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LIBERACION
C uenta una leyenda que al
principio de los tiempos hubo una guerra en los cielos, que algunos Dioses,
ansiosos de poseer más poder, se enfrentaron a los de su propia estirpe y,
rompiendo con todo lo establecido, realizaron su propia creación.
Los Dioses rebeldes arrastraron consigo a infinidad de vidas menores, seres
que perdieron así su libertad y pasaron a ser esclavos de sus señores, a ser
víctimas inocentes de un sistema que, a diferencia del original, se basaba
en la organización jerárquica, en la manipulación de las mentes, en la
implantación del miedo, en la explotación de todo aquello que implicara
energía, para extraer el poder que tan ansiosamente buscaban los dioses.
Se fue diseñando así una creación donde todos trataban de dominar, donde la
vida ya no era sagrada, donde la libertad era un sueño, un recuerdo de otro
tiempo que parecía no haber existido nunca.
Las vidas menores atrapadas, conscientes de su situación, angustiadas por la
pérdida de su identidad, de sus valores, lanzaron una llamada de socorro
que, atravesando los propios límites de la creación, llegó a los niveles
donde los dioses, que seguían fieles al sentido original de la existencia,
tenían su morada.
Cuenta la leyenda que la llamada fue recogida y que despertó la compasión de
los Dioses hacia las vidas prisioneras, creándose como consecuencia un plan
que permitiera llegar hasta ellas y liberarlas de su prisión.
Mientras, los Dioses rebeldes modelaban cada vez más su creación, diseñando
un estado de vida basado en el falso e ilusorio bienestar que aportaba la
posesión material, buscando el poder en la acumulación de sustancia básica,
en la posesión de espacio, en la manipulación del tiempo para sus egoístas
intereses.
El recuerdo del Origen se perdía cada vez más en la consciencia de las vidas
atrapadas y era sustituido por historias inventadas y hábilmente manipuladas
por las jerarquías para distorsionar la realidad e introducir con ello en
las mentes el miedo a todo lo que tuviera que ver con el Origen y con los
Dioses que fieles a él se habían mantenido.
Así, para la mayoría de las vidas prisioneras, los rebeldes pasaron a ser
los "buenos" y los auténticos Dioses, los "malos".
Pero las vidas menores llevaban en su interior la esencia del Origen, la
chispa pura inextinguible que les diferenciaba y que constituía el punto
sobre el que se iba a cimentar el plan para su liberación.
En la creación de los Dioses rebeldes, la vida, poco a poco, dejó de tener
valor. Todo se basaba en la búsqueda ciega del poder. Toda la creación fue
impregnada de la obsesión de los Dioses por el poder y nada fuera de ello
tenía sentido.
Cuenta la leyenda que en el transcurso del tiempo fueron surgiendo seres que
se enfrentaron al sistema, pero que fueron aplastados por las jerarquías
dominantes, quienes potenciaban la sumisión y la colaboración con sus
métodos, elevando de rango y otorgando poder a todos aquellos seres que
colaboraran con sus interesados objetivos, aún a costa de convertirse en
verdugos de sus propios hermanos.
Pero un día, un ser diferente apareció entre las vidas prisioneras.
Su forma de pensar, su lógica, su visión sobre las cosas, no encajaba en el
sistema, en el entorno creado. Sus palabras llegaban con la fuerza del rayo
al interior de quienes los escuchaban, activando la chispa dormida y
despertando recuerdos de un pasado perdido en los tiempos, de un remoto
Origen ya casi olvidado.
Este ser hablaba a las vidas dentro y las reconocía como a hermanos,
mostrándoles por una parte la prisión en la que estaban y por otra el método
para liberarse de ella.
Poco a poco y una tras otra, las vidas que rodeaban a este ser fueron
despertando a la verdad sobre su existencia, hasta que un día supieron que
este ser era la respuesta de los Dioses a su llamada, el que les mostraría
el camino que les conduciría a la liberación del orden establecido, el que
les devolvería a su estado original del que fueron arrancadas.
Cuenta la leyenda que en torno a este ser se formó un ejército de vidas que
tenían como armas la verdad y la justicia, que se enfrentaron a todos y cada
uno de los valores establecidos por los Dioses rebeldes, destruyéndolos con
la lógica, desenmascarando sus intenciones ocultas, erradicando el miedo,
las limitaciones, y devolviendo a las vidas prisioneras su verdadera
condición, su libertad.
Cuenta la leyenda que un día, tal y como apareció, este ser desapareció,
llevándose consigo un grupo de vidas y dejando en manos de otras la
responsabilidad de continuar destapando la mentira de los Dioses rebeldes.
Y así, la verdadera rebelión estalló en la creación, la rebelión contra la
mentira, contra los que esclavizan a las vidas, contra los que imponen sus
métodos y manipulan la libertad.
Y aunque es una leyenda, es al mismo tiempo la historia más real jamás
contada, historia de la que faltan muchos capítulos, pero que las vidas, en
su despertar, pueden intuir y completar.
Sólo hay que poner blanco donde está escrito negro y al revés, porque la
historia conocida fue escrita por los manipuladores de la verdad, sólo las
leyendas conservan la pureza del Origen. ∆ |
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