Porque cuando la Soñadora
regrese os llamará, y cada uno deberá estar preparado para escuchar su
llamada, una llamada que sólo puede ser escuchada en el corazón.
Y quien escuche la llamada dentro sabrá que hasta entonces sólo había
vivido dormido. |
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JULIO 2005
EL REGRESO
POR ELENA G. GOMEZ
L legará el día en que regrese la
Soñadora...
Ese día el sol alumbrará su camino. El viento susurrará su nombre. El agua
contará su sueño. La tierra, la madre tierra, parirá a sus hijas, aquellas
que permanecieron ocultas durante mucho tiempo, aquellas que esperan el
regreso.
Mientras, cada uno de vosotros, hombres y mujeres, tendréis que aprender a
vivir juntos, y juntos vencer las limitaciones, y juntos discernir lo que
realmente es importante en vuestras vidas.
Juntos tendréis que desenmascarar a los impostores, a los dioses y demonios
creados por aquellos que se creen en posesión de la verdad y que utilizan su
poder para dominar.
Juntos tendréis que comprender que no sois el centro de la creación, sino
una parte de ella y con humildad y sencillez tendréis que respetar la vida
que os rodea.
Juntos tendréis que destruir los esquemas que habéis creado los unos de los
otros y para ello tendréis que escucharos dentro, conoceros dentro,
descubriros dentro.
Juntos tendréis que aprender a entregaros los unos a los otros, y descubrir
que la entrega implica el sacrificio de lo propio por el bien del conjunto.
Que el sacrificio no es perder lo de uno sino crear lo que sirve para todos
aun cuando esto implique renunciar a lo que a uno le apetece.
Juntos tendréis que descubrir que no hay limitaciones y que los miedos son
fantasmas inventados que sólo existen en aquellos que así los aceptan.
Juntos tendréis que descubrir el significado de la generosidad, de la
aventura, del valor.
Pero sobre todo, juntos tendréis que aprender a confiar, a confiar en
vosotros mismos, a confiar en los demás.
Porque cuando la Soñadora regrese os llamará, y cada uno deberá estar
preparado para escuchar su llamada, una llamada que sólo puede ser escuchada
en el corazón.
Y quien escuche la llamada dentro sabrá que hasta entonces sólo había vivido
dormido. Sentirá dentro de sí que las cosas por las que había luchado no
tienen importancia, que lo importante no está fuera sino dentro, dentro de
uno mismo, dentro de los demás, dentro y detrás de todas las cosas.
Y quien escuche su llamada tendrá que acostumbrarse a mirar todo de nuevo.
Tendrá que plantearse el porqué y para qué de todas las cosas, y tendrá que
sentirse como un niño, un niño que descubre un mundo nuevo, un mundo donde
se vive desde la sencillez, desde la soledad, desde la serenidad.
Porque la Soñadora le conducirá a un nuevo espacio, un espacio donde no
existe el pasado, sólo el presente y con él el futuro.
Un espacio donde cada uno puede soñar en cada momento lo que quiere ser, lo
que quiere vivir.
Un espacio donde se comprende que lo que uno es no depende de nada ni de
nadie.
Entonces la Soñadora mostrará al durmiente que ese espacio está lleno de
vidas, de vidas que, como él, comienzan a despertar. Y sabrá que ellas y él
son lo mismo, porque todas son partes de la Soñadora, creación de la
Soñadora.
Y sus vidas, que son sus hijas, caminarán por su cuerpo y recorrerán en ella
el camino que conduce a la Fuerza.
Y con la Fuerza despertarán sus hijas, las gemelas, las que desde los
tiempos forman parte de la sustancia.
Y las vidas conocerán desde la Fuerza el significado de la dualidad y verán
que todo se expresa desde ella. Entonces comprenderán que las hermanas
siempre van juntas, que una conduce a la otra y la otra trae de regreso a la
una. Comprenderán que durante mucho tiempo quisieron que creyeran que las
hermanas no se querían, que eran opuestas, cuando en realidad son
complementarias. Que eran enemigas, cuando en realidad son compañeras. Y
cuando así lo entiendan estarán en condiciones de hacer un pacto sagrado, y
podrán unir la sensibilidad con el dolor, la entrega con la alegría, la
responsabilidad con el sacrificio, la voluntad y con la libertad.
Y las hijas de la Soñadora caminarán juntas, descubrirán juntas, soñarán
juntas.
Juntas volverán a recuperar lo que durante tanto tiempo les fue arrebatado.
Juntas podrán recuperar la magia y el poder, podrán viajar con su mente y
curar las enfermedades.
Juntas podrán acompañar a los caminantes, dar fuerza al guerrero, dar
sabiduría al buscador.
Juntas, las hijas de la Soñadora, podrán unirse al fuego, al agua, al aire,
a la tierra y al rayo y así podrán formar parte del movimiento, de la
fuerza, de la aventura, de la sencillez y del poder.
Y así será porque así es el sueño de la Soñadora.∆ |