elayo del Riego es el
autor e ideólogo de este proyecto, que ha recibido, entre otros, un premio
en la Expo de Hannover 2000. En él se proponen una serie de acciones
destinadas a conseguir un mundo en desarrollo que no comprometa a las
generaciones futuras. Para ello han elaborado un modelo de Agenda 21 y han
concentrado sus acciones en una provincia, Soria, como territorio ejemplo
para otros lugares del planeta.
-¿Qué es Deyna?
-Es un proyecto que nace en el año 92, con motivo del Madrid Cultural.
Allí empezamos a hablar de cómo todo está interrelacionado, y de que no se
puede hablar de biodiversidad sin hablar de medio ambiente o desarrollo
sostenible. Así que vimos la necesidad de un territorio para la
demostración, que haga ver que el desarrollo sostenible es posible. En ese
tiempo sucede la Cumbre de Río, y nos agarramos al Programa 21: un
conjunto de acciones que, ante la gravedad de la situación, cuestionan la
supervivencia de la raza humana en el planeta, y apelan a la participación
de la gente.
-Esa participación es la base de vuestro proyecto. ¿Por qué?
-El Programa 21 habla claramente y muchas veces de participación. Pero
la democracia participativa no gusta a la democracia representativa,
entonces desde el año 92 hasta la fecha se han hecho sólo 3.000 agendas en
todo el mundo. Hay empresas que lo han comercializado y han dicho: "Menudo
chollo, hacemos una auditoría medioambiental y nosotros, que hemos
destrozado el pueblo, ahora lo arreglamos". Pero lo que hace falta es la
concienciación de la gente; si la gente se conciencia no abusa de la
naturaleza, no destroza, no rompe; y es solidaria con las generaciones
futuras, que es el secreto de la sostenibilidad.
-Para llevar a cabo vuestro proyecto habéis escogido la provincia de
Soria como modelo. ¿Por qué?
-Porque tiene un tamaño medio y es probablemente la población más
instruida de España. Soria tiene ya una identidad a nivel mundial, como
ejemplo de lo que dice el Club de Roma: piensa globalmente, actúa
localmente. Nuestra intención es que no se pueda hablar de desarrollo
sostenible sin hablar de Soria como modelo exportable, y hay muchos sitios
que ya están interesados. Queremos que este año autonomías completas hayan
hecho la Agenda 21 gracias a que este modelo es factible, mientras que los
otros son para ayuntamientos muy ricos, porque una auditoría
medioambiental cuesta ocho millones de pesetas o más.
-¿Cuál ha sido la reacción de la gente?
-La del pueblo soberano ha sido magnífica, porque en 183 municipios se
han hecho 110 Agendas 21. Es decir, que en Soria en este momento se
podrían hacer estudios magníficos. Pero a los políticos no les parece
interesante, hay un escepticismo y una falta de atención casi absoluta.
Hemos visto una falta de sintonía tremenda entre los objetivos de los
partidos políticos y lo que la gente quiere.
-Uno de los conceptos que manejáis es ecoética ¿qué es eso?
-Es la ética aplicada a la ecología. No es moral que unos señores
vivan de maravilla mientras otros se mueren de hambre. La ecoética es
decir que no se puede despilfarrar el petróleo porque es un bien escaso, y
el día que se acabe se terminó. Pero se habrá terminado para los pobres,
para los ricos siempre habrá petróleo a 1.500 pesetas el litro. Ecoética
es sencillamente aplicar la moral, la ética y las buenas costumbres a la
ecología.
-¿Y cómo se da el salto de esto tan global a lo local, como vuestro
proyecto en Soria?
-Haciendo masa crítica. Si te concentras en Soria, si tienes a más de
noventa mil personas que creen en el tema, es un ejemplo a nivel mundial,
fácilmente asimilable por cualquiera. De modo que un país como España
puede exportar, aparte de turismo, un buen ejemplo. ∆