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MUJER... ¡DESPIERTA!
M ujer... ¿Por qué sigues dormida? ¿Aún
no has descubierto tu poder? Abre los ojos, mira al mundo, ¿no ves el
sufrimiento de los seres humanos? ¿Te has parado a pensar que en tus manos
tienes el poder para detener ese sufrimiento?
Todo lo que haces, todo lo que piensas, todo lo que sueñas, es la
consecuencia de haber sido programada para servir al hombre y a su
concepción de la vida.
No eres libre, no tienes capacidad para decidir, para elegir, para pensar.
Vives en una sociedad diseñada por el hombre y tú eres una pieza más en ese
diseño que se comporta para dar gusto al hombre, que vive esperando el
beneplácito del hombre, que es "feliz" si el hombre le dedica un poco de su
tiempo.
No eres libre. Recoges las migajas que le sobran al hombre y con ello te das
por satisfecha, pero tienes vetados sus mundos particulares, aquellos donde
se fabrican los poderes que mueven al mundo, que desangran a tus hijos, que
fabrican los "valores espirituales" que te marginan, que te condenan, que te
esclavizan sexualmente para convertirte en un objeto de uso y disfrute del
varón, pero que te impiden disfrutar a ti.
No eres libre. No cuentan contigo. Te utilizan para rentabilizar con tu
presencia sus "buenas intenciones", pero te llevan a su lado para presumir
de su dominio sobre tu belleza, sobre tu encanto, sobre tu inteligencia.
Eres su mascota más preciada y más prisionera.
Y esta es tu realidad actual. Ahora piensa.
Resulta que tú eres Todo y el hombre sólo es parte. Que tú puedes crear vida
y el hombre sólo puede colaborar. Que tú posees Poder y el hombre lo busca,
lo persigue, por eso te tiene prisionera. Piensa.
Tú no eres segunda, sino primera. Tú no eres consecuencia, sino Origen. Tú
no eres esclava, sino Reina.
La tierra es femenina, la Madre Tierra. Tú eres hija y Madre. En tu regazo
lloran los niños que pasan hambre, que sufren la violencia de los hombres en
su absurda y loca persecución del poder.
El mundo te necesita, la humanidad te necesita, el mismo hombre te necesita,
pero no como su esclava, sino como su guía, quien le debe orientar en el
camino correcto hacia el encuentro de sí mismo, porque tú conoces el camino
y la verdad en tu interior, porque eres intuitiva, porque percibes lo
correcto en medio de tanta mentira, de tanto dolor.
Sólo el despertar de la mujer puede corregir el camino hacia el abismo. Sólo
la rebelión de la mujer puede traer luz, la luz necesaria que venza la
oscuridad.
Cambia tu visión de las cosas. Cambia tu percepción de Dios.
Descubre en ti la energía de lo femenino, el poder de la creación maniatado
por el "Dios" que utiliza a los hombres como zombis para sus planes.
Descubre al Dios-mujer, descúbrelo dentro de ti y despierta a la verdad. Te
encontrarás a ti misma, te parecerá que despiertas de una larga pesadilla
donde eras esclava, prisionera.
Y luego comienza a cambiarlo todo, porque nada vale, porque nada ha sido
construido con tu colaboración, sino a espaldas de ti y contra ti.
Tienes en tu interior la Fuerza, descúbrela y úsala.
Tienes en tu interior la Sensibilidad, deja que te inunde y transmítela al
exterior, a todo y a todos.
Posees la inteligencia, unida a la intuición, ponla al servicio de la
humanidad, de la justicia, de la verdad.
No puedes seguir cómodamente vegetando a los pies del hombre, esperando una
caricia suya, cuando tú posees más capacidad y más poder que él.
El mundo ya reclama tu presencia, necesita tu presencia.
Convierte tu cuerpo en la Nueva Tierra. Transforma tu mente en la expresión
de tu poder. Que tus ojos emanen la Luz que el mundo necesita. Que tus manos
transmitan la Fuerza que destruye lo viejo, lo no útil, y la sensibilidad
que acaricia la vida nueva.
Sé auténtica, sé tú misma, sólo tienes que dejarte ser.
Despierta, mujer, ha llegado el tiempo para ti. Y no temas al poder que el
hombre, algunos hombres, manifiestan, porque es un producto de su miedo y se
evaporará ante tu firme decisión.
Pero no esperes facilidades. Tu victoria está en tu lucha.
Tu victoria será la de todos. ∆ |
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