De repente entendí porqué
los políticos niegan cualquier tipo de crítica con una sonrisa, y dicen:
eso son cuatro exaltados. Porque han cogido técnicas de multinacional (con
déficit cero), y les funcionan. |
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ENERO 2004
AGRADECEMOS SU COMPRENSION
POR ELENA F. VISPO
Hace
poco tuve un problema con mi cuenta de correo en internet. Resulta que
tenía una normalilla, gratuita, que funcionaba estupendamente, y un buen
día decidí que necesitaba más capacidad, y que lo mejor era pagar para
ampliar la mía. Y allá fui: seguí paso por paso las instrucciones, les di
mi número de cuenta y ellos rápidamente se cobraron lo que se tenían que
cobrar. Y, acto seguido, yo me quedé sin correo electrónico.
Bueno, no me quedé sin él, podía recibir pero no mandar correos con
información adjunta, que era precisamente el motivo por el cual había
pagado: para poder mandar lo que me diese la gana. Así que me puse en
contacto con ellos para protestar, pero esto ya no fue tan fácil como
ponerme en contacto con ellos para pagar. Porque si los anuncios de
"¡Consiga capacidad extra!" estaban por todas partes, el de "Contacta con
nosotros" parecía misteriosamente perdido. Así que media hora y unas
cuantas páginas web después encuentro una dirección que es posible que se
parezca a lo que yo estoy buscando. Les mando un correo y me prometen que
contestan en menos de 24 horas. Dos días después, sin respuesta alguna,
les bombardeo en todas las direcciones que encuentro (no por mala leche,
bueno, un poco sí, pero es que el tema estaba tan poco claro que no sabía
si estaba contactando con el servicio técnico o con el zoo de Madrid). Me
contestan y me dicen que defina el problema. Normal, ya que en los últimos
mensajes había dejado de lado el problema en sí para dedicarme a
amenazarles con demandas en Consumo. Defina el problema, ya que como hemos
introducido mejoras en nuestra web, a lo mejor se nos ha atascado algo.
Vivan las mejoras.
Bien. Defino el problema y me contestan diciendo que es cosa mía, y que
borre mis archivos temporales. ¿Mis qué? Dudo si avisarles de que están
hablando con una semialfabeta informática, pero me lo pienso mejor. Hay
gente que ve su correo desde mi ordenador sin ningún problema. ¿Por qué
tengo que borrar yo nada? Les transmito mis dudas razonables y me
contestan amablemente que estoy en mi derecho de no borrar nada, pero que
entonces no pueden ayudarme. Y que si quiero consultar mi correo
electrónico "lo haga desde otro PC". Y adiós: "Agradecemos su comprensión.
Sinceramente, Fulanito de Tal".
Y entonces me quedé muchísimo más tranquila, porque en vez de ser el
basilisco en el que me había convertido en los últimos días, de repente me
había transformado en un ser beatífico y lleno de calma, a quien no le
afectan las vicisitudes de la informática. Si me agradecen mi comprensión
es que no soy una borde y una desagradable, sino una persona encantadora
que encaja con una sonrisa las dificultades de la vida. He pagado un
dinero que no me sirve para nada pero, oye, soy comprensiva. Eso no tiene
precio.
Y de repente entendí por qué los políticos niegan cualquier tipo de
crítica con una sonrisa, y dicen: eso son cuatro exaltados. Porque han
cogido técnicas de multinacional (con déficit cero), y les funcionan.
Cuando empezó la guerra en Irak, a pesar de las manifestaciones en contra,
hicieron lo que les dio la gana sin mayor complejo. Ahora que no hay
guerra hay más muertos que antes, pero aquí no protesta ni el gato (para
lo que sirvió antes), así que nuestros políticos están contentos. Si ya
les comprendíamos cuando les gritábamos debajo de la nariz, cuanto más les
comprendemos ahora que nos quedamos en casa viendo las noticias y
apretando los dientes. Les comprendemos, y ellos nos los agradecen
sinceramente.
Por cierto, mi cuenta de correo al final funciona. Un amigo que sabe de
informática se rompió un poco la cabeza y me dio una solución eficaz ¡sin
tener que borrar los puñeteros archivos temporales! Así que les he mandado
un mensaje a los del servicio técnico: no agradezcáis mi comprensión,
porque no la tenéis. Y ahora que ya he arreglado el problema sin vosotros,
voy a disfrutar de vuestros servicios, pero en cuanto tenga que renovar la
cuota, me habéis visto el pelo.
En cuanto a los otros, que parecéis la multinacional Estado de Bienestar
S.A., lo mismo os digo. Os quedan unos meses para hacer lo que os dé la
gana, pero este año se os acaba la cuota. La mía, por lo menos. ∆ |