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El mundo del siglo XXI verá la confrontación entre dos grandes fuerzas, los que manejan el poder y los ciudadanos del mundo, sin distinción de razas ni ideologías.
Foto: Fer

DICIEMBRE  2003

2003,
AÑO DE LA DEFINICION

¿Qué está sucediendo en el Mundo?
Parece como si todo estuviera en movimiento, como si todo estuviera siendo sometido a una profunda transformación, como si el planeta fuera el campo de batalla de dos grandes fuerzas que representan el pasado y el futuro, el poder en manos de unos pocos o en manos del pueblo. Hemos querido plasmar en este reportaje la visión, desde diferentes puntos de vista, de lo que está ocurriendo y hacia dónde nos encaminamos. Estamos viviendo momentos cruciales, definitivos, como si la humanidad entera estuviera viviendo un examen a través del cual se definiera el futuro que queremos vivir. Hoy, más que nunca, el hombre es el regidor de su destino.

¿Por qué 2003 es el año de la definición...? ¿Definición de quién y ante qué?

Por mucho que se diga, el mundo ya no es el campo de batalla del capitalismo y el comunismo, del cristianismo y el islam, del norte y el sur o de la raza blanca y las demás.
El mundo del siglo XXI verá la confrontación entre dos grandes fuerzas, los que manejan el poder y quieren imponer el nuevo orden mundial, con los EE.UU. al frente, y los ciudadanos del mundo, sin distinción de razas ni ideologías, el Pueblo Universal, que se está organizando para oponer una férrea resistencia a las pretensiones de los primeros y para luchar por los Derechos Humanos, la libertad de expresión, el medio ambiente y la dignidad del ser humano.
En el año 2002, con la caída de las Torres Gemelas, se dio el pistoletazo de salida a un proyecto largamente madurado en la administración Bush, padre e hijo. Ya se tenía la disculpa necesaria, ahora sólo quedaba poner en marcha el plan. Lo que antes era la guerra contra el comunismo, era sustituido ahora por la lucha sin cuartel contra el terrorismo. Pero si el comunismo tenía una definición propia, un asentamiento, unos líderes destacados, el terrorismo, en cambio, no. Por eso hubo que inventarlos, diseñarlos a medida... ¿O ya se habían diseñado antes?
Tanto Ben Laden como Saddam fueron apoyados y entrenados por la CIA para luchar contra los rusos y contra Irán. Ahora son las bestias negras de los EE.UU, los enemigos odiados y, a la vez, ideales para justificar una cruzada internacional para "liberar" al mundo de tales demonios.
Así, la invasión de Afganistán, aún con el efecto psicológico de las Torres muy reciente, fue más o menos consentida por la opinión internacional. Pero cuando se planea la guerra de Irak, el mundo reacciona de otra forma. Se opone en masa.
Aquí surge un fenómeno que nunca se había visto, aunque ya había tenido su puesta en escena en los movimientos antiglobalización. Pero esta vez no son grupos de jóvenes los que se lanzan a la calle, sino ciudadanos de toda índole, de cualquier ideología o creencia, colectivos que representaban todas las facetas de la sociedad y que como uno solo dicen "No a la guerra".

Ante las presiones de EE.UU., ante sus descaradas amenazas, "quien no esté con nosotros estará contra nosotros", los ciudadanos se definieron y dieron la cara.

Ante las presiones de EE.UU. políticas y económicas, ante sus descaradas amenazas de todo tipo, "quien no esté con nosotros estará contra nosotros", los ciudadanos se definieron y dieron la cara con valentía y decisión.
También los gobiernos se vieron ante tal definición, pero aquí, a diferencia de lo que ocurría en la calle, hubo de todo, aunque muchos gobiernos se vieron pillados entre sus pactos secretos con Bush y la opinión de sus pueblos.
Nunca antes un acontecimiento internacional despertó tanta pasión, tanta polémica, tanta definición. Nunca antes los ciudadanos se mostraron tan contundentes, se mojaron tanto, nunca antes hubo acusaciones tan directas hacia los gobiernos, recuerden el "asesinos" que sonaba ante la presencia de cualquier miembro del gobierno Aznar.
Pero lo verdaderamente importante es que hubo una clara definición por parte de los unos y los otros. Y antes, durante y después de la invasión de Irak, el mundo se fracturó en dos grandes bandos, en dos grandes fuerzas, los que apoyan el proyecto que lidera Bush y su gobierno, que les concede carta blanca para manejar la ONU y las libertades internacionales a su antojo, y los que no están dispuestos a permitir tal golpe de fascismo.
Podemos decir que lo más importante y a la vez atractivo del año que termina, es la definición de los hombres y mujeres del planeta ante la guerra, porque la guerra es la máxima expresión del conflicto entre los hombres, de las relaciones humanas, y aglutina en sí todos los demás valores, porque cuando se llega a la guerra es porque todo lo demás ya ha fracasado o ha sido pisoteado.
Tal definición ha situado las diferentes posturas y ha sentado las bases de lo que serán a partir de ahora los acontecimientos mundiales, sobre todo porque ha sido evidente que la coalición Bush, Blair y Aznar mintieron descaradamente a sus pueblos, que la disculpa de las armas de destrucción masiva era sólo eso, una disculpa, y que tras su obsesiva persecución del terrorismo se esconden intenciones no declaradas que tienen más que ver con el "botín" del petróleo que con la "salvación" del mundo del peligro terrorista.
Los bloques ciudadanos nacidos de la espontánea actitud de decir "No a la guerra", no han caducado con el tiempo, más bien están ahí, latentes, aguardando la oportunidad de demostrar una vez más la fuerza que existe tras la unidad de las masas.
Han perdido el miedo, han superado las barreras clasistas, ideológicas y culturales. Se han cogido de la mano como uno solo ante el despotismo de los que abusan del poder y prostituyen la palabra democracia.
En este año que termina algo muy profundo ha cambiado en el mundo. Es el principio de una "rebelión" sin precedentes, de una definición marcada por la defensa de la dignidad de los pueblos, de los derechos humanos, de la verdad ante la mentira.
Es la hora del Pueblo Universal. ∆

 

Decenas de grupos en todo el mundo comprenden que tienen problemas comunes y que pueden compartir soluciones, aunar objetivos y sumar fuerzas. El poder de los ciudadanos se multiplica.
Foto: M.A.Oliva

  UNA VOZ UNIVERSAL 

Cuando el presidente Bush decidió comenzar unilateralmente el ataque a Irak, pasando por encima de las Naciones Unidas, posiblemente no había previsto que la ola de protestas de los ciudadanos iba a recorrer todo el planeta, y se iba a convertir en la mayor manifestación global de todos los tiempos. El gobierno americano continuó adelante con sus planes, pero su ceguera ha servido para destapar una fuerza inesperada que tendrá un papel que jugar en el futuro: el pueblo unido como una sola voz.

De hecho, los medios de comunicación americanos resaltaron que desde la Guerra de Vietnam no se había visto una cadena de protestas de tal magnitud. El pueblo dejó las cosas claras: no se creía los motivos para la intervención. La supuesta posesión de armas de destrucción masiva por parte del gobierno de Saddam Hussein de ninguna manera justificaba una invasión en el sentido literal de la palabra, que trataba torpemente de esconder una maniobra de evidentes móviles económicos: asumir el control del petróleo de Irak.
Millones de personas en todo el mundo tomaron las calles. Sin edades, sin ideologías, sin religión, sin clase social. Sindicalistas y amas de casa. Ancianos y jóvenes. Universitarios, inmigrantes, representantes políticos y espontáneos sin afiliación alguna. El mensaje estuvo claro: "Ni con Bush ni con Saddam". Curiosamente, las movilizaciones más numerosas tuvieron lugar en los países que apoyaron la intervención, Gran Bretaña, España e Italia. En otros lugares, más de lo mismo: Atenas y Tel Aviv, La Habana y Tokio, Buenos Aires y Beirut, Damasco y Melbourne.
¿De dónde surge una reacción popular tan masiva y tan contundente?
Hace 20 años, en una entonces desconocida selva mexicana, daba sus primeros pasos un movimiento popular que más adelante cobraría una importancia fundamental para la lucha social en todo el mundo. Se trataba del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, bajo las siglas EZLN. Diez años más tarde, la mayoría del mundo oyó hablar de ellos por primera vez. El fruto de muchos años de resistencia silenciosa salía a la luz en una revuelta armada sin precedentes. Era el día uno de enero de1994.
¿Qué diferenciaba esta revuelta campesina de otras muchas que han tenido lugar antes y después de esa fecha? El movimiento zapatista tuvo el acierto de abrirse al mundo. Hizo que su lucha se convirtiese en símbolo de otras muchas. Lanzó al globo un mensaje de reivindicación global. Rescató la utopía. Habló de conceptos universales, como paz, justicia, dignidad, solidaridad. La rebeldía de unos campesinos indígenas que comprendieron que vivían en un mundo globalizado, se convirtió en la rebeldía de todos aquellos que en todo el planeta soportaban las mismas circunstancias. Además de eso, el movimiento zapatista se alimentó de una fuerte base ideológica y filosófica que cuestionaba en primer lugar el sistema económico imperante. El neoliberalismo, la globalización cultural y económica son conceptos que poco a poco empiezan a colarse en el vocabulario de los ciudadanos del mundo. Hay que sumar la presencia del carismático Subcomandante Marcos, que sabe conducir la lucha, utiliza las nuevas tecnologías, y abre las puertas a que ciudadanos de todo el mundo viajen a Chiapas, conozcan, vean, analicen y difundan por todo el planeta lo que allí se está llevando a cabo.

