ocumentos de
Amnistía Internacional muestran que en América el índice de homicidios
de defensores de derechos humanos es más alto que en cualquier otra
región del mundo. En Colombia en concreto, muchos de estos actos
criminales están ordenados y ejecutados en su mayoría por miembros de
las fuerzas de seguridad y por los grupos paramilitares, en connivencia
con el ejército. Víctor Hugo, ingeniero de minas, ha sacado del país a
su familia, que en este momento se encuentra en Rusia. Mientras, él
permanece en nuestro país en calidad de refugiado y acogido de forma
temporal por el "Programa asturiano de derechos humanos".
-Ud. es de Cúcuta, una ciudad limítrofe con Venezuela y
una zona al parecer "caliente" en la geografía política colombiana.
-Es una zona tomada a sangre y fuego por los grupos
paramilitares en acuerdo con la clase política. Se han dado casos
concretos de funcionarios directamente de la fiscalía, que han estado
suministrando información de primera mano a estos grupos para que, como
le llaman ellos, "limpien el camino" de las personas que no les interesa
tener en algunas actividades. Como defensor de los derechos humanos
desempeñaba el cargo de Presidente del Comité Permanente de la Seccional
del Norte de Santander, denunciando algunos casos de impunidad y toda
esta serie de violaciones de los derechos humanos en esta zona del país.
-La situación de su país es bastante desoladora. ¿Cree
que detrás de todo este escenario de confrontación está Estados Unidos?
-La política de seguridad democrática del presidente Alvaro
Uribe Vélez, está enmarcada dentro de esta guerra de brujas que ha
desatado el señor Bush. Y la ha desatado para poder apropiarse de los
recursos que hay en el planeta, y así incrementar las ganancias y
utilidades de las multinacionales; y Colombia en este marco, no es la
excepción. Mi país es geoestratégicamente la entrada a América Latina:
quince países con más de quinientos millones de habitantes y con unos
recursos infinitos de carbón, de petróleo, de grandes yacimientos de
caliza; una gran biodiversidad, unas buenas condiciones climáticas para
desarrollar la industria agroalimentaria. Este voraz apetito de las
multinacionales conlleva a que apoye directamente a fascistas como el
señor Uribe Vélez. Si usted mira el mapa colombiano verá que donde más
intensifican la presencia los grupos paramilitares y donde más se
cometen las barbaries y los desplazamientos de campesinos indígenas, es,
casualmente, en la zona donde hay unos recursos energéticos y donde se
piensan desarrollar proyectos agroindustriales muy grandes, como en la
zona de San Juan, parte de la zona de Caquetá, en el mismo Catatumbo...
Grandes recursos que les interesan a las multinacionales. Todo eso
conlleva que se desate y se desarrolle esta violencia indiscriminada
contra el pueblo colombiano.
"Se llega a casos extremos. Las personas para poder
alimentar a sus hijos pican papel de periódico con sal y
agua para darles algo de comer" |
-¿El tema de la droga no es una tapadera para ocultar
otros intereses?
-Una de las dificultades más grandes que tenemos es dar a
conocer la verdad. La prensa amarilla está en manos de las grandes
multinacionales de la información y esto conlleva que se muestre a
Colombia como un país productor de coca, un país productor de desarrollo
de narcotráfico. Pero al capital no le interesa de dónde provenga el
dinero, simplemente invierte y obtiene facilidades. El capital
internacional, la burguesía de los países desarrollados, manejan una
doble moral: nosotros producimos la droga en alguna zona del país y
ellos consumen esta droga, porque en Colombia el índice de consumo es
muy bajo.
La droga mueve grandes capitales, ellos mantienen los capitales y el
pueblo colombiano coloca los muertos. La situación se agrava en zonas
muy concretas. Yo conozco por ejemplo el caso de Catatumbo, donde hasta
los años 70 se venía desarrollando una importante producción de
cítricos. Se formaron cooperativas, se desarrolló la cultura, la
educación, etc. En cuanto llegan los narcotraficantes y los cultivos de
coca, se incrementa la prostitución, se modifican las estructuras
sociales, se corrompe a las autoridades y se empiezan a desarrollar una
serie de conflictos para el manejo de la droga en toda la zona.
-Pero en realidad ¿quiénes mueven este negocio?
-En Colombia el 70% de la droga la mueven los grupos
paramilitares: ellos llegan a una zona donde se puede cultivar coca, la
cultivan, la procesan y la exportan. Ellos son directamente los que
manejan el negocio del narcotráfico y esto les da un poder económico
enorme. La gran preocupación de los Estados Unidos por la producción de
coca colombiana no es que la juventud estadounidense consuma y los daños
que pueda generar este consumo, sino los dólares que salen de la
economía gringa. Esta es la gran preocupación de ellos y del capital
multinacional.
-Uribe Vélez pretendía acabar con este conflicto, sin
embargo aproximadamente el 40% del territorio nacional colombiano está
controlado por la guerrilla. ¿Cuál es la situación ahora?
