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Foto: (c) L.
Boscardi. ACNUR
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RAZONES PARA DECIR
NO A LA GUERRA
T odos estamos de acuerdo con que
existe un antes y un después del 11 de septiembre, pero seguro que no
todos hacemos la misma lectura de los acontecimientos que tuvieron
lugar aquel famoso día.
En el denominado primer conflicto del siglo XXI se mezclan
cuestiones económicas, políticas, históricas, religiosas, hegemónicas, que
no pueden ser obviadas a la hora de intentar tener una visión global de lo
que está sucediendo a nuestro alrededor.
Conformarse con la primera lectura, apoyar lo que parece evidente o
justificado, anula la capacidad de crítica y de pensar. En este reportaje
hemos querido reunir algunas RAZONES PARA DECIR NO A LA GUERRA -podrían
haber sido muchas más-. Para ello hemos contado con la colaboración de
periodistas, intelectuales, miembros de ONG, sociólogos y personas que
acaban de regresar del suelo afgano. Todos ellos aprovechan los mismos
acontecimientos que nos rodean para desmontar los argumentos que se
esgrimen como justificación a este conflicto. Quedan abiertos muchos
interrogantes.
Muchos son los que se niegan a ser "comprensivos" con esta "guerra
justa".
ASPECTOS JURIDICOS
Lorenzo
Peña .
Doctor en
Filosofía del Instituto de Filosofía del CSIC.
-Después del atentado del 11 de septiembre, el presidente George W.
Bush dejó patente que aquello no iba a quedar así y que había que hacer
justicia. El 7 de octubre empiezan las operaciones ofensivas contra
Afganistán, que son justificadas por el propio presidente como un acto
amparado por la "legítima defensa". ¿Está usted de acuerdo con esta
denominación?
-Los actuales bombardeos contra el pueblo afgano perpetrados por
los EEUU no son legítima defensa porque no cumplen ninguna de las cinco
condiciones.
En primer lugar, no hay bien alguno determinablemente defendido por estos
bombardeos. Lo que significa este requisito primero es que los bienes
defendidos estén claramente determinados y no sean genéricos, y que la
amenaza a los mismos sea obvia y precisa, no genérica o indeterminada.
¿Qué vidas o bienes estadounidenses se ponen a salvo con esos bombardeos?
No hay tal, ni el gobierno de los EEUU ha dicho que lo haya.
Tampoco se cumple el requisito segundo. No hay agresión ni amenaza alguna
de Afganistán contra los EEUU que se trate de hacer cesar o impedir con
tales bombardeos. ¿Qué agresión? ¿Qué amenaza? ¿La de repetir golpes
aéreos como los del 11 de septiembre contra el Pentágono y el World Trade
Center? Nadie (ni siquiera el gobierno de los EEUU) ha dicho que haya tal
amenaza en este momento, ni menos que vaya a ser llevada a cabo por el
ejército del Afganistán o por el pueblo afgano. Lo único que se alega es
el cuádruple atentado del 11 de septiembre, el cual no se trata de evitar
o impedir o hacer cesar con estos bombardeos.
Suponiendo que hubiera peligro de nuevos atentados similares (y eso no se
ha invocado para justificar la dizque legítima defensa yanqui) tal peligro
no cesaría en absoluto por los bombardeos, sino que se agravaría. Luego
tampoco se cumple la condición cuarta, ni siquiera se cumpliría en el caso
de que hubiera una agresión actual o inminente que se tratara de impedir o
hacer cesar con el acto presuntamente de legítima defensa.
Ni se cumple la condición tercera: suponiendo que se trate de vengar (no
de repeler, como hemos visto) el cuádruple atentado del 11 de septiembre,
éste ha sido provocado por la constante política de intervención militar
de los EEUU contra los países del Sur, principalmente contra los pueblos
árabes, así como la propia intervención en el Afganistán desde mediados de
los años 1980 para desestabilizar al país.
Por último no se cumple la condición quinta. No hay proporción. Los EEUU
lanzan bombas de racimo y fragmentación, arrasan las ciudades y las
villas, empujan a millones de personas a huir desesperadamente abandonando
sus hogares, incendian todo desde la abrumadora superioridad de su
invencible poderío aéreo. Es más, han anunciado que, aunque han empezado
ahora, seguirán bombardeando durante años. O sea, lo recién iniciado es un
bombardeo plurienal, que hará la vida imposible en el Afganistán. Su
política militar, bien conocida, es la de hacer volver a los países que
sufren sus bombardeos a la edad de piedra.
No hay proporción alguna entre eso y la destrucción de tres edificios, por
importantes que sean, aún suponiendo que el pueblo afgano -ahora
acribillado y exterminado desde el aire- hubiera sido el perpetrador del
cuádruple atentado del 11 de septiembre.
En conclusión, el gobierno de los EEUU miente al decir que su bombardeo
contra el pueblo afgano es una acción militar amparada por la legítima
defensa". ∆
" No
hay agresión ni amenaza alguna de Afganistán contra los EEUU que se trate
de hacer cesar o impedir con tales bombardeos" |
Foto: (c) L. Boscardi. ACNUR |
LA MANIPULACION DE DIOS
JAVIER SADABA.
Catedrático de Etica y Filosofía
de la Religión.
-Por un lado Bin Laden, en nombre de Alá, ha declarado la Guerra
Santa a los infieles y ha arrastrado a un pueblo a la lucha y a entregar
sus vidas por esta causa, si fuese necesario.
Por otro lado el presidente Bush afirma: "Dios está con nosotros", "en
Dios confiamos", "con la ayuda de Dios nosotros conduciremos al mundo a la
victoria de la libertad"... ¿Por qué todos dicen tener a Dios de su parte?
-Esta especie de guerra es la expresión de un mundo injusto,
resultado de una situación injusta donde están teniendo lugar dos
monoteísmos. Uno es Alá, un dios de más de mil millones de personas que
tiene una incidencia notable y desgraciada sobre muchísima gente. El otro
es el Dios del dinero, representado esencialmente por EEUU y todos los
países acólitos y monaguillos que están con él. Los dos dioses son
aprovechados. La religión, cuando es monoteísta, es muy excluyente y al
final cada uno se siente elegido por ese Dios.
En el caso del Islam, que es la única religión no secularizada, el
monoteísmo es fundamentalista. El individuo prácticamente no existe, es un
siervo, es una parte sometida a lo único. No admiten la posibilidad de no
tener la verdad de su parte.
Por su parte, EEUU hace gala de una enorme prepotencia que le da el no
haber perdido nunca, haber mandado sobre todos, pensar que todo va a
suceder bien porque está todo controlado. Es la falsa seguridad que da el
tener mucho.
En el caso de los americanos se trata de un Dios más superficial: es un
Dios cristiano, el Dios que llevan hasta allí los colonos, el Dios de la
Constitución, el de las mil y una sectas que existen en este momento -sólo
la Nueva Era tiene casi veinte millones-, y el Dios nacional. Todos esos
dioses les protegen como nación. Esa es una realidad. Pero detrás hay
otra, que es el dios abstracto, el del máximo poder que es el del dinero.
En ambos casos se trata de posturas muy infantiles y primitivas pero que
tienen tremendas consecuencias.
-Haber conducido en el nombre de Dios a todos hacia esta guerra, ¿no es
una manipulación de la figura divina para así manipular a los hombres?
-Sin duda. Aquí habría que aplicar aquello que decía el cardenal
Newman: "Cuánto nos odiamos los unos a los otros por amor de Dios",
porque, efectivamente, si cada uno tuviese una actitud más profundamente
religiosa en el mejor sentido, Dios sería más misterioso, y por lo tanto
uno no podría manipularlo. Al final Dios es algo que me sirve para tener
razón en lo que sea, de ahí que el terrorismo islámico pueda hacer lo que
quiera -no sólo Bin Laden, también está ahí el caso de Argelia-, o que
EEUU crea tener a su disposición todo para machacar a un pueblo medieval o
a quien sea. A Dios lo han convertido en el hechicero que justifica
cualquier cosa y también permite la manipulación de personas. Decía
Nieztche que cuando alguien consigue reducir a Dios a eso, lo que hace es
que todos los demás tengan que ser obedientes. De ahí que en ninguno de
los dos casos se acepten críticas, y si se producen en algún momento, la
persona pasa a ser considerada como maldita. ∆
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METODOS TERRORISTAS PARA
COMBATIR EL TERRORISMO
ALBERTO PIRIS.
General de
Artillería en la Reserva. Analista del CIP. Centro de Colaboraciones
Solidarias.
-Puede EEUU considerarse en guerra contra el Gobierno de Kabul, contra
la organización Al Qaeda o contra los terroristas que siguen a Bin Laden?
-De ningún modo EEUU está ahora en guerra, por mucho que el
presidente Bush haya empleado esta palabra en términos retóricos y haya
sido acogida con fervor por parte de la población norteamericana. Ni le ha
sido declarada la guerra por ningún Estado -incluido Afganistán- ni EEUU
ha declarado guerra alguna. Los ataques terroristas del 11 de septiembre
no pueden compararse con la agresión sufrida por Pearl Harbor, que fue el
modo en que Japón inició formalmente las hostilidades contra EEUU en 1941.
Terrorismo y guerra son dos conceptos claramente delimitados. La anunciada
lucha contra el terrorismo internacional no es, hablando con propiedad,
una guerra sino una prolongada serie de esfuerzos -en los que el
componente militar, con toda seguridad, será secundario- coordinados con
tal fin. Tampoco pueden considerarse guerras la lucha contra el
narcotráfico o contra la delincuencia internacional organizada.
-¿Puede el Gobierno de EEUU ordenar a la CIA el asesinato de Bin Laden?
-Puede hacerlo, pero si lo lleva a cabo, el presidente Bush y
todos los responsables de este delito podrían ser juzgados y condenados
por su ostensible violación de los derechos humanos y las leyes
internacionales. Nadie puede ser ejecutado sin juicio previo y todo
procesado tiene siempre derecho a la presunción de inocencia y a ser
escuchado por el tribunal sentenciador. Asesinar a Bin Laden sería un acto
de terrorismo, como lo fueron los que la CIA apoyó contra el Gobierno
legítimo de Nicaragua. Razones de índole moral, a las que una democracia
no puede ser ajena, inducen a pensar que el uso de métodos terroristas
para combatir el terrorismo es una grave aberración que, además, siempre
tiene en el futuro repercusiones muy negativas.
-¿Ha cambiado radicalmente la Historia mundial a partir del 11 de
septiembre?
-Lo que ha cambiado sensiblemente ha sido la percepción de la
seguridad interior en EEUU y, en consecuencia, en la mayoría de los países
del mundo desarrollado. Ni el empleo como armas de terror de instrumentos
no bélicos (aviones comerciales secuestrados) ni la violencia del ataque
terrorista representan nada más que un incremento cuantitativo, no
cualitativo, en la ya larga historia del terrorismo. Sin ir más lejos,
España viene sufriendo desde hace muchos años el uso de otros instrumentos
no bélicos (automóviles robados cargados con explosivos) y en varias
ocasiones se han producido atentados con múltiples víctimas. Si los
ataques del 11 de septiembre se hubieran dirigido contra Hong Kong o Kuala
Lumpur, por ejemplo, nadie estaría teorizando ahora sobre las
perturbaciones en el curso de la Historia. El hecho de que se haya atacado
al corazón del Imperio origina el sensacionalismo desorbitado de los
medios de comunicación, pero no debería llevar a distorsionar una visión
profunda y reflexiva de la Historia. ∆
"Nadie puede ser ejecutado sin
juicio previo y todo procesado tiene siempre derecho a la presunción de
inocencia. Asesinar a Bin Laden sería un acto de terrorismo" (Alberto
Piris)¡ |
Foto: (c) Le Moyne. ACNUR |
OBJETIVO MILITAR, OLVIDOS HUMANITARIOS
CRISTINA GUZMAN.
Dpto. Comunicación de España con
ACNUR.
-El presidente Bush se ha encargado de anunciar al mundo que esta
guerra es "justa"(sólo pretende hacer justicia) y "humanitaria" (va
dirigida contra los talibanes, no contra la población afgana), pero los
hechos parecen demostrar otra cosa.
Vosotros estáis trabajando allí, ¿nos podrías explicar cómo se encuentra
la población civil en estos momentos?
-Todas las ciudades que han sufrido bombardeos han sido
abandonadas masivamente. No tenemos más datos de lo que está pasando en el
centro de Afganistán porque hasta allí no permiten que llegue ningún tipo
de ayuda. Sí sabemos que la gente que está llegando a las fronteras -que
aunque están cerradas son bastante porosas por la zona de las montañas-
viene en unas condiciones penosas de salud: niños en estado de
desnutrición, gente que llega destrozada como consecuencia de las bombas
antipersona que estallan a su paso, mujeres embarazadas que están dando a
luz por el camino o que ven cómo pierden a sus hijos por las temperaturas
tan frías que hay en estos momentos. Los refugiados llegan con sufrimiento
acumulado. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados,
Ruud Lubbers, a su paso por nuestro país ha pedido insistentemente el cese
de los bombardeos. Es la única manera de dar peso a esa afirmación que me
comentabas del presidente Bush de que esta guerra no va dirigida al pueblo
afgano. Los bombardeos se mantienen y entre esto y la llegada del invierno
es imposible hacer llegar alimentos hasta Afganistán. Esto está generando
una hambruna de proporciones escalofriantes. Son 22 años de guerra, tres
de sequía, luego, el régimen talibán, y ahora esto. La gente en estos
momentos no tiene nada que llevarse a la boca y la ayuda humanitaria en
aquella zona es muy limitada.
Las peores previsiones estiman que pueden llegar entre un millón y millón
y medio de refugiados. De momento lo que existen son desplazamientos
dentro del territorio afgano -de la ciudad al campo-, huyendo de los
bombardeos. Intentamos ayudar dentro pero es casi imposible. Hace unos
días, una de las oficinas que tenemos dentro de Afganistán fue saqueada
por los talibán. Cogieron los equipos de transmisión, el material de
oficina y los vehículos. El portavoz de ACNUR en aquella zona manifestó
que en aquellas condiciones es imposible trabajar, ni mantener almacenes
para abastecimiento porque son requisados. No podemos olvidar que estamos
en una guerra. Lubbers ha advertido a EEUU que mida muy bien las
consecuencias de sus acciones porque están teniendo efectos muy negativos
sobre la población afgana. Trabajadores del ACNUR continúan en Afganistán
infiltrados y conectados con pequeñas ONG afganas para juntos ayudar a los
retornados.
-La otra realidad habla de que los civiles afganos que permanecen en
las aldeas son utilizados como rehenes, escudos humanos o son obligados a
alistarse en las filas del régimen talibán o la Alianza del Norte. Si a
ello sumamos las víctimas de los "efectos colaterales" de la Coalición
Internacional, nos encontramos ante un pueblo masacrado que parece no
importar a nadie.
-Yo creo que este pueblo, junto con los angoleños, es el más
machacado del planeta. Se habla mucho del tipo de bombas que se están
lanzando y poco del sufrimiento de esta gente y menos aún de la
responsabilidad. Nuestro gobierno se ha apuntado a la Coalición
Internacional y ahí hay una responsabilidad que no creo que se esté
reflejando lo suficiente. Todos somos responsables y no podemos olvidar
que es así cuando vemos las imágenes en televisión.
En el viaje que recientemente ha realizado Lubbers a nuestro país ha
comentado que "España no se deja ver mucho en esta crisis". Tras la
reunión que mantuvo con Aznar, el presidente comentó que la aportación de
España al conflicto iba a ser de unos 90 millones de pesetas. ∆
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Foto: (c) L. Boscardi. ACNUR |
RECORTE DE LIBERTADES
JOAQUIN NAVARRO.
Magistrado de la Audiencia
Provincial de Madrid
-El presidente George W. Bush ha conseguido que Congreso y Senado den
luz verde a la nueva Ley Antiterrorista. En ella se habla de retención de
residentes extranjeros sin orden judicial, de intervenir teléfonos a
juicio de la policía, de controlar e interceptar correos electrónicos,
entrar y registrar domicilios sin orden judicial, controlar cuentas
bancarias... ¿Dónde queda aquí el Estado de Derecho y quién garantiza las
libertades al individuo?
