INGENIO
para el Tercer Mundo
Ante los limitados recursos con los que se encuentran las ONG a la
hora de atajar problemas sobre el terreno, la solución consiste en
rentabilizarlos al máximo. Para ello las ideas sencillas son las que dan
mejores resultados.
Fotos: Ayuda en
Acción
L a primera parada de este viaje la
haremos en Etiopía, un país que ocupa el vagón de cola de los países en
vías de desarrollo. Con una situación de gran pobreza entre sus
habitantes, la educación se perfila como un método que puede cambiar el
futuro, pero el sistema educativo que existe hasta el momento sólo
consigue que el 45% de los niños vayan al colegio. Observando la
realidad de Etiopía, poblada de muchas y pequeñas aldeas, se llegó a la
conclusión de que las aulas estaban a varias horas de distancia para los
pequeños, por lo que sus padres -al necesitarles en casa- no les dejaban
ir por el tiempo que empleaban en ello. Ayuda en Acción, para revertir
esta situación, ha puesto en marcha un sistema educativo mucho más
sencillo que se conoce como programa Access. Mediante él, los niños
pueden comenzar la escolarización inicial en su propia aldea, donde se
construye un centro con sólo dos aulas que resulta muy barato. Además
los profesores son miembros de esa aldea que estudiaron hasta segundo
grado y que reciben capacitación para desempeñar el trabajo. Ya se ha
comprobado el éxito de este sistema que cuenta con el respaldo de las
autoridades educativas, ya que al no tener que invertir tanto tiempo en
desplazamientos los niños pueden ayudar en sus casas y sus padres no
tienen inconvenientes en que estudien. De paso se ha conseguido
solucionar el que las niñas vayan al colegio, pasando de un 30 a un 50%
de niñas escolarizadas, y se evita que los niños pasen tanto tiempo en
las calles. Tal y como va el programa se prevé que este sistema
educativo se generalice para todo el país, de modo que pueda lograrse
que en 2015 todos los niños estén escolarizados.
Como se ve, se trata de pensar en ideas adaptadas al lugar en el que se
trabaja, más que aplicar un patrón único para todos los países. Otra de
esas mágicas soluciones se les ocurrió en Acción contra el Hambre (ACH)
cuando vieron que las donaciones comenzaron a disminuir y tenían que
optimizar los recursos con los que contaban. Uno de los apartados que
cubre esta ONG es el de la alimentación en los campos de refugiados, así
que qué mejor idea que tras darles al principio una buena alimentación,
pasar en una segunda fase a facilitar a cada familia tierra y semillas
para cosechar. Olivier Longué, presidente en España de ACH, lo cuenta
así: "Intentamos reducir las consecuencias de la crisis y no alargar
mucho esta fase, de tal manera que en pocos meses pasemos a que la gente
recupere la dignidad. Y la comida es un elemento fundamental de la
dignidad, así que al principio les damos comida a los refugiados pero a
los pocos meses, en vez de dejarles sin dignidad en su choza, esperando
la distribución de ayuda alimentaria, estamos desarrollando programas de
agricultura. Mediante ellos, el propio refugiado va a trabajar con sus
niños para obtener su propia comida y depender menos de la ayuda
internacional". Esto está demostrando que a grandes males las pequeñas
soluciones pueden producir una reacción en cadena que lo cambie todo.
De hecho, eso es parte de lo que se proponía en 2002 durante la Cumbre
de la Tierra que tuvo lugar en Johanesburgo. Uno de los puntos más
discutidos fue el apoyo a las energías renovables, que podrían salvar el
continente. Uno de los stands instalados pretendía demostrar que la
energía solar es la gran riqueza de África y de donde podría
autoabastecerse el continente sin tener que recurrir a la línea de
grandes embalses, que producen gran impacto ambiental negativo. Lógico,
¿no? / Marta Iglesias |