Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

DICIEMBRE 2005

LA ONU A DEBATE

ERIC FRATTINI
Escritor, periodista e investigador

ERIC FRATTINI

Todos los libros de Frattini vienen avalados con documentos y fotografías. Por eso resulta tan difícil de entender que hechos como los que saca a la luz hayan sido ignorados durante tanto tiempo. Es el caso de la ONU que, según este investigador, en sus sesenta años de vida ha entremezclado grandes aportaciones con casos de fraude, estafa, tortura, pederastia, violaciones y catastrófica administración. Todos se reúnen en su nuevo libro "ONU, Historia de la corrupción". Un ensayo que conduce a una profunda reflexión sobre las estructuras políticas en las que nos apoyamos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Hablo de las violaciones de los cascos azules a niños en cantidad de países y misiones. Pero sólo se ha juzgado una persona como pederasta."

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Se siguen nombrando por amiguismo los altos cargos, y por eso gente sin estudios ha ocupado puestos como el de Vicesecretario General durante la época de Butros-Gali."

 

 

 

 

 

 

 

 

"La base principal del núcleo de corrupción es la mala estructura construida con el Consejo de Seguridad y el derecho de veto. Debido a ello, ciento ochenta y seis Estados miembros están esclavos de cinco."

 

 

 


Otros libros del autor: Secretos Vaticanos (Edaf), Osama Bin Laden, la espada de Alá (La Esfera de los Libros), La Santa Alianza (Espasa).

Texto: Marta Iglesias

No para. Cuando intento localizarlo está en Argentina, y acaba de regresar de Nueva York donde se está documentando para su nuevo libro, sobre la conspiración para matar a la familia Médicis. En enero viajará a Florencia por el mismo motivo. Entremedias ultima el ensayo que publicará en mayo con La Esfera de los Libros y prepara para Edaf una enciclopedia de cuatro tomos sobre servicios secretos. Pero ahora, conseguimos sentarle para charlar sobre sus descubrimientos sobre la ONU.

-Comienzas el libro afirmando que en los inicios de la ONU la mayor parte de los funcionarios británicos fueron reclutados entre sus servicios de espionaje. ¿Qué tipo de personas trabajan hoy en la ONU y qué criterios se utilizan para su selección?
-Los funcionarios de base tienen que pasar una prueba según el puesto al que vayan a acceder. Lo que sí se siguen nombrando por amiguismo son los altos cargos, y por eso gente que ni siquiera tiene estudios ha ocupado puestos como el de Vicesecretario General durante la época de Butros-Gali. Los altos cargos suelen ser elegidos a dedo por el Secretario General, en muchos casos están preparados y en otros no.
Por otro lado, también trabaja dentro de la ONU personal que procede de los servicios de espionaje. Así en la delegación israelí hay muchos miembros del Mossad, en la estadounidense bastante gente pertenece a la CIA y en la rusa muchos son del servicio de espionaje ruso.

-¿Dónde habrían empezado esa corrupción y esos favoritismos políticos que, según comentas, aún existen en los despachos neoyorquinos de la organización?
-Primero en el sistema de veto, un resorte que en sí mismo provoca corrupción. En segundo lugar estaría el sistema de reclutamiento de altos cargos, a los que no se les exige que sean gente preparada y a los que sólo el Secretario General tiene poder para elegir. En mi libro se ve que toda la corrupción sale directamente de la oficina del propio Secretario General. Mientras que en los estados democráticos tienes toda una serie de resortes para controlar a la Administración y el Poder Ejecutivo, en la ONU el único sistema existente es el Consejo de Seguridad. Pero el problema es que él mismo crea corrupción.

-¿Se ha convertido la ONU en instrumento de algunos países?
-Sí. Fíjate que en la Asamblea que tuvo lugar en septiembre se establecieron 397 elevaciones de resolución para la reforma de Naciones Unidas, de las cuales Estados Unidos sólo aceptó cuatro y de ellas tres fueron retocadas por el Departamento de Estado. Y todo porque las recomendaciones de los Estados miembros son elevadas al Secretario General para que éste después las pase al Consejo de Seguridad para su aprobación. Y la base principal del núcleo de corrupción es la mala estructura que hay ya construida desde el año 1945 con el Consejo de Seguridad y el derecho de veto. Debido a él, ciento ochenta y seis Estados miembros están esclavos de cinco. ¿Por qué China puede vetar una resolución sobre un tema que pueda interesar a España o Alemania, que ya son países poderosos? ¿Por qué Gran Bretaña tiene el poder, sesenta años después, de decidir si es legal o no una guerra?

-¿Los países que no forman parte del Consejo de Seguridad ponen en duda la existencia del mismo?
-Ahora Japón está exigiendo la entrada en el Consejo de Seguridad con derecho de veto. Alemania, Australia, India, Brasil y Senegal están haciendo lo mismo. Senegal es el único país africano que nunca ha tenido un golpe de Estado desde su independencia y siempre ha sido multipartidista. Si pensamos que el 70% de los conflictos bélicos se están desarrollando en África, vendría bien tener una punta de lanza del Consejo de Seguridad en un país africano. Japón es una potencia mundial, pero no sólo económica, por ejemplo es el primer país donante de fondos en Naciones Unidas y el primer país donante de fuerzas de paz, que son dos presupuestos aparte. ¿No tiene derecho a un puesto en el Consejo de Seguridad? Yo creo que sí, y Alemania también. Y te digo que si los ciento ochenta y seis Estados miembros decidiesen no pagar la cuota, verías cómo los cinco grandes decidirían al final cambiar la estructura. No quedaría más que destruir la ONU, cambiarla, establecer un nuevo sistema de voto o acabar con el sistema de veto en el Consejo de Seguridad.

-En el capítulo "Legalizando el genocidio" dices que la ONU permitió masacres escudándose en la neutralidad y la imparcialidad. ¿En qué te basas para hacer esas afirmaciones?
-En Srebrenica y Ruanda se lavaron las manos, pero yo conseguí el telegrama enviado por el general Romeo Dallaire -Comandante en Jefe de las fuerzas de UNAMIR en Ruanda- al Secretario General Butros-Gali. En él le avisaba cinco meses antes, de que si no hacían nada iba a tener lugar un genocidio donde morirían miles de personas. Y Butros-Gali afirmó en aquel momento que ese telegrama no había llegado nunca y no existía. Yo lo conseguí y lo publico en el libro. Lo que pasó es que Ruanda no le interesaba nada y murieron 800.000 personas asesinadas, mujeres y niños.
En el caso de Srebrenica conseguí el documento de la negociación entre los franceses y Ratko Mladic, jefe militar de los serbios. El acuerdo era que si los franceses dejaban el enclave protegido de Srebrenica y no ordenaban bombardeos de la OTAN sobre las posiciones serbo bosnias, Mladic les había prometido que sus fuerzas no secuestrarían a soldados franceses del batallón de UNPROFOR. Y mataron a 8.000 personas en tres días en Srebrenica.
Y es que sus errores al final se convierten en muertos, como los 200.000 que hubo en Sudán por la incapacidad de la ONU para resolver ese problema y porque Kofi Annan no hizo ninguna declaración sobre ello hasta pasados cuatro meses del conflicto.

