Foto: M. A. Oliva |
La
moderna
ESCLAVITUD
Uno de cada cinco
inmigrantes que llega a nuestro país lo hace en condiciones de esclavitud.
Pueden venir como empleados domésticos, para el campo o la prostitución, y
son coaccionados mediante violencia o el pago de una deuda. Su miedo a
denunciar y la falta de concienciación por nuestra parte está alimentando
una subcultura de esclavos humanos en España.
Texto: Marta Iglesias
La
información no es nueva y por eso precisamente es preocupante, porque se
sabe que pasa y no se actúa. Pero el dedo en la llaga lo ha puesto la
Coalición Española contra el Racismo, la Xenofobia y las Discriminaciones
Relacionadas (CECRA), que intenta que los ciudadanos nos concienciemos y
que el Gobierno tome medidas para impedir el tráfico de personas. El
coordinador de esta coalición de ONG, Carlos Ferreyra, tiene claro que
esta moderna esclavitud afecta principalmente a los inmigrantes: "Este
fenómeno está concentrado mayormente en todo lo que es la estructura de la
inmigración, que deviene en el tráfico ilegal de personas, el contrabando
de personas o también la entrada como turistas en el país".
-¿Crees que si hubiera más denuncias por parte de quienes sufren
esclavitud, se buscarían soluciones al problema?
-Para que exista una situación de contención de la esclavitud hay que
hacer una tarea simultánea y en múltiples frentes. Por un lado, el racismo
en la sociedad española es un elemento que condiciona esta situación, ya
que no tenemos una actitud positiva hacia la diversidad. En segundo lugar
está claro que el trabajo para erradicar la esclavitud no depende
solamente de unas convenciones internacionales, sino que es
responsabilidad civil. Y por último, creo que la denuncia por parte de las
propias personas sometidas a esclavitud moderna es muy importante, pero
muchas veces no lo pueden hacer porque, o bien sus familias son
amenazadas, o están bajo violenta coerción.
-¿En España hay suficientes medidas para luchar contra las redes de
tráfico de personas?
-No. Pero en primer lugar hay un elemento fundamental y es que este
país debe aceptar la diversidad, cosa que todavía no sucede. Además España
debe adherirse al Nuevo Protocolo de Derecho de Trabajadores inmigrantes y
sus familias, en previsión de los más de 800.000 españoles que en estos
momentos viven en el extranjero y también de los inmigrantes que llegan
aquí. Y en ello tienen que participar todos los sectores sociales
involucrados, que no solamente son los cuerpos de seguridad, sino también
la sociedad civil, las ONG y los grupos de afectados.
-Pareces centrarlo todo en el racismo que tenemos en España...
-El racismo es un elemento fundamental, pero no es el central. Porque
hay otra limitación de actuaciones por parte del Estado y de la sociedad
civil que hacen que esto sea posible. Te hablo de muchísimas ONG españolas
que trabajan en los países de donde procede la esclavitud, y que en vez de
limitarse a gestionar proyectos de inversión, como construir hospitales,
tendrían que trabajar activamente para disuadir a las personas de que no
se sometan a estos tráficos ilegales de humanos, y trabajar con ONG
locales denunciando también la presencia de estos traficantes en el país
de origen, así como nosotros debemos hacer aquí en España. El gobierno,
por su parte, debe aceptar que España ya es diversa y acatar las
recomendaciones internacionales.
-Dentro de las medidas del gobierno, ¿por qué crees que elige potenciar
la seguridad y aislar el país en lugar del diálogo intersocial que
vosotros proponéis?
-Yo creo que hay un error en conceptuar lo que significa hoy este proceso
de globalización, que es un proceso en el cual se han liberado los
movimientos de capital, los movimientos de bienes y servicios, pero no se
ha liberalizado el movimiento de personas. Un gobierno como el actual, que
habla siempre del desarrollo del país, comete un error estratégico al no
tener en consideración la diversidad de España y la necesidad de
inmigración . Esto de que realmente Europa está siendo invadida es un
concepto que surge claramente de un interés xenófobo en algún sector del
gobierno. ∆ |