TEMA DEL MES -
MILITARIZAR LA CIENCIA
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"Aparecen muchos prejuicios éticos y morales respecto a algunos
tipos de investigaciones científicas y en cambio no hay ningún tipo
de problema moral en hacer investigación militar. Esto para nosotros
es una gravísima incoherencia" |
Del presupuesto que el gobierno español va a dedicar en 2003 a
investigación, un 34% será para fines militares. Más de mil investigadores
se han declarado ya objetores científicos, comprometiéndose a no participar
en investigaciones con finalidad bélica.
Los datos los ha puesto sobre la mesa la
Fundación por la Paz (Fundació per la Pau), cuyo Director, Jordi
Armadans, nos informa de los pormenores.
-Eliminando del presupuesto destinado a investigación la parte
dedicada a programas militares, España queda como el último país europeo que
invierte en ciencia. ¿A dónde nos conducirá esta política en un futuro?
-Pues a que España no destaque por su aportación a la investigación
científica, a que los científicos no dispongan de suficientes recursos para
hacer su trabajo, y finalmente repercute negativamente en la calidad de vida
de la gente, porque la investigación científica produce mejoras sociales,
sanitarias, medioambientales...
-Ya hay científicos comprometidos a no participar en ninguna
investigación con finalidad militar. ¿Qué proyectos se esconden tras estas
investigaciones?
-Una parte importante de lo que sería el gasto militar en investigación
científica en estos últimos años, ha sido para proyectos armamentísticos de
ámbito europeo como el avión de combate Eurofighter 2000, las fragatas F-100
o los carros de combate Leopard. Pero aparte, para el 2003 está todo lo que
serían tecnologías de la información vinculadas al tema militar, sensores y
guerra electrónica, submarinos, helicópteros de ataque, etc.
-Cuando se da dinero para proyectos militares, ¿se declara, o la partida
va camuflada?
-La pregunta es compleja y merece dos o tres respuestas. Por una parte
hay un primer problema y es que, de esos 1.371 millones de euros que se
dedicarán a investigación militar, sólo 322 son atribuibles directamente al
Ministerio de Defensa. Pero dentro del dinero que gestiona el Ministerio de
Ciencia y Tecnología hay algunas partidas -en concreto 1.049 millones- que
van dedicadas a programas militares, que no se esconden, pero no se ponen
como partida gastada por Defensa. Además, buena parte de estos 1.049
millones que gestiona el Ministerio de Ciencia y Tecnología están en una
fórmula de préstamos reembolsables a empresas que hacen programas militares,
con lo cual incluso es discutible que sea investigación militar.
Probablemente podemos decir que se trata más bien de apoyo a la industria
militar directamente, en tanto que son préstamos que el Estado hace a esas
compañías para que puedan desarrollar ese tipo de productos. Finalmente,
estos 1.371 millones de euros que nosotros decimos que el Estado va a
dedicar para el 2003 a investigación militar, es lo que hemos detectado de
forma clara, pero es probable que haya otras partidas que estén más
escondidas en otros baremos.
-Uno de cada tres euros dedicados a investigación van a parar a proyectos
militares ¿Por qué esa necesidad de armarse hasta los dientes, cuando la
sociedad española demuestra no estar interesada ni siquiera en llenar las
plazas del ejército profesional?
-Eso se debe a la voluntad del Gobierno de participar codo con codo con
los principales países europeos en programas de investigación militar. Y
probablemente ese esfuerzo está por encima de sus posibilidades, con lo cual
ha tenido que poner mucho dinero. Por otro lado mucha gente en España no
conoce estos datos que en la Fundació per la Pau queremos dar a
conocer, porque cuanta más consciencia haya de esa realidad, más oposición
habrá en la sociedad y el Gobierno estará más forzado a cambiar.
-¿No resulta incongruente poner multitud de pegas para investigar con
células madre, aduciendo que son ya vidas, y por otro lado invertir tanto
dinero en material cuyo objetivo final es eliminar seres humanos adultos?
-Nosotros siempre decimos que la investigación militar en el mejor de
los casos no sirve para nada, porque cuando sirve evidentemente es para
matar gente. Pero en cualquier caso es cierto que aparecen muchos prejuicios
éticos y morales respecto a algunos tipos de investigaciones científicas y
en cambio no hay ningún tipo de problema moral y ético en hacer
investigación militar. Esto para nosotros es una gravísima incoherencia,
sobre todo porque es evidente que investigar nuevos tipos de armas tiene una
clara finalidad que no se puede dejar de lado.
-¿En qué situación se encuentra la investigación con fines sociales y
civiles?
-Hicimos unas comparaciones que son muy preocupantes, con respecto a los
presupuestos de 2003, porque el volumen que se va a dedicar a investigación
militar es siete veces superior a lo que se va a dedicar a investigación en
el campo sanitario; es 15 veces superior a lo que se va dedicar al campo
medioambiental; 26 veces superior a lo que se dedicará a investigación y
experimentación agrícola; y 296 veces superior a lo que se va a dedicar a
investigación en el campo educativo y a la evaluación educativa. Por lo
tanto, cuatro temas que todo el mundo entenderá que son cruciales e
importantísimos en España, ya se ve qué poca importancia se les da desde el
Gobierno, y a cambio qué gran importancia se le da a la investigación
militar. ∆ |