-Nadie. En estas circunstancias excepcionales es cuando realmente
se mide el amor por la libertad de un pueblo. Cuando no tienen lugar
emergencias de este calibre cuesta muy poco cumplir respetuosamente con
las garantías de libertad, derechos civiles, culturales, etc. Llama
poderosamente la atención que se diga -que no es verdad-, que los ataques
del 11-S se realizaron contra la libertad y la democracia, y luego el
mismo país que dice que ha sido agredido vaya contra ambas cosas. Lo que
están haciendo es dar la razón al terrorismo que en el fondo busca amputar
ambos valores, y esto es una contradicción tremenda. Equivale a decir una
falsedad tan grande como la siguiente: "la seguridad pública es tanto
mayor cuanto menor sea el índice de libertad". La seguridad jurídica
-respeto a las garantías de los derechos de libertad- es enemiga de la
seguridad del estado. Estas son afirmaciones terribles que demuestran
hasta qué punto el poder sigue siendo enemigo de la libertad. Cada vez
estoy más convencido de que todo poder intenta atentar contra la libertad
de los ciudadanos y toda libertad ciudadana procura miedo al poder. Este
es el equilibrio en el que vivimos y cuando este equilibrio se rompe, como
ha ocurrido, se llega a conclusiones como lo que recientemente he leído de
que se ha abierto el debate sobre la conveniencia de la tortura. Las
reacciones siempre son las mismas: Ataca el terrorismo y te dicen que es
necesario crear un derecho de emergencia o de excepción para defendernos.
Luego todo sigue el mismo camino: dejar manos libres a la policía. Aquí
todos los ordenamientos han hecho lo mismo. Se amplía el plazo de
detención por parte de la policía sin necesidad de formular cargo alguno;
se prescinde de la elección de abogado de confianza del detenido; se
amplía el plazo de incomunicación sin asistencia letrada de elección del
detenido; se facilita el registro domiciliario con el pretexto de la
flagrancia o la gravedad del delito contra la seguridad del estado; se
interceptan las comunicaciones telefónicas electrónicas. Siempre es igual.
El Estado está incómodo con las garantías jurídicas que son la protección
de las libertades efectivas, y en cuanto puede se deshace de ellas y actúa
contra ello. Recuerdo a Tomás Moro cuando decía que "en aras de la
seguridad jurídica otorgamos al diablo la protección de la Ley". El poder
siempre recurre al miedo porque éste convierte a los ciudadanos en un
ganado y el pánico hace que el ganado se apriete unos con otros. Si el
Estado se ve agredido interna y externamente por el terrorismo, piensa que
"la ocasión la pintan calva" y crea inmediatamente una orden de emergencia
que le permita actuar como le dé la gana contra la libertad. Si nos
fijamos, todos los países están entusiasmados de sentirse víctimas del
terrorismo internacional...
-Siguiendo el ejemplo americano, ¿podrían crearse leyes similares en
Europa?
-Yo creo que sí. Hay ya proyectos de leyes especiales en Alemania,
Italia, Francia y Reino Unido. Y aquí creo que se va a aprovechar la
coyuntura. En este sentido me llaman la atención dos cosas. Primero la
reforma del Centro Nacional de Inteligencia -antiguo CESID- coincidiendo
con los atentados de Nueva York, donde se decide que siga dependiendo del
Ministerio de Defensa, pese a coordinaciones que deberá realizar.
Y en segundo lugar, el anuncio por parte del Ministro Acebes de una
reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. A mí este tipo de
coincidencias me alarman, máxime si tenemos en cuenta que en este país no
existe oposición.
-¿Qué papel han dejado entonces a los jueces?
-Los jueces están acostumbrados a estar mudos y, por otra parte,
como se ha luchado contra cualquier brote asociativo real de la
magistratura, pues no dicen nada. ∆
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BUSH: DE VILLANO A HEROE
ALBERTO MONCADA. Sociólogo
y escritor.-Bush ya era
famoso en su etapa de gobernador de Texas por sus ejecuciones y su postura
a favor de la pena de muerte, luego como presidente de EEUU dio la espalda
al mundo retirándose del Tratado de Kyoto, negándose a firmar el Tratado
de Prohibición de Minas Antipersona, o de Armas Cortas o
bacteriológicas...¿Cómo se puede entender que de la noche a la mañana,
consiga el apoyo suficiente para liderar esta cruzada contra el
terrorismo? ¿Qué ha visto el mundo en él?
-Estados Unidos es un país donde si se toca a rebato patriótico,
la unión alrededor del jefe está garantizada. El presidente hace, no
obstante, la guerra que le dejan hacer, no emplea infantería propia, y
utiliza a sus aliados más cercanos, como Gran Bretaña, para hacer lo que
él no sabe o no puede.
Él está entrenado en la política a la americana, es decir, en la
negociación y la compra venta. Su apoyo a la pena de muerte es básicamente
electoral.
Quizás tenga problemas si la guerra o la lucha contra el terrorismo se
alarga en demasía, pero de momento, tiene ganada la otra guerra, la de las
relaciones públicas. ∆
"Bush está entrenado en la política a la americana,
es decir, en la negociación y la compra venta. Su apoyo a la pena de
muerte es básicamente electoral" |
Foto: NAN |
IMAGENES DE UNA GUERRA
GERVASIO SANCHEZ.
