os escándalos contables se suceden.
Empezó en EEUU con Enron, y desde entonces los mercados financieros van de
sobresalto en sobresalto. En España el estado de la Bolsa preocupa, ya que
ha generado importantes pérdidas para las principales fortunas del país y ha
terminado con los pequeños inversores que de la noche a la mañana han visto
cómo sus acciones se convertían en papeles sin valor.
Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de
Madrid analiza ésta y otras cuestiones.
-En su libro "Cien preguntas sobre el nuevo desorden mundial" señala
que la era de la globalización neoliberal es la era de la primacía de lo
financiero. Que sean los intereses financieros los que marquen el futuro de
un país como el nuestro, ¿qué consecuencias acarrea?
- Pues que gran parte de los capitales y de la riqueza que se genera en
España no se destine a generar riqueza en otros escenarios, sino simplemente
a especular con ese dinero. A intentar multiplicar de manera salvaje y
rápida los beneficios sin atender a inversiones de cariz productivo social,
otorgando una primacía radical y absoluta al beneficio más descarnado.
-Aseguran que en la actualidad el 88% de las transacciones financieras
que se realizan en la Bolsa son de tipo especulativo. ¿Nada es lo que
parece?
-Tanto como nada, no me atrevería a afirmar, pero es verdad que la
primacía de lo especulativo es tal que obliga a revisar muchas de las
concepciones en lo que respecta a la imagen tradicional del capitalismo que
hemos heredado. Por citar otro dato estadístico relevante, en el momento
presente las transacciones especulativas mueven 60 veces más recursos que
los que corresponden a transacciones que implican un intercambio efectivo de
bienes y servicios. Quiere esto decir que el dinero que se mueve en el
planeta atiende fundamentalmente a la especulación y sólo secundariamente a
la generación de inversiones materiales.
-Comenta usted en el libro que se han dado casos en los que un país con
un nivel de producción estancado ha experimentado un formidable repunte en
la Bolsa. Ahora en nuestro país, parece que sucede lo contrario, la Bolsa se
tambalea (las grandes fortunas caen, los pequeños inversores se esfuman) y
en cambio, el Gobierno nos asegura que todo va bien. ¿Me puede usted
explicar de qué va este juego?
-Bueno, son dos baremos completamente distintos. Los gobiernos procuran
defender sus causas atendiendo al comportamiento de determinadas variables y
nos dan cuenta de un crecimiento permanente de las economías y del control
de la inflación. Al mismo tiempo hay otro tipo de lógica económica -que es
la de las Bolsas- que evidentemente guardan una relación expresa con la
anterior aunque no se nos diga. El tiempo ha demostrado que el crecimiento
espectacular por ejemplo, de las compañías vinculadas con las nuevas
tecnologías informáticas, era al mismo tiempo abusivo y ficticio.
-De un tiempo a esta parte se han empezado a destapar escándalos
contables de grandes multinacionales y esto ha influido poderosamente en la
Bolsa. Primero EEUU con Enron y WorldCom. Luego Europa con Vivendi
Universal. En España el Gobierno impidió que el caso BBVA fuese a más. ¿Se
trata de una reacción en cadena que no ha hecho más que empezar?
-Creo que esto no ha hecho más que empezar y guarda una relación muy
estrecha con dos circunstancias. Una, la especulación de la que hemos
hablado. Cuando los beneficios se pueden multiplicar de una manera tan
espectacular eso se presta a operaciones contables no precisamente
relacionadas con el rigor. Otra dimensión importante es la pérdida de
credibilidad que han experimentado las empresas de auditorías. Empresas que
teóricamente se dedicaban a garantizar que los datos que ofrecían otros eran
fidedignos han demostrado que están inmersos en el mismo juego. Ello nos
lleva a pensar que esto no es más que el principio y que implicará a todos
los países del planeta. Será una reacción en cadena pero que, de nuevo, no
afectará a los poderosos.
-¿No cree usted en un cambio de directrices a raíz de estos hechos?
-Si no hay cambios radicales en la vertebración de los poderes
económicos, esto no tiene trazas de cambiar. Podrá alcanzar un mayor o menor
relieve, pero creo que la lógica de la globalización neoliberal que
conocemos incluye, como dato central, este tipo de prácticas. Y si no hay
ningún tipo de procedimientos que interrumpan esta lógica, estas prácticas
seguirán perviviendo.
-¿Qué papel tiene en todo ello, el poder político?
-Viviríamos víctimas de una ilusión si supusiésemos que los gobernantes
actuales tienen un poder efectivo de decisión sobre estas cosas. Estas
grandes corporaciones financieras que operan en la trastienda son las que
están dictando las reglas del juego en la mayor parte de los ámbitos, de
manera que la autonomía de lo político hoy es menor que nunca. Hace un par
de meses compré en Inglaterra un libro que se titula "Estado cautivo". Es un
estudio muy sesudo que demuestra que la propia práctica política del partido
Laborista reclama de una financiación constante por parte de empresas
privadas que garantizan que cada uno de los elementos de ese partido puede
moverse. Esto implica una hipoteca tal, que hace difícil pensar que de
acuerdo con las reglas del juego actual marcadas con los poderes políticos,
con los partidos y con los parlamentos de los que disponemos, exista una
posibilidad real de modificar el actual panorama general de globalización
neoliberal. Creo que sería interesante que un estudio como el realizado en
el Reino Unido se realizase en nuestro país: cómo las grandes corporaciones
financieras y grandes grupos bancarios dictan de nuevo las principales
reglas del juego a los dirigentes políticos. De manera que si éstos tuviesen
voluntad, que dudo que la tengan, de romper este tipo de trabas, a duras
penas podrían hacerlo. ∆