Foto: J.M. López
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La polémica de las
CELULAS MADRE
Desde hace varios meses se ha intensificado el debate
sobre la posibilidad de investigar en nuestro país con células madre,
pero el desconocimiento y la labor de determinados sectores ideológicos
no hacen más que generar confusión. ¿Permite la ley española trabajar en
estas líneas? ¿Cuáles son las posiciones encontradas? ¿Qué avance
supondría la investigación con estas células? Son preguntas que
necesitan aclaración, para que cada uno pueda forjarse su propia opinión
al respecto.
Texto: Marta Iglesias
Lo
primero que hay que conocer de las células conocidas como "madre" son
sus especiales características, descubiertas en 1998: son intemporales
porque, con matices, pueden vivir siempre; pueden dividirse sin cesar,
lo cual es un caudal eterno de posibilidades de trabajo de laboratorio;
y, una vez orientadas, pueden dar lugar a todos o algunos tipos de
tejidos, según sea su procedencia. Es en esta tercera peculiaridad donde
se centra la importancia y el debate suscitado en torno a estas células
"mágicas". Y es que su capacidad de conversión en diferentes tipos de
células permitirá curar enfermedades como el cáncer, la diabetes,
paraplejías, grandes quemaduras, Alzheimer, Parkinson o enfermedades
cardiovasculares. Las posibilidades en el campo de la medicina son
ilimitadas, como demuestran las investigaciones del doctor John McDonald,
que consiguió devolver la movilidad a ratas parapléjicas; Bernat Soria,
que ha conseguido que ratones diabéticos produzcan insulina; o el doctor
Rosenbaum que utilizó células madre para curar ratas con infarto
cerebral. Pero para trasladar paulatinamente todos estos avances a los
humanos es necesaria una investigación que debe aprobarse en cada país.
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Ciencia, política
y religión enfrentadas
Para avanzar, lo primero e imprescindible es
tener células madre disponibles para investigar. ¿De dónde pueden
extraerse? Una de las posibilidades para obtenerlas es crear un embrión
humano, fertilizando un óvulo con un espermatozoide, que entre el quinto
y séptimo día tendrá células madre. Pero no es necesario recrear este
proceso, porque en nuestro país disponemos de embriones sobrantes de
métodos de reproducción asistida. Un total de 35.000, que no han sido
utilizados por sus progenitores, esperan una resolución congelados en
laboratorios, ya que al haber pasado cinco años desde su creación no
pueden ser implantados en humanos. Para muchos son la fuente más útil de
células madre, habida cuenta que, en palabras del doctor Bernat Soria a
la revista Muy Interesante, "cuando se habla de 'dejar los
embriones tranquilos' se comete un gran error: en realidad, al estar
congelados se están muriendo poco a poco". Otra manera de obtener
células madre es mediante técnicas de clonación terapéutica, que no debe
confundirse con la clonación reproductiva (hacer dos individuos
iguales). Además pueden obtenerse células madre de fetos procedentes de
abortos espontáneos, y por último utilizar células madre que aún
persisten en adultos. Éstas son las cuatro opciones a la hora de
investigar, pero la polémica se centra en las que proceden de embriones.
Los sectores políticos más conservadores y la Iglesia católica
consideran que cuando un espermatozoide ha fecundado un óvulo ya existe
vida y ésta no puede detenerse para ser utilizada en investigaciones.
Por otro lado, muchos científicos consideran que el óvulo fecundado de
siete días es sólo un amasijo de células. Y otros sectores de la
sociedad, que pueden verse beneficiados por estas investigaciones,
comienzan a levantar sus voces: los diabéticos reunieron 1.330.000
firmas para apoyar el avance de la investigación de Bernat Soria, que
podría acabar con su enfermedad. Para algunos gobiernos, la solución
ante este debate social es autorizar la investigación únicamente con
células que persisten en adultos, sin embargo los investigadores ya han
hecho notar que éstas no tienen las mismas capacidades que las
embrionarias y afirman que hay que investigar todas las vías. Para
Marcelo Palacios, Presidente de la Sociedad Internacional de Bioética,
"el planteamiento del debate es que se colocan en extremos excluyentes:
éstas o aquellas, y desde mi punto de vista no se debe cerrar ninguna
puerta a la investigación. Todas tienen sus ventajas e inconvenientes, y
hay que aprovechar todas las ventajas que tenga cada una, sin exclusión
de ningún tipo. La cuestión principal está en que al otro lado hay
millones de pacientes que tienen problemas graves y que se pueden ver
beneficiados por estas investigaciones".
La definición del gobierno
Nos quejamos de que los
científicos se van de España, pero tampoco ponemos las facilidades
necesarias. En este momento las opiniones coinciden en afirmar que
apoyar la investigación de las células madre es fundamental, a nivel
europeo porque tenemos capacidad para igualarnos a EEUU, y en cada país
porque el que no investigue tendrá que comprar al país vecino la
tecnología para curar a sus enfermos. Es por eso que la UE deja al
arbitrio de cada gobierno si autoriza o no investigar en esta línea,
aunque tiene previsto dedicar una gran partida de dinero a las
investigaciones aprobadas. De momento el país europeo con la ley más
permisiva es Gran Bretaña, que permite clonar embriones humanos con
fines científicos. En España el caso más llamativo es el protagonizado
por el científico Bernat Soria, que ha avivado las negociaciones de
científicos con el Gobierno, ha movilizado a grupos como los diabéticos
y ha obligado a algunas autonomías a posicionarse, como la Junta de
Andalucía que le ofreció el poder desarrollar sus investigaciones bajo
su tutela. De todos modos, Bernat Soria se queja de lo ambiguo de las
leyes españolas, que Marcelo Palacios nos interpreta: "En primer lugar
nuestra ley permite la utilización de preembriones que, habiendo sido
creados para procrear -no expresamente por voluntad del investigador-,
no sirven para estos fines. Yo propongo que los treinta y cinco mil
embriones congelados se utilicen en investigación con fines terapéuticos
bajo tres estrictos requisitos: cuando la pareja de la que proceden ya
haya satisfecho su deseo de tener hijos con embriones del mismo lote;
que no haya parejas estériles que los pidan en donación; y que la
investigación se haga en centros cualificados. Por otro lado en España
no está prohibida la clonación terapéutica, pese a que se haya hecho una
enorme propaganda en ese sentido. Y, por último, está autorizado el uso
de todas las células procedentes de los embriones de más de catorce días
abortados". Todo muy claro, aunque muchos científicos españoles
prefieren no colarse entre las leyes, sino que el gobierno español se
defina para dejar de trabajar en un marco de "alegalidad", como lo ha
definido Bernat Soria.
Foto:
Fusión |
El acecho de
las multinacionales
Mientras que países como
EEUU y Gran Bretaña avanzan en la investigación con células madre, la
sombra de las patentes planea ya sobre este avance para la humanidad. El
Grupo Europeo de Ética emitió en mayo de 2002 un trabajo encargado por
la UE sobre la patentabilidad de células madre. Por un lado, patentar es
importante, ya que motiva a la industria a invertir dinero en estos
avances, pero si la patente es indefinida o tiene una cobertura muy
amplia, será contraproducente, ya que podría hacer que los futuros
tratamientos para enfermedades fueran muy caros y quedasen en manos de
unos pocos. Es por eso que uno de sus miembros, la genetista Anne
McLaren, declaró a un periódico nacional: "consideramos que la clonación
de embriones, sea cual sea su fin, no puede ser objeto de patente. Desde
el punto de vista ético, además, ninguna parte del cuerpo, incluyendo el
embrión, puede ser patentada. Tampoco pueden serlo las células
indiferenciadas obtenidas del embrión".
Pero para llegar a las patentes, antes hay que investigar, y antes tiene
que haber claridad en la manera de tratar el tema. Para Palacios "el
debate se ha formulado en términos emocionales, más que científicos.
Hace ya algún tiempo que se está creando una confusión absolutamente
artificial que no responde a la realidad objetiva del conocimiento
científico y a las expectativas que presenta". Así que se pide seriedad
a la hora de volcar opiniones, ¿o es que hay alguien interesado en
confundir a la opinión pública? ∆ |