Periodista y reportero en el
conflicto afgano.
-Acabas de regresar de Afganistán desde donde has estado enviando
tus crónicas. En base a lo que has visto, ¿cuáles son tus razones para
decir NO a esta guerra?
-En estas guerras actuales se usan de manera bastante rutinaria
los bombardeos aéreos, lo que provoca víctimas civiles porque es muy
difícil tener la seguridad de que se están bombardeando zonas
exclusivamente militares. En realidad se utilizan los bombardeos porque,
en primer lugar, son más espectaculares para la opinión pública, crean una
idea de poder muy importante entre los habitantes del país, por ejemplo
EEUU. Y en segundo lugar, esto se hace para evitar bajas militares. Pero
si para evitar bajas de militares preparados y pagados para asumir los
riesgos, hay que matar a la población civil porque no se puede asegurar la
limpieza de una guerra aérea, creo que es una buena razón para decir no a
este tipo de bombardeos.
También creo que cuando las grandes potencias entran en un conflicto
armado, generalmente lo hacen tarde. El conflicto en Afganistán dura más
de 23 años y los talibán llevan en el poder entre 5 y 7. Los americanos
mantuvieron relaciones estrechísimas con ese régimen hasta el año 98, y
ahora presentan como diabólico algo que ellos ayudaron a crear y que
financiaron indirectamente. No se puede permitir que, por motivos
estratégicos, comerciales o militares, se dejen funcionar regímenes que
violan los derechos humanos. Hablamos de Afganistán o de Arabia Saudí, que
es el principal responsable de la tragedia afgana de los últimos años. Si
hay que bombardear, debería ser a esa gentuza que forma la clase dirigente
de Arabia Saudí, y creo además que sería un mal menor para la humanidad.
Hay que evitar la guerra si hay posibilidades de acabar con una situación,
sin ayudar a mantenerla y utilizando los organismos internacionales. Con
sanciones serias se puede conseguir el mismo efecto que bombardeando un
país como Afganistán durante cinco o seis semanas.
-Háblanos del lado humano de este conflicto: las víctimas civiles, los
daños colaterales...
-Afganistán lleva 23 años de guerras donde han muerto millones de
personas, existen millones de refugiados, centenares de miles de
mutilados. Prácticamente todas las familias afganas han sido víctimas
directas. La gente sigue sufriendo las consecuencias de una guerra tras
otra, pero yo creo que en esta ocasión se va a acabar el drama afgano.
Espero que tarden en coger a Bin Laden, no tanto por él, que es un asesino
y un terrorista, sino porque cuanto más tiempo estén los americanos en
este conflicto, más posibilidades habrá de que la alternativa a los
talibán sea más seria. Si mañana cayese Bin Laden los norteamericanos se
marcharían de Afganistán, perderían el interés, y volvería la guerra entre
las fracciones y los grupos armados.
-Los civiles están sufriendo las consecuencias de los talibanes, de la
Alianza del Norte y de los daños colaterales de la Coalición Internacional
liderada por EEUU, pero nadie habla de ellos.
-Pues sí. Cuando una población está en guerra, la población civil
es el más débil de todos los eslabones, es quien sufre más directamente
las consecuencias. En este momento hay una idea mítica, maniqueísta, de
hacer creer que los talibán son el demonio y la Alianza el ángel de la
guarda, cuando los talibán nacieron, se desarrollaron y crecieron en
Afganistán porque las guerras entre la Alianza y otras fracciones estaban
aterrorizando a la población civil. Estaban violando los derechos de todas
las poblaciones, asediando y destruyendo las ciudades, violando a las
mujeres. La gente estaba harta de todos los señores de la guerra que
estaban matándose entre ellos por sus propios intereses, y los talibán
avanzaron para poner fin a esa situación.
Han cometido errores garrafales, como intentar implantar el rigor islámico
a toda pastilla y en todas las zonas, incluidas las que son de otras
etnias. Y eso les ha hecho meterse en un túnel sin salida, hasta el punto
de que probablemente en los próximos meses los talibán ya no existan, ni
como movimiento fundamentalista ni nada, como ha ocurrido en el pasado con
otros comandantes pastunes que han desaparecido del mapa porque les ha
abandonado su gente. Si hubieran sido más inteligentes, probablemente
Afganistán sería hoy una república unida.
-¿Cómo ves el papel de los medios de comunicación en este conflicto?
-Los conflictos en los que participa EEUU -y también la Comunidad
Europea, pero principalmente EEUU-, quedan muchas veces vinculados a una
estrategia mediática estadounidense. Los medios de comunicación
norteamericanos, que para unas cosas son muy serios, para otras no lo son
tanto. Por ejemplo, dos meses después del atentado de las torres gemelas
acusar a EEUU de que está violando tratados internacionales es casi como
dar alas a los terroristas... Y eso no tiene por qué ser así. Tú puedes
ser muy crítico con los Estados Unidos -de hecho hay que serlo siempre- y
estar al mismo tiempo totalmente en contra del terrorismo.
En este sentido se ha creado una especie de relación psicológica entre
ambas cosas y los medios de comunicación americanos e ingleses han
compartido una actitud creada por la política norteamericana, cuando en
realidad habría que criticar durísimamente a EEUU por los errores
cometidos.
Lógicamente, cuando la prensa norteamericana y la inglesa van a remolque
de ese estado de ánimo, la europea -salvo excepciones, que como siempre
son Le Monde Diplomatique y para de contar- todavía va más. La prensa
española queda sujeta a esta idea de que hay que apoyar permanentemente al
imperio, y tanto la prensa francesa como la alemana caen en la misma
trampa. Al principio los mensajes de todos los diarios europeos eran
monolíticos, pero con el paso de las semanas, viendo el ridículo que han
hecho los americanos, las cosas salen. Ahora quieren colocarse estrellas
porque consideran que los bombardeos americanos han permitido un avance
tan rápido de la Alianza. Es absurdo, solamente hay que leer la historia
de Afganistán para ver claramente que los ejércitos suelen retirarse por
motivos estratégicos. Por supuesto que los bombardeos han hecho daño, pero
en Afganistán no había mucho más que bombardear, y me imagino que las
bombas no han sido la única causa para que los talibán hayan abandonado
Kabul.
-¿Hasta dónde llega la manipulación de la información?
-El problema gravísimo de los medios de comunicación es que cada
vez hay menos rigor a la hora de informar, y cada vez hay menos gente en
los puestos clave dispuesta a jugársela por dar una información
independiente. Seas de una televisión, una radio o un diario español, vas
a tener mucha dificultad para entrar a debatir con seriedad lo que está
ocurriendo, y señalar clarísimamente a EEUU como el máximo responsable de
lo que está pasando. Ellos tuvieron la posibilidad de dirigir una
transición seria en el 89, cuando se fueron los soviéticos de Afganistán,
y no lo hicieron. Ellos han creado esos movimientos fundamentalistas
brutales, a los que se dirigió ayuda militar para apoyar la guerra contra
los soviéticos. Hasta Hollywood ha hecho películas pro-fundamentalistas,
porque entonces eran los buenos. Yo creo que quienes tendrían que ser
juzgados, por permitir que movimientos como los talibán, o personajes como
Bin Laden, estén ahora en el mundo, son los anteriores presidentes de los
EEUU, incluidos Bush padre y Ronald Reagan. Eso no va a ocurrir,
lógicamente, y decir esto es un escándalo. Pero ellos son los ideólogos y
financiadores de esos grupos armados. Ahora quieren acabar con el problema
de una pasada y es complicado. Por eso creo que los medios de comunicación
tienen que ser muy duros con estas contradicciones. Y sobre todo no
dejarse avasallar por la retórica, la manipulación y la propaganda en las
situaciones que se han creado desde el 11 de septiembre, tanto por parte
de EEUU como de otros países que tienen intereses en la zona.
-¿Cuál es la situación de la mujer?
-Es brutal, pero no solamente con los talibán. Estos han impuesto
leyes rigurosísimas contra la mujer, pero la Alianza del Norte no le va a
la zaga, ya que no impone la ley pero sí la tradición, que a veces es como
una ley. La mujer sufre lo mismo en las zonas talibán que en las
controladas por la Alianza. Así que la situación debe evolucionar hacia el
pasado, no hacia el futuro porque a finales de los 70 la mujer afgana
tenía derecho al voto, el velo era voluntario y había más mujeres que
hombres en la universidad... Habría que conseguir de nuevo esa
estadística. ∆
"Con sanciones serias se puede conseguir el mismo
efecto que bombardeando un país como Afganistán durante cinco o seis
semanas" |
Foto: (c) Robert Knoth |
INTERESES ECONOMICOS
RAMON
FERNANDEZ DURAN.
Miembro de la
Comisión de Internacional de Ecologistas en Acción
-Por un lado EEUU refuerza su inversión en armamento firmando uno de
los mayores contactos militares de la historia (37 billones de pts. en
aviones de combate con la empresa Lockheed Martin, asociado al grupo
británico Bae Systems) creando importantes expectativas para la
exportación.
De la noche a la mañana esta industria se convierte en uno de los pilares
de la economía americana.
Por otro lado, aparece el fenómeno Antrax que permite a los EEUU
justificar y aumentar sus inversiones en varios proyectos de armas
biotecnológicas. Estas empresas de la Nueva Economía experimentan un "boom"
en la Bolsa que hace subir el índice Nasdaq.
Muchas coincidencias en torno a una guerra si además tenemos en cuenta que
la economía de EEUU se encuentra desde hace tiempo al borde de la
recesión.
-Indudablemente sectores industriales de EEUU se van a beneficiar
con todo esto, entre ellos las empresas biotecnológicas y de armamento,
pero dudo que esto sea suficiente para justificar la estrategia tan brutal
hacia la que se han lanzado. No obstante no hay que olvidar que cada vez
que el poder militar estadounidense ha sacado músculo, las cotizaciones
bursátiles han tendido a subir, por lo menos momentáneamente, y con ello
el dólar se ha revaluado.
Pero hay una agenda oculta de esta guerra que es el tema de la lucha por
los recursos, no sólo en Afganistán sino desde el mar Caspio, toda Asia
Central, para garantizar rutas seguras de suministro. En ello hay varias
opciones: sacarlo por el mar Negro o por el Golfo Pérsico, esto está
condicionando la forma que adopta la intervención y la resolución de este
conflicto.
