Escribir en las paredes del
retrete es la más barata de las formas de publicar y la que más garantía
te ofrece de que se te lea con verdadera atención. |
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GREGUERIAS Y DESVARIOS
POR JOSE ROMERO SEGUIN
K abul es aquel lugar a donde un día
apuntaron los misiles. Afganistán una luna artificial. Somalia la cara
oculta de esta luna.
Las bombas son más inteligentes que los generales.
Fraga representa como nadie lo irremediable, el pueblo gallego lo sabe, y
vota a lo irremediable.
El fanatismo es una forma como otra cualquiera de idiotez, pero
malintencionada.
El nacionalismo es la enfermiza virtud de quererse tanto que te lleva a
desarrollar un miedo patológico a parecerte a los demás. Neurosis obsesiva
que puede degenerar en paranoia.
Que todos nacemos con los mismos derechos, eso es algo indiscutible, otra
cosa son los méritos, esos, cada uno adquiere los suyos.
La educación supone una forma legal de agresión a la singularidad del
individuo. Todos somos pues sus víctimas.
Escribir en las paredes del retrete es la más barata de las formas de
publicar y la que más garantía te ofrece de que se te lea con verdadera
atención.
Los hombres que viajan son más receptivos, ellos, como los sin patria,
tienden a confraternizar con mayor facilidad que el resto de los mortales.
No es que seamos limitados, es que habitamos un medio sin límites, eso nos
angustia en forma de agorafobia, si no fuese así en vez de esa angustia
sentiríamos la que produce la claustrofobia.
La nada sirve para que todo se exprese, si todo fuese todo sin
discontinuidad, paradójicamente nada sería nada.
Amar a Dios más que a nosotros mismos es una forma como otra cualquiera de
blasfemar contra él.
La necesidad de trascender se combate con una simple pregunta, ¿para qué?
La fama, al contrario que la baba, no mancha el traje, sino el alma.
El universo no es que pueda contener otras formas de vida, es que es en sí
mismo vida.
La iglesia tiene dinero negro, de qué extrañarse, ella siempre ha pedido
para la gente de ese color.
Los escándalos financieros sólo trascienden a la opinión pública cuando
pueden inclinar las balanzas del poder. Por ello digo que la verdad no nos
hace libres, sólo futuros votantes.
Las cosas tienen el valor que deseemos darle, porque el valor no está en las
cosas, sino en la percepción que de ellas tengamos.
El oro tiene el mismo valor que dios, pues ambos tienden a cegarnos, a
confundirnos.
El trabajo sólo dignifica cuando pone al hombre en contacto con la
naturaleza de las cosas.
La riqueza satisface nuestras necesidades y la satisfacción no es sino otra
forma de no ser nada.
La angustia trasciende a la nada que somos y se sitúa en la nada que
seremos.
Ser distinto no te ofrece otro privilegio que el de reconocerte ante el
espejo.
Nadie sabe lo que cuesta ser uno mismo, porque para qué engañarnos, nadie lo
es.
Tener conciencia de las cosas es hermoso aún cuando las cosas son
horrorosas.
La libertad que pregona el sistema no es libertad sino buena educación.
Lo mejor de ser hombre es que no somos otra cosa. Y lo peor de ser hombre es
que no podemos ser otra cosa.
Lo terrible de la actual situación no es la verdad que está a la vista sino
la mentira que se esconde.
Somos un mal sueño de nosotros mismos.
Hemos sembrado tanta injusticia y ésta ha engendrado tanto odio y dolor que
no nos queda más remedio que matar a los dolientes.
Nuestra justicia es a la justicia lo que el orden financiero es al orden del
universo.
La torpeza es una forma como otra cualquiera de hallazgo.
Buscar es imperativo para quienes como nosotros reniegan de nuestra
condición.
¿Tiene sentido dar por bueno algo que no lo tiene? Pues a veces si, porque
no todo lo que nos sostiene en este mundo nuestro lo tiene. ∆ |