JULIO 2005
INTERNACIONAL
EL PUEBLO SOBERANO DIJO, NO
Foto cedida por Pepe Mejía
"Existe una grave crisis de representación política. Queremos otra
Europa, más participativa y más democrática."
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Es curioso que haya sido precisamente
en Francia, la cuna de la Revolución; la que creó las bases del Estado
Moderno; la que desarrolló la idea del ciudadano valiente y responsable; la
Francia de Mayo del 68, la que haya dicho NO a la Constitución Europea. Este
rechazo nos obliga a realizar una reflexión sobre el modelo de Unión Europea
diseñado por nuestros dirigentes políticos.
El periodista Pepe Mejía,
miembro de ATTAC contesta a nuestras preguntas.
-¿Qué lectura tiene para Europa y el mundo la victoria del NO francés?
-La lectura es muy sencilla. Por un lado, obliga a analizar las
propuestas procedentes de quienes han propugnado un NO de Izquierdas. Hay
que apostar por reabrir un proceso más democrático y modificar
sustancialmente el proyecto actual. Debemos ir hacia la construcción de otra
Europa.
-Se hablaba de la victoria de un pueblo informado. ¿Qué diferencia hubo
entre esa campaña y la que tuvo lugar en nuestro país hace unos meses?
¿Crees que se ha sentado algún referente?
-Es cierto que en el caso español los resultados del referéndum del pasado
20 de febrero fueron muy distintos de los que se han dado en Francia y
Holanda: 76,73% de votos a favor del SI y 17,24 % por el NO. Pero hay que
recordar, no obstante, que hubo una participación electoral muy baja (42,32
%) y que en lugares como la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra y Cataluña el
porcentaje de NO estuvo en torno al 30 %, por no hablar de la precipitación
en la convocatoria y del escaso debate que se dio en los medios de
comunicación públicos y privados sobre el Tratado.
-El NO estaba demonizado. Un rechazo a este modelo de Constitución
provocaría un caos en Europa, decían ¿Qué va a pasar realmente a partir de
ahora? ¿Qué caminos quedan abiertos?
-Existen muchos caminos y muchas propuestas. ATTAC Francia ha presentado
diez exigencias ante el Consejo Europeo del 16 y 17 de junio. 1) La retirada
de todas las directivas europeas liberalizadoras. 2) La reunión urgente del
eurogrupo para exigir una modificación sustancial de la política monetaria.
3) El compromiso de flexibilizar el pacto de estabilidad. 4) El aumento
sustancial del presupuesto europeo y de los fondos estructurales destinados
a los nuevos países adheridos. 5) La organización de un relanzamiento
económico europeo basado en inversiones en las infraestructuras públicas
destinadas a la creación de empleo. 6) El aumento de la ayuda pública al
desarrollo al 0'7 % del PIB de los Estados miembros. 7) Moratoria de las
negociaciones del AGCS (Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios). 8)
Creación de grupos ad hoc que preparen medidas para poner fin a los
paraísos fiscales y promover impuestos globales. 9) La retirada inmediata de
Irak de las tropas de los países miembros de la UE. 10) El replanteamiento
de la agenda de Lisboa.
También hay otras propuestas interesantes en torno a Economistas Europeos
por una Política económica alternativa en Europa (www.memo-europe.uni.bremen.de).
-Aunque al final todo fueron buenas palabras. ¿Qué lectura crees tú que
debería de hacer la élite política europea ante esta respuesta popular? ¿Qué
cosas tendría que replantearse?
-Deben replantearse la necesidad de ir hacia la refundación democrática
de Europa ya que los fundamentos mismos de la construcción europea están
viéndose cuestionados. Existe una muy grave crisis de representación
política en Francia y en Europa, a la que se añade la crisis de
representación mediática. Queremos otra Europa, más participativa y más
democrática.
-No podemos olvidar que fue Francia quien con su Revolución inventó el
Estado moderno y creó las bases para la proclamación de los derechos
humanos, la que hizo surgir al ciudadano en la calle... ¿Tenía que ser
Francia la que demostrase que la auténtica soberanía sólo reside en el
Pueblo?
-Es posible, pero ya no sólo es Francia, es Holanda, Portugal iba en
camino, Suecia, etc. Es toda la ciudadanía que se iba a pronunciar por el
NO. La soberanía reside en el pueblo, pero el mensaje es claro. No queremos
que nos privaticen los servicios públicos, queremos nuestro estado del
bienestar, no queremos abrir las puertas a las multinacionales, a la
mercantilización de todo ocio, de toda cultura, de toda educación. A eso, la
ciudadanía ha respondido con un rotundo NO. ∆ |