pobres, oprimidos y marginados deciden
criticar esa manera de teorizar de espaldas a la realidad que allí se
vivía y ponen en marcha otra forma de vivir el mensaje crístico. Se van
al lado de los pobres, les llevan la cultura, les hablan de los derechos
del ser humano, de la dignidad, se unen a sus luchas y empieza a surgir
con fuerza una palabra: liberación. Así nace la Teología de la
Liberación, la llamada "Iglesia de los Pobres", un nuevo concepto de
Iglesia viva, de mensaje vivo que pronto cuenta con el apoyo de miles de
personas.
La Teología de la Liberación latinoamericana es hoy por hoy, la
primera teología alternativa al capitalismo", asegura el teólogo J.
Moltmann. |
Todo esto tiene lugar en un momento de bonanza económica potenciada por
EEUU y apoyado básicamente en la implantación de multinacionales que
poco a poco controlan el mercado. Empieza la lucha del sector privado
frente al sector público; del enriquecimiento personal contra el bien
común; del egoísmo contra la solidaridad. El capital se concentra en
manos de unos pocos, aumenta el desempleo, se produce una emigración
masiva de las zonas rurales y crece el analfabetismo. Este modelo
económico va ligado a una fuerte militarización, implantación de
regímenes autoritarios sustentados ideológicamente en doctrinas de
seguridad nacional que alentan el miedo a la amenaza comunista.
Paralelamente empiezan a surgir movimientos populares pidiendo justicia,
libertad y pan, y allí estaban como mediadores los seguidores de la
Teología de la Liberación.
En este contexto el trabajo de estos jóvenes pronto fue considerado por
EEUU y por la jerarquía eclesiástica como un ataque directo de la gran
"amenaza comunista" que había que frenar como fuese. Sí, el Vaticano
también participó de esta persecución. Hacía tiempo que este grupo de
"insurrectos" les acusaba de estar lejos del pueblo. Les decían que
desde los despachos, desde la riqueza, desde las alianzas con los
poderosos que explotaban a los pobres, el mensaje de Cristo perdía
credibilidad. Así que mediante una especie de alianza informal entre
Vaticano y EEUU(*) se pone en marcha todo un plan para combatir la
"amenaza comunista". Un plan que desgraciadamente tuvo éxito y sumió a
América Latina en un baño de sangre. Entre 1977 y 1979 fueron asesinados
cinco sacerdotes en El Salvador, seguidores de la Teología de la
Liberación y miembros de la Iglesia de los Pobres. De enero de 1980 a
febrero de 1985 fueron asesinados 23 religiosos en Guatemala y con ellos
decenas de miles de civiles que les apoyaron. En Nicaragua curas y
monjas progresistas fueron obligados a abandonar el país y fueron
sustituidos por otros afines a la doctrina conservadora vaticana. El
punto final lo pondría el asesinato de siete jesuitas de la Universidad
Centroamericana de El Salvador en 1989 y la cruzada ideológica contra la
Teología de la Liberación que condenó al silencio, privación de cargos,
excomunión, reclusión en diócesis minúsculas, etc., a teólogos que
defendían esta tesis y hablaban de un Dios que defendía a los oprimidos.
Así que mediante una especie de alianza informal entre Vaticano y EEUU(*)
se pone en marcha todo un plan para combatir la "amenaza comunista". Un
plan que sumió a América Latina en un baño de sangre. |
¿Qué fue de la Iglesia de la Liberación y su teología? La Teología de la
Liberación consiguió sobrevivir a pesar del clima adverso de los últimos
años. No tiene la fuerza de los tiempos de sus fundadores, pero cuando
muchos pensaban que todo había terminado, gracias a un pertinaz trabajo
entre bastidores hoy está presente en movimientos revolucionarios como
el de Brasil. Pero aún hay más. "La Teología de la Liberación
latinoamericana es hoy por hoy, la primera teología alternativa al
capitalismo", asegura el teólogo J. Moltmann. Ya no es sólo una teología
de América Latina sino que, con el desarrollo experimentado, se ha
convertido en "una teología universal". Una teología que no hace falta
defender, se defiende sola mientras haya un Dios, un mensaje Crístico y
hombres necesitados de liberación. ∆
(*)"Juan Pablo II, Papa del Imperio" de Augusto Zamora R.
(www.lainsignia.org
).
Más información:
www.rebelion.org ;
www.attacmadrid.org;
Pensamiento de la Liberación:
www.ensayistas.org/criticas/liberacion
.
Centro de Colaboraciones Solidarias:
www.ucm.es/info/solidarios/ccs/inicio.htm
;
Foro Social Mundial:
www.fsmt.org.co |
Foto:
A. Zamora |
UNA VISIÓN GLOBAL
AUGUSTO ZAMORA ,
es profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones
Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid y es además,
experto en América Latina. Nació en Nicaragua y vivió en aquellas
tierras, está al tanto de lo que ocurre en los distintos países y cada
vez que puede cruza el charco para tomar el pulso de los acontecimientos
en primera persona.
-Las cifras hablan por sí mismas. Latinoamérica está experimentando
un gran crecimiento económico, aunque este hecho no parece que repercuta
en el tejido social donde aún existe un índice muy elevado de pobreza.
¿Qué está pasando realmente?
-En primer lugar hay que decir que este crecimiento no es igual en
todos los países. Por otro lado, las cifras en ocasiones se maquillan
mostrando una capacidad exportadora en un determinado país que no es
real. A ello hay que añadir también los elevados niveles de corrupción,
la profunda desigualdad de la riqueza, etc., todo esto provoca que este
crecimiento no llegue a la mayoría de la gente. Sólo en algunos estados
como Cuba, Venezuela, Argentina o Brasil existe un proceso de reversión
de la riqueza en el tejido social.
-Con el reciente triunfo de la izquierda en América Latina, en
algunos países se empieza a vislumbrar por primera vez la oportunidad de
evadirse del yugo norteamericano y alcanzar una cierta independencia
política y económica. ¿Qué pasos deberían de darse para que esto pueda
convertirse en realidad?
-Esto habría que verlo por regiones. El proceso de avance de las
fuerzas de izquierda se está dando en América del Sur. Centroamérica
está postrada completamente. México ha sido colonizado por EEUU. Es en
el Sur donde se está consiguiendo renacionalizar las riquezas que a
través de los procesos de privatización habían pasado a manos de las
transnacionales. Recuperar estos recursos es el primer paso para luego
poder invertir en educación, salud, alimentación de los más
desfavorecidos, etc. Nos encontramos ante un proceso que se está
desarrollando por etapas. En Argentina hay una campaña muy fuerte para
que se renacionalicen los recursos. Una de las causas de la caída de
Gutiérrez en Ecuador fue su incapacidad de poner fin al saqueo de los
recursos del país. Y en Bolivia, la disputa gira en torno a la
nacionalización o resguardo de los recursos energéticos. Una vez que eso
se logre y en la medida que se consiga recuperar esta riqueza, los
países volverán a disponer de recursos para poder fomentar y poner en
marcha los planes de reforma tanto estructural como de justicia social
de las diferentes regiones. En esto está trabajando el gobierno de
Chávez en Venezuela, y es el gran reto para Kirchner en Argentina.
"El ALCA implica la venta literal de la riqueza de los países a empresas
y capital norteamericano. MERCOSUR es el futuro, la consolidación de un
mercado latinoamericano que por condiciones objetivas deberá crearse en
torno al bloque argentino-brasileño" |
-¿Por qué este giro político y económico se ha producido mayormente
en la zona Sur?
-Históricamente las regiones más próximas a los imperios son las
últimas en liberarse. El cono Sur fue la última región en caer bajo la
influencia de EEUU -allá por los años 40-, mientras que tanto México
como Centroamérica a principios de siglo ya era una zona profundamente
afectada por la política de EEUU. Estos países tienen menos
posibilidades -entre otras razones por su debilidad económica- de poder
emprender procesos de independencia en las mismas condiciones que los
países del Sur. No hay que olvidar que en Venezuela, una de las claves
del éxito de Chávez es la enorme riqueza petrolera y los altísimos
precios del crudo en este momento. Centroamérica no tiene recursos.
Aunque llegue al gobierno una coalición de izquierdas, estos países
tienen una situación bastante más comprometida que la que tenía Chávez,
Lula o Kirchner.
-Hablemos de economía. ALCA y MERCOSUR. ¿Qué dos sistemas económicos
enfrentan estas siglas? ¿Cuál es a su entender el futuro?
-ALCA es la Alianza de Libre Comercio para las Américas un proyecto
estratégico de EEUU que fue en muchos sentidos la respuesta
estadounidense al proyecto de UE. Es decir, se trata de reservar para
las empresas -para el capital norteamericano-, el continente entero
frente a este proceso de fragmentación económica en bloque que está
viviendo el mundo desde hace veinte años. El problema está en que el
ALCA implica la venta literal de la riqueza de los países a empresas y
capital norteamericano, lo que tiene unas consecuencias devastadoras
para las poblaciones, como se ha puesto de manifiesto en el caso de
México. Por este tratado, México está obligado a permitir la importación
de maíz transgénico de EEUU cultivado por grandes empresas
transnacionales a un precio más económico que el maíz natural cultivado
por los propios mexicanos. Esto ha producido una gran devastación de la
agricultura y la desaparición del cultivo de maíz que forma parte de su
propia historia cultural. Lo mismo que pretenden hacer en Centroamérica.
El proyecto MERCOSUR es la unión de los mercados, empresas e industrias
sudamericanas siguiendo el modelo europeo para proteger las propias
economías, negociar las condiciones con los otros bloques y fomentar el
crecimiento económico con los intercambios internos. Son dos proyectos
contrapuestos. Mi opinión es que MERCOSUR es el futuro, la consolidación
de un mercado latinoamericano que por condiciones objetivas deberá
crearse en torno al bloque argentino-brasileño como en Europa fue el eje
franco-alemán; luego se sumarán Venezuela, Bolivia, Ecuador en su nueva
etapa.
-En un artículo comenta que en su día Vaticano y EEUU acordaron unir
sus fuerzas para combatir la amenaza comunista en Centroamérica y que
aquello tenía un nombre: Teología de la Liberación. ¿Cómo se ha venido
desarrollando este pacto y a qué precio?
-El precio ha sido devastador para Latinoamérica y para la propia
Iglesia. Esto se concretó allá por 1982 en una reunión donde asistieron
grandes funcionarios tanto del Vaticano como del Gobierno
norteamericano. Acordaron que durante esta operación, el Vaticano
proporcionaría la cobertura religiosa e ideológica y EEUU, los medios
materiales, militares y represivos para combatir esta presunta amenaza
comunista. Tanto para EEUU como para el Vaticano el principal enemigo
era la Teología de la Liberación porque en aquel momento era la fuerza
en torno a la cual se estaban aglutinando parte de los movimientos de
izquierda y progresistas en América Latina. De ahí que esta política
represiva se aplicara con particular saña en El Salvador y Guatemala con
el resultado de decenas de religiosos muertos. En Nicaragua se tradujo
en la persecución inquisitorial de todo lo que oliera a Teología de la
Liberación. Y esto tuvo éxito porque entre el asesinato de unos y
expulsión de los otros, la Iglesia de la Liberación se quedó sin gente y
su lugar fue ocupado por nuevos religiosos enviados por el Vaticano
supraconservadores, ultra reaccionarios, y tan divorciados del pueblo
que lo que hicieron fue allanar el camino a las sectas protestantes que
desde entonces están provocando estragos en el tejido social de
Centroamérica, Brasil, México o los países andinos. Esta es la última
estrategia puesta en marcha por EEUU para el control ideológico de las
poblaciones.
"Resultó electo como Papa precisamente quien escribió los anatemas y
encabezó la persecución contra la Teología de la Liberación, con lo cual el panorama es triste y atroz. Y
esto traerá consecuencias deplorables. Una de ellas es la ruptura entre
la sociedad y la Iglesia." |
-Con la elección de Benedicto XVI, ¿qué futuro tiene la "Iglesia de
los Pobres"?
-Muy negro. He conversado con alguno de los integrantes de la
Teología de la Liberación y me comentaron que tenían esperanza de que
saliera un Papa menos ideológico, menos comprometido con la persecución
de la "Iglesia de los Pobres" pero resultó electo precisamente quien
escribió los anatemas y encabezó la persecución, con lo cual el panorama
es triste y atroz. Y esto traerá consecuencias deplorables. Una de ellas
es la ruptura entre la sociedad y la Iglesia, hueco que ha sido ocupado
por las sectas que a través de un fanatismo ciego y aterrador están
"educando" a las gentes. Ver a las personas gritando, llorando como en
las peores épocas de la Edad Media, con los predicadores saltando, dando
sermones terroríficos, amenazantes, es algo que personalmente me
impresionó. Creo que se está viviendo uno de los momentos más oscuros de
las religiones.
-América Latina se mueve pero, ¿tendrá la fuerza suficiente para
pasar por encima de todos los problemas que le atenazan?
-Fuerza la tiene, aunque no sé lo que pueda pasar en años venideros.
Si sigue así, como parece ser, estos movimientos se irán consolidando,
sobre todo porque se están produciendo en los países más ricos de la
región (Venezuela, Argentina, Brasil). Antes la revolución se hacía en
países pobres: Cuba, Nicaragua, Granada, Panamá, El Salvador, Guatemala,
mientras que actualmente se hace en los países más sólidos
económicamente hablando. Por eso hay posibilidad de que los cambios se
consoliden como respuesta a la gran debacle neoliberal que provocó en su
día la catástrofe económica, política y social en la región. Y además,
se da en un momento en que EEUU por su implicación en la guerra de Iraq
y Afganistán tiene su economía agotada. En este momento no puede
competir con las ofertas de mercado que hace China, porque no tiene
dinero ni puede distraer la atención de estos grandes conflictos.
-EEUU apunta a Venezuela como nuevo "Eje del Mal". ¿Esta amenaza
tendrá consecuencias?
-EEUU se inventa continuamente amenazas porque es su forma de decir
que quiere derrocar a los gobiernos que se interponen en sus planes
imperialistas. Lo intentaron en Venezuela y además de fracasar
produjeron el efecto contrario: fortalecer a Chávez. Invadir en estos
momentos Venezuela sería un disparate. No creo que EEUU esté ahora para
aventuras. Con lo de Iraq tienen bastante y para rato. Eso le impide
cualquier tipo de delirio contra cualquier país de la Región. ∆
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FUSION OPINA
América
Latina despierta de un largo letargo. Los pueblos se han cansado ya de
dictadores colocados ahí o consentidos por los EE.UU. Una nueva
revolución está en marcha, una revolución política, económica y
religiosa. Pero a diferencia de otras veces, ésta no es una revolución
sólo idealista, sino que está apoyada en sólidas bases e incluso ayudada
desde fuera por países hasta ahora impensables, como es el caso de
China.
El gran derrotado es, en este caso, los EE.UU. quien hizo y deshizo a su
antojo durante mucho tiempo, favoreciendo regímenes que cometieron todo
tipo de desmanes entre sus pueblos y dejaron en la más absoluta pobreza
a países cuyas fuentes de riqueza naturales son inimaginables.
Otra gran perjudicada es la Iglesia, que consintió con todo el terror y
la miseria a cambio de compartir el poder y el dominio de los pueblos
por el miedo y la ignorancia.
Pero los ciclos en la vida se cumplen y la ley natural vuelve a su sitio
todas las cosas.
Latinoamérica tiene por delante una difícil papeleta, recuperar el
terreno perdido, erradicar el hambre, unir a los pueblos bajo auténticas
democracias, borrar el pasado.
No va a ser fácil, pero no les va a faltar ayuda, sobre todo porque
muchos ven con agrado el final de tanta dependencia y esclavitud bajo la
bota yankee.
La nueva revolución está en marcha. De su éxito o fracaso dependen
muchas cosas, tal vez, incluso, un nuevo equilibrio mundial de fuerzas.
Utilizando una frase muy de moda, "Que la fuerza les acompañe". ∆ |
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