Después de quince años dedicado al periodismo
económico, Miguel Janer confiesa que en ese mundo se dicen muchas cosas a
medias o entre líneas. "A mí, como a otros compañeros de profesión, se me
han quedado muchas historias en el cajón del director". Por eso acaba de
publicar "Todo queda en familia", o cómo un grupo de elegidos -con nombres
y apellidos- controlan desde hace más de cien años, la economía en nuestro
país. Pasen y vean.
"En todos los países donde
existen grandes monopolios públicos, los precios están marcados por un
pequeño grupo de personas, aunque sea algo que va contra la libertad de
mercado."
"El mercado de la vivienda en
España está controlado por los políticos y por las grandes inmobiliarias."
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Texto: Mariló Hidalgo / Fotos: Jesús
MaquedaAnte
todo Miguel Janer quiere dejar claro que no se trata de un libro de denuncia, ni
un manifiesto, ni quiere ir contra nadie. Sólo habla de lo que está ahí, al
alcance de cualquiera y que constata el hecho de que "en España, las grandes
empresas están en manos de los de siempre. Algo que no ocurre en otros lugares
del mundo". Un grupo de elegidos que por su linaje o filiación política
controlan en la actualidad bancos, constructoras, compañías eléctricas, etc.
Pero nada mejor que un ejemplo -propone Janer- para introducir al lector en esta
realidad. Al final, cada uno que saque sus propias conclusiones.
"Si usted sale de casa con los ojos vendados -acompañado, evidentemente, por
algún amable amigo o pariente que se preste a hacer una prueba de este tipo y
evite, cogiéndole del brazo, que se despeñe por las escaleras-; con la tarjeta
de crédito en ristre y se dirige hacia un cajero automático para sacar dinero,
tiene una posibilidad entre siete de terminar ejercitando la condición de
cliente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). Lo mismo le sucederá si
intenta conseguir un crédito, o abrir una cuenta corriente para domiciliar su
nómina, o suscribir un plan de pensiones. Pero hay mucho más.
El banco controlado hasta hace bien poco por un puñado de afortunadas familias
vascas, la llamada oligarquía de Neguri, está más presente en su vida de lo que
usted cree. Cuando, al despertarse por la mañana, enciende la luz de su casa
para dar los buenos días a sus hijos, tiene una entre tres posibilidades de
encontrarse con el BBVA: el banco es uno de los principales accionistas de
Iberdrola, la segunda mayor empresa eléctrica española. Y cuando usted abre el
grifo de agua caliente tiene casi un cien por cien de posibilidades de volver a
encontrarse con el banco de marras. Da igual que caliente su casa con gasóleo
que con gas natural: el BBVA es uno de los accionistas que más mandan tanto en
Repsol -empresa que controla el 80% del mercado de combustibles en España- como
en Gas Natural -que domina el 90% de su mercado-. Y lo mismo ocurre si enciende
la tele -el banco participa accionarialmente en Sogecable, compañía propietaria
de Canal +,- o decide viajar en avión -el BBVA es uno de los mayores accionistas
de Iberia".
-En el libro incluyes un organigrama con los nombres de las familias que
dirigen los grandes bancos, que curiosamente son las mismas que poseen el
control de las compañías eléctricas, de telefonía, combustible, las
constructoras, etc. ¿Son ellos quienes realmente dirigen el país?
-Económicamente sí, y te voy a decir por qué. Si cuando termina un trimestre la
economía ha crecido un 2%, eso es porque la estamos sacando adelante tú y yo. La
economía real española es la Pyme, la pequeña y mediana empresa; aunque luego,
son las grandes empresas las que controlan los sectores básicos para el
desarrollo de la economía normal. Las tarifas eléctricas, telefónicas, los
precios de la gasolina o de los productos básicos de consumo, los deciden entre
cinco o seis personas. Un ejemplo. La SEPI, que es la Sociedad Española de
Participaciones Industriales -antiguas empresas públicas- ha privatizado dos
empresas en el último medio año: Transmediterránea -posee el monopolio entre la
costa del Mediterráneo y las Baleares- y ENA, Empresa Nacional de Autopistas.
Pues bien, la primera ha ido a parar a un grupo donde está Abel Matutes,
ex-ministro, empresario superconocido del PP y muy ligado a Aznar. La segunda
está en manos de Juan Abelló, consejero del Banco Santander, muy bien
relacionado con el PP. Es sólo un ejemplo de esta red de poder que domina la
Gran Economía, donde por supuesto está incluido el sector inmobiliario.
-Es decir, ellos también marcan el precio de la vivienda.
-El mercado de la vivienda en España en parte está controlado por los
políticos, a los que les interesa tener en sus manos ese poder. Y luego por las
grandes inmobiliarias, que están haciendo el agosto porque consiguen los grandes
proyectos dependiendo de la cercanía al concejal de urbanismo de turno. En la
actualidad, diez empresas están decidiendo por ejemplo, el precio de la vivienda
en Madrid. Cada vez que se produce una explosión del precio de la vivienda -como
está ocurriendo ahora-, se produce una explosión paralela de los beneficios de
las inmobiliarias que están dirigidas -las cinco principales- por los mismos
apellidos que están al frente de los bancos, las eléctricas...
-¿Qué relación tiene este grupo de "elegidos" con el poder político?
-El fenómeno es curioso porque cuando un partido llega al poder -primero el
PSOE, luego el PP-, las relaciones al principio son distantes. Son los políticos
los que intentan acercarse al poder económico. Pero en esta segunda legislatura
del PP ya existe una perfecta convivencia, ¿por qué? Cuando Aznar llegó al poder
en 1996 en la primera legislatura dijo que iba a liberalizar todo: el suelo,
petróleo, electricidad, telecomunicaciones, etc. ¿Y qué pasó? Pues que a medida
que ha ido teniendo más poder, se ha visto con más libertad y ha ido otorgando
más peso a sus amigos. ¿Que quiénes son?. Los de siempre, los que tienen el
dinero y el poder económico. A partir de ahí comienza una convivencia entre
ambos poderes, que se va haciendo más estrecha hasta el punto de que se ha
acabado la liberalización en España y ya no se abren los mercados. Este
acercamiento entre ambos poderes -político y económico- es por dos razones: a
los políticos les viste mucho tener poder económico y, en segundo lugar, a los
políticos el poder económico les financia las campañas.
-Hay sectores que ya han sido liberalizados en nuestro país (electricidad,
gasolina, teléfono), pero la realidad es que el consumidor aún no se ha podido
beneficiar de ello porque prácticamente no existe competencia. Los precios, en
muchos casos, se han incrementado y los servicios se han deteriorado. ¿Quién ha
salido ganando entonces?
-Toda la vieja Europa funciona así. En todos estos países donde existen
grandes monopolios públicos, los precios están marcados por poca gente, aunque
sea algo que va en contra de la libertad de mercado. A pesar de que nos digan
que, por ejemplo, los precios en las telecomunicaciones han descendido en los
últimos años, la realidad es que lo han hecho a golpe de decreto, por directa
intervención del Gobierno porque no quería que se incrementase la inflación. No
ha sido en base a la libertad de mercado que dice que el precio se forma de la
conjunción de la oferta y la demanda. Y yo pienso que todo lo que sea
entrometerse en ese sistema, funciona mal a largo plazo. Los precios de la luz,
el gas, agua, teléfono, gasolina... en España están todos intervenidos. Nos
dicen que vamos creciendo, funcionando, pero la verdad es que vamos renqueando.
Por ejemplo, Telefónica ha perdido un billón de pesetas en el año 2002. Se ha
cargado en un año, la gestión pública y las reservas acumuladas por los
accionistas durante diez años. ¿Que quién ha salido ganando? Pues en España,
toda la gente que pivota alrededor de los grandes sectores públicos. Personas
que están al mando de esas empresas no por el bien del Estado, como ocurre en
otros países -Francia o Alemania-, sino por el bien y beneficio de sus familias.
La construcción de autopistas se las reparten entre cinco empresas conocidas por
todos, y lo mismo ocurre en otros sectores.
-Comentas que dentro de este grupo de elegidos pertenecientes a las grandes
familias de España -Ybarra, Rato, Botín, Alierta, Cortina, Entrecanales,
Koplowitz, Oriol, etc -la llegada de una persona como Amancio Ortega y su gran
invento, Zara (grupo Inditex) ha sido toda una excepción.
-Ésa es la excepción que confirma la regla. Si en España existen 35 grandes
empresas que están en manos de las mismas familias desde hace casi 100 años, ahí
está Amancio Ortega con Inditex. Un hombre con una visión diferente, listo, que
llega, rompe y además no pertenece a ninguna de las grandes familias. Otros,
como Mario Conde, Ruíz Mateos, De la Rosa... se quedaron por el camino. Todo
esto confirma la tesis que expongo en el libro: jugar puede jugar cualquiera,
pero en primera división, sólo los elegidos, los de siempre.
-¿Cómo se te ocurrió escribir un libro así, hablando de los poderosos con
nombres y apellidos, y de cómo manejan el país?
- Llevo quince años trabajando en el periodismo económico y en este mundo se
dicen muchas cosas a medias o entre líneas. Así que pensé que la manera de sacar
a la luz esto era a través de un libro como éste que no es de economía, sino de
sociedad, de historia, de divulgación económica y crónica periodística. Por otro
lado, es un libro respetuoso. Hablo de todos ellos, de sus historias, pero con
respeto. Creo que simplemente han sabido aprovechar cómo funciona este sistema:
a base de amigos políticos, de buenos contactos y de buenas familias.
-¿Has recibido algún tipo de comentario o crítica?
-No, como te digo les respeto. Eso sí, en un gran grupo de comunicación han
prohibido las reseñas de mi libro, pero en general la gente se ha portado bien
conmigo. ∆
El libro de Miguel Janer, "Todo queda en familia" editado por La Esfera de
los Libros va por su segunda edición. |