"Si queremos remitirnos al origen del movimiento antiglobalización hay que remontarse a la insurgencia zapatista en Chiapas, que es de donde venimos muchos de nosotros. Ese fue el comienzo" (Pepe Mejía)

"Seattle marcó un momento importante -comenta Pepe Mejía, responsable de prensa y comunicaciones de ATTAC Madrid-, pero si queremos remitirnos al origen del movimiento antiglobalización hay que remontarse a la insurgencia zapatista en Chiapas, que es de donde venimos muchos de nosotros. Ese fue el comienzo. Fue precisamente en Chiapas donde se empezaron a aplicar un nuevo tipo de fórmulas y sobre todo donde se comenzaron a gestar un tipo de movimientos que no van a por el poder, sino que van a por la movilización y la concienciación".
Unos años más tarde, y fruto de una labor callada de concienciación popular de decenas de grupos en todo el planeta, explota ante los medios de comunicación el fenómeno de los movimientos antiglobalización. Sucede en Seattle. En noviembre de 1999 miles de jóvenes se dieron cita en esta ciudad americana. Acudieron en masa a una llamada que llevaba tiempo gestándose. Cincuenta mil personas desbordaron la capacidad policial y fueron capaces de abortar la reunión de la Organización Mundial de Comercio. Un hecho histórico sin precedentes. Ahí fue cuando la mayoría del mundo empezó a oír hablar de los movimientos antiglobalización, que ya llevaban a sus espaldas muchos años de trabajo. Más adelante continuamos siguiéndoles la pista. Los vimos reaparecer en Washington, en Praga, en Génova poco más tarde, donde la represión de la policía de Berlusconi fue especialmente violenta y donde tomó cuerpo una importante campaña de desprestigio. Basta consultar el calendario de los grandes eventos que tienen como protagonistas al Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el G-8, para saber dónde va a emerger el movimiento antiglobalización, un movimiento global de oposición que va poco a poco ganando terreno y socavando la credibilidad en el sistema.
Pero detrás de los actos puntuales encontramos una red extendida a lo largo y ancho de todo el planeta que se ha ido tejiendo poco a poco, con la conexión de los diferentes grupos y sobre todo gracias al avance espectacular en los últimos años de las nuevas tecnologías. Gracias a Internet, la información circula a gran velocidad, se organizan citas, foros, reuniones; se abren canales de información alternativos que proporcionan y documentan "otras" versiones de la realidad, al margen de los medios de comunicación conocidos; se multiplica por mil el poder de convocatoria, y es posible coordinar acciones de protesta en un tiempo récord. Sin Internet no hubiera sido posible organizar el masivo encuentro de Seattle ni los que vinieron después. Decenas de grupos en todo el mundo comprenden que tienen problemas comunes y que pueden compartir soluciones, aunar objetivos y sumar fuerzas. El poder de los ciudadanos se multiplica.
En paralelo, el movimiento antiglobalización comprende que no puede limitarse a protestar, de modo que decide organizarse para aportar soluciones. Se crea entonces el Foro Social Mundial de Porto Alegre (Brasil), la primera reunión alternativa se celebra en enero del 2001 y consigue reunir bajo un mismo techo la mayor variedad de grupos, tendencias e ideologías. Allí se dan cita sindicatos, movimientos radicales, Organizaciones no Gubernamentales, colectivos indígenas agrupaciones de mujeres, agricultores, empresarios, consumidores, grupos religiosos. Todos bajo un mismo objetivo: analizar las consecuencias de la globalización económica y buscar soluciones.

"Ha sido la guerra la que ha hecho tomar conciencia de que hay que movilizarse contra unos poderes y unos gobiernos que hacen y deshacen al margen de los ciudadanos" (Pepa Roma)

En este año que ahora termina, el 2003, nos encontramos con un hervidero a nivel internacional. Después de la caída de las Torres Gemelas, y la posterior intervención americana en Afganistán, injustificada, desigual, y en definitiva, absurda, la ciudadanía de todo el planeta muestra su desconfianza hacia un sistema que no proporciona cauces de participación. El ciudadano tiene voto -en el mejor de los casos- pero no tiene voz. La prepotencia de las actuaciones del gobierno americano, la ineficacia de las organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas, crean un clima de desconfianza hacia el sistema y un caldo de cultivo que tomará forma en las masivas protestas que se produjeron en todo el mundo como consecuencia de la decisión de atacar Irak. El entramado creado en torno a los grupos antiglobalización sirve de base para que millones de ciudadanos se lancen a la calle en manifestaciones organizadas en todo el mundo. Gentes sin afiliación alguna se mezclan con activistas cuya preocupación supera ya el tema exclusivamente económico, atentos todos a las consecuencias de una guerra sin sentido que nos va a afectar a todos.
"Gracias a todo esto, yo creo que la filosofía movimiento antiglobalización ha llegado a todos los ciudadanos -explica Pepa Roma, periodista y escritora, autora de libros sobre el fenómeno de la globalización-. La gente ha salido a la calle para protestar contra una guerra que era injusta, y además contra un sistema que no contempla nada a la hora de dominar a un pueblo, esquilmarlo y apropiarse de sus recursos naturales. Eso ha quedado en evidencia para todo el mundo, y es en realidad lo mismo que defendía el movimiento antiglobalización cuando salía a la calle a protestar contra el G-8 o contra las cumbres del FMI".

"El verdadero poder de cambiar las cosas sigue estando en el voto, pero tampoco ahí se le está ofreciendo al ciudadano la posibilidad de apostar por opciones diferentes" (Pepa Roma)
Foto: Juan González

Esta escritora y periodista explica que en un primer momento a la ciudadanía en general le costó entender los planteamientos del movimiento antiglobalización. "Tampoco los medios de comunicación explicaban claramente qué pedían. Casi nunca se les ponía el micrófono, y las cámaras además se concentraban casi siempre en los cuatro que tiraban piedras". A pesar de ello empezaba a llegar a la opinión pública los propósitos de ese movimiento, sin que llegase a alcanzar una popularidad total. "Ha sido la guerra la que ha hecho tomar conciencia de que hay que movilizarse contra unos poderes y unos gobiernos que hacen y deshacen al margen de los ciudadanos".
"Es importante haber sensibilizado a la opinión pública, a la sociedad, y haberla sacado a las calles -afirma Pepe Mejía-. Es verdad que no se ha parado la guerra, pero se ha hecho evidente el desastre político de los gobiernos que han participado. En Estados Unidos, George Bush tiene ahora mismo problemas para ser reelegido presidente. La ciudadanía cada vez más está en contra de la política de Estados Unidos con respecto a Irak. En España, el gobierno diga lo que diga ya está retirando las tropas de Irak, con el eufemismo de "llamar a consulta". Hemos desnudado la realidad, las miserias políticas, la hipocresía, el abismo entre gobernantes y gobernados. Hemos puesto en cuestión la democracia, porque creemos en la democracia participativa, no en esta democracia de representación".
El análisis de Pepa Roma destaca el giro que ha dado en los últimos meses el movimiento antiglobalización. "Se ha diversificado y se ha abierto a la protesta antibelicista. Cuando empezó el movimiento parecía como si Oriente Medio fuera un conflicto al margen que no nos implicaba a todos. Hoy, un tema como el del muro que están construyendo, que antes hubiera parecido local, se ha convertido en motivo de manifestaciones en ciudades de todo el mundo, porque nos damos cuenta de que forma parte del mismo tipo de imperialismo económico-militar norteamericano".
Sea como sea, el movimiento ciudadano crece, y ya se vaticina que el enfrentamiento entre los poderes y la ciudadanía va a ser un fenómeno que veremos desarrollarse en los próximos años. "Yo estoy completamente convencido de que el choque va a ser cada vez más fuerte, porque el empuje es cada vez mayor -comenta Mejía-. En todas partes hay unas expectativas tremendas. Hasta hace cuatro o cinco años, si montábamos un acto por ejemplo en la Complutense sobre política, no venían más de quince o veinte personas. Sin embargo hace unas semanas ATTAC organizó una charla para explicar lo que es el Foro Social Europeo y asistieron más de cien chavales. Y te puedo dar muchos más datos que llevan a la conclusión de que esto va creciendo, y lógicamente la confrontación entre gobernantes y ciudadanía, va a ir aumentando".
Será un choque con características distintas según dónde tenga lugar. "En Occidente vivimos bastante cómodos y el enfrentamiento se reduce bastante a la indignación y a las manifestaciones -explica Pepa Roma-, pero en el resto del mundo sí que estamos viendo una verdadera ola de protestas. Por ejemplo en América Latina hay una verdadera emergencia de los pueblos indígenas luchando contra la explotación de sus tierras, la apropiación de las petroleras, el tema de las patentes de las semillas. Hay muchos microprocesos que no estamos viendo, y que los conocemos por los medios de comunicación cuando ya van al choque. Y ahí sí se lo están jugando todo, porque allí sí vemos muertos todos los días a manos de las fuerzas de represión. Les habían hecho creer que tenían una democracia, pero se pone en evidencia que era una fachada. Sí es verdad que estamos asistiendo por todo el planeta a esa toma de conciencia de los pueblos y al enfrentamiento cada vez más evidente de los pueblos y sus gobiernos".

"Hemos puesto en cuestión la democracia, porque creemos en la democracia participativa, no en esta democracia de representación" (Pepe Mejía)

Después de los acontecimientos recientes, el ciudadano se da cuenta de que aunque en teoría "democracia" implica participación, en la práctica no dispone de cauces para hacerla efectiva, es decir, su opinión en temas puntuales sencillamente no cuenta. "Las protestas han sido seguidas de una cierta impotencia ciudadana -explica Pepa Roma-. A nivel nacional, al mismo gobierno que nos ha metido en esta guerra luego le ha ido bien en las elecciones. Por otra parte a nivel internacional no han dado marcha atrás, y el ciudadano se ha dado cuenta de que hay unos poderes que pasan por encima del voto y pasan por encima de su voluntad. Eso va creando una gran sensación de impotencia". No hay forma de hacer llegar la voz popular a los despachos donde se toman las decisiones. De modo que sus posibilidades de participación quedan reducidas a depositar su papeleta cada vez que se convocan elecciones. El resto queda a criterio de los gobernantes, que, como se ha visto, no tienen en cuenta la voz de la calle."Estamos llegando a un grado de impostura y de caradura increíble -denuncia Pepa Roma. De momento no vemos que nadie dimita ni por el chapapote ni por nada. El verdadero poder de cambiar las cosas sigue estando en el voto, pero tampoco ahí se le está ofreciendo al ciudadano la posibilidad de apostar por opciones diferentes. Pese a todo, yo creo que hay un poder ciudadano, que es el despertar de las conciencias".

"En América Latina hay una verdadera emergencia de los pueblos indígenas. Y ahí sí se lo están jugando todo, porque allí sí vemos muertos todos los días a manos de las fuerzas de represión" (Pepa Roma)

"Es un síntoma que cada vez más los jóvenes rechazan la participación, de ahí los índices de abstención en las últimas elecciones -explica Pepe Mejía-. Nosotros queremos participación, pero no en los términos en los que se nos da hoy. Ese va a ser un motivo de confrontación. La gente quiere cauces de participación reales, no representativos ni simbólicos. La gente no quiere que le den voz durante medio minuto en un pleno del ayuntamiento, lo que quieren es participar en los presupuestos municipales y saber cómo se gasta un dinero público, cosa que era inaudita hace cinco años y que ahora ya estamos viendo en algunas ciudades. ¿Y eso de dónde viene? No viene de Estados Unidos ni de Alemania. Viene de Porto Alegre".
Con motivo de la segunda manifestación contra la guerra de Irak, el escritor José Saramago hablaba en Madrid del surgimiento de una nueva potencia que debe ser tenida muy en cuenta: la opinión pública mundial. "Es un camino lento y difícil -comenta el periodista Xavier Caño- pero yo creo que se está cuajando algo muy serio, en un sentido mucho más beneficioso que en otros momentos de la historia. No hay que echar las campanas al vuelo, ni creer que ya está hecho todo, ni a resucitar rancios lenguajes revolucionarios del siglo XX. Esto es nuevo , porque los que están tomando el relevo, los que están teniendo más importancia, los que están reclamando su papel son los ciudadanos y las ciudadanas". ∆

 

POLITICA
Foto:
M.A.Oliva

 POLITICA

Carlos Taibo, Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Madrid.
"El principal enemigo de los EE.UU. son ellos mismos. Su capacidad ingente de generar caos, la prepotencia de su dirigente, la codicia desmesurada que demuestran, a la larga puede acabar por volverse en su contra"

-Una de las razones que ha motivado la guerra de Irak es la obsesión de EE.UU porque un país fuera de la ley -por ejemplo, Irak- se alíe con el terrorismo internacional -Al Qaeda- y atente contra su "Orden Mundial". ¿A qué se denomina hoy terrorismo?
-La palabra terrorismo, no sólo hoy sino de siempre, remite un concepto interesado en el que cada cual deposita su visión del mundo y sus intereses. Los EE.UU entienden que Al Qaeda es un grupo terrorista y probablemente llevan razón, pero se niegan a acatar el mismo término para describir la acción de numerosos Estados, entre los cuales probablemente se encuentran ellos mismos. Mi impresión general es que los EE.UU no están en ninguna cruzada contra el terrorismo internacional. Están en una cruzada contra sus enemigos, sea cual sea la naturaleza de éstos y que el concepto de terrorismo viene aquí como anillo al dedo para justificar comportamientos que probablemente en otras condiciones serían más difíciles de presentar a la opinión pública.
-¿Qué puerta ha dejado abierta a determinados gobiernos y quiénes son las víctimas?
-Creo que cada estado que tiene algún problema de la naturaleza que sea procura sumarse a este carro. Basta con echar una ojeada a la posición del actual presidente ruso, Putin, decidido a sacar partido de su confrontación interna en Chechenia de esta trama internacional, como basta con echar una ojeada al discurso del actual presidente español, el señor Aznar, que parece pensar que el terrorismo es la única amenaza que existe en el planeta, por lo que reacciona airadamente ante quien le sugiere que hay otros problemas, probablemente de entidad mayor. En cuanto a las víctimas iniciales yo creo que son los países de siempre, los del Tercer Mundo. Pienso que lo que hay detrás de toda esta macrooperación es un designio de ratificar un orden internacional injusto. En estos últimos años hemos podido comprobar cómo gobiernos caracterizados por un pésimo registro en materia de derechos humanos básicos han movido pieza y han reordenado las reglas del juego de los conflictos correspondientes, amparados en un dramático silencio internacional legitimador. Esto ha sucedido en Chechenia, Palestina, Colombia o Sáhara occidental, por mencionar cuatro de ellos.

"El concepto de terrorismo viene aquí como anillo al dedo para justificar comportamientos que probablemente en otras condiciones serían más difíciles de presentar a la opinión pública"

-¿Qué opinión te merecen los dos bloques que parece que se están definiendo (EE.UU y Francia-Alemania)? ¿Por fin alguien puede plantar cara a EE.UU?
-Soy muy escéptico al respecto. Si alguien planta cara a los EE.UU no son Francia y Alemania. La disensión que exhibieron los primeros meses de este año ha ido remitiendo de manera muy significativa y creo que en último término han acabado por legitimar impresentablemente la ocupación militar de Irak. Yo creo que este bloque ha demostrado históricamente que, a menos que cambien abruptamente las reglas del juego, en último término siempre apuestan por la sumisión hacia EE.UU. De todas formas considero que el principal enemigo de los EE.UU son ellos mismos. Su capacidad ingente de generar caos, la prepotencia de su dirigente, la codicia desmesurada que demuestran, a la larga puede acabar por volverse en su contra.
-Todo lo ocurrido este año dio como resultado algo histórico: la respuesta ciudadana en las calles de todo el mundo. ¿Cómo valoras a este poder emergente?
-En primer lugar refleja un cambio de tensión que probablemente nos emplace ante un eje de revuelta que no había reaparecido desde 1968 y esto es muy importante. Creo además que los movimientos están creciendo. Ahora bien, tampoco podemos lanzar las campanas al vuelo. Suelo utilizar un criterio estadístico imaginario que viene a decir que si un 1% de la población hace 6 años sentía la inquietud de la contestación, hoy el porcentaje correspondiente es el 4% Multiplicar por cuatro las iniciativas es muy importante y creo que en eso estamos ahora.
 

 PERIODISMO

Gervasio Sánchez, periodista
 "Hay que seguir manifestándose y profundizando en el debate porque sino estamos en lo de siempre, en hacer una especie de crítica superestructural donde nunca aparecen los responsables"

-En los últimos tiempos hemos visto cómo las empresas mediáticas se han sumado a los grandes grupos de comunicación, creándose así importantes monopolios. La información que recibe el ciudadano está cada vez más globalizada, manipulada y gira en torno a intereses económicos y políticos. ¿Cómo puede defender el ciudadano su derecho a una información veraz?
-El problema del ciudadano es el de siempre: tiene que ser activo. Si el ciudadano es activo puede ponérselo más difícil a los poderes políticos y económicos, esos poderes ocultos, a la hora de manipular el periodismo. Si el ciudadano es pasivo lógicamente lo hacen prácticamente sin aflojarse el nudo de la corbata. Eso está ocurriendo desde hace muchísimo tiempo. Ahora mismo por ejemplo tenemos un momento de gran efervescencia en la relación del Príncipe con la periodista Letizia Ortiz. Me parece perfecto, pero lo que es totalmente inaceptable es que el informativo dedique el 80 ó 90% del tiempo a este tema y que se dedique menos de un minuto a informar sobre los inmigrantes que se han muerto y que están a merced de las olas. La palabra es inmoral. Están violando los derechos humanos de esas personas, están tratando a esas personas como si fueran números. La gente tiene derecho a la dignidad incluso cuando está muerta. Pues esto está pasando en TVE y el señor Urdaci lo está permitiendo. Y esto ocurre porque los medios de comunicación se han plegado a los poderes políticos y económicos. Una sociedad mediatizada, una sociedad donde no hay un debate, una sociedad donde no se profundiza en los temas es una sociedad proclive a ser manipulada en cualquier momento. Yo creo que es muy importante que el ciudadano medio se sienta obligado a defenderse de todas estas arbitrariedades que se cometen diariamente contra él. ¿Cómo? Manifestándose activamente, que no significa estar todo el día en la calle, sino mandando cartas a los medios de comunicación, quitando la televisión, criticando durísimamente, bloqueando los teléfonos de las centralitas de los medios que están engañando descaradamente al ciudadano.
-Por un lado el periodista es presionado por los grandes grupos de comunicación. Por otro, muchos periodistas críticos con el sistema son acusados de colaboración con banda armada, de terroristas o de atentar contra la democracia. ¿En qué se está convirtiendo hoy la profesión de periodista?
-También hay otra cosa importante y es que los medios de comunicación son empresas y como tales quieren ganar dinero. Ahora ya no está por encima de todo el querer hacer un buen periódico, sino ganar dinero. Y cuando se gana menos se recortan los gastos hasta un nivel realmente preocupante. Todo esto está influyendo negativamente en el trabajo de los periodistas, que están más preocupados por mantener su trabajo que por hacer lo que tienen que hacer, que es periodismo con mayúsculas.
-¿Dónde se encuentran hoy los periodistas que no se han sometido a este juego, que siguen hablando claro y apostando por la verdad?
-En los medios de comunicación hay centenares de periodistas que están frustrados. Un periodista crítico de verdad, independiente de verdad -no crítico con unos para favorecer a otros, que es lo que se lleva-, tiene muchas dificultades para encontrar un hueco. Por supuesto que hay gente muy crítica y muy independiente, pero es gente que va a ser marginada. La opción es marcharse, pero todos tienen que pagar las hipotecas y el colegio de los niños. Entonces la gente aguanta y espera mejores tiempos. Pero los mejores tiempos no llegan porque todo se va deteriorando.

"Un periodista crítico de verdad, independiente de verdad -no crítico con unos para favorecer a otros, que es lo que se lleva-, tiene muchas dificultades para encontrar un hueco"

-Están surgiendo con fuerza los periódicos, revistas, agencias de noticias e informativos digitales. El ciudadano busca en la red la pluralidad, la información alternativa, la reflexión. ¿Es éste el camino hacia la libertad de comunicación y de expresión?
-Yo creo que el buen periodismo sólo se puede hacer con dinero, con inversiones. Puede ser un periodismo alternativo, cuidado, y estar en Internet, pero si no hay verdaderamente una inversión de personas y de dinero realmente es imposible trabajar. Lo que los periódicos quieren es que cada página cueste lo menos posible, entonces todo esto impide la investigación. Y esto pasa también con Internet.
-Una fecha: 15 de febrero de 2003. Una imagen: las calles de todo el mundo ocupadas por millones de personas con pancartas, gritos y una sola idea: No a la guerra. ¿Qué lectura haces de ello?
-Yo durante esas fechas escribí cada día en el Heraldo de Aragón un artículo que se llamaba Diario de la infamia, dando caña contra el Gobierno y reflexionando muchísimo sobre lo que es la guerra. Yo por supuesto estaba a favor de la gente en la calle, participé en manifestaciones... Pero llegó un momento en que me planteé ¿dónde estaba toda esta gente cuando moría gente en Bosnia, cuando moría gente en Sudán, Ruanda, Liberia, Sierra Leona, Afganistán...? ¿Dónde estaban los partidos políticos? Hay que seguir con la pancarta, hay que seguir manifestándose por tanta gente olvidada en tantas guerras olvidadas porque sino todo es una moda mediática. Para mí la reflexión es que ha ocurrido un hecho muy importante, que tendrá trascendencia e influencia en el futuro si hay una continuidad. Hay que seguir manifestándose y profundizando en el debate porque sino estamos en lo de siempre, en hacer una especie de crítica superestructural donde nunca aparecen los responsables. Y los responsables son los gobernantes, las grandes empresas multinacionales vinculadas a la industria armamentística, las grandes empresas multinacionales vinculadas a la industria petrolera, las grandes industrias multinacionales vinculadas al tráfico de oro y de diamantes. ∆


 DERECHOS HUMANOS

Juan Lucas, Presidente de Amnistía Internacional.
"Desde Amnistía Internacional hemos pedido a los gobiernos que se resistan a firmar tratados bilaterales propugnados por los EEUU para garantizar la impunidad de sus ciudadanos"

-El pasado año fue Afganistán, éste Irak. La idea de acciones militares para "garantizarnos a todos un mundo seguro" parece que se va consolidando. Mientras, el retroceso en materia de derechos y libertades en este tiempo ha sido preocupante. ¿Es que la Declaración de Derechos Humanos se está convirtiendo en un lujo inaccesible para el ciudadano?
-Efectivamente, el discurso de la lucha antiterrorista y los esfuerzos por la seguridad se han llevado a cabo en detrimento de los derechos humanos. En vez de atacar las causas que genera la inseguridad se ha optado por recortar y suprimir derechos humanos cuando la estrategia debería de ser la contraria. Los derechos humanos son el camino para conseguir un mundo más seguro. La aprobación de leyes rigurosas y discriminatorias y la represión de la disidencia interna suponen un serio ataque al marco internacional de derechos humanos ya reconocidos y que con tanto trabajo se fue construyendo por la comunidad internacional en los años 80 y 90.
-Gobiernos del primer mundo humillan a los solicitantes de asilo y aprueban leyes cada vez más restrictivas. Millones de personas huyen de los lugares de conflicto y son confinadas en campos de refugiados y centros de detención. ¿Cómo frenar este diseño de un mundo separado por guetos?
-Las respuestas que han recibido los solicitantes de asilo ha sido el cierre de fronteras, el confinamiento y el racismo. El derecho de los Estados a controlar la inmigración se ha traducido en impedir en la práctica a los refugiados solicitar asilo, en primer lugar imponiendo sanciones a compañías transportistas que trasladen a personas sin visados cuya necesidad perentoria es huir, o procediendo a devoluciones a los países de origen sin exigir ningún tipo de garantías para la vida de estas personas. En el caso de España hemos solicitado al Gobierno la necesidad de ratificar el Convenio Internacional de Protección a trabajadores inmigrantes y sus familias; garantizar su derecho a asistencia letrada, establecer un Plan estatal contra el Racismo y el acceso sin restricciones al padrón municipal para garantizar derechos como la salud, ayudas sociales, etc.

"En vez de atacar las causas que genera la inseguridad se ha optado por recortar y suprimir derechos humanos cuando la estrategia debería de ser la contraria"

-EEUU fue condenado por el Tribunal Penal Internacional de La Haya por practicar terrorismo internacional (Nicaragua) y precisamente ha sido uno de los países que se han negado a ratificar el Estatuto para vincularse a la Corte Penal Internacional. ¿Cómo terminar con tanta impunidad?
-Es preocupante que la primera potencia mundial se vaya distanciando del derecho internacional y se guíe por una política teñida de unilateralismo que sólo beneficia a sus intereses sin buscar consenso de la comunidad internacional. Desde Amnistía Internacional hemos pedido a los gobiernos que se resistan a firmar tratados bilaterales propugnados por los EEUU para garantizar la impunidad de sus ciudadanos. Al mismo tiempo cada vez más gobiernos van firmando y ratificando el Estatuto de Roma y van poniendo de manifiesto el aislamiento de los EEUU en un mundo que exige y necesita un sistema de justicia internacional para gravísimos delitos y crímenes contra las personas que no prescriben con el tiempo (desapariciones, ejecuciones, violaciones).
-¿Qué valoración da Amnistía Internacional a las manifestaciones multitudinarias y pacíficas del pueblo haciendo sonar su voz contra las injusticias?
-Es ante todo una buena noticia para la sociedad civil y demuestra que las personas sienten cercanos los problemas de otras personas. Desafortunadamente no siempre las principales agencias de noticias dedican espacios a hablar de la difícil situación en la que viven millones de personas y resulta difícil lanzar, por ejemplo, una acción sobre la situación de descontrol del comercio de armas en el mundo o de los niños y niñas soldados que combaten por centenares de miles en conflictos a menudo olvidados. Pero sí que es esperanzador el número de personas que transforman su indignación en acciones positivas y solidarias. ∆

MUJER
Foto: M.A.Oliva

 MUJER

Cristina del Valle, Presidenta de la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género.
"No se nos puede llenar la boca de palabras como democracia cuando en más de dos millones y medio de hogares españoles, las mujeres son diariamente golpeadas, violadas, torturadas"

-Todavía hay muchas deficiencias a la hora de abordar el problema de los malos tratos y de aportar soluciones. ¿Cuál es el papel de la presión popular a la hora de mentalizar a las instituciones?
-Yo creo que lo más lamentable de una sociedad es que la voluntad política vaya por detrás de la realidad social. Efectivamente, la presión ciudadana es fundamental en los temas de sensibilidad social, pero lo terrible es que tenga que ser la ciudadanía y el número de víctimas lo que haga realmente reaccionar a los políticos para que tomen medidas. La presión ciudadana es insuficiente. En otros temas, como por ejemplo el terrorismo, hemos visto que la presión ciudadana sí ha cambiado políticas y ha forzado a los políticos a posicionarse si no quieren poner en peligro tanto los votos como su posición dentro del gobierno. Sin embargo estamos viendo que éste es un tema ideológico que cuesta muchísimo sacar adelante. Sin embargo nos encontramos con que el número de víctimas por malos tratos es diez veces superior al terrorismo político y cada año aumenta entre un 15 y un 20%, ante una complicidad social increíble. Hablamos de más de cien mujeres muertas al año.
Creo que es muy significativo de una sociedad y de una determinada política que no haya una voluntad política clara sobre este tema y que no se priorice como un problema de Estado. La presión social, que está ahí y cada vez es más fuerte, en un tema como éste realmente está sirviendo para muy poco. Vimos muy clara la política en septiembre, cuando el PP votó NO a una Ley Integral contra la Violencia, que si no era para paliar el tema sí al menos simbólicamente significaba darle la relevancia de problema de Estado. No se nos puede llenar la boca de palabras como democracia cuando en más de dos millones y medio de hogares españoles, las mujeres son diariamente golpeadas, violadas, torturadas. Por tanto la democracia para nosotras es inconclusa, porque no ha llegado a millones de hogares españoles.
-La lucha por la justicia hacia las mujeres, representada por casos como el de Amina Lawal, ha despertado una respuesta a nivel internacional sin precedentes. ¿Suponen un avance para la liberación de la mujer en un sentido global?
-Hay una clave fundamental para las organizaciones de mujeres que estamos trabajando y es trabajar en redes internacionales, eso es lo más importante. Las mujeres organizadas internacionalmente podemos tener fuerza para crear un sentimiento de refuerzo entre todas las mujeres de los diferentes países, a través de la red de Internet, que es una vía maravillosa para comunicarnos y presionar a los gobiernos de los diferentes países. Pero no podemos pensar que el caso de Amina nos pilla de lejos, que es de otro país al que hay que forzar a una evolución cultural, porque en un primer mundo como el nuestro las mujeres también mueren quemadas vivas, también en este país las apedrean, también en este país las disparan, y las torturan en su casa. Los casos como el de Amina no tenemos que verlos tan lejanos porque los tenemos en nuestro país. Hay muchos velos invisibles en nuestra sociedad que son mucho más terribles que un burka.

"Hay muchos velos invisibles en nuestra sociedad que son mucho más terribles que un burka"


-Las mujeres están asumiendo un papel cada vez más protagonista tanto en los puestos "visibles" como en lo "invisible", en una labor silenciosa de gestión de sus comunidades, defensa de los Derechos Humanos, etc. ¿Qué poder se pondría en marcha si las mujeres de todo el mundo sumasen sus fuerzas?
-Yo estoy absolutamente convencida de que volveríamos el mundo al revés. Creo que la única forma de acabar con la violencia es ocupar poder, porque ocupar el poder permite ejercerlo. Desde ahí es desde donde se pueden cambiar las cosas. Creo que la feminización, de la cultura, de la política y de las relaciones interpersonales es la única clave hacia el cambio. Creo que hay otro mundo y otra mirada del mundo que tienen las mujeres.
Yo lo puedo decir porque en la Plataforma con la que trabajamos lo más importante ha sido entender la organización, la movilización y la política desde otra dinámica y es basar esas relaciones en el afecto, la amistad, el respeto, la no jerarquización, la no violencia; y buscar códigos de solidaridad, la inteligencia emocional, que las mujeres tienen profundamente desarrollada, la capacidad de trabajar en equipo. Creo que todo eso es una alternativa evidentísima y necesaria para darle la vuelta a este mundo, que ahora mismo está basado en una sublimación de la cultura de lo violento, de la imposición, del poder a cualquier precio. Yo creo que las mujeres nos vemos muy alejadas del mundo que nos imponen porque no entendemos ni sus códigos ni los compartimos. ∆


 ECONOMIA

Xavier Caño, periodista
"El señor Bush promovió hace unos meses una serie de iniciativas poniendo dinero encima de la mesa, para investigar las grandes ONG globales y desprestigiarlas"

-Los efectos del neoliberalismo y de la globalización económica han provocado la movilización de miles de personas en todo el mundo en contra de la "dictadura económica" de los grandes. ¿Qué papel están jugando actualmente los grupos antiglobalización?
-En primer lugar yo creo que el uso de las palabras es muy importante. En mi opinión es incorrecto hablar de antiglobalización. No se puede estar contra la globalización de la misma forma que no se puede estar contra las mareas, porque la globalización está ahí, y si estás contra eso es que eres tonto. Hay que hablar entonces de antiglobalización neoliberal.
Yo creo que los foros y las grandes organizaciones solidarias de cooperación y de defensa de los derechos humanos son los que están dinamizando, los que están impulsando, por un lado la reflexión y la elaboración de un nuevo pensamiento sobre la ciudadanía, sobre el reparto de poder, sobre el gobierno, sobre los derechos de la persona. No es por casualidad que el señor Bush promovió hace unos meses una serie de iniciativas poniendo dinero encima de la mesa, para investigar las grandes ONG globales y desprestigiarlas. ¿Por qué?, porque de las organizaciones solidarias y de derechos humanos surge el peligro para los dueños de la tierra, precisamente porque no buscan el poder. Esa es quizás una nota muy característica del actual movimiento ciudadano, que quizás recupera así la parte más noble del anarquismo, y es no buscar el poder. En la organización en red no hay jefes, no hay secretarios generales, no hay líderes. Esto tiene sus inconvenientes evidentemente, es un proceso lento.
-¿Qué nos puede decir del creciente descontento de los ciudadanos de muchos de los países hacia el modelo económico neoliberal?
-El poder económico capitalista neoliberal, que es la peor versión del capitalismo que ha vivido el mundo, empieza a tener grietas, no porque pierdan poder, sino porque el sistema falla tan estrepitosamente, que entre sus mismas filas hay gente que está empezando a dudar, a interrogarse y que está desertando
Hay una nota significativa. Este es el año en el que algunas personas que han sido destacados miembros de ese capitalismo, como James Wolfensohn, el presidente del Banco Mundial, o antiguos directivos del Banco Mundial y del FMI como Joseph E. Stiglitz se han rebotado y han dicho con todas las letras y sin temor, sin que quepan interpretaciones diferentes, que esto no funciona.
Joseph E. Stiglitz, que es un economista muy prestigioso al que le han dado un premio Nobel, que fue un alto cargo del Banco Mundial y del FMI, que no es nada sospechoso de ser rojo ni marxista ni nada de eso, ve las cosas, ve los resultados, ve los datos, reflexiona y extrae conclusiones. El señor Wolfenshon, que es el presidente del Banco Mundial, dijo hace pocos meses que el consenso Washington había que enterrarlo. Yo no sé si llevaba una copa de whisky de más, pero para mí es tremendamente significativo, que diga eso el presidente del Banco Mundial, es decir, uno de los gendarmes. Han pasado ya doce o quince años desde la reunión de Bretton Woods y hemos ido a peor de una forma escandalosa.
Todavía hay gente como la Unión Europea, Romano Prodi y toda esta gente, que quieren "mantenella y no enmendalla", es decir, apuestan por un pacto de estabilización. ¿Qué pacto de estabilización, si la Unión Europea ha tenido que aprobar un presupuesto extraordinario de sesenta y cuatro mil millones de euros, la mayor parte de inversión pública, lo que va contra el consenso de Washington, precisamente porque Europa está económicamente paralizada. Todos los efectos secundarios indeseables que ha ocasionado esa imposición del consenso Washington están ocasionando una respuesta y se empieza a poner en cuestión. No aceptamos que nos vendan duros a cuatro pesetas. No nos interesa tanto el crecimiento económico, nos interesa qué pasa finalmente con la gente, con los ciudadanos. Amnistía Internacional en las manifestaciones del No a la guerra, llevaba una pancarta que decía "Las personas primero".

"El poder económico capitalista neoliberal, que es la peor versión del capitalismo que ha vivido el mundo, empieza a tener grietas. El sistema falla tan estrepitosamente, que entre sus mismas filas hay gente que está empezando a dudar"

-Los movimientos alternativos reunidos en foros como el de Porto Alegre, están tratando de plantear otras posibilidades, vistas las demoledoras consecuencias del modelo neoliberal. ¿Son la esperanza de un futuro más justo?
-Yo no me atrevo a hacer predicciones demasiado concretas, porque lo cierto es que muchas fórmulas que creíamos que eran válidas hasta hace diez años, hemos visto que hacen aguas y que hay que cambiar el tercio. Sí que creo que de una forma u otra los foros sociales dinamizan, impulsan y están marcando el camino. Los foros sociales van surgiendo de forma desordenada, caótica y poco eficaz a veces. Por ejemplo el Foro Social de Madrid formalmente existe, pero en la práctica es un coñazo que no sirve para nada.
Lo que sabemos es que no nos podemos fiar de los partidos políticos. Mira los partidos socialistas, las socialdemocracias. Ahí tienes a Schröder, recortando el estado de bienestar alemán. Blair ha continuado fabulosamente la labor de la señora aquella criptofascista llamada Thatcher. En algunos casos quizás tengan un poco más de crédito, vamos a ver qué hace el Partido de los Trabajadores en Brasil finalmente. Entonces lo que emerge es algo que por denominarlo de alguna forma, podíamos llamar movimiento ciudadano mundial, o movimiento ciudadano global, que no está organizado más que a partir de las agresiones a las que se responde. Se concreta un poco en Porto Alegre y en los diferentes foros sociales que han ido surgiendo, pero es una cosa todavía un poco inconcreta, un poco difusa. Enlaza con la primera gran revolución, que es la Revolución Francesa de 1789, la que entroniza los derechos del hombre y la que sienta las bases de la democracia. Ese movimiento ciudadano contra la globalización neoliberal no está organizado, no está estratificado, no tiene comités nacionales, ni ejecutivo, ni células, ni delegaciones. Está difuminado en la gente que defiende la tasa Tobbin, en ATTAC, en los que están por la renta básica, las diferentes ONG que no sólo están haciendo una tarea concreta: defender los derechos humanos, defender la naturaleza, colaborar con el desarrollo del tercer mundo, como puede ser a nivel internacional Greenpeace, Intermón, o Médicos sin Fronteras, sino que además empiezan a hacer formulaciones políticas. Quizás no tengamos todavía la formulación teórica reflexiva suficiente, pero empieza a surgir una respuesta de una forma muy intensa y muy abundante. No es esto que haya surgido este año, pero es en el 2003 cuando toma mucha más forma. ∆
 

SALUD
Foto: MSF

  SALUD

Oscar Bernal, director de sensibilización de MSF
"Hoy en día no hay mucho interés en avanzar en vacunas para el cólera porque quien sufre el cólera no va a poder pagarse una vacuna"

-¿Qué papel puede hacer la presión ciudadana para conseguir que cada vez más personas tengan acceso a los medicamentos básicos, para enfermedades que en el mundo desarrollado tienen tratamiento?
-Sí, realmente hay un avance en el trabajo que está haciendo MSF en el sentido de no reducir la vinculación de la ciudadanía a buscar apoyo para el trabajo que hace una organización como la nuestra, sino plantear que la misma ciudadanía puede plantearse cambios en cosas concretas, por ejemplo la importancia de los medicamentos.
Lo que buscamos es una actitud más participativa, que las personas se planteen qué pueden hacer para apoyar en temas como los medicamentos esenciales. El trabajo que se ha hecho en Sudáfrica es uno de los buenos ejemplos. El gobierno tenía la política de que el Sida no era una prioridad y no se iba a involucrar en el tratamiento, pero los movimientos ciudadanos y en colaboración con grupos organizados de personas con el VIH y otras ONG lograron realmente cambiar esa posición. Ese es un ejemplo de que esos movimientos logran cambios de importancia en la vida política de un país.
En España ha sucedido por ejemplo en el caso de la "enfermedad del sueño". El laboratorio correspondiente daba por hecho que era una enfermedad que no interesaba porque no daba muchas ganancias, pero gracias a la presión ciudadana, se ha comprometido a cinco años más de producción, dejando a un lado el criterio comercial, lo cual es un paso.
En otros ejemplos es un poco más complejo, en América Latina, la opinión ciudadana también es importante para evitar que ciertos logros obtenidos anteriormente, por ejemplo en los acuerdos de Doha, con respecto a las patentes, se puedan perder por intereses de algunos países. Allí todavía estamos en el proceso. En resumen, hay varios ejemplos donde la presión ciudadana, la opinión pública ha cambiado cosas. Hay otros temas que están pendientes, pero nosotros confiamos en que la presión funcione.
-¿Cree que la implicación de la ciudadanía en temas de salud a nivel global es algo que va a ir aumentando en los próximos años?
-Yo creo que sí. Nuestro objetivo no es que desaparezcan las farmacéuticas, porque tienen una función, nuestro objetivo es que haya transparencia, por ejemplo a la hora de asignar los precios a sus productos. Hay realmente muchos estudios que demuestran que el precio no depende tanto del coste de fabricación, sino que hay otros factores más de mercado que ellos saben manejar muy bien, y que hace que se haya logrado disminuir el tratamiento de un paciente de Sida de 1400 euros al año a 300 en este momento, y aún con eso estamos seguros que estas empresas no pierden dinero. Por eso creemos que es importante que haya un control social para que no se convierta en el segundo comercio más lucrativo después de las armas. Ahí hay una responsabilidad social de los laboratorios.

