ASADO VEGETAL
Ingredientes (como pá 4
personas): 1 kg de patatas • 1/2 kg de cebollas rojas • 1/2 kg de
tomates •1/2 kg de berenjenas • 5 dientes de ajo • perejil • sal de
hierbas • 4 cucharadas de aceite virgen
Esta
receta es de Manolo "el pecoso"... Aún recuerdo ese día que fue al
confesionario y surgió esta conversación entre el cura y él:
-¿Pecas, Hijo?
-Hasta en el culo, Padre...
Comencemos lavando y pelando las hortalizas. Las patatas se deben lavar
de nuevo después de peladas, y si los tomates y las berenjenas ya están
bien limpios, no los peles. Cortarlo todo en rodajas de más o menos un
centímetro y sazonar a gusto.
Pero Manolo no era sólo pecoso, sobre todo era sordo:
-Jo, tío, me acabo de comprar un aparato para la sordera que es una
maravilla. Me lo puedo meter en la oreja y nadie se da cuenta.
-Qué cosas... ¿y cuánto te ha costado?
-Las dos y cuarto.
Pero lo que sí tiene bien son la vista y el "gusto":
-Estuve este fin de semana con una mujer impresionante: tenía un
cuerpazo, unas piernas, unos ojazos...
-¿Y de cara?
-¿De cara? ¡Carísima!
Pela los ajos y pícalos finamente junto con el perejil. En una cazuela
de barro o una bandeja para horno se van colocando las rodajas por
capas, primero las patatas espolvoreadas con ajo y perejil y con un
poquito de aceite.
Pero él siempre tuvo muy claro desde pequeño lo que quería hacer, cuando
le preguntaban:
-¿Qué quieres ser cuando crezcas?
-¿Yo? Imbécil.
-¿Por qué?
-Porque mi padre dice: Qué de pasta tiene ese imbécil, qué tía más buena
sale con ese imbécil, qué cochazo tiene ese imbécil...
Después continúa poniendo una capa de cebolla con más perejil, ajo,
aceite, y así sigue poniendo capas hasta tapar con una de patatas.
Introduce todo en el horno y ásalo a temperatura alta unos 30 ó 40
minutos, hasta que todo esté bien doradito y tierno.
Y para terminar os dejo con un chiste de Manolo, que no es que fuera muy
gracioso, pero a veces...
San Pedro llamó a un ángel y le pidió que le sustituyera en la puerta
del cielo durante un día, para poder ocuparse de unos asuntos.
-Pero, San Pedro, ¿y yo cómo sé a quién tengo que dejar pasar?
-Dale a elegir entre un fajo de billetes o una Biblia. Si elige la
Biblia le dejas pasar y si no, lo mandas al infierno.
Pasa todo el día, y a última hora de la tarde le suena el móvil a San
Pedro.
-San Pedro, menudo problema. Ha llegado un tío que coge la Biblia, pasa
las hojas, asiente y las va marcando con los billetes... ¡Y ahora quiere
quedarse con la Biblia!
-Pues entonces déjale entrar, que ése es del Opus.
/ El Cuñao
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