Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

 

EL ALEPH

 

Y en ese momento en el que surge la necesidad de crear famosos, y qué mejor que aplicar el protocolo de producción masiva de cualquier granja avícola. Es decir, se crían y engordan artificialmente personajes, qué importa que no hayan hecho nada, si han sido creados para rellenar.

AGOSTO  2003

aleph.jpg (11914 bytes)
LA PRENSA DEL CORAZON
POR JOSE ROMERO SEGUIN

Hace años, los hombres y mujeres de papel, tenían empapelados los corazones de títulos nobiliarios, propiedades inmobiliarias, fincas rústicas, acciones y billetes de mil. Unos trabajaban en acrecentarlos, y otros, simplemente se dedicaban a dilapidar sus enormes fortunas, obtenidas por sus antepasados del sudor y la sangre de miles de personas. Pero eso qué importaba, ellos representaban en ese momento la flor y nata de la sociedad, se nombraban con ridículos diminutivos, que ocultaban la retahíla de nombres con que les habían bautizado, tenían yate en un puerto deportivo, celebraban grandes fiestas privadas y se casaban en catedrales.
Eran el deprimente producto de la injusticia que ha gobernado al mundo durante todos estos siglos. El vivo ejemplo de lo que no debiera ser, pero que es, y como lo es, es celebrado como una extraña forma de rabia, la que nace de la entrega y se torna admiración.
En esos tiempos, su libertad, es decir, la seguridad, estaba a salvo, eran libres en un país donde las libertades sociales estaban secuestradas. Y como su especial libertad estaba garantizada, se sentían encantados de mostrarse en todo su esplendor en los actos públicos y privados.
Pero los tiempos cambian, llegó la democracia y su libertad-seguridad, se tornó quebradiza, y no sólo eso, sino que la irreverencia ganó espacios en la libertad de expresión recién estrenada, y desde ese momento la gracia de ser las gracias del papel dejó de interesar. Pues a través del inocente papel se desvelaban sus negocios, propiedades y alguna que otra verdad sobre la grandeza de su linaje. Cuestiones que les robaban brillo que los ponían en el brete de tener que dar explicaciones que no tenían, y adoptar prevenciones que no querían, es decir, que el panorama invitaba a ponerse a salvo de este tipo de prensa, y así fue como uno tras otro, se fueron evaporando de la actualidad. Dejaron como carnaza a un grupo de ellos, de los que todos guardamos recuerdo, rubias de noble origen alemán, casadas con machito ibérico, condes de segunda con monóculo, en fin, esos todos que eran uno, apiñados en torno al anzuelo con el que los realmente poderosos pescaban la atención de los periodistas del corazón.
Esta desbandada no acabó con este tipo de prensa, sino que la redefinió, es decir, le asignó a cada una un papel, para una, la de élite, información seria sobre los serios personajes que ahora querían ser, para la otra, aquello que se le había dejado a su servicio.
Con la llegada de las cadenas privadas de televisión, este tipo de prensa, pasó a ser contenido primordial de todas ellas, huyendo claro está, de la información política, económica, etc. Y a la sombra de estos programas se disparó la demanda. Y en ese momento en el que surge la necesidad de crear famosos, y qué mejor que aplicar el protocolo de producción masiva de cualquier granja avícola. Es decir, se crían y engordan artificialmente personajes, qué importa que no hayan hecho nada, si han sido creados para rellenar de nada las pantallas y las hojas de las revistas. Además, como son de cosecha, pues se les puede tratar como a uno le dé la gana, tanto los periodistas a la hora de entrevistarlos como los lectores o espectadores a la hora de enjuiciarlos. Son los muñecos de las bofetadas, bien remunerados eso sí, para que den más juego, para que no tengan necesidad de trabajar en otra cosa que dar espectáculo. Han de ir de fiesta en fiesta, de escándalo en escándalo para luego escandalizarnos a todos. Qué importa que mientan, si son mentira. Qué importa que no sepan ni hablar. Cuanto más grotescos, más apetecibles al juego.
No son personas, son sólo sombras de personas que se nos arrojan a la cara, para que las devoremos, para que nos riamos de ellas, no de lo que hacen, sino de ellas directamente, y para que las podamos olvidar sin trauma y acoger las nuevas en el seno de nuestras maldades. Hombres y mujeres de usar y tirar, eso es lo que están creando, y eso no puede ser bueno. Porque mina el respeto que nos debemos, unos como actores y otros como lectores o espectadores. Pues al final todos somos lo mismo, muñecos en manos de quienes dicen buscar entretener y no hallan mejor modo que éste de humillarnos a todos, con las miserias de un puñado de personas que ellos han convertido públicamente en miserables, pese a lo honorables que éstos puedan ser en el ámbito íntimo, pues privado no tienen.
El más elemental respeto está en entredicho, y es que la teoría del todo vale, lleva a muchos profesionales de este mundillo, a reírse del primero que le cae a mano, haciéndole preguntas estúpidas, burlándose de él tanto física como intelectualmente, qué más da. Y no me refiero a esos que ellos han creado, sino a los que circulan tranquilamente por la calle. La granja se ha quedado pequeña, y en el esfuerzo por ampliarla se está convirtiendo al país en un vasto corral, donde todos somos susceptibles de ridiculizar en nombre de esa prensa que se dice, divertida, glamourosa, medicinal casi, y que no es sino una puñetero saco de basura que mancha todo cuanto toca.∆

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA