Las circunstancias
externas, evidentemente, afectan de forma positiva o negativa a nuestro
organismo, sin embargo no son responsables exclusivas, ni siquiera las que
más peso tienen, del estado de ánimo experimentado. |
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AGOSTO 2003
SEROTONINA, PROTAGONISTA DEL
BIENESTAR
POR RAQUEL BUZNEGO (PSICOLOGA)
En la adolescencia la vida me era odiosa y estaba constantemente al
borde del suicidio, del cual me liberé gracias al deseo de saber más
Matemáticas.
Bertrand Russell.
Por
qué ante circunstancias adversas, o simplemente ante el discurrir de la
vida, unos sujetos se deprimen profundamente y otros no? ¿Por qué hay
personas que se instalan en un asfixiante pesimismo? ¿Tienen estas emociones
relación con las circunstancias que nos rodean o es nuestra determinación
genética la responsable de las mismas?
Las circunstancias externas, evidentemente, afectan de forma positiva o
negativa a nuestro organismo, sin embargo no son responsables exclusivas, ni
siquiera las que más peso tienen, del estado de ánimo experimentado. Nuestra
forma de percibir e interpretar diversos acontecimientos así como nuestra
disposición biológica son los factores clave, aquellos a los que debemos
prestar especial atención por ser susceptibles de ser modificados de forma
positiva.
En cuanto al aspecto biológico es la Serotonina la sustancia que juega un
papel crucial en nuestro bienestar. Se trata de un neurotransmisor que
permanece almacenado en determinadas células del cerebro y que hace acto de
presencia en el espacio intercelular activando parte del córtex cerebral
potenciando la memoria y actuando sobre el centro emocional del cerebro,
lugar donde se generan y modulan nuestros sentimientos.
Si los niveles de Serotonina son bajos sucumbimos a estados depresivos
mientras que sus niveles son los adecuados nos sentimos satisfechos,
calmados y felices.
Nuestro organismo fabrica y dispone de este neurotransmisor, sin embargo su
adecuado funcionamiento puede verse interrumpido por múltiples
circunstancias (estrés, enfermedad, etc) requiriendo, entonces, tratamiento
con inhibidores selectivos de la recaptación de Serotonina (algunos
antidepresivos). Estos fármacos actúan sobre la secreción de esta sustancia
impulsando a las células nerviosas para producir más, inhibiendo la
reabsorción de serotonina, potenciando la sensibilidad de los receptores
celulares para hacerlos más sensibles a la sustancia o inhibiendo la enzima
que la destruye.
También existen pautas que podemos y debemos poner en funcionamiento y que
influyen en la producción de Serotonina de una forma natural, a saber:
-Algunos alimentos como los carbohidratos (pasta, arroz, bollería integral)
actúan sobre la secreción de Serotonina. El triptófano, aminoácido capaz de
traspasar rápidamente la barrera cerebral, favorece la síntesis de esta
sustancia potenciando nuestro estado de bienestar.
-Hacer ejercicio de forma vigorosa durante, al menos, quince minutos
diarios.
-Un cambio de aires, hacer algo novedoso y aprender algo son prácticas
sencillas que favorecen el flujo de Serotonina en el organismo. (Recuérdese
que B. Russell superó su apatía pertinaz merced a su deseo de aprender más
acerca de aquello que le interesaba).
-Practicar alguna técnica de relajación (meditación, yoga, hipnoterapia, etc).
El organismo dispone de las sustancias adecuadas para un buen y
satisfactorio funcionamiento, sin embargo ese correcto funcionamiento se ve
interrumpido, en ocasiones, por circunstancias tanto internas (enfermedad)
como externas (acontecimientos adversos). Para reestablecer el equilibrio
perdido es preciso, cuanto antes, poner en práctica las medidas
anteriormente expuestas.
El organismo se recuperará.
Con tu ayuda, claro. ¿Por qué ante circunstancias adversas, o simplemente
ante el discurrir de la vida, unos sujetos se deprimen profundamente y otros
no? ¿Por qué hay personas que se instalan en un asfixiante pesimismo?
¿Tienen estas emociones relación con las circunstancias que nos rodean o es
nuestra determinación genética la responsable de las mismas?
Las circunstancias externas, evidentemente, afectan de forma positiva o
negativa a nuestro organismo, sin embargo no son responsables exclusivas, ni
siquiera las que más peso tienen, del estado de ánimo experimentado. Nuestra
forma de percibir e interpretar diversos acontecimientos así como nuestra
disposición biológica son los factores clave, aquellos a los que debemos
prestar especial atención por ser susceptibles de ser modificados de forma
positiva.
En cuanto al aspecto biológico es la Serotonina la sustancia que juega un
papel crucial en nuestro bienestar. Se trata de un neurotransmisor que
permanece almacenado en determinadas células del cerebro y que hace acto de
presencia en el espacio intercelular activando parte del córtex cerebral
potenciando la memoria y actuando sobre el centro emocional del cerebro,
lugar donde se generan y modulan nuestros sentimientos.
Si los niveles de Serotonina son bajos sucumbimos a estados depresivos
mientras que sus niveles son los adecuados nos sentimos satisfechos,
calmados y felices.
Nuestro organismo fabrica y dispone de este neurotransmisor, sin embargo su
adecuado funcionamiento puede verse interrumpido por múltiples
circunstancias (estrés, enfermedad, etc) requiriendo, entonces, tratamiento
con inhibidores selectivos de la recaptación de Serotonina (algunos
antidepresivos). Estos fármacos actúan sobre la secreción de esta sustancia
impulsando a las células nerviosas para producir más, inhibiendo la
reabsorción de serotonina, potenciando la sensibilidad de los receptores
celulares para hacerlos más sensibles a la sustancia o inhibiendo la enzima
que la destruye.
También existen pautas que podemos y debemos poner en funcionamiento y que
influyen en la producción de Serotonina de una forma natural, a saber:
-Algunos alimentos como los carbohidratos (pasta, arroz, bollería integral)
actúan sobre la secreción de Serotonina. El triptófano, aminoácido capaz de
traspasar rápidamente la barrera cerebral, favorece la síntesis de esta
sustancia potenciando nuestro estado de bienestar.
-Hacer ejercicio de forma vigorosa durante, al menos, quince minutos
diarios.
-Un cambio de aires, hacer algo novedoso y aprender algo son prácticas
sencillas que favorecen el flujo de Serotonina en el organismo. (Recuérdese
que B. Russell superó su apatía pertinaz merced a su deseo de aprender más
acerca de aquello que le interesaba).
-Practicar alguna técnica de relajación (meditación, yoga, hipnoterapia, etc).
El organismo dispone de las sustancias adecuadas para un buen y
satisfactorio funcionamiento, sin embargo ese correcto funcionamiento se ve
interrumpido, en ocasiones, por circunstancias tanto internas (enfermedad)
como externas (acontecimientos adversos). Para reestablecer el equilibrio
perdido es preciso, cuanto antes, poner en práctica las medidas
anteriormente expuestas.
El organismo se recuperará.
Con tu ayuda, claro. ∆ |