Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

JUNIO 2005

Dar es vivir

HERNAN ZIN
-Periodista-

HERNAN ZIN

¿Es posible cambiar el mundo? Hernán Zin cree que sí. Por eso un día -hace ya diez años- este periodista deja todo cuanto tiene y toma la decisión de entregar su vida a los que más lo necesitan. Con lo que llevaba puesto en aquel momento, una cámara de fotos, una libreta, un bolígrafo y unas manos dispuestas a todo, emprende un viaje que le mostraría lo mejor y lo peor del ser humano. "Si cada uno es capaz de cambiar algo, aunque sea pequeño, en su entorno, el mundo cambia".

 

 

 

 

 

 

"Quiero seguir denunciando y apostando por otras formas de vida. Creo que nadie se tiene que resignar con lo que le ha tocado vivir"

 

 

 

 

 



"Una sociedad está enferma cuando un niño se ve obligado a vender su cuerpo para poder comer"
 

 

 

 

 

 

 


"El hombre ha sido desde siempre un nómada, un buscador. Hay que estar despierto y preguntarse por todas las cosas"

 

 

 

 

 

 

 

 

ONG Acción por la Infancia:
Avda. de Portugal 101.
28011-Madrid. Tfno. 91 464 62 98.
www.accionporlainfancia.com
Libros del autor: "Un voluntario en Calcuta" de Temas de Hoy. "Helado y patatas fritas" y "La libertad del compromiso", de Plaza & Janés.

Texto: Mariló Hidalgo
Foto: Angel López Soto


He nacido para contar historias y no para otra cosa", explica este argentino afincado en España. Quizá por ello aunque se licencia en Relaciones Internacionales acaba trabajando como corresponsal para un periódico de su país. Razones de trabajo le llevan a Calcuta. Tenía que entrevistar a la Madre Teresa a pesar de su delicado estado de salud. Por esta razón, la entrevista dura escasos cinco minutos pero Zin llama a su periódico y se queda en Calcuta tres años. Así empieza esta historia...

-¿Qué te llevó a dar ese golpe de timón a tu vida?
-Llevaba dos años viajando de corresponsal por Asia y América Latina y vi cosas tremendas: mucho dolor, injusticias. Sentí la necesidad de hacer algo con todo aquello, colaborar de alguna manera. Así que cuando me enviaron a Calcuta a entrevistar a la Madre Teresa di un quiebro. Decidí dejar de escribir durante un tiempo para centrarme en un trabajo en la calle. Y no fue en concreto la Madre Teresa la que me hizo cambiar de idea -sólo pude entrevistarme con ella cinco minutos-, sino lo que vi en aquellos hogares. Fue un impacto tan fuerte que me quedé en Calcuta tres años para poder vivir al lado de toda aquella gente entre la pobreza, la miseria y la alegría de vivir. De esa experiencia nació el libro "Un voluntario en Calcuta". Creo que he nacido para contar historias. Pienso que cada uno tiene su lugar y desde donde está -si se lo propone- puede hacer algo.

-¿Qué te aportó el viajar ligero de equipaje?
-Todo. Eso es lo más importante. Dejé lo poco que tenía en aquellos momentos y me marché tres años. El hombre ha sido siempre un nómada, un buscador. Hay que estar despierto, preguntarte por todas las cosas y si viajas con equipaje eso te condiciona y al final, te pierdes muchas cosas. He visto cómo la gente pobre, a pesar de la situación que tiene, vive mucho más intensamente y de una forma más sana que cualquiera de nosotros. Siempre preocupados por las letras, la hipoteca del piso, el modelo de coche que me voy a comprar y demás. No digo que "pasemos" de todo eso, pero sí debemos de encontrar un término medio donde unos no tengan tanto y otros tan poco.

-Vivir de cerca todo aquello me imagino que cambiaría el concepto de vida que tenías hasta entonces...
-Por supuesto. El dolor tan tremendo de aquellos niños de la calle, la pobreza extrema que vi en Calcuta en las chabolas sin duda me generó un compromiso que me impide dar la espalda a todas esas personas y me obliga a luchar infatigablemente en medio de la ciudad donde existe tanto individualismo, tanta soledad y donde es tan fácil perderse. Por eso estoy contra este sistema en el que vivimos porque no creo en el competir, sino en colaborar, en consumir de una forma responsable, en compartir, en amar.

-Cuando regresaste de ese viaje, fundaste la filial española de Acción por la Infancia, una ONG encaminada a velar por el bienestar de los niños en el mundo. ¿Qué descubriste en la mirada de aquellos niños?
-Después de tres años de experiencia en Calcuta se me ocurrieron muchas ideas para ayudar a aquellas gentes. Vi además que tenía cierta facilidad para organizar proyectos, idear campañas, recaudar fondos, que además conocía de primera mano los problemas ya que había puesto voz y rostro a aquellos niños, así que me vine a España y me puse manos a la obra. Siempre me han conmovido los niños, especialmente los de la calle. Esa sonrisa, ese brillo en los ojos a pesar de todo lo que están viviendo. Creo que es una lección que todos deberíamos de asimilar. Eso supondría un soplo de aire puro para nuestra sociedad, donde no se valora nada. Allí sienten alegría con cualquier cosa, hay agradecimiento a pesar de estar condenados a buscar todos los días algo de comer entre la basura.

