Cada vez que una mujer,
cualquier mujer de este planeta, luche por su dignidad, porque se la
respete, porque se la reconozca, daremos un paso más en la auténtica
historia de la especie humana. |
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FEBRERO 2004
LA NUEVA ENCICLOPEDIA FEMENINA
POR ELENA G. GOMEZ
E s curioso pero cuando me puse delante
del folio en blanco, lo primero que me vino a la mente y que escribí fue un
título: "Enciclopedia de la mujer". Inmediatamente lo taché porque me
recordó unos libros antiguos que llevaban ese título y que sin duda fueron
escritos por algún machista de los que poblaron y pueblan nuestra sociedad.
Aquellos libros escritos por hombres, para las mujeres, rezumaban
servilismo, represión y prepotencia masculina, sencillamente porque todo
giraba sobre lo mismo: preparar a la mujer para servir a su marido, a su
padre o a sus hermanos.
Y en el fondo todo se puede entender si partimos de la base de que esta
sociedad está creada y regida desde la miope visión masculina, aunque para
hacer justicia hay que reconocer que a lo largo de la historia siempre hubo
alguna mente masculina lúcida e inteligente que supo ver la verdadera
importancia de la mujer, pero ésos, una minoría, tuvieron que dejar su
mensaje escrito y oculto, conocedores quizá de que algún día la humanidad
estaría preparada para poner las cosas en su sitio. Pero la realidad es que
frente a esa minoría, el resto de los hombres aceptaron y fomentaron, sobre
todo desde las distintas religiones, que la mujer había sido creada para
servir al hombre y durante mucho tiempo fue sometida y condenada a la
ignorancia y a la represión.
Y desde la ignorancia y represión las mujeres, con sus vidas, escribieron
toda una enciclopedia que va desde la A, de ablación, o lo que es lo mismo,
la castración del placer sexual, (tal vez porque los hombres tenían miedo de
descubrir que la mujer es sexualmente mucho más activa y creativa que ellos
y que hay muy pocos hombres que sean capaces de darle realmente placer),
hasta la Z de zorra, (término que se utiliza despectivamente cuando una
mujer no se somete a la voluntad de su marido y deja en evidencia que es más
inteligente que él), pasando por la U de utilizadas, la I de ignoradas, la M
de martirizadas o la S de silenciadas.
Y es que en el fondo ellos, los hombres, los que quieren mantener el poder a
toda costa, saben que sólo tienen que hacer dos cosas, la primera dominar y
controlar a la mujer, la segunda predisponer a la mujer en contra de otras
mujeres, mostrándole que todas son sus enemigas, todas sus adversarias en
una lucha (lógicamente porque el hombre sólo conoce de luchas) por el
hombre. Esa es su filosofía y la filosofía que durante mucho tiempo
demasiadas mujeres también se creyeron.
Pero ahora los tiempos han cambiado y por mucho que a la mujer le hubieran
intentado quitar sus derechos, engañada con falsos sermones, asustada con
castigos divinos, la mujer fue haciendo otra enciclopedia, y para ello usó
la tinta de su sangre y escribió sus ideas en el mejor papel del mundo, sus
genes, y de esta forma en silencio y con su propio sacrificio, fue creando
una nueva criatura, una criatura que llevó oculta en su interior, una
criatura poderosa y distinta.
Y en la nueva enciclopedia que corre por nuestra sangre los significados de
las letras son muy distintos, y el trabajo que, oculto y en silencio, muchas
mujeres hicieron, ahora, nosotras, debemos de llevarlo al exterior y con él
demostrar la auténtica mujer, la auténtica energía femenina que no solo
dejará libre a la mujer sino también al hombre.
Y en nuestra nueva enciclopedia de la vida la I, de ignorancia, está
transformada y se lee como I de inquietud, porque lo que se mueve dentro de
la mujer es una constante necesidad de conocer todo lo que la rodea. Y
también, en la enciclopedia, existen otras letras que ya tienen forma y
color. Existe la S, de Superación, porque la mujer sabe que es ilimitada y
que si quiere salir del engaño construido no puede admitir la limitación.
Está la M, de Movimiento, porque la nueva mujer es consciente de que uno de
los mayores enemigos es la inercia, la que hace que cada día sea igual,
monótono, gris, por eso sabe que en ella, como en la creación, todo está en
constante renovación y cambio. La F, de Fuerza, porque la fuerza de la mujer
no es una fuerza bruta sino una fuerza profunda, interna, poderosa, que la
hace superar y remontar los momentos más difíciles, que la hace no detenerse
ante nada ni ante nadie. La A, de Aventura, porque la nueva mujer es una
aventurera, le gusta descubrir los espacios nuevos, entrar en los mundos
desconocidos, saltar al vacío y descubrir lo que en él hay. La D, de
Decisión, porque sabe que no puede detenerse ante nada, porque necesita
buscar más allá del límite por el hombre establecido, porque en el fondo
sabe que cuando ella decide algo nada la puede detener.
Y todo ello basado en la única letra que el hombre nunca pudo quitar y fue
la S, de Sagrada. Porque la mujer no fue creada de una costilla de Adán, ni
tampoco salió del hombre, ni fue posterior a él, y estoy segura de que algún
día se podrá saber realmente cual fue el origen de la mujer y que éste no
tiene nada que ver con lo que hasta ahora nos contaron.
Pero no nos confiemos, aún quedan muchas letras de la enciclopedia por
conquistar.
Y cada vez que una mujer diga NO a las normas impuestas o a aquellos que
tratan de que ella sea lo que los demás quieren o esperan de ella, y no lo
que ella desea ser, cada vez que una mujer, cualquier mujer de este planeta,
luche por su dignidad, porque se la respete, porque se la reconozca, daremos
un paso más en la auténtica historia de la especie humana. ∆ |