Yo creo que esta guerra no se puede explicar sólo con el sector bélico,
hay muchos más intereses: los recursos en la zona, la gestión de guerra
permanente, el capitalismo global que pretende instalarse allí. No
obstante, la explicación más clara que veo yo -y que también es compartida
por distintos críticos- es que se trata de una crisis de hegemonía de EEUU,
país que ejerce de "Hegemón" en todo este proceso y que, si cae,
arrastraría a todo el sistema económico del planeta, incluidos Europa y
Japón. De ahí el apoyo de todos los países a la Coalición: primero porque
no tienen el poder militar ni el político para disputárselo, por eso van
allí como corderitos. Y luego, porque si se cae esto se cae todo.
-En un artículo tuyo titulado "Bush y su Santa Alianza..." comentas que
lo que en aquel territorio se está enfrentando es la globalización
económica y financiera con movimientos islamistas, que temen que ese nuevo
orden económico acabe con sus tradiciones e identidad cultural, como ha
ocurrido en países de su entorno.
-Hay una cosa que se está resaltando poco en la prensa y es muy
importante: el discurso fundamental de las distintas redes islámicas
radicales es la soberanía sobre los recursos. Es una lucha de liberación
nacional, no ligada al estado-nación, sino en el sentido de la nación
islámica que quiere ejercer un control sobre sus recursos. ∆
"La explicación más clara que veo es que se trata de
una crisis de hegemonía de EEUU, que, si cae, arrastraría a todo el
sistema económico del planeta, incluidos Europa y Japón" |
BUSH: ¿QUE HA VISTO EL
MUNDO EN EL?
JOSE MANUEL CALVO.
Redactor-Jefe de Internacional de
El País-El
personaje de George W. Bush ha cambiado para el mundo en muy poco tiempo.
Primero es criticado por su apoyo a la pena de muerte, por eludir tratados
tan importantes como el de Kyoto, y luego consigue el respaldo suficiente
para liderar el movimiento antiterrorista en todo el mundo. ¿Cómo se puede
entender este cambio?
-Se puede entender de muchas maneras. Podría entenderse diciendo
que en EEUU no llama la atención estar a favor de la pena de muerte o
considerar que el Tratado de Kyoto, en su versión actual, no le sirve a
Washington. En general, los Gobiernos norteamericanos -y las sociedades-
tienen tendencias aislacionistas. Creen que se bastan a sí mismos. La
brutalidad de los atentados terroristas del 11-S les saca de esta creencia
-de la noche a la mañana- y les hace entender que viven en el mundo y que,
como única superpotencia, tienen obligaciones y compromisos que no pueden
eludir. En esta situación, y e la conmoción internacional, Bush asume la
tarea con más acierto que error y dirige la reacción inicial y la
estrategia de respuesta con buen sentido, en líneas generales; pide la
ayuda de países aliados, amigos y menos amigos, y la obtiene. A mí no me
sorprende. Me hubiera sorprendido lo contrario.
-¿Qué ha visto el mundo en él?
-No hay nada especial que ver. Es el presidente del país que tiene más
papeletas -políticas, económicas, militares- para dirigir el mundo. Los
dirigentes -democráticos y no democráticos- de otros países no estiman -o
sí, me da igual- las cualidades personales o intelectuales de Bush. Es el
presidente de EEUU, el país que ha sufrido el mayor ataque terrorista, y
el mundo -la mayor parte- condena el ataque y cree legítima la defensa.
-¿Dónde han quedado las críticas que tan sólo hace unos meses tenían
lugar en su propio país y que hablaban de inexperiencia, de
improvisación...?
- Pues eso, han quedado en "hace unos meses". La experiencia se
adquiere a marchas forzadas y unas improvisaciones se sustituyen con
otras. Pero los datos del juego han cambiado. Ignorar el cambio -de Bush,
de EEUU, de la comunidad internacional- que se produce a partir del 11-S
lleva al asombro y a los prejuicios.
Todo esto no quiere decir que no haya críticas. La prensa de EEUU impulsa
debates de todo tipo, es feroz con la posibilidad de que se recorten las
libertades, investiga los silencios oficiales, no acepta las
explicaciones. Buena parte de la sociedad norteamericana, aunque
conmocionada todavía por lo ocurrido, atesora también esos valores, los
valores de la democracia y la libertad. ∆
"Los Gobiernos norteamericanos tienen tendencias
aislacionistas. Creen que se bastan a sí mismos. La brutalidad de los
atentados terroristas del 11-S les saca de esta creencia" |
Foto: ACCION CONTRA EL HAMBRE |
DERECHO INTERNACIONAL
PAZ
ANDRES SAEZ DE SANTA MARIA.
Catedrática de Derecho
Internacional Público.
-Los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono ¿justifican
que EE.UU. vulnere el derecho internacional?
-No hay duda de que los atentados del 11 de septiembre
contra las Torres Gemelas y el Pentágono son unos crímenes abominables que
exigen una respuesta eficaz. Pero ni la atrocidad de los hechos ni la
búsqueda de la eficacia eximen del cumplimiento de la legalidad
internacional y por ello conviene analizar desde esta perspectiva la
acción militar que se está desarrollando en Afganistán.
-EE.UU apela a la legítima defensa para acometer sus acciones bélicas.
-Sí, y con ello han conseguido que las dos resoluciones que hasta
el presente ha adoptado el Consejo de Seguridad sobre el tema incluyan en
su preámbulo una mención genérica a esta institución, aunque en su parte
dispositiva ambas proclaman la plena disposición del Consejo a ocuparse
del asunto. Sin embargo, la legítima defensa está sometida a unos
requisitos claramente establecidos por las normas internacionales, entre
los que destaca el de la proporcionalidad en la respuesta. Este elemento
no consiste en una habilitación para causar tantas muertes como las
provocadas por el ataque frente al que se reacciona sino que requiere
excluir en lo posible a la población civil de los daños que puedan
causarse con el uso de la fuerza.
