Gracias al cambio
climático, que está en boca de todos excepto en la de los gobiernos,
muchos de nosotros moriremos de calor, de frío, por los efectos de alguna
catástrofe natural como un terremoto o erupción de volcán. |
|
SEPTIEMBRE 2003
QUE CALOR
POR ELENA F. VISPO
E l hombre es el único animal que
tropieza dos veces con la misma piedra. O tres, o cuatro, o las que hagan
falta. Si se trata de las vacaciones, tropieza un número de veces
proporcional a los años que tenga. Eso si tiene suerte y no le toca pringar
y quedarse en casa trabajando o estudiando lo que no estudió durante el
curso.
En cualquier caso, independientemente de lo que haya que hacer,
prácticamente todos hemos tenido ánimo vacacional: ganas de relajarnos, de
desconectar de la rutina diaria y de dedicarnos a otros menesteres más
enriquecedores, según lo que cada uno entienda por eso. Así ocurre todos los
años, más o menos al principio del verano.
Pero ahora que se acaba el buen tiempo voy a proponerte, amable lector, un
acertijo: ¿qué palabra ha sido la más pronunciada en España en estos días
pasados? Yo no puedo demostrarlo estadísticamente, me temo, pero me juego un
brazo a que la respuesta es CALOR. Porque, amigo mío (o amiga), si no te
falla la memoria en las distancias cortas, este verano hizo un calor que te
cagas. Y el problema no fue ése, ya que lo lógico es que en agosto suban las
temperaturas, sino que todo el mundo pretendió seguir la vida como si no
pasara nada, aún a pesar de que se podían freír huevos en el asfalto.
Es decir, que como en agosto toca playa, venga playa, con más de cuarenta
grados a la sombra, pero hay que torrarse al sol lo mismo. La peña palmando
por el calor y un montón de gente tirada en la arena dispuesta a coger el
moreno al precio que sea. Porque, como bien se ve, fardar de moreno en
septiembre debe de compensar un cáncer de piel. Eso supongo yo viendo los
informes de Turismo, que estarán maquillados pero no tanto.
El número de muertos aumentó una barbaridad, así que los tanatorios estaban
saturados, los ataúdes que se acababan y los fabricantes de ataúdes de
vacaciones porque sí, porque así ha sido siempre, cuando si hubieran abierto
la fábrica y cogido vacaciones en otro mes que no fuera agosto, podrían
haber hecho precisamente eso, el agosto. Imagínate que hubo quien se tuvo
que conformar con un ataúd normalillo, pongamos de madera de pino, cuando la
familia del finado hubiera pagado gustosamente uno de súper lujo, de roble
canadiense con acolchado extrafuerte (igual digo una burrada pero no estoy
muy puesta en la última moda postmortem). La de pasta que se hubieran podido
sacar alterando un poquitillo el ritmo habitual.
Las tiendas quejándose de la falta de clientes, porque claro, quién va a
salir de compras a las cinco de la tarde con semejantes temperaturas. Pero
si esto es así, ¿por qué no abrir más tarde? Pero no, no se puede, así que
el pequeño comercio ha pasado un agosto de perros, mientras los grandes
centros comerciales estaban repletos, más que nada por el aire
acondicionado.
A todo esto, Ecologistas en Acción animan a que cojamos el informe de
evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático del año
2001, donde parece ser que se describe "milimétricamente" todo lo que nos
está pasando. Ni Nostradamus, oye. Avisados estamos. Pero aún así no creo
que pase nada, porque visto el comportamiento durante una simple ola de
calor, no me quiero imaginar que venga por ejemplo una glaciación. Mientras
todos los animales emigrarían al sur, como manda la lógica y aconseja la
historia del planeta, nosotros seguiríamos yendo a trabajar como si nada
pasara y moriríamos congelados a costa de no cerrar el chiringuito. Gracias
al cambio climático, que está en boca de todos excepto en la de los
gobiernos, muchos de nosotros moriremos de calor, de frío, por los efectos
de alguna catástrofe natural como un terremoto o erupción de volcán, o
incluso tendremos bajas por estupideces tipo construir el chalet en el cauce
de un río seco y esperar que no venga ninguna riada o gota fría, que es por
cierto lo que toca este mes.
Así nos va. Pero por lo menos el calor va pasando, qué alivio. Algo es algo.
∆ |