FEBRERO 2005
EL RETORNO DE BUSH
Así que tenemos a un mentiroso compulsivo, con
un nuevo periodo de cuatro años de mandato por delante, con el apoyo
de su pueblo y dispuesto a "pacificar" el mundo
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No es que se
hubiera ido, no, es que últimamente casi no estaba. Pero ahora
regresa del todo. Es un decir. Y regresa triunfal, con discursos que
preparan el camino, o que nos preparan para su camino, para su
proyecto de sembrar el mundo de paz y libertades.
Se pasó las navidades hablando con su perro, aunque éste, como todo
el mundo, excepto la robótica Condoleezza, ponía cara de no
entenderle nada. ¡Qué experiencia ser perro de Bush...!
Pues a lo que iba. Bush anuncia más de lo mismo, pero diferente. ¿Y
en qué se basa la diferencia? Pues muy sencillo. Antes mentía y
escondía la mentira. Ahora, después de ver cómo la mayoría de los
ciudadanos avalaban sus mentiras, pues puede mentir sin tapujos.
Claro que ya no será igual, porque el encanto de la mentira radica
en que alguien se la crea, pero si ya sabes que los otros saben que
mientes y que encima no les molesta, pues mentir se convierte en un
sinsentido.
Así que tenemos a un mentiroso compulsivo, con un nuevo periodo de
cuatro años de mandato por delante, con el apoyo de su pueblo y
dispuesto a "pacificar" el mundo.
Si se fijan, una vez que salió reelegido y ante las puertas del
magno acto de su proclamación, como si de un César se tratara,
reconoció que, efectivamente, nunca hubo armas de destrucción masiva
en Irak, o sea, que había mentido, pero también dijo que eso daba
igual porque el pueblo americano al apoyarle a él de nuevo validaba
la invasión de Irak, con lo que le abre las puertas de una nueva
invasión... ¿Irán?
Y lo peor es que tiene razón. Ahora ya no existe un peligro mundial
que se llame Bush, ahora existe un peligro mundial que se llama
"ciudadanos de los EE.UU.", con excepción, por supuesto, de aquellos
que no le votaron, que son minoría, y de aquellos que luchan contra
él desde dentro y desde fuera.
El, Bush, ya se ha aferrado a esa realidad, ya lo ha dicho antes de
tomar posesión de su nuevo mandato.
El pueblo americano le eligió a él, por tanto apoya sus ideas, sus
métodos, su mesiánica misión.
¿Y a dónde conducirá todo esto? pues si el mismo pueblo americano no
lo remedia a un conflicto internacional de dimensiones impensables.
Hasta ahora, Bush se comió dos pasteles pequeños y a medio cocer:
Afganistán e Irak, este último sin digerir todavía. Pero otros como
Irán, de quien ya se habla, son más duros de roer. Y no digamos de
Corea.
¿Qué planea por la simple cabeza de Bush? pues casi seguro que nada,
porque los que están haciendo planes, desde su reelección son sus
allegados, o sea, los puestos ahí por su padre, los impuestos porque
sí, los que manejan el cotarro y representan los intereses más
extremistas, más egoístas y más poderosos del país.
El pueblo norteamericano, con su nuevo apoyo a Bush, ha adquirido un
compromiso mundial de dimensiones incalculables para ellos. Algo que
seguro que no se han parado a pensar.
En realidad han votado a quien más "seguridad" les ofrecía, pero es
una "seguridad" ficticia, porque cambia los posibles muertos en casa
por los seguros muertos fuera.
¿Cuántos murieron en las Torres? ¿Cuántos van en Irak y cuántos
faltan aún? ¿Qué seguridad es esa?
Además, desde la invasión ilegal de Irak el odio contra Bush y
contra lo americano se ha disparado en el mundo.
Eso es algo que puede convertir a los EE.UU. en un ghetto, en un
mundo aparte, aislado, vacunado, permanentemente temeroso, con leyes
represivas... ¿Quién aguanta así? De hecho, muchos ciudadanos están
marchando fuera porque ya no soportan vivir bajo la política de
Bush.
Pero todo ello puede ser sólo el principio de algo mucho más
peligroso y mucho más destructivo para el pueblo norteamericano.
Lo dicho, la solución la tienen quienes le apoyaron con su voto, el
voto del miedo, y quienes luchan contra la pérdida de libertades y
de derechos básicos.
Bush, perseguidor de Sadam, obsesionado con su captura, ha acabado
convirtiéndose en algo similar.
La única diferencia radica en que él ha sido avalado por las urnas,
el resto es igual o peor.
Pero... ¿en eso ha degenerado la democracia? ¿En avalar a
psicópatas? Estemos atentos... /MC
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