EL DESORDEN MUNDIAL
Ya no hay líderes, ya
no hay ideales, ya no hay valores.
Sólo quedan cuatro listos que siguen viviendo a costa de millones
de tontos.
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Bush
padre, el progenitor de esa joya que hoy ocupa el sillón de la Casa
Blanca, había soñado con implantar un nuevo orden mundial, algo así
como un mundo regido por los EE.UU y donde todos bailásemos al son de su
gaita.
Es evidente que no lo consiguió, aunque ahora tiene una nueva oportunidad
a través de su hijo, que al fin y al cabo está donde está gracias a su
padre y a los amiguetes de su padre.
De cualquier forma todos tranquilos, tampoco lo va a conseguir.
Como no lo consiguió Hitler, ni Stalin, ni Mao, ni ningún visionario con
aires de grandeza que lo único que aportaron fue el germen del desorden,
del caos, consecuencias que se arrastran y se siguen pagando.
Porque el mundo actual es la consecuencia de la herencia recibida del
pasado. Los sueños de grandeza de unos pocos generaron consecuencias
fatales en muchos, siendo masacrados pueblos enteros, mutiladas
generaciones, sembrado el odio en niños que en el futuro se convertirían
en vengativos adultos.
A cualquier parte que miremos ahora donde el conflicto está a la orden
del día, podemos observar la sombra del pasado, la venganza retenida y
acumulada, los odios ancestrales sembrados en el tiempo por el terror
desatado por aquellos que sólo querían poder a costa de lo que fuera.
El ser humano, por increíble que parezca, aun no comprendió que lo que
siembras hoy lo recoges mañana multiplicado por diez o por cien.
"Quien siembra vientos recoge tempestades", dice la sabiduría
popular, pero la sabiduría no es precisamente la mejor arma en manos de
enfermos mentales engreídos y arropados por aquellos que los utilizan
para su propio beneficio.
Por ejemplo, el actual presidente Bush y su padre pasarán a la historia
sin pena ni gloria, pero los que utilizaron al padre para enriquecerse a
base de alimentar su ego y sus "sueños" de poder, siguen ahí,
utilizando ahora a su hijo para la misma razón y con el mismo método.
Son los listos que utilizan a los tontos.
Y el actual desorden mundial, con el explosivo Oriente Medio, el
amenazante volcán de Sudamérica, la progresiva degradación de Africa,
el Oriente donde nadie se atreve a entrar y donde todo vale y una Europa
engreída y subida de tono, pero a expensas de los EE.UU., todo ese caos
sin orden ni concierto, es la suma acumulada de muchos errores, de muchas
ambiciones, de mucha estupidez y permisividad por parte de los pueblos,
los grandes protagonistas y los grandes sufridores.
Y el presente está creando un futuro igual o peor, porque el hecho de que
sujetos como Berlusconi tomen el poder con mayoría absoluta, es la salida
hacia el abismo de una sociedad, la italiana, que está harta de mentiras,
de vacío de poder, de corrupción, y busca su identidad confiando el
poder a quien peor lo puede utilizar.
Los "valores" efímeros de este sistema diseñado por los
poderosos están tocando fondo. El planeta entero está bajo los efectos
del "sálvese quien pueda". Ya nadie cree en nadie. Ya nadie
espera nada de nadie.
Actitudes como la del reelegido Tony Blair, que a los cuatro días se sube
el sueldo un 40%, denotan claramente la intención de los que están en el
poder, que conocen mejor que nadie como está el panorama mundial y
procuran reforzar al máximo su potencial como prevención de lo que venga
y mientras puedan hacerlo.
Y el futuro próximo será eso, todos procurarán coger la mayor cantidad
de tarta posible, todos llenarán sus alforjas en previsión de los malos
tiempos.
Ya no hay líderes, ya no hay ideales, ya no hay valores.
Sólo quedan cuatro listos que siguen viviendo a costa de millones de
tontos.
Pero los tontos están entretenidos en sus guerras privadas entre ellos,
disputándose las migajas de la tarta.
¿Cuándo se aprenderá la lección?/
M.C.
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