Si eres jornalero y además temporero, es el delirio, y es que al margen del pastón que ganas en la temporada, encima llegas a casa y percibes el seguro agrario, y por si eso no fuera poco, haces turismo, conoces media España.

LA REVOLUCION FANTASMA
POR JOSE ROMERO SEGUIN

El problema no es que lo que el jornalero, el parado o el inmigrante defrauden, lo malo es el ejemplo, porque el jornalero, el parado y el inmigrante son figuras sociales que crean opinión, que educan, que son ejemplo y bastión de virtudes.
Tanto es así, que cuando se les pregunta a los jóvenes tú qué quieres ser de mayor, te responden, banquero, empresario o político, pero mienten, porque lo que de verdad quieren es ser jornalero, o parado, o inmigrante, que también da mucho juego. Los jóvenes no son tontos, ellos saben lo que quieren. Porque vamos a ver, quién vive mejor en este país que un jornalero, un parado o un inmigrante. Lo dice Aznar y lo dicen sus ministros, y Aznar es un hombre honrado y sus ministros son hombres honrados, todos son hombres honrados.
Si eres jornalero y además temporero, es el delirio, y es que al margen del pastón que ganas en la temporada, encima llegas a casa y percibes el seguro agrario, y por si eso no fuera poco, haces turismo, conoces media España. Al margen de que te conviertes por arte de ese estado de gracia que te ha alcanzado sin merecerlo, en un Rodríguez crónico, pues allí donde esté el trabajo estarás tú sin familia. Es decir, el descoque, amantes, putas, bares, yo que sé, lo que se te antoje.
Si por el contrario eres parado urbano, qué quieres que te diga, cobras sin currar, y encima te puedes dedicar a cualquier hobby en la economía sumergida, por el que vas a percibir una magnífica remuneración en dinero negro, del negro de tu patrón.
Y si eres inmigrante, qué te puedo decir, de cine, basta leer las noticias. Las asociaciones de protección al inmigrante te gestionan hasta la bonoloto, que es la hostia de complicada. Tienes, además, derecho a la seguridad social, a practicar tu culto, a la educación y por si fuera poco preferencia para trabajar, porque los sufridos empresarios se te disputan. Lo dicen los empresarios y los empresarios son hombres honrados.
Y conste que no hago mención de todos los privilegios de estos colectivos para no echar más leña al fuego, entendiendo que esta pequeña muestra será más que suficiente para que hasta el más lerdo advierta que el futuro de ellos y sus hijos no está en la universidad, ni en montar un negocio, sino en convertirse cuanto antes en jornalero, parado o inmigrante, esto último es algo difícil para los nativos, pero si se pone empeño también se puede conseguir, porque pronto seremos un conjunto de naciones libres e independientes, con sus fronteras y sus pasaportes. Es decir, y por poner un ejemplo, si sales de Extremadura, te coges una patera con ruedas, tiras ruta de la plata arriba, y pum, en un santiamén te pones en Castilla León, y si no mola, pues sigues y entras en Navarra y si tampoco, y cuidado que hay que ser exquisito, pues sigues y te llegas al País Vasco, que allí a los extranjeros los miman.
Es cierto que el gobierno intentando hacer un guiño progresista de protección de los más desfavorecidos, empresarios, banqueros etc., ha decidido hacer como que se mete con ellos. Pero no cuela, porque la progresía intelectual del país sostiene con valentía y en defensa de los derechos y libertades de todos, que ser jornalero, parado o inmigrante sigue siendo un lujo, algo sólo al alcance de un puñado de privilegiados.
Y ahora salen los sindicatos anunciando que van a hacer una huelga general porque están en desacuerdo con los recortes que se introducen en el decreto del gobierno, es decir, que encima los van a defender, sea por lo que sea, pero lo van a hacer, y a eso no hay derecho. Los sindicatos han perdido el norte, ellos deberían defender a la patronal, no a esta caterva de curritos privilegiados.
Y no es exagerar, es la pura verdad, porque las mejores casas son de jornaleros, de parados y en un futuro, que a todo se llega, de los inmigrantes. Y qué decir de los coches, te das una vuelta por un pueblo o una ciudad y ves que no hay uno que no tenga un buen coche. La duda que me carcome, es que no alcanzo a comprender cómo hemos logrado tan alto grado de igualdad sin haber hecho una revolución, y sin que haya gobernado este País un partido político tan progresista y valiente como para afrontar las agresivas reformas que se debieron haber realizado para que los parias de la sociedad sean ahora los privilegiados, los envidiados. Y también me pregunto por qué están estos bribones tan angustiados. Y por qué están tan tristes y deprimidos. Y por qué viven en tan precarias condiciones. Y por qué trabajan por cuatro euros. Y por qué están tan cansados. Y por qué se drogan. Y por qué tienen que delinquir. Y por qué firman contratos laborales de seis horas cuando trabajan doce y cobran por tres. Y por qué son ilegales. Y por qué la policía los vigila. Y por qué no pueden tener hijos. Y por qué no les llega el dinero ni a mediados de mes. Y por qué no pueden ir de vacaciones. Y por qué hacen cola en los ambulatorios de la Seguridad Social.
Será por vicio, o será que realmente el dinero no da la felicidad. ∆