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TEMA DEL MES - CADENA PERPETUA ENCUBIERTA

Antonio Elorza, Catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid.
"Estas medidas son un cúmulo de errores vinculados una vez más a esa postura autoritaria de Aznar con fines electoralistas"


El Gobierno acaba de anunciar que no va a admitir diálogos sobre la reinserción de etarras. Quiere poner en marcha una serie de medidas legislativas sobre el cumplimiento íntegro de las penas y la prisión mínima para los terroristas de 40 años (diez más de los contemplados en el actual Código Penal). Todo ello "con o sin el consenso de las fuerzas políticas".
Hablamos sobre el tema con Antonio Elorza, Catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid.

-Comenta usted (El País, 3-1-03) que el aumento de la condena de 30 a 40 años es en la práctica una especie de cadena perpetua encubierta y supone un retroceso en la tendencia a la humanización del Código Penal. ¿Podría explicar por qué?
-Desde los primeros códigos existe un progresivo desplazamiento de la misión de la pena como castigo a la misión de la pena como reinserción. No podemos olvidar que se trate de un delincuente o un criminal, hablamos de seres humanos y una pena de 30 años ya es una pena muy prolongada que afecta a la vida de un individuo.
Además, es curioso que en todo este debate, el Gobierno sólo se haya referido a los terroristas, olvidando a los narcos, que es un sector muy importante. Parece que en este país sólo existen terroristas. El otro día intervine en una tertulia en la que también participaba el Sr. Michavila y fue penoso hablando del tema porque no tenía ninguna idea al respecto, sólo repetía lo que supongo que previamente le habían dicho que dijera. Es lamentable que una persona así, sin ideas, llegue a ser ministro. No tiene argumentos, y eso en un tema como éste es terrible. Lo único que decía era que había que incrementar el castigo. Y esto es una lógica de antiguo régimen. Parece que sólo les mueve una estrategia de venganza y esto es lo peor que puede pasar.

- Y si a esta estrategia de venganza que comenta usted, le añadimos las últimas declaraciones del Sr. Aznar de "esto saldrá adelante con o sin apoyo"... ¿Qué le sugiere?
-Soy muy crítico con los gobiernos, porque no deseo en absoluto que obren mal en temas tan importantes. Comparar el hecho de que un etarra salga para reincidir con el hecho de que se pasee tranquilamente por su pueblo, es confundir cosas que no tienen que ver, y dejan traslucir un ánimo vindicativo que no puede ser. A mí me pueden caer mal todos los etarras no arrepentidos, pero claro, de ahí a que me oponga a que un señor que ha cumplido su pena se pasee por su pueblo y se tome unos potes con sus amigos... no tiene sentido, ni se le puede castigar por ello. El señor Aznar se tiene que dar cuenta de que con estas medidas primero, se están cargando el mecanismo de la reinserción. Y segundo, el efecto positivo de la reinserción que tanto daño ha hecho a ETA. No hay que olvidar que una de las claves de la derrota y desgaste de la organización terrorista es el temor a que su gente se convierta en arrepentidos. Si esta figura desaparece y además se empieza a exigir a los terroristas que se conviertan en colaboracionistas abiertos, es como decir que se condenen a muerte a sí mismos cara a la organización a la que pertenecen.
Por otro lado es importante que piense el Sr. Aznar que si esto prospera no le van a conceder las extradiciones así como así. En resumen, estas medidas son un cúmulo de errores vinculados una vez más a esa postura autoritaria de Aznar con fines electoralistas. Se hizo eco el éxito de Sarkozy en Francia (que se ha apropiado el discurso de Le Pen) donde ha visto que con la garrota se ganan votos, y ha decidido quedarse solo para beneficiarse de ello. Así que para quitar de la escena a Zapatero, se ha cargado el Pacto Antiterrorista y una posible cohesión frente a Ibarretxe. Aznar con todo esto está demostrando que él y la derecha en la que está inserto -de la que parecía haber salido-, no tienen remedio.

-Si el tema es tan grave como está exponiendo, ¿tiene usted alguna explicación para esta ausencia de voces críticas?
-No se la encuentro. Hay algunos líderes de opinión que sí se han pronunciado como Vázquez Montalbán o Eduardo Haro. Pero en general, hay un silencio. Yo creo que lo tremendo es que se confunde el establecimiento de penas extremadamente duras con el fin de la impunidad y no es así. Por otro lado, también quiero llamar la atención sobre el hecho de que este tipo de tendencias hacia la represión nunca se paran en el sector donde se originan. Cuando un estado comienza a ver rentable la restricción de los derechos o la aplicación restrictiva de los derechos, como sería en este caso, no se detiene ahí. Por eso es algo tan preocupante. ∆

Nota: Cuando estamos editando estas líneas el Consejo de Ministros acaba de aprobar un Anteproyecto de Ley Orgánica de Medidas Concretas en materia de seguridad ciudadana, violencia doméstica e integración social de los extranjeros. Y un segundo Anteproyecto de Ley Orgánica de Reforma de penas y delitos. Ambos supondrán la modificación de la cuarta parte del Código Penal y un endurecimiento de penas sin precedentes. El objetivo según el Gobierno es mejorar la lucha contra la delincuencia y aumentar la seguridad ciudadana. Según palabras del presidente Aznar: En 2003 España será un país mejor y más seguro gracias a estas medidas. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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