Pilar Cernuda no habla,
dispara. Apunta con las palabras, vocaliza a toda velocidad y utiliza las
sílabas como balas del quince. Desarma con argumentos. Tan rápido como
habla desarrolla una frenética actividad: estrena ahora dos nuevos
libros, que combina con su trabajo en Radio Nacional, TVE y la agencia
Fax-Press.
Yo trabajo
en un medio de comunicación público y no he tenido ningún tipo de
presión por parte del Gobierno ni de nadie.
El PP se lo
ha merecido porque Aznar lo ha hecho bien, pero me gustaría que no
utilizara esa mayoría absoluta
"Para
que una mujer sea Presidenta del Gobierno hace falta que se continúe en
el ritmo actual "
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Una noticia es una casa
adosada; no es en sí misma, sino porque comparte las paredes con otras
casas, otras noticias. Para contarla hay que hundir los cