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JUNIO  2003

LAS RECETAS DEL CUÑAO
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Tranquilos... entrad de uno en uno...

CALAMARES RELLENOS CON BUTIFARRA

Ingredientes como pá 2: 4 calamares medianos ó 2 grandes • 1 cebolla grande • 1 zanahoria pequeña por calamar • 1 butifarra grande de carne cocida • 3 dientes de ajo • 1 ramita de perejil • sal • agua

Pues sí, lo adivinasteis, ha sido un catalán el que me ha dado esta vez la receta. Se llama Jordi, pero no creáis que voy a empezar a contar chistes como ése de un tipo tan tacaño, que estaba soñando que se tomaba un café y se despertó para no pagarlo. Ni por supuesto el catalán ése tan tacaño que veía la misa por televisión, y cuando venían las limosnas cambiaba el canal.
Lo primero es limpiar los calamares, guardando aparte los sacos (calamar pelado) y la tinta. Picamos a trocitos las aletas, los tentáculos y el interior.
Jordi era cocinero, pero tan feo, tan feo, que hacía llorar a las cebollas. Recientemente le había dejado su esposa y a todo el mundo le contaba:
-Mi mujer me ha dejado...
-Tío, lo siento. Tiene que ser muy duro.
-¡Durísimo! Se fugó con mi mejor amigo.
-Qué putada, ¿no?
-Hombre... me gustaría saber algo de él, pero...
Abrimos y quitamos la piel de la butifarra. Amasamos los trocitos de calamar y la carne de la butifarra con el perejil y un diente de ajo picado finamente, para después rellenar con esa masa los sacos. Al final, cerramos la abertura con un palillo. Si sobra masa de relleno, hacemos unas pequeñas albóndigas, las enharinamos y las guardamos.
La mujer le dejó por los despistes, entre otras cosas. Hace tiempo va Jordi al doctor con su bebé en brazos.
-Doctor, mi hijo tiene seis meses y no abre los ojos.
El doctor le hace un chequeo al bebé y le dice:
-Señor, el que debe abrir los ojos es usted: este bebé es chino.
Y por la falta de tacto en sus conversaciones:
-¿Sabes que el otro día se cayó mi madre por el balcón, y ahora está en el cielo?
-¡Pues cómo rebota tu vieja!
Poner en una cazuela en trozos la cebolla, las zanahorias y los dos dientes de ajo restantes con un poco de aceite, y rehogar ligeramente. Adjuntar también las albóndigas y saltearlas. Luego añadimos los sacos de calamar rellenos, sazonamos a gusto, cubrimos con agua y ponemos a hervir hasta que ésta desaparezca. Apartar los calamares rellenos y las albóndigas en una fuente.
Antes de ser camarero, también trabajó en un Todo a cien y le echaron por no saberse los precios. Después estuvo en una tienda de ropa:
-¿Tiene trajes de camuflaje?
-Los tenía, pero no los encuentro.
En la cazuela, añadir la tinta de las bolsas de los calamares y dar un hervor. Pasar por el chino y poner esta salsa encima de los calamares y las albóndigas. Espero que os guste esta receta que he hecho pensando en Eli, una amiga a la que le encanta la butifarra, y a quien dedico este chiste para despedirnos. Un abrazo a todos.
Un vampiro llega con la boca rebosante de sangre junto a otro, que le dice:
-¿Dónde conseguiste toda esa rica sangre?
-¿Ves ese muro de hormigón que está allí?
-¡Sí!
-¡Pues yo no lo vi! .
/ El Cuñao

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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