El Casanova actual es el
"eterno mujeriego", insaciable e irresistible, es un galán persistente
dotado de una habilidad camaleónica para transformarse en cualquier cosa
que deseen sus parejas. |
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MAYO 2004
EL COMPLEJO DE CASANOVA
POR RAQUEL BUZNEGO (PSICOLOGA)
"He pasado la vida intentando que
alguien me ame"
Lord Byron. El
prototipo histórico de un Casanova es Jacques Casanova de Seingalt, quien
en el S. XVIII hizo de la seducción una carrera. Según sus cálculos se
acostó con 122 mujeres en 39 años, sus gustos eran eclécticos, sus amantes
no obedecían a un determinado perfil sino que podían ser jóvenes, mayores,
artistas o simples hijas de posaderos.
A lo largo de su vida hizo incursiones en el teatro, el ejército, el juego y
la estafa pero, en su afán por cultivar los sentidos, nada practicó con
tanta constancia como la persecución del sexo femenino.
El Casanova actual es el "eterno mujeriego", insaciable e irresistible, es
un galán persistente dotado de una habilidad camaleónica para transformarse
en cualquier cosa que deseen sus parejas. Su poligamia es un reflejo de la
tendencia innata del macho a dispersar su semilla tanto como le sea posible,
es por ello que rara vez utilizan palabras como "engaño" o "infidelidad"
para describir su conducta; al contrario consideran que ésta es una
expresión honesta de su naturaleza, a la que sólo las mujeres más tontas o
mezquinas pueden poner objeciones.
Una mujer puede durar en los brazos de Casanova un mes, alguna más
significativa varios meses, pero siempre habrá nuevas mujeres en el
horizonte. Tomás (La insoportable levedad del ser) lo define así: "Es
posible ver a una mujer varias veces seguidas pero en tal caso no más de
tres. También es posible mantener una relación durante años, pero con la
condición de que entre cada encuentro pasen al menos tres semanas". El sexo
para el Casanova no tiene nada que ver con el amor, es un vehículo, un medio
para alcanzar el sentimiento de plenitud e integridad del que,
probablemente, carece. El sexo es, en definitiva, la única forma de aliviar
su inquietud.
Las mujeres son objetos deseables, trofeos conseguidos en función de sus
habilidades. Al principio cada una entraña un nuevo misterio, un desafío y,
como tal, se entrega a desvelar el misterio de afrontar el desafío, pero
cuando se descubre el misterio se desvanece el deseo.
Peter Trachtenberg ha investigado la figura de un Casanova, lo que siente,
lo que piensa y cómo se comporta. Sus rasgos característicos son los
siguientes:
-Se sienten adictamente atraídos por el sexo femenino. Necesitan camaradería
sexual permanente, en caso contrario son tendentes a la depresión y/o
ansiedad.
-Por prolongadas o intensas que sean sus relaciones tienen el regusto de la
fugacidad e improvisación. Para estos hombres no hay pérdida insoportable ni
mujer irreemplazable.
-En las relaciones prolongadas, matrimonio o noviazgo, son infieles,
generalmente.
-Sus relaciones con mujeres empiezan rápidamente, con una atracción física
instantánea. No hay espacio entre el deseo y su satisfacción.
-Los Casanova evitan los afectos más profundos; si la relación con la amante
de turno adquiere un tinte más serio suelen huir de la misma.
-Inconscientemente clasifican a las mujeres de "buenas o malas", "vírgenes o
putas".
-Están muy predispuestos al alcoholismo, la drogadicción y otros desórdenes
obsesivo-compulsivos.
-Tratan a las mujeres como una propiedad y al sexo como un objeto de
consumo.
La seducción suele perseguir una "escalada sexual" que consiste en una serie
de concesiones logradas mediante el encanto y la habilidad. Normalmente el
primer contacto sexual consiste en una cópula normal, a continuación
desearán el sexo oral, anal e incluso el sexo con parejas múltiples.
Estas características del Casanova se deben considerar con la cautela
debida. Al igual que los síntomas de una enfermedad un síntoma aislado no
tiene especial significación pero si se dan varios y de forma persistente se
debe considerar como algo patológico, un desorden de los sentimientos
caracterizado por la compulsiva persecución de las mujeres: El complejo de
Casanova.
El hombre Casanova habla de sus conductas, y de las mujeres, en términos de
intercambio: "Me dan lo que necesito y yo les doy lo que necesitan".
Sea cual sea la edad cronológica o el estatus que ocupa el hombre "buscador
de emociones" no puede vivir sin novedad y excitación. Es por ello que
cuando descubre a una mujer que le resulta atractiva comienza su estrategia
de juego y habilidad para conseguir el trofeo ansiado; sus pasos son
meticulosamente calculados, lo que requiere concentración y autocontrol. La
adulación se convierte en un arte a cultivar y hacen de la seducción toda
una ciencia reemplazando el romanticismo con la técnica y la pasión con la
precisión.
Estas son, grosso modo, las características y peculiaridades de un Casanova.
Si alguien se reconoce en las mismas debe saber que se trata de una
patología susceptible de ser tratada. La terapia apropiada puede devolverle
la calma de la que no disfruta. Es un consuelo.
Por si alguien lo necesita. ∆ |