"Es importante que haya un control social para que la industria farmacéutica no se convierta en el segundo comercio más lucrativo después de las armas"


-¿Habrá salud para todos mientras el control de los medicamentos siga estando en manos de las grandes empresas farmacéuticas?
-Es una cosa paradójica que igual que en otros terrenos la competencia se considera muy válida, en medicamentos se trabaja mucho el concepto de monopolio, o sea, un laboratorio cuando produce algo tiene el monopolio mundial de distribución y de comercialización para los próximos veinte años. Eso plantea muchas dificultades. Nosotros lo que queremos reivindicar es la posibilidad de desarrollar otro tipo de laboratorios que puedan producir estos medicamentos cuando hay una situación de emergencia, como puede ser el Sida en muchos países de Africa. Y que exista la posibilidad de comprar medicinas en laboratorios de países como India o Brasil, que tienen precios mucho más bajos. En estos casos la competencia es clave para el control de precios. No queremos que un laboratorio nos regale mil tratamientos para lavarse la cara y decir que tiene un componente social, porque son salidas muy cortas. Queremos ir más allá, que los pasos que demos tengan sostenibilidad y continuidad.
Hoy en día no hay mucho interés en avanzar en vacunas para el cólera porque tienen medido que no hay un mercado real, porque quien sufre el cólera no va a poder pagarse una vacuna y eso limita mucho.
Hay medicamentos por ejemplo para la malaria o el paludismo que son muy necesarios, porque se ha desarrollado ya mucha resistencia a los medicamentos más antiguos. El problema es que tienen unos costos elevadísimos. Se fabrican para los turistas europeos, pero sus costos lo hacen imposible en términos del tratamiento masivo que hay que hacer en países de Africa o de Asia. Hay que ejercer presión para que esos medicamentos que están al acceso del turista cuando va a Tailandia dos semanas, estén igual disponibles para el tailandés que sufre la enfermedad.
-Solidaridad en el 2003. ¿Puede hacernos un balance de logros y cuentas pendientes?
-Yo diría que en términos políticos el Acuerdo de Doha es el mayor logro de este año para el acceso a medicamentos, porque permite que en caso de emergencia sanitaria haya una excepción de patentes y por lo tanto otros países tengan acceso de manera mucho más económica a medicamentos que todavía están monopolizados por un laboratorio. El principal riesgo es que uno de estos acuerdos como el acuerdo de Doha puede ser borrado sobre la base de nuevos acuerdos bilaterales de comercio.
A nivel del apoyo ciudadano la principal preocupación es lograr que ciertas enfermedades que están totalmente olvidadas, como puede ser la enfermedad de chagas en América Latina, que afecta a veinte millones de personas, se ponga al orden del día para que se produzca un nuevo medicamento, ya que el único que existe se hizo hace treinta años para investigación veterinaria, tiene muchos efectos secundarios y además es muy caro, lo que lo hace inasequible para la mayoría de la población. ∆


 JUSTICIA

Joaquín Navarro, Juez
"En España, el poder judicial lo tiene el Gobierno en sus manos"

-Este año asistimos a guerras preventivas, detenciones de ciudadanos sin cargo, recorte de derechos y libertades en todo el mundo. Todo ello, según dicen se desarrolla dentro del marco de la legalidad internacional. ¿A qué llaman hoy legalidad y en manos de quién se encuentra?
-Las superpotencias que se pusieron de acuerdo para bombardear Irak actuaron en contra de la Carta de Naciones Unidas que exige una aprobación del Consejo de Seguridad, cosa que no se produjo. Actuaron en contra de la legalidad internacional y estos países son conscientes de ello. Esta legalidad está representada por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que se está violentando de manera brutal. Es cierto que se detiene a personas sin cargos, sin acceso a abogados ni a jueces. Los presos de Guantánamo son un símbolo de la violación y menosprecio al derecho internacional por parte de potencias. La "Patriot Act" (Ley Patriótica) aprobada en los EEUU, que contempla la detención sin plazo y sin imputación de cargos concretos, es otro ejemplo de quebrantamiento al derecho internacional. La Ley de Seguridad Ciudadana aprobada en Francia contiene preceptos de persecución específica de todos los ciudadanos que se consideran sospechosos porque o bien no tienen un medio de vida conocido (principalmente inmigrantes que no tienen carta de residencia, mendigos o gitanos), o bien porque discrepan políticamente del sistema de la República Francesa. Aplicar el derecho penal a la discrepancia política o a la falta de medios para subsistir, es ir contra el derecho internacional.

"Los Estados más poderosos del mundo practican el terrorismo contra la disidencia"

-¿Por qué la Justicia parece cada vez más encaminada a castigar, controlar o amenazar, en vez de educar y defender valores?
-Tiene usted razón. El derecho penal está perdiendo toda su naturaleza resocializadora que en su día significó todo un paso adelante sobre el derecho penal de la venganza del Estado, de la represión y de la crueldad. Y esto es así porque en estos momentos la seguridad prima sobre la justicia. Se han inventado una incompatibilidad -totalmente falsa-, entre justicia y seguridad. Entienden que es seguridad sólo la del Estado, cuando la seguridad jurídica es la única que puede garantizar que se va a aplicar la ley tal y como está concebida y no como la intentan proyectar los gobernantes. Por otra parte se está huyendo cada vez más del principio de independencia judicial. En España por ejemplo, el poder judicial lo tiene el Gobierno en sus manos cada vez con mayor evidencia. Puede nombrar a los vocales del Consejo General del Poder Judicial, con la colaboración de alguna oligarquía partidaria. También a los Magistrados del Supremo, Presidentes de Sala o Ministerio Fiscal. Tiene en sus manos el indulto y a la policía judicial. Es decir, todos los institutos claves del poder judicial. Con todo ello se incumple flagrantemente el principio de separación de poderes y el principio del control del poder. ¿Cómo va a controlar el Tribunal Supremo o el Tribunal Constitucional la actividad política del Gobierno si está controlado por él mismo? Estamos en pleno camino de servidumbre.
-¿Esto también ocurre a nivel internacional?
-Sí, por supuesto. Por ejemplo, en el Reino Unido se permite la detención indefinida sin cargos ni juicio y en virtud de la legislación antiterrorista. En Italia se están eliminando las grandes instituciones que dieron lugar al control de la corrupción del poder porque los Magistrados de Manos Limpias se han quedado absolutamente al margen. Están incluso considerados como dementes por el propio Berlusconi y ahí están colaborando los fiscales, como también lo están haciendo en España. Mire donde mire, existe un absoluto desastre a nivel de justicia internacional. Es de tal envergadura que es muy superior a lo que supuso la serie de asesinatos del 11-S porque esto a su vez está provocando más asesinatos, represiones y brutalidad. Se está generando por primera vez en la historia del mundo, una regresión en la cual la discrepancia política está considerada como filoterrorismo. Nos encontramos ante una regresión donde los estados más poderosos del mundo se están convirtiendo en estados terroristas que practican el terrorismo contra la disidencia, discrepancia u otras formas de ver y hacer las cosas.

"La discrepancia política está considerada como filoterrorismo"

-Dentro de este contexto, ¿qué futuro ve usted a los organismos de justicia internacional?
-Sinceramente, estoy alarmado. El hecho de que los EEUU no sólo no formen parte de la Corte Penal Internacional (CPI), sino que la estén boicoteando con tratados internacionales bilaterales, con países que se comprometen a no entregar ciudadanos norteamericanos a la competencia de la Corte. A esto hay que añadir el hecho de que Rusia, China, India, no formen parte tampoco, cuando juntos reúnen a más de la mitad de la población del mundo que también quedaría exenta de la aplicación de la Corte. Sin duda debilita de manera considerable a la CPI.
-El pueblo en la calle dejó patente su disconformidad con las instituciones en general y de las palabras pasaron a la acción. ¿Qué reflexión hace de lo sucedido en el 2003?
-Veo cada vez mayor capacidad movilizadora en los sectores republicanos de la sociedad española. Es más, mi esperanza reside en ellos. Todos los partidos que se llaman de izquierdas que dicen pretender la ruptura del sistema, deberían de centrar sus esfuerzos en el movimiento republicano. Hoy en día es mucho más importante que el movimiento globalizador, aunque no son incompatibles y creo que juntos están intimidando al poder. El hecho de que todas las manifestaciones vayan acompañadas de miles y miles de banderas republicanas da la impresión de que este país está intuyendo que la Segunda República sigue siendo el régimen legítimo de España, interrumpido en su día por un acto de violencia, genocidio y traición de los generales, obispos y curas al pueblo español. ∆

 

 2004, EL PODER ESTÁ EN LA CALLE
Foto: (c) ACSUR Las Segovias

 2004, EL PODER ESTÁ EN LA CALLE

Es verdad que el 2003 ha sido el año de los ciudadanos, porque han obligado a los gobiernos de todo el mundo a escuchar la voz de la calle. Es verdad igualmente que no se han dado todos los pasos esperados, porque quienes ejercen el poder se han querido tapar las orejas y han continuado adelante con sus planes.
Pero las multitudinarias manifestaciones en las calles no han sido en balde. Han demostrado que todos los pueblos del planeta, ante los grandes temas tienen intereses comunes, y además son capaces de unirse para reclamarlos. Eso es un poder que los que gobiernan se verán obligados a tener en cuenta.


En el mes de noviembre, representantes indígenas de Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Surinam, Guyana, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, Panamá y Belice, estuvieron reunidos en un Foro Social Alternativo, paralelo a la celebración de la XIII Cumbre Iberoamericana. En la ceremonia de inauguración de esta cumbre, se oyó por primera vez la voz de los indígenas por boca de Carlos Eduardo Medina, médico tradicional de la región de la Chiquitania. Su texto, síntesis del trabajo realizado en el Foro Alternativo y de sus reclamaciones, refleja el espíritu que impregna muchas comunidades de América Latina hoy en día. Los grupos de indígenas de esta tierra son hoy por hoy un ejemplo para todo el mundo de fuerza, dignidad e inteligencia. Es significativo que algunos líderes, entre ellos nuestro presidente Aznar, se negasen a aplaudir las palabras de Medina al concluir la lectura. Ni siquiera por educación.
Vemos pues cómo toma forma poco a poco, regada con sangre y lágrimas, una nueva fuerza dispuesta a remover el orden establecido. ¿Por qué? Por vivir con la cabeza alta.

"Un gobierno creyó que gobernar no era representar, sino someter. Y tuvimos que demostrar a precio de sangre que no era así"(*)
Sucedió en Bolivia hace pocas semanas, precisamente el país que dio cobijo posteriormente a los 22 jefes de Estado y de Gobierno que se reunieron en la XIII Cumbre Iberoamericana. El pueblo boliviano demostró una vez más que no hay quien se aferre indefinidamente al sillón del poder si el pueblo no lo admite. El pueblo es quien tiene la última palabra. Lo hemos visto muchas veces a lo largo de la historia. Lo hemos visto en este año que termina. Y lo veremos más en un futuro cercano, porque se siente crecer en muchos lugares la indignación hacia un sistema que basa su supervivencia en la injusticia. Y después de la indignación viene lo que hemos visto en Bolivia: el pueblo recuerda a los gobernantes quién tiene realmente las riendas. Y que no lo olviden.

"La tierra es nuestra y todo lo que hay debajo de ella también"
Los pueblos que se han mantenido en contacto con la tierra mantienen la pureza del Origen. Y en el Origen la tierra no tiene dueño, más que aquel que la trabaja y se alimenta de sus frutos para vivir. Cada vez más pueblos consideran inadmisible que sus hijos pasen hambre mientras los títulos de propiedad de los terrenos se pudren en los despachos de las grandes compañías; que la riqueza de un territorio pase por delante de sus narices y salga directamente al extranjero, por obra y gracia del neoliberalismo económico; que los recursos naturales sean explotados, o directamente robados, por compañías de otros, que son siempre los mismos. Llega el momento en que las escrituras dejarán de tener validez, sencillamente porque los pueblos en contacto con la tierra reclaman el Origen, y en el Origen nadie puede poseer el espacio.

"(...) salud digna, vivienda digna, trabajo digno, educación digna, el respeto a la dignidad de la soberanía de los pueblos (...). Tal parece que todo podría reducirse a la dignidad"
Hay valores universales que están presentes en todos los tiempos y que aparecen en el trasfondo de todas las revoluciones que han tenido lugar en el planeta. Son palabras fuera del tiempo, que viven en el interior del ser humano. Son el norte, el camino a seguir, la guía que orienta y marca en qué dirección se deben dar los pasos. La justicia, la paz, la dignidad, son más que un puñado de letras. En torno a ellas se unen todos los seres humanos del planeta, sea cual sea su condición, su origen, su pensamiento. Marcan el nivel mínimo, por debajo del cual la vida se hace intolerable. La gran mayoría de los gobernantes no las tienen en cuenta a la hora de gobernar a sus pueblos. No cuentan con que son palabras con vida propia, y siempre acabarán reclamando su lugar. No pueden ser ignoradas porque forman parte de la esencia misma del ser humano, y acabarán forzando cambios, aunque ello implique derribar sistemas establecidos, acabar con gobiernos, pagar un precio en vidas humanas.

"Los indígenas de América Latina ya aprendimos que la muerte no es tanto como el olvido y la miseria a la que nos condenan en nuestra propia tierra"
Vivir sin dignidad no es vivir. Cada vez más seres humanos están dispuestos a conservar su dignidad cueste lo que cueste. Y más cuando la dignidad es lo único que les queda. La ventaja del que nada posee es que tampoco tiene nada que perder.

"..quienes nos gobiernan tienen un único camino, y es representar al pueblo..."
Es el principio fundamental de la democracia. Concretamente en Latinoamérica, la democracia se consideró un avance histórico en su día, sin embargo fue un avance ficticio, porque en realidad continuaron gobernando los mismos lobos con distinto disfraz, encubiertos ahora además por un barniz de votos que "democratizaban" de cara a la opinión pública internacional la misma tiranía de siempre. En el resto del mundo sucede otro tanto de lo mismo. El espíritu de la democracia hace tiempo que se ha pervertido. La democracia consiste, para la mayoría de los ciudadanos, en depositar un voto cada cierto número de años. Más allá de eso no existe. Y si, como hemos visto especialmente este año, los gobiernos se separan de la voluntad de aquellos que los pusieron en el poder, no hay nada que hacer, más que las manifestaciones y las protestas. No existe ningún cauce para que la voz de la gente llegue más lejos y sea tenida en cuenta.
Y sin embargo, pese a lo que pueda parecer, el poder sigue estando en el pueblo...

"Somos cientos de millones. No es una cifra que puedan darse el lujo de ignorar"
Pocos piensan en qué podrá ocurrir cuando cientos de millones de ciudadanos hartos, exijan a quienes les representan que cumplan la labor que les fue encomendada. Y si no que se vayan.

"Este es nuestro país, nuestro espacio y nuestro tiempo. Sean todos bienvenidos"
Es el tiempo de los ciudadanos. El tiempo de los pueblos. Es el momento de que las personas reclamen su lugar. Toma forma algo a los que los medios de comunicación ya han bautizado como "el quinto poder", capaz de derribar gobiernos, de darle la vuelta a la historia, de hacerse oír por encima de las mordazas. Es el Pueblo Universal, que surge como un nuevo poder, unido por la necesidad de justicia, la sed de paz y la dignidad que emanan sus gentes. Es la fuerza de los que reclaman un lugar en el mundo. Ahí está la semilla de un futuro diferente. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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