Hace ya 30 años que Sudán está sumido en una guerra en la que el
sur del país pretende independizarse del norte. A temas que les separan
abismalmente, ha venido a sumarse el petróleo descubierto en estas
tierras. Por este motivo varias ONG europeas han unido fuerzas para
presionar a las petroleras.
Se hacen
llamar Coalición Europea sobre el petróleo en Sudán y tienen
miembros en todo el continente. Son ONG que se han adherido a un
manifiesto emitido desde Holanda para presionar a las petroleras que
explotan la zona, hecho que recrudece este conflicto histórico. La
representación española es Intermon-OXFAM Internacional, que habla por
boca de Marta Ballester, Coordinadora de proyectos en Sur Sudán. A su
conocimiento del tema puede añadirse su experiencia, pues ha viajado
allí en incontables ocasiones: "La gente de ese país está
sufriendo mucho. El gobierno de Sudán tiene la política de bombardear a
la población civil sistemáticamente, y además todos los vuelos
humanitarios deben estar autorizados por el mismo gobierno, cosa que
deniega en muchos casos. Y está claro que la extracción de petróleo
está alimentando esta guerra, ya que el gobierno reconoce claramente que
con él están ganando un montón de dinero que les está ayudando a
rearmarse mejor."
-¿Cuál es el nivel de importancia del petróleo de Sudán para la
economía europea, para no prescindir de él?
-Pues supongo que se podría prescindir. Las que están explotando
más fuerte son Canadá, China y Malasia. Y luego hay otras que están
proveyendo servicios, como British Petroleum y Shell. Las concesiones son
inmensas y solamente se están explotando algunas; si se diera el caso de
que se continuase en más terreno la cosa se agravaría. Básicamente esta
campaña se hace porque la extracción de petróleo está trayendo la
muerte y la destrucción al sur del país y porque los beneficios que se
sacan alimentan la guerra contra el sur. Así que doblemente les afecta.
Una de las cosas que pide esta Coalición es que tres miembros de la UE se
desplacen al lugar para ser testimonio de todo esto, y luego se pide que
paren de explotar el territorio hasta que haya paz.
Foto: Intermón-OXFAM
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-¿Qué cerca o qué lejos está de alcanzarse esa paz?
-Es complicado, porque es la guerra más antigua que tenemos en
África, y hay muchos intereses por el medio. El sur reclama una
separación del norte y una autodeterminación, pero éste no quiere
renunciar a un territorio donde hay más agua, la tierra más fértil, y
ahora petróleo. El sur mayoritariamente es cristiano, el norte es
islamista y tiene ese discurso radical fanático de querer islamizar todo
el país. Y esta separación es un sentimiento general porque desde
tiempos inmemoriales el norte ha cogido esclavos del sur. Lo que es cierto
es que el sur ahora está reforzándose; EEUU está metiendo dinero ahí,
ha pasado de tener poco interés a tener más, coincidiendo con el cambio
de presidente.
-¿Podría conseguirse que los beneficios recayesen directa o
indirectamente en la población civil?
-Podría ser, si se instalaran las compañías y contrataran a
personal local. Las mismas compañías podrían promocionar incluso
iniciativas de cooperación junto con la gente local, pero no es el caso
para nada: no se contrata personal local, se traen todos los operarios de
fuera y se machaca a la gente de allí. Pero es muy complicado tener
testimonios de todo esto porque, debido a la guerra, el gobierno de Sudán
no permite acceder a la zona.
-En caso de que el petróleo no fuese explotado, como vosotros
proponéis, ¿qué prevéis que sucedería?
-No lo sé, no lo tengo tan elaborado. Se están haciendo
campañas fuertes. Ahora se está presionando a la multinacional Talismán
de Canadá, ya que contra los chinos no puedes hacer nada porque se
pasan por el forro los Derechos Humanos y les es absolutamente igual.
Y lo que está haciendo esta empresa canadiense es ofrecer dinero a ONG
para que haga proyectos de desarrollo en la zona, a lo que OXFAM Gran
Bretaña y otras ONG se han negado. Intermón también se negaría. No
podemos obviar que con las explotaciones se está alimentando esta guerra,
que está produciendo tanto sufrimiento.
-Al final, por mucho que se haga y se proteste, ¿las decisiones
quedan siempre en manos de gobiernos y multinacionales?
-Sí, sí. Nosotros lo que podemos hacer es denunciar. Por eso se
pide en esta campaña que vayan miembros del Parlamento Europeo al
terreno, lo vean y puedan denunciar, que no se quede la cosa en un informe
que hizo una ONG y ya está. Que cada uno en su país haga boicot a las
compañías, porque puedes ejercer medidas de presión como consumidor o
intentar denunciarlo en los medios que puedas. Nuestro mismo sistema de
vida depende totalmente del petróleo y se puede explotar, pero no en esas
condiciones.
/ Marta Iglesias