Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

 

EL ARBOL DEL BUHO

 

 

  Me atraen tus ojos, esos dos puntos negros que miran hacia el vacío, como si ellos fueran la puerta de conexión entre tu mundo dentro y mi mundo fuera, el espacio y la forma, el vínculo con lo oculto y lo misterioso.

 

buho.jpg (22462 bytes)
CARTA A UNA NUEVA VIDA
POR ELENA G. GOMEZ

Ayer te vi por primera vez. Eres tan pequeño, tan frágil y tan especial, que me hiciste sentir esa magia que produce el milagro de una nueva vida.
Sí, ya sé que es algo que se produce todos los días y que está sucediendo a millones de mujeres en el planeta, pero eso no le quita nada de su magia.
Había leído que el primer y el último pensamiento del día de una mujer embarazada era para su hijo, pero en realidad yo me paso el día hablándote, preguntándote cómo te sientes, cuidando que todo lo que hago no te pueda afectar.
Me gustaría ser mucho más consciente de todo lo que está sucediendo en ti y eso me lleva a pensar que aunque estés dentro de mí compartiendo mi sangre, mis células y mi vida, tú eres tú, un ser ya independiente, libre y, en una gran medida, autosuficiente.
Aún no naciste y ya has producido muchos cambios en mi vida. Ahora me cuido mucho, no fumo, doy largos paseos, tengo cuidado con lo que como y procuro descansar suficiente, pero sobre todo me pregunto ¿por qué no lo hacía ya antes así?, ¿es necesario estar embarazada para ser respetuosa con la vida? No, ya sé que no, pero la verdad es que hasta ahora nunca me había parado a pensar que dentro de mí existen otras vidas más pequeñas cuya existencia está marcada por lo que yo hago. Una célula puede vivir o morir dependiendo de cómo yo viva, piense y actúe.
Ya ves, tú, sin quererlo, me estás mostrando lo importante que es la vida, su fragilidad y su fuerza, su quietud y su movimiento, porque si te das cuenta, desde el mismo momento en que empezaste a vivir no has dejado de moverte, de cambiar, de formarte. Y esa es la clave principal de la existencia, el movimiento. Y aunque no seamos conscientes, no dejamos de ser fetos, como tú, toda nuestra existencia, porque cuando nacemos en realidad lo que sucede es sencillamente que cambiamos de esfera, pasamos del cuerpo de nuestra madre a un cuerpo mayor, el de la madre tierra, seguimos alimentándonos de la placenta, con todos sus nutrientes, seguimos protegidos por el líquido amniótico, y, aunque no seamos conscientes, todo continúa en movimiento, en transformación. Lo único que sucede es que nos olvidamos de ello, porque si no fuera así, ¿cómo podríamos estar destruyendo el cuerpo que nos está albergando?
Tengo una fotografía tuya en mis manos, te miro y te veo tan pequeño, tan perfecto, pero sobre todo me atraen tus ojos, esos dos puntos negros que miran hacia el vacío, como si ellos fueran la puerta de conexión entre tu mundo dentro y mi mundo fuera, el espacio y la forma, el vínculo con lo oculto y lo misterioso, con la existencia infinita, con la confirmación de que somos mucho más que materia, que venimos de un lugar lejano y que tenemos un destino, una razón de vivir que cada cual debe encontrar.
Se acerca el momento, nuestro momento, ¿miedo? yo no lo tengo, sé que todo saldrá muy bien, el médico dice que estás muy fuerte y yo estoy preparada. Será una experiencia nueva para los dos. Pero tengo tantas ganas de verte, de sentir tu piel sobre mi piel, de tocar tus manitas, de abrazarte, que eclipsa cualquier otra cosa. Sé que tendremos que luchar fuertemente los dos, tú por salir, yo empujar para que salgas y, probablemente tendremos un poco de dolor, bueno, dicen que mucho dolor, pero te aseguro que será breve, así que no te asustes, al fin y al cabo es una preparación para muchas cosas que tendrás que vivir después, porque en la vida hay que luchar mucho si quieres conseguir metas, pero no te olvides que quien lucha nunca está solo, y al igual que tú, siempre tendrá unas manos que le ayuden a dar el salto y pasar a otra dimensión, porque en todos los momentos importantes de la vida siempre hay alguien a nuestro lado, tirando de nosotros, impulsándonos a otro lugar, por eso yo no le tengo miedo al parto, como tampoco temo la muerte, porque son los extremos de un mismo círculo, extremos que se unen y cierran un capitulo en la existencia de cada ser, y al igual que hay unas manos que te cogerán para que no te hagas daño cuando nazcas, al final de tu vida otras manos te ayudarán a regresar.
Hace nueve meses empezaste un viaje espacial en una cápsula que fue mi cuerpo, estuviste dentro de mí pero no me perteneces, por eso ahora, que una nueva etapa de tu viaje está a punto de comenzar, yo también estaré a tu lado, cuidando de tu vida, viendo cómo te mueves, aprendiendo a tu lado la magia de la vida, intentando darte una vida llena de aprendizaje, de respeto hacia todo lo que te rodea, y de movimiento, porque en realidad tú eres mucho más que mi hijo, eres un viajero espacial. ∆

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA