-El 15 de marzo participó en una manifestación contra la guerra en Madrid
vestido de militar, hecho por el que fue enjuiciado -uso indebido del uniforme-
y posteriormente absuelto. ¿Por qué tomó esa decisión?
-Quise participar con todos los ciudadanos en esa manifestación contra la
guerra. Una guerra ilegal, injusta, que no respetó los principios básicos de la
democracia, ni a Naciones Unidas, ni nada. Fue una ocupación de un país para
apoderarse, en principio, del petróleo, aunque detrás había razones más
importantes como la defensa de Israel -el lobby judío presiona muy fuerte en
EEUU-; intereses geoestratégicos en la zona, etc. La mayoría de los ciudadanos
del mundo estaba en contra de esta guerra y decidí unirme a ellos. El hecho de
ir vestido de militar no fue para llamar la atención sino como apoyo a los
ciudadanos.-¿Cómo fue recibido por los manifestantes?
-De una forma maravillosa. Me fui a Madrid -vivo en un pueblo a las afueras-
a un hotel del centro próximo al lugar de donde partía la manifestación. Salí
con cierto reparo del hotel porque aunque me había puesto la pegatina de "No a
la Guerra", no sabía cómo iba a ser la reacción de la gente. Creo que es el
primer caso donde un militar asiste de uniforme a una manifestación contra la
guerra. Me sumé a todos y la verdad es que el anonimato duró poco tiempo. Me
reconocieron, me arroparon y fui en grupo en todo momento. Cuando llegamos a la
Puerta del Sol, estaban los intelectuales y artistas contra la guerra que me
recibieron con aplausos, besos y abrazos. Luego llegaron los medios de
comunicación. En fin, fue una decisión arriesgada, pero inolvidable. No me
arrepiento en absoluto.
-Cambiamos de tema. La primera decisión del Presidente Zapatero fue la
retirada de las tropas españolas de Irak. Como profesional ¿cuál era la
situación real de nuestro ejército allí? ¿Era lógica esta decisión?
-La decisión fue lógica porque aunque él se había comprometido a hacerlo a
partir del 30 de junio, la situación no estaba para bromas. Aunque también hay
que decir que influyeron en esta decisión otras razones de peso: interés
electoral cara a las elecciones de junio y también evitar el riesgo de un
posible atentado en fechas próximas a la boda real. Personalmente, creo que lo
hizo un poco precipitadamente. Aunque políticamente le doy la razón porque la
situación era delicada. Los americanos habían pedido, casi impuesto, que las
pequeñas tropas que teníamos allí -1.300 soldados, donde operativos sólo eran
400 porque el resto era logística- participasen en la invasión de Nayaf para
capturar al líder chiíta. La situación era muy incómoda porque el mando español
tenía órdenes de Madrid de ir sólo en misión humanitaria. Además, los medios con
los que contaban eran insuficientes. El General dio parte al Presidente del
Gobierno a través del Ministerio de Defensa y vieron que lo mejor era retirarse
porque también había pánico a las bajas.
-Un corresponsal español en la zona estuvo presente en el ataque a la base de
Nayaf y comentaba el malestar de los mandos españoles ante decisiones que tomaba
el ejército norteamericano que les implicaban, sin contar para nada con ellos.
-Ese es el modus operandi de los americanos. No confían en ningún
ejército salvo el británico y el de Israel, preparado por ellos mismos.
Funcionan así en todos los lugares. Creen que pueden dominar el mundo en
cualquier momento, y así les ha ido. Desde el principio pensaron que ganarían la
guerra en un par de semanas y de momento han masacrado a diez o doce mil civiles
y unos cincuenta o sesenta mil soldados de la guardia republicana, pero nada
más.
-Aparenta ser el ejército más poderoso del mundo, pero también se habla de la
debilidad psicológica de sus soldados. ¿Cómo es por dentro el ejército
norteamericano?
-Lo conozco muy bien ya que llevo estudiándolo muchos años, incluso estuve
con ellos de maniobras. Y llegué a elaborar un documento sobre este tema un mes
antes de empezar la guerra. Psicológicamente es un ejército muy débil. Se apoyan
casi exclusivamente en la tecnología, en la fuerza aérea y en la marina. La
infantería es muy floja. Hablamos de unos soldados que avanzan en sus vehículos
blindados, con aire acondicionado, música, hasta nevera y en cuanto encuentran
resistencia, paran, avisan por radio a la aviación, marcan las coordenadas y
esperan a que por aire sea pulverizada esa resistencia. No están preparados para
el combate cuerpo a cuerpo. Los marines por ejemplo, son tropas preparadas
física y técnicamente, pero también se les ha rodeado de una aureola que no se
corresponde con la realidad. Se vio en Vietnam, en la guerra de guerrillas y se
está viendo en Irak. Por otro lado, los miembros del ejército norteamericano en
su mayoría son gente marginal, que está ahí porque no tiene otro trabajo y
necesita ganarse la vida.
-Hábleme de ese documento que ha elaborado. ¿En qué consiste?
-Cuando empezó la guerra -yo siempre lo denominé genocidio, masacre,
bombardeo indiscriminado-, estaba enfadadísimo y como no podía estar parado
viendo todo lo que estaba sucediendo, se me ocurrió hacer un documento para la
defensa de Irak, porque de ese tema sé un poquito. Me puse al habla con el
Embajador de Irak en España y le expresé mi apoyo. Me contestó y elaboré un
documento que dirigí al Estado Mayor irakí, de carácter técnico, básicamente
militar, de unos diez o doce folios -que adjunto en mi último libro-, donde les
explicaba cómo tenían que hacer la defensa inicial contra las columnas
americanas, ataques a los convoyes, cómo llevar a cabo la guerra de guerrillas
rural y urbana, los golpes de mano, sabotajes, etc. También les decía el número
de bajas que tenían que causar entre los americanos para hundirles
psicológicamente: no resisten mil bajas. Curiosamente -no sé si habrá sido
casualidad-, han desarrollado paso a paso cada una de estas cosas con una
perfección de manual de Estado Mayor. Eso de que son cuatro terroristas los que
están organizando todo esto, no es cierto. Está siendo dirigido, pensado y
organizado por el Estado Mayor irakí en la clandestinidad.
