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SEPTIEMBRE 2003
LA BIBLIOTECA DE LA
VIDA
U n día el Creador, el Uno, soñó. En su
Sueño vio una Creación diferente, y en ella visualizó a una criatura
diferente. Decidió hacer una criatura a "Su Imagen y semejanza", es decir,
construir alguien igual a sí mismo.
Pero si hacía algo así, el resultado final sería un Dios, y ello significaba
que iba a depositar en el interior de la nueva criatura todo el Poder que
él, como Creador, conocía y manejaba.
La idea era buena y era posible, pero era peligrosa. Muchos seres, muchas
criaturas, anhelaban ese poder, y si caía en manos equivocadas podría
acarrear la destrucción de todo lo creado, de la vida misma.
Entonces pensó que el mejor sitio para ocultar las claves del poder, los
secretos de la creación, era el interior de la nueva criatura, en lo más
profundo de sí misma. Además, dotó al sistema de un mecanismo que solo
funcionaría si el buscador, el viajero interesado en el poder, cumpliera
determinados requisitos, o sea, manejara conscientemente determinadas
energías que serían como llaves que irían abriendo puertas que conducirían
al encuentro final.
Así, el Uno, el Soñador, diseñó el código genético. Para ello, creó los
genes como claves matemáticas de la vida, dotando a cada gen de una parte
del Todo, combinándolos de forma sabia para crear distintas cadenas que,
combinándose entre ellas, formarían a su vez entramados vivos, poderosos,
verdaderas "bibliotecas" que almacenarían todo el conocimiento, todas las
claves del Origen y el Fin de la Vida, todos los secretos de la criatura más
valiosa de la creación, el hombre, imagen fiel de su Creador.
Y todo ello lo hizo el Uno manejando el poder de Su Mente, y a la vez,
depositando ese poder en el interior de los genes.
Y en la Mente del Uno, del Creador, el proyecto existe fuera del tiempo,
mientras que en el tiempo continúa su desarrollo progresivo, lento,
complejo, pero firmemente dirigido hacia el fin, que no es otro que el
nacimiento del hombre-Dios.
Así, en el código genético, está escrita la historia de la existencia, el
principio, el fin y el desarrollo del Sueño del Uno, su Poder, pero a la vez
está oculto a las miradas interesadas de los que desean ese poder para
convertirse en dueños del mundo.
El Uno sabía que el hombre, en pleno desarrollo de sí mismo, buscaría el
poder fuera, por eso lo ocultó dentro.
Y la historia de esta humanidad es un constante restablecer el equilibrio
entre dentro y fuera. El hombre, en su afán por poseer más poder, provoca la
destrucción fuera. El Uno, desde su necesidad de orientar al hombre, envía
periódicamente a emisarios para guiarle hacia dentro, hacia la búsqueda de
sí mismo, al encuentro de su verdad, de su origen, del sentido de su
existencia.
Pero, independientemente del comportamiento del hombre, el mensaje, el
mandato incorporado en los genes, continúa realizando su labor, porque los
genes son "vidas" programadas por el Creador y que sólo obedecen a su Ley,
aunque a veces la mano del hombre pueda alterar temporalmente su
comportamiento.
Cuando el hombre haya traspasado definitivamente las puertas de la Unidad
Universal, utilizando la llave del Amor, cuando haya comprendido, asimilado
y utilizado las claves ocultas que se encierran en la Energía del Amor,
entonces entrará en las aulas de la Mente, comenzará a conocer sus
misterios, podrá acceder al conocimiento oculto en los genes, podrá empezar
a saborear el Poder de la Mente del Uno.
Cuando así ocurra estará mas cercano a la culminación del Sueño, de la Idea
inicial, y podrá decir "yo y el Padre somos Uno".
Entonces se habrá convertido en un Dios y tendrá acceso pleno a los
misterios de la Vida, hoy ocultos en el Código Genético, la caja fuerte del
Soñador. ∆ |
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