Foto cedida por Restaurante Coral |
La vida de César Gallego ha sido una vida entregada a la gastronomía. Poco a
poco, desde el trabajo sincero, se ha labrado un nombre que suena no sólo en
Galicia sino también en el resto de España.
Un reconocimiento merecido
C omenzó trabajando de
camarero mientras estudiaba Comercio. En el año 54, cuando inauguraron el
Restaurante Coral en la Calle de la Estrella de La Coruña, comenzó a
trabajar como encargado. Desde estos primeros pasos hasta ahora, César
Gallego ha convertido a los clientes en amigos que ya forman parte de su
"gran familia" porque saben valorar su trabajo y su dedicación.
-¿Qué recuerdos guarda de
sus comienzos?
-En el Coral fue donde me formé. Me fui ganando la simpatía del público
y en el año 70 los dueños me propusieron que me quedara con el negocio. Así
pasé de encargado a propietario. Como tuvieron que vender la casa me dieron
una pequeña indemnización y me pasé al Duna, que está enfrente. En este
local hice una gran reforma y aquí fue donde comenzaron a aumentar las
ventas. No sé si fue el destino que me estaba arrinconando, pero también ahí
tuve problemas. Siempre procuré mantener la credibilidad que había
conseguido, así que me fui para La Marina, que es donde estoy ahora con dos
de mis hijos. Sigo ahí porque el público sigue mi trayectoria. Tengo incluso
clientes de los que conozco a tres generaciones.
-¿Cómo valora todos los
cambios que se han dado en la gastronomía desde que usted comenzó?
-Los valoro de forma muy positiva. La gente sabe comer y sabe lo que le
dan. Cuando comenzamos en el Coral servíamos a muchos comensales y no
salíamos de tres o cuatro platos, que siempre eran los mismos. Ahora hay
mucha más diversidad, tenemos las jornadas de la caza, la temporada del
salmón o del bonito... Hay más variación y se sabe pedir mucho mejor.
-¿Qué tipo de cocina hace
usted?
-Yo sigo haciendo cocina tradicional con algunas variantes y también
algo de cocina internacional. Yo creo que la cocina gallega es la que más
gusta y aunque se cambia, siempre se vuelve atrás otra vez. ∆ |