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OCTUBRE 2003
CUMPLEAÑOS
C umplimos 10 años. Es curioso, al
mirar hacia atrás no se ve tiempo, sino espacio. Hemos recorrido un espacio.
Día a día, mes a mes, año tras año, hemos vivido intensamente el desarrollo
de una idea, de un proyecto. Y como lo hemos hecho con fidelidad al objetivo
inicial, la sensación es caminar hacia un fin, hacia algo que desconocemos
pero que existe ya en algún rincón de la mente.
Diez años, para nosotros, no es una medida de tiempo, sino una recopilación
de vivencias, de esfuerzos, de ilusiones.
El tiempo queda reducido al instante, al día a día, como un movimiento
uniforme que nos traslada por un espacio sin descubrir, donde la vivencia es
la aventura cotidiana por realizar nuestro sueño. Y también por compartirlo.
Porque compartir el sueño es hacer partícipes a los demás de ti mismo,
envolverles en la ilusión de la aventura, contagiarles de lo que es posible
en medio de tantos imposibles.
Y eso es Fusión, un sueño imposible que se ganó el derecho de ser real. Como
Pinocho. Y hoy es real. Pero no porque cumpla 10 años, sino porque es algo
que tiene vida propia, que llega adentro de los lectores, que no deja
indiferente a nadie. Los 10 años son sólo una referencia.
Pero tal vez lo más importante, que a la vez constituye la esencia de la que
se nutre Fusión, es que todo el equipo que lo hacemos posible somos también
Fusión. No es algo ajeno a nuestras vidas, no son palabras más o menos
acertadas, no son ideas o puntos de vista vertidos al azar. Fusión es la
prolongación de nuestras vidas, tal vez la consecuencia traducida en un
lenguaje comprensible para los lectores.
Si cada día es más difícil decir lo que se piensa y no perecer en el
intento, mucho más lo es ser coherente con lo que se dice, es decir, vivir
sin que exista desarmonía entre lo que piensas, lo que dices y lo que haces.
Entendemos que ser consecuente con uno mismo es imprescindible para estar
realmente vivo, porque sólo siendo auténtico puedes levantarte todos los
días y sentirte vivo, aunque ello te suponga algún que otro problema.
Pero... ¿es que hay algo que no tenga un precio?
Muchos lectores se sorprenden de que hablemos tan claro, de que pongamos en
nuestras páginas lo que ellos piensan y no se atreven a decir, pero...
¿acaso el periodismo es otra cosa?
Si este planeta, si esta humanidad tiene alguna esperanza, ésta dependerá de
recuperar los valores auténticos de la vida, los principios que para
nuestros antepasados fueron sagrados y que el hombre se encargó de
pervertir.
Y decir lo que verdaderamente se piensa, respetando las opiniones de los
demás, es uno de esos principios.
Nadie es peligroso por decir lo que piensa, sólo cuando lo que piensa choca
contra los intereses de los que quieren esclavizar a los demás. Pero la
esclavitud va en contra del derecho a la libertad, y decir lo que se piensa
construye libertad.
Fusión es diferente porque se alimenta del sueño de un mundo diferente, un
sueño fuertemente anhelado por millones de personas de buena voluntad, un
sueño que es real y que debemos traducir en hechos, en ideas, en valores.
Ahora cumplimos 10 años, un número que encierra magia y poder, un instante
en la existencia, un espacio lleno de tantas cosas que resultaría imposible
describirlas.
Es un buen momento para soñar nuevas ideas, nuevos objetivos, porque el
camino se ensancha y la línea del horizonte parece alejarse, mostrándonos
que nada tiene límite, que en el sueño no hay barreras, ni fronteras, ni
miedos, sólo cumbres que escalar, y cada vez más altas.
Seguiremos fieles a la idea original, llamando a las cosas por su nombre y
hablando de aquello que sólo interesa a los que piensan en libertad, a los
que no se los tragó el sistema, a los que no se vendieron, a los que aman la
verdad.
Fusión cumple 10 años, pero no es una medida de tiempo, tan sólo una porción
de espacio recorrido con ilusión.
Gracias a todos los que nos apoyáis con vuestra energía.
No os defraudaremos. ∆ |
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