
Me gustaría ser mujer para
ser del todo.
Me gustaría ser justo en la medida de la capacidad de justicia de que
somos capaces los hombres.
Me gustaría... |
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ANUARIO DE PETICIONES
POR JOSE ROMERO SEGUIN
M e gustaría ser un día cualquiera, sin
agobios ni pretensiones, un día que sea sólo eso, un día. Un día que se
pasea por las cosas con la parsimonia y suavidad con que se despereza un
gato de angora.
Me gustaría ser dios para clausurar el infierno, y satán para hacer lo
propio con el cielo.
Me gustaría ser huérfano de dioses y diablos para así ser reconocido como
hermano por todos los hombres de la tierra.
Me gustaría ser viento para soplar las cometas de los niños y las hierbas
del pastizal.
Me gustaría ser nube, para ser también dragón y mariposa gigante, y hacer
pestañear al sol a media tarde.
Me gustaría no ser nadie para así ser de verdad yo, y yo sólo conmigo, ser
de verdad para ti.
Me gustaría asustar al dogma, con una duda, y a la duda con una certeza que
sin ser absoluta sea realmente hermosa.
Me gustaría ser una gaviota para saber disfrutar del privilegio de surcar en
un vuelo la grandeza del mar y el cielo, y también, la humildad de los
basureros.
Me gustaría no ser nunca imprescindible, y no ser por ello indiferente a la
llamada de aquellos que me necesiten.
Me gustaría que las hadas madrinas vistieran de calle, y los ángeles
trabajaran para instituciones penitenciarias.
Me gustaría ser un ejército de sombras chinas sobre la pared de la soledad,
para deleite de solitarios.
Me gustaría saber qué soy para no avergonzarme ni escandalizarme jamás de lo
que eres tú.
Me gustaría ser terrorista para asesinar la patria, cubrir el ataúd con su
bandera, y enterrarla con mis razones, antes de verme convertido en un
maldito fascista.
Me gustaría ser la memoria de un caballo para tener por recuerdo la caricia
de la brisa en el galopar de la tarde.
Me gustaría ser mujer para ser del todo.
Me gustaría ser justo en la medida de la capacidad de justicia de que somos
capaces los hombres.
Me gustaría ser lluvia para regar los campos de los que no son dueños ni de
la lluvia.
Me gustaría ser un sauce llorón en el funeral de un ecologista.
Me gustaría ser comestible para darme a los que tienen hambre.
Me gustaría ser el cántaro y la fuente.
Me gustaría ser cimiento de una catedral, raíz de un árbol, lecho de un río
y senda de los sueños.
Me gustaría ser de la materia de que está hecho el vuelo de una golondrina.
Me gustaría ser siempre el tren que llega en el corazón del que espera, y el
que parte en el del aventurero.
Me gustaría ser de verdad para que la mentira tuviera por una vez sentido.
Me gustaría ser el viaje y no el viajero.
Me gustaría ser el cuento sin final que todos quisimos que nos contaran,
cuando tuvimos miedo de quedarnos solos.
Me gustaría ser del color de tus ojos para perderme cuando me miras en tu
mirada.
Me gustaría ser un chamán sin tribu, un monje sin iglesia, un pastor sin
rebaño, un mesías sin profeta, un patriota sin patria, una fe sin religión.
Me gustaría ser el elegido para decir que no, y no tener así elección a la
hora de elegir ser yo.
Me gustaría ser quien ha de despertar los sueños en los hombres dormidos.
Me gustaría ser un reloj sin esfera, para mostrarte del tiempo el majestuoso
embrujo de su vértigo.
Me gustaría ser, si no paz, sí al menos pereza, en el corazón del guerrero.
Me gustaría ser testigo indiscreto de todo atropello y el grito que alerta
de toda injusticia
Me gustaría ser abecedario para estar en todos los versos y ser la última
letra de tu primer poema.
Me gustaría ser en los corazones de todos los que hacen realidad Fusión,
editores, escritores y lectores, un amigo agradecido de vuestro libertario
talante, inestimable tiempo y cariñosa atención. ∆ |