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EL ARBOL DEL BUHO

 

  Una Iglesia que educa a la mujer en el silencio, en el servilismo, que le dice que tiene que aguantar los golpes físicos o morales de su marido y lo tiene que hacer con resignación, con santa resignación.

 

MARZO 2004

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NI MACHISMO NI FEMINISMO,
SINO LO FEMENINO
POR ELENA G. GOMEZ

El otro día me encontré con un amigo y me dijo que en mis escritos me había vuelto muy feminista. La verdad es que no sé si eso se puede interpretar como un piropo o como un insulto, pero la realidad es que yo no me considero feminista tal y como se encuadra dicho término con todos los matices que esta sociedad machista le otorga.
Yo, le contesté, que lo único que pretendo es aportar mi granito de arena en una lucha que es una realidad, en un movimiento que cada día se hace más fuerte y que tiene como objetivo que las mujeres despierten a su auténtica naturaleza, a todo su potencial y al futuro que se abre ante nosotras, un futuro en el que también hay muchas responsabilidades.
Además, considero que la mujer lleva mucho tiempo sometida a una cultura machista, a una vida machista, por lo tanto, si ahora movemos la balanza para el otro lado tampoco, creo yo, pasa nada.
Es curioso pero con esto del machismo suceden cosas muy interesantes, por ejemplo, si tú le preguntas a un hombre si se considera machista él siempre te dice que no, que él no es machista. Y aunque no hice ninguna encuesta, en primer lugar porque no creo en ellas ya que siempre son manipuladas según los intereses de quienes las hacen o las pagan, sí puedo decir que si la hiciéramos nos encontraríamos con que nadie se considera machista, y eso es así porque en realidad nadie se preocupa por definir lo que es el machismo.
Tal vez esos hombres que se definen como no machistas creen que no lo son porque tienen una visión del machismo muy limitada, una visión encuadrada a los malos tratos físicos a una mujer. El machismo es todo aquello que lleva al hombre a sentirse por encima de la mujer, a creerse superior a ella, a pensar que tiene derechos sobre ella, que le pertenece, que está a su disposición, a su servicio, que fue creada para cuidar de él. El machismo es una conducta que se refleja en la relación del hombre, del hombre con una mujer que puede ser su madre, su pareja, su hija, su tía, etc. y que le pone en un plano superior. Una actitud que impide que la mujer exprese libremente sus ideas, sus sentimientos, sus sueños, simplemente porque la mayoría de las veces ni siquiera es considerada.
Pero el machismo no es propiedad exclusiva de los hombres, sino que hay muchas mujeres machistas. Pero existe una diferencia fundamental, un hombre es machista porque le interesa, porque así tiene sometida a la mujer, porque de esa forma se cree superior a ella. Una mujer es machista porque fue educada bajo unas normas morales, bajo unos "valores" que le fueron inculcados y que le hacen sentirse pecadora, el origen del mal, la fuente de los problemas, en una palabra, educada en el temor.
Y si hablamos de valores y de temor, inmediatamente nos encontramos con los padres del machismo que no son otros que la Iglesia, una Iglesia creada y regida por hombres, una Iglesia que otorga a la mujer un papel siempre de servidora, una Iglesia que utiliza a la mujer para limpiar sus templos, cuidar sus santos, y en muchos casos, como ya se está dando a conocer, abusar sexualmente de ella.
Una Iglesia que educa a la mujer en el silencio, en el servilismo, que le dice que tiene que aguantar los golpes físicos o morales de su marido y lo tiene que hacer con resignación, con santa resignación. Una Iglesia que lleva siglos castrando mentalmente a la mujer, convirtiendo en pecado todo aquello que la podía hacer sentirse realmente lo que la mujer es: poderosa.
Una Iglesia retrógrada que sigue intentando decir a la mujer lo que debe hacer con su vida, con su amor, con su cuerpo, con su mente, una Iglesia que se está derrumbando cada día.
No, no me considero feminista simplemente porque no creo en el machismo ni en el feminismo, yo creo en lo nuevo, en una energía que durante mucho tiempo estuvo retenida, una energía que se llama LO FEMENINO. Una energía que tiene espacio para la mujer y para el hombre. Una forma de vida que se construye desde la responsabilidad, desde la igualdad, desde la superación personal independientemente del sexo.
Lo FEMENINO es el FUTURO, y en ese futuro no caben palabras como represión, ni silencio, ni resignación.
Lo FEMENINO se alimenta de la correcta relación, en primer lugar de cada uno con uno mismo, para luego poder llevarla a los demás.
En lo FEMENINO el hombre y la mujer son criaturas para explorar, para conocer, para descubrir.
En lo FEMENINO no existe el silencio sino la EXPRESIÓN. Una expresión que lleva a cada uno a enfrentarse con sus propias mentiras porque detrás de ellas está realmente lo que uno es.
En lo FEMENINO está comprendida la vida como una permanente AVENTURA, un espacio donde siempre hay algo nuevo que aprender.
Lo FEMENINO es espacio abierto, sin fronteras, sin límites, sin diferencias. Es un Espacio para descubrir. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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