-Uribe Vélez ha dado prioridad a lo que él ha llamado la
política de seguridad democrática y él y su entorno creen que a la
guerrilla la pueden derrotar militarmente; una guerrilla con una
vigencia de cincuenta años, que conoce el país palmo a palmo y que tiene
el apoyo en muchos sectores agrarios de miles de campesinos, y se
calculan veinte mil hombres en armas, un ejército, con más de sesenta
frentes. Analistas internacionales muy serios han dicho que en Colombia
el conflicto armado no es solucionable desde el punto de vista de la
guerra. Las FARC, en las oportunidades pasadas, cuando se presentó la
zona de distensión, plantearon cosas muy concretas en torno a la paz en
Colombia, pero con la llegada de Alvaro Uribe Vélez esta guerra se ha
incrementado y consideran, que con el apoyo de los EEUU -en este momento
en Colombia hay más de mil asesores norteamericanos- se va a derrotar a
las FARC.
-¿Es justificable que exista la insurgencia?
-Nosotros consideramos que la insurgencia colombiana es
justificable porque las condiciones del país son de una pobreza extrema.
Un país donde el 65% del capital es manejado por el 5% de los ricos,
unas diez familias; un país donde se generan tres millones de
desplazados internos. Tenemos un conflicto de unas proporciones
humanitarias que se desconocen en Europa y en otras partes del mundo. Se
llega a casos extremos donde las personas para poder alimentar a sus
hijos pican papel de periódico con sal y agua para darles algo de comer.
En cada semáforo puede usted ver familias completas pidiendo una moneda
para poder comer algo ese día. Esto, en un país tan inmensamente rico,
es algo inaudito. Lo llena a uno de tristeza, porque Colombia es un país
con una riqueza energética muy grande.
"La burguesía de los países desarrollados maneja una doble
moral: nosotros producimos la droga y ellos la consumen" |
-Siempre que se hablaba de las acciones de la guerrilla,
éstas sucedían en lugares fuera de las grandes ciudades. Hoy día esto ya
no es así. ¿Cómo se respira esta situación en las ciudades?
-Todos sabemos que las FARC nacen de un proceso agrícola de
cincuenta familias que estaban en Marquetalia. A raíz de una operación,
mandada también por Estados Unidos, fueron invadidos por dieciséis mil
efectivos del ejército. Allí nace una insurrección inicialmente liberal,
que después se torna comunista. En un país con un desempleo del 27% y un
subempleo del 31%, es imposible que no se desarrollen luchas e
insurgencias en las grandes ciudades. Se da un conflicto interno muy
grave también en las ciudades con la presencia de los paramilitares. Por
decir algo, en la comuna 13 de Medellín, una zona periférica de hambre y
de miseria, el ejército entró con helicópteros y con quince mil
soldados, supuestamente porque era un bastión de la guerrilla
colombiana, en este caso de las FARC. Lo que están haciendo, en vez de
darle prioridad a solucionar los problemas de hambre, de educación, es
enviar a la fuerza pública. Se ha desarrollado además un plan para que
se incorporen informantes a la vida pública, a la vida nacional, y ya
van más de millón quinientas mil personas que han ingresado y que se
tornan informantes supuestamente del Estado para intentar parar un poco
el acecho y la presencia de la guerrilla en las grandes ciudades
colombianas. En algunos casos se ha detenido a barrios completos, en
estas llamadas detenciones masivas. Esto nos preocupa muchísimo a los
defensores de los derechos humanos, porque además esto se ha
incrementado con la llegada de Uribe Vélez al poder, quien siempre ha
mostrado un interés a la derechización del país y a acabar como sea con
la insurgencia colombiana.
-¿No hay un riesgo de una vietnamización en toda el área
colombiana?
-Estados Unidos está interviniendo ya, tiene unos mil asesores
que le están brindando apoyo constantemente al presidente Uribe. El 70%
del presupuesto nacional se va en mantenimiento de las fuerzas armadas
colombianas. En Latinoamérica están teniendo lugar una serie de procesos
importantes, como el proceso venezolano, las posiciones de Argentina y
la de Lula en Brasil, que van en favor de los intereses de
Latinoamérica.
Pero como ya señalé anteriormente, estratégicamente Colombia es muy
importante para EE.UU. porque es la entrada para ingresar a toda esta
comunidad latinoamericana de más de quinientos millones de personas.
EE.UU. nos ha demostrado que cuando quiere obtener los recursos de algún
país no se pone con cuentos para invadirlo, por eso nos preocupa mucho
la situación en este momento.
También nos sigue preocupando la relación que tenía o que tiene el
gobierno colombiano con el PP, cuando Aznar hizo la oferta de enviar
cincuenta tanques, unos tanques obsoletos que para el conflicto interno
colombiano no sirven, pero iban a ser colocados en la frontera con
Venezuela, en la zona de la Guajira, para provocar a la República
Bolivariana de Venezuela. En este sentido Uribe no está sólo, tiene todo
el capital multinacional y el apoyo de muchos gobiernos. Hace poco
estuvo Aznar publicando su libro en Colombia, y nos preocupa mucho esta
relación de la derecha española con la derecha colombiana.