-En todo ello no se ha tenido en cuenta el drama que está viviendo la
población civil.
-No, porque la situación de extrema necesidad en la que se
encuentra la población afgana, hasta el punto de que la Alta Comisionada
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Presidencia de la
Unión Europea han llegado a solicitar la suspensión de los bombardeos,
permite afirmar que no se está respetando esta exigencia.
Por otro lado, dentro de la finalidad de la legítima defensa no está ni el
castigo de los culpables ni el derrocamiento de un régimen político, por
más que el gobierno de los talibanes acoja en su territorio a la
organización terrorista de Bin Laden y vulnere seriamente los derechos
humanos de los afganos y sobre todo de las afganas, cuestión ésta que
hasta ahora no parecía preocupar demasiado a la comunidad internacional,
más allá de manifestaciones de pesar meramente formales.
Así pues, la respuesta jurídicamente correcta no está en la legítima
defensa, por más que muchos otros Estados parecen consentir en la
utilización de este argumento.
-¿Dónde estaría la respuesta jurídica adecuada?
-Está en la Carta de las Naciones Unidas, que atribuye las
competencias al Consejo de Seguridad y le confiere el poder de imponer
sanciones que pueden llegar hasta el uso de la fuerza. No obstante, el
Consejo no está asumiendo sus responsabilidades primordiales y está
permitiendo que los Estados Unidos y los países colaboradores actúen fuera
de control y al margen de la Organización. De esta forma, en el ámbito
internacional se está consagrando peligrosamente el recurso al
unilateralismo y la relegación de las Naciones Unidas a tareas secundarias
previamente decididas por un Directorio de Estados.
Al criticar esta situación, no trato de defender a esta Organización
movida por un fanatismo profesional, se trata simplemente de que pienso
que la comunidad internacional necesita un gobierno verdaderamente
democrático que no responda sólo a los intereses de las grandes potencias
y cuya imparcialidad real le legitime para atacar con energía las causas
profundas de la injusticia y de la pobreza.
-Parece que a las Naciones Unidas se la utiliza para unas cosas y para
otras se la ignora.
-Pese a sus defectos, las Naciones Unidas es la mejor de las
organizaciones posibles, pero su marginación sistemática, fomentada por
unos y consentida por otros, puede acabar convirtiéndola en otra víctima
de la situación.
Sólo a través de las Naciones Unidas se pueden emprender las medidas
positivas adecuadas para luchar contra el terrorismo internacional:
cooperación para suprimir sus fuentes de financiación, cooperación
policial y judicial para detener a los responsables, cooperación al
desarrollo y solución justa de los conflictos respetando el derecho
internacional. Las bombas sólo son una respuesta necia a un problema
complejo que requiere medidas más inteligentes.
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SOBRE EL TERRENO
M. Iglesias
V arias ONG trabajaban con la población
de Afganistán cuando llegaron las tensiones políticas y, posteriormente
los ataques "antiterroristas". Ante el peligro y las amenazas la mayoría
trasladaron temporalmente su personal español a los países vecinos
(Pakistán, Irán y Tayikistán), a la espera de volver cuanto antes. Atrás
dejaban a su personal afgano al frente de los programas humanitarios,
atendiendo en Afganistán a miles de familias expuestas a la hambruna y a
la falta de medicinas. Según su experiencia, no hay duda de que los
bombardeos afectan a la población civil, y algunos lanzan duras críticas
hacia la operación: "Médicos Sin Fronteras (MSF) considera que este ataque
ha sido acompañado de una operación llamada 'humanitaria' destinada
principalmente a que la opinión pública acepte los bombardeos. Para MSF no
se trata en ningún caso de una operación de ayuda humanitaria, sino de una
operación de propaganda militar destinada a que la opinión pública
internacional acepte el ataque liderado por los Estados Unidos". El
lanzamiento de medicamentos y comida en medio de los bombardeos no
resuelve de manera eficaz las necesidades humanitarias, por lo que según
Eric Stobbaerts, Director General de MSF-España afirma que "(...) la
confusión entre lo militar y lo humanitario limita las posibilidades de
una intervención humanitaria independiente en la región". Dentro la
situación es insostenible, acrecentada por las tensiones entre los
talibanes y la Alianza del Norte, como han podido comprobar los
cooperantes del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) que
están en los campos de refugiados de Makaki y Milla 46, dentro de
Afganistán. El primero está en territorio controlado por los talibanes y
el segundo por la Alianza del Norte, y están separados por veinte
kilómetros y según las primeras informaciones de los cooperantes, la
situación de seguridad en los campos se ha deteriorado.
Es por esto que la ONG Acción Contra el Hambre, presente en Afganistán
desde 1995, "reitera el principio de libre acceso a las víctimas y la
creación de zonas neutrales en Afganistán, donde la seguridad de los
civiles sea garantizada. Asimismo reivindica la apertura de la frontera de
los estados limítrofes con Afganistán, con el fin de asegurar la
asistencia a los refugiados que, bajo el mandato de ACNUR, tienen derecho
a la misma". ∆
Para solicitar más información o números de cuentas abiertas para
ayudar a Afganistán estos son los teléfonos: Acción Contra el Hambre 902
100 822. Médicos Sin Fronteras 902 250 902. MPDL: 91/429 76 44
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