-Aunque hacía tiempo que lo había denunciado Cruz Roja y Amnistía
Internacional, es ahora cuando sale a la luz el caso de las torturas en la
cárcel de Abu-Ghraib. ¿Qué sabe usted de este tema?
-Desgraciadamente el tema de las torturas es habitual en la guerra por parte
de cualquier ejército. En este caso es más escandaloso porque hablamos de la
famosa democracia americana de la que tanto presumen. Por mucha Convención de
Ginebra que tengamos y mucha democracia, el ejército en tiempo de guerra es como
una especie de mundo aparte donde desgraciadamente, todo está permitido. De cara
a la galería o ante los medios de comunicación, no. Pero la orden que circula
siempre es: ¡saquen información como sea!, y aquí es real aquello de que el fin
justifica los medios. Ahora bien, los interrogatorios no los hacen los
combatientes, ni brigadas. Los interrogatorios son realizados por personal del
Servicio de Inteligencia y detrás de ellos están los mandos políticos. Esos
soldados que salen en las fotos cumplían órdenes, lo que ocurre es que a
diferencia de la cadena de mando reglamentaria normal, donde todas las órdenes
de los superiores van firmadas y fechadas; en los Servicios de Inteligencia no
es así. Nunca se verá una orden firmada ya que muchas veces se hacen las cosas
fuera de la legalidad y no puede haber constancia de ello. Nunca se conocerán
los responsables superiores, pero eso tenía que ser de sobra conocido y
autorizado por Rumsfeld, así como por el general en jefe del ejército americano
e incluso por Bush, a quien también se le habría informado. Personalmente estoy
totalmente en contra de este tipo de prácticas.
-¿A qué cree que es debida la escalada del terrorismo islámico?
-El 11-M ha sido una venganza del terrorismo islámico. El pasado año ya lo
advirtió Bin Laden con claridad a las naciones que habían invadido Irak, España
incluida. Pero aquí no se tomó la cosa muy en serio porque sólo había ojos para
el tema de ETA. Por otro lado, también se puso de manifiesto lo malo que es
nuestro Servicio de Inteligencia, que nunca se entera de nada. Pero eso es tema
para otro debate.
Existe un enfrentamiento a nivel mundial entre estas dos culturas. Por un lado
EEUU, que una vez desaparecido el Pacto de Varsovia, se ha convertido en el gran
gendarme mundial que intenta americanizar al mundo con sus valores, su cultura,
su forma de vida. Por otro lado está el mundo musulmán, económicamente más
débil; social y culturalmente con ideas diferentes, muy metidos en su mundo y
sus creencias, que se encuentran fuera de esa masa americanizada, pero que en
cambio poseen muchísimas riquezas, especialmente petróleo. Cuestión a la que
EEUU no se ha podido resistir. Primero Arabia Saudí, un país amigo donde las
multinacionales americanas han estado explotando crudo todos estos años. Luego
están Irán, Irak, Afganistán, Libia que en el momento en que se separan de los
dictámenes de Washington, pasan a formar parte del eje del mal y son
bombardeadas. Así que como no tienen ejércitos y están hartos, pues se han
refugiado en esto del terrorismo. Aparece Bin Laden como líder y la realidad es
que la cosa se está poniendo muy fea. Porque ante el terrorismo no existe el
concepto de seguridad total. Nadie puede estar de forma indefinida en alerta
máxima. Se trata de más de cien millones de personas a las que les importa poco
morir por sus ideales.
-Aprovechando su experiencia y los cambios en el Ministerio de Defensa, ¿qué
consejo le daría al nuevo Ministro?
-La entrada del señor Bono en el ministerio ha sido como la de un elefante
en una cacharrería. Es un político muy peculiar que lleva veintidós años en
Castilla La Mancha y está acostumbrado a contar a la prensa sus chistes y a
hacer reflexiones en voz alta de tú a tú. Ha reconocido públicamente que no
tiene ni idea de esto y eso es temible. Porque si no quieren poner al mando a un
militar, hay otras personas que han formado parte de comisiones de defensa o que
han tenido relación con los ejércitos y están más preparadas. No obstante hay
que reconocer que es una persona muy lista. Lo primero que ha hecho es poner a
un hombre de su confianza -aunque no tiene ni idea- al frente del CNI, porque la
información es poder. Luego ha puesto a otro amigo suyo al mando de la Guardia
Civil, que es la única fuerza profesional armada que existe en España y es otro
poder, ya que hablamos de 70.000 profesionales armados repartidos por toda la
geografía española. El problema es que este amigo suyo es un general de aviación
y posiblemente sea una eminencia en el aire pilotando aviones, pero me pregunto
qué sabrá de la problemática de la Guardia Civil y de la lucha antiterrorista.
Sinceramente, con la entrada de Bono me he llevado una gran desilusión. De todas
maneras le he enviado mi libro dedicado y le he ofrecido mi experiencia
desinteresadamente. Creo que poco a poco irá aterrizando, recibiendo informes y
se dará cuenta entonces de lo que tiene entre manos. ∆