El siguiente destino de Hernán Zin fue Camboya, donde en principio fue a abrir junto con la ONG Global Humanitaria un hogar para niños víctimas del turismo sexual y al final y de forma fortuita, acabó investigando el universo de la prostitución infantil. Resultado de toda aquella aventura: pederastas en la cárcel; 120 niños fuera de las calles y los prostíbulos; denuncia de parte del entramado que estaba detrás de este gran negocio; además de un documental que recogió testimonios de los niños, entrevistas con los pederastas, la policía y que se divulgó en las principales televisiones de todo el mundo.

- De toda tu experiencia surgió el libro "Helado y patatas fritas", el "regalo" que recibe un niño de la calle a cambio de sus favores sexuales.
-Creo que es imposible dar una solución a este problema si antes no se habla de ello, por eso quise hacerlo. Debemos de echar un ojo al mundo que entre todos estamos construyendo donde los recursos están tan mal repartidos y un niño se ve obligado a vender su cuerpo para poder comer. Confieso que me impresionó lo que vi. Esa capacidad del ser humano de hacer daño y la incapacidad de ponerse en el lugar del otro y ver qué estoy produciendo en la otra persona. Se trata de psicópatas que dan miedo, a los que veía en la calle todos los días, actuando in fraganti con aquellos niños en medio de una total impunidad y con conocimiento de las autoridades. Es increíble ver cómo el primer mundo tiene esa capacidad de ir con su dinero y avasallar, comprar, explotar a niños y abusar de ellos. Cuando terminó esta experiencia no pude dormir en una larga temporada. Y si esto me pasa a mí que soy adulto, tengo educación y soy capaz de defenderme, cuál será la dimensión del trauma en uno de esos niños que luego no pueden dormir, se hacen pis en la cama, tienen relaciones entre ellos, etc. La publicación de todo esto sirvió para poner en marcha una ONG que se llama Protect y que ha conseguido mandar a la cárcel a pederastas, cosa que hasta cierto punto es gratificante.

-¿Qué hay en la mente de un adulto que llega a abusar de un niño?
-Sobre todo un desprecio por el otro. Una tergiversación de la realidad diciendo que en el fondo al otro le gusta, que se trata de tabús culturales cuando la realidad es que el niño lo hace porque tiene hambre. ¿Cuánta gente sin estar "enferma" se va a Cuba de turismo sexual buscando a gente desesperada, pobre, en las favelas para estar con ellas a cambio de lo que sea? Estamos en una sociedad muy enferma que se niega a ponerse del lado de los débiles.

-En algún sitio he leído que cada día se abren más de cien páginas web en el mundo de pornografía infantil. ¿Hay alguna manera de poner fin a esto?
-El freno pasa por el actual sistema en el que vivimos. Un sistema que alimenta el individualismo, el vivir agazapado cada uno dentro de su pequeño piso, aislado. Se han cortado los lazos con la sociedad, estamos todos escindidos. No hablamos entre nosotros, todos tenemos prisa. Esta soledad que impera en occidente hace a las gentes muy desdichadas y a la larga llega a enfermar a las mentes. Me asombra ese dato que me das y que posiblemente sea cierto. La pregunta que se me ocurre es ¿qué estamos haciendo mal para que toda esa gente saque a la luz su parte más oscura?

-¿Qué hay detrás de "La libertad del compromiso", tu último libro?
-La voluntad de contrarrestar la tendencia social actual de la que estamos hablando. El mensaje que recibimos continuamente es: tú eres lo único importante, sé feliz, consume lo que quieras, para ti siempre lo mejor. Este libro es la antítesis, habla del conjunto, de unidad, de amar. Es como una gota en mitad de un océano pero quiero seguir denunciando y apostando por otras formas de vida. Creo que nadie se tiene que resignar con lo que le ha tocado vivir. Nunca es tarde para dar un giro a tu vida.

-Has comentado que al final de tus conferencias muchas veces la gente se aproxima y te dice que les encantaría hacer lo que tú hiciste pero que no se atreven. Me recuerda aquellas palabras de Jesús: "Déjalo todo y sígueme".
-Si la gente que puede dar no se atreve a hacerlo, ¿quién lo hará? Si fuéramos conscientes de que con una decisión que está en nuestras manos en realidad podemos cambiar el mundo... Hay muchas formas, pedir una beca, ahorrar, colaborar desde tu casa. Apuesto por una forma de vida basada en compartir, amar, entregarse a los demás, sentirse hermano del resto de la humanidad. Todo lo contrario a lo que nos han hecho creer. Parece, como bien dices, que el mensaje de Jesús ha caído un poco en saco roto.

-¿Por qué crees que todavía no se ha interesado ninguna cadena de televisión por tu última serie documental: "Gente que cambia el mundo"?
-Buena pregunta. Creo que por miedo. En estos momentos se apuesta por lo que a priori saben que va a dar dinero, como por ejemplo "Gran Hermano". La calidad, el mensaje, los valores morales no son importantes. Cuando a un niño se le pregunta qué quiere ser de mayor y te dice que "muy rico", eso es algo terrible. Somos una sociedad enferma donde está todo tergiversado. Por mi parte, sigo trabajando en lo que creo, colaboro habitualmente en medios de comunicación pequeños donde afortunadamente tengo más libertad, doy conferencias, todos los años edito un calendario de fotos solidario, escribo libros y colaboro con documentales. ∆

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA