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MARZO 2003

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CONVIENE REPASAR ANTES DE SEGUIR

CONVIENE REPASAR ANTES DE SEGUIR

Ya son muchos los que se preguntan si será mejor un mundo con Saddam o un mundo con Bush, si es más peligroso el terrorismo que supuestamente apoya Saddam que la ambición desmedida y enfermiza del clan Bush.


A veces ocurre que el tiempo distorsiona la visión real de las cosas y entonces es conveniente pararse, mirar hacia atrás y hacer un repaso para situarse y saber dónde nos encontramos y qué hacemos ahí.
Y este es un momento ideal para revisar las ideas en medio de tanta palabrería, porque existe mucho ruido y el ruido es el enemigo de la razón.
Para situarnos en escena, tenemos que remontarnos a la inconclusa guerra del Golfo, donde Bush padre presumió de una rotunda victoria pero que luego se vio que no fue tanto, es más, no quedó plenamente satisfecho.
Luego, más adelante, Bush padre, otra vez él, planifica una estrategia para colocar a un hijo suyo en la presidencia y poder así acabar lo que había empezado. Así que ayudado por las multinacionales y tras unas escandalosas elecciones, que el pueblo americano se tragó, aunque presuman de libertades democráticas, Bush hijo es colocado en la presidencia.
Poco a poco se va viendo la maniobra, pero se necesita un sólido argumento para lanzarse a la conquista del mundo, para imponer el "Nuevo orden mundial" que Bush padre siempre soñó.
El argumento aparece "caído del cielo", y nunca mejor dicho, con la destrucción de las Torres gemelas, episodio por cierto que quedó también inconcluso, porque la magnitud de la tragedia tapó el verdadero origen de ésta y las sospechas muy fundadas de que la administración Bush sabía más de lo que dijo y consintió más de lo que se supo.
Pero, lo importante ya se tenía, o sea, la base para lanzarse a la cruzada contra los malos, a la clasificación de los países en buenos y malos. Aún suena con fuerza la más categórica frase de Bush, en uno de sus discursos post tragedia, "o se está con nosotros o se está contra nosotros", frase que resumiría su política posterior, su ataque a Afganistán, su desprecio a cualquier opinión o crítica internacional, su arrolladora y amenazante política agresiva.
Y así llegamos a este momento, donde otro objetivo fundamental en la ambición Bush-padre, a través de Bush-hijo, se está a punto de materializar: Irak ¿Por qué? pues porque la economía yankee necesita el petróleo de Irak, porque si se domina Irak se domina Oriente medio, porque con Irak dominado e Israel de aliado, esa parte del mundo será yankee, que era el sueño de Bush-padre.
Sólo que ahora algunas cosas cambiaron. El efecto 11-S ya no pesa tanto en las mentes de los aliados. El despotismo de Bush ya ha creado efectos en países como Francia y Alemania, que lo único con lo que no comulgan es con hacer de segundones, de serviles vasallos.
Las razones fantasma para invadir Irak pierden peso y, sobre todo, la opinión pública mundial se ha movilizado en contra del imperialismo yankee.
Con todo ello, y no olvidándonos del principio de esta historia, que se remonta, repito, a la guerra del Golfo, la situación ya no es sólo guerra sí, guerra no, por lo que supone, en víctimas, una guerra, sino que lo que de verdad se trata es impedir la hegemonía mundial, la imposición por la fuerza, por la violencia, del "Nuevo orden mundial" de Bush-padre, que viene a ser algo así como lo que Hitler quería hacer, o sea, que una nación imponga sus valores, su modo de vida, su política, a todas las demás, y quien no valga, no dé la talla, o no esté de acuerdo, pues se le incluye en el "eje del mal" y se le borra del mapa.
Y todo ello utilizando la única palabra, el único argumento, que puede tocar las conciencias de todos los ciudadanos del planeta, el terrorismo.
Lo que ocurre es que ya son muchos los que se preguntan si será mejor un mundo con Saddam o un mundo con Bush, si es más peligroso el terrorismo que supuestamente apoya Saddam que la ambición desmedida y enfermiza del clan Bush.
Y hay un algo más que tiene gran peso en toda esta historia. Y es que Irak no necesita conquistas para ser un país rico, le basta con su petróleo. EE.UU. en cambio, es un país en bancarrota, y necesita con urgencia savia nueva.
Saddam es un dictador, sí, pero Bush es un monigote en manos de las multinacionales. ¿Qué es peor?
Lo dicho, no dejemos de mirar el origen de esta historia para ver con claridad por dónde van ahora los tiros y qué debemos apoyar.
Desde luego, no quiero imaginarme un mundo dirigido por el clan Bush./ MC

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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