-Según la abundante documentación que aportas en tu libro, son muchos los casos de corrupción pero pocos han tenido que rendir cuentas por ello. ¿Cuál es la razón?
-Que no hay resortes para poderlos juzgar. Si el gobierno español me nombra embajador y robo todo el dinero de la embajada, lo más seguro es que acabe en la cárcel. Pero si tengo un cargo en la ONU y robo su dinero, no hay ningún resorte que les permita juzgarme. No hay leyes internas. En mi libro cuento las violaciones de los cascos azules a niños en cantidad de países y misiones, la esclavitud sexual desarrollada por cascos azules en lugares como Kosovo, o hablo sobre los soldados noruegos en Somalia que tenían esclavas sexuales... Pues sólo se ha juzgado a una persona como pederasta, un soldado francés que cometió el error de tener relaciones sexuales con niñas de nueve años y grabarlas en vídeo para después distribuir ese material por Internet. Pero nada más. Y hay cientos de casos, como los soldados de Uruguay que han violado a niños en la misión en el Congo. Casos comprobados de soldados canadienses, belgas, holandeses... que han violado niños. Cuento el caso documentado de una niña de Angola que perdió una pierna por una mina. Fue internada en un hospital de los cascos azules canadienses y los soldados se dedicaron a violarla en la camilla. Y lo más increíble es que todos los casos que publico han sido sacados de documentos oficiales de la propia ONU.

-Por cierto, ¿cómo accediste a toda esa información?
-Para escribir el libro me han ayudado dos personas. Una es Nelson Iriñiz Casás, que escribió un libro en el año 68 que se llamaba Corrupción en la ONU y que me ha ayudado en la parte histórica. Y luego he contado con una Garganta Profunda de dentro de la ONU, un funcionario que me facilitó una gran cantidad de documentos e información. Él me pasó muchos casos que al final no incluí en el libro, como el que detonó la matanza y la crisis de los Grandes Lagos en África, que fue el derribo del avión del presidente de Ruanda y de Burundi. No se pudo investigar porque no se descubrió la caja negra del avión. ¿Y dónde estaba? Apareció años después en un armario abandonado en el edificio central del cuartel general de la ONU en Nueva York. ¿Qué hacía la caja negra en la ONU? Misterios.
Otro tema fue la conspiración en Kenia, un caso de corrupción que hubo en la oficina de las Naciones Unidas del ACNUR, donde sus responsables incluso estuvieron planeando matar al embajador norteamericano en Kenia.

-El ACNUR es uno de los tres departamentos de la ONU que tiene el dudoso honor de ser el protagonista de un capítulo completo. ¿Por qué esta agencia en particular?
-Porque en ella la corrupción es brutal. Comienza en el Alto Comisionado Jean Pierre Hocke, que obligaba a sus funcionarios al recorte de gastos porque tenían una crisis gigantesca, pero él se iba con su mujer a Nueva York en el Concorde en primera. Y a partir de ahí el caso de corrupción de un funcionario del ACNUR en Nairobi que cobraba a los refugiados para acceder a la tarjeta gratuita que les permite entrar en un campo de la ONU y luego acceder al estatuto de refugiado para pedir asilo en cualquier país. A los que no tenían dinero les pedía tener relaciones sexuales con sus hijas de catorce años. En eso estuvo implicada toda la oficina de Nairobi del ACNUR. Luego está el caso de Ruud Lubbers -anterior Alto Comisionado del ACNUR-, que acosó sexualmente a cinco funcionarias y al que Kofi Annan protegió porque son amigos.

-Según tu opinión, ¿qué reflexiones debería hacer Kofi Annan de su gestión frente la ONU?
-Creo que debería arrepentirse de no haber sabido hacer frente a su familia. Hay que recordar que bajo su administración ha tenido lugar el caso de corrupción más grande a nivel mundial, el Programa Petróleo por Alimentos donde ha estado implicado su hijo Kojo, su hermano Kobina, su sobrino Kobina, y amigos como Benon Sevan que era el jefe del programa... Imagino que a Kofi Annan se le va a permitir una salida honrosa del cargo.

-Si la ONU fuese un enfermo, ¿qué diagnóstico le harías?
-Enfermo terminal. Está sujeto a la máquina de ventilación desde hace años. Lo mejor sería desconectarla y que vuelva a crecer un niño sano, fuerte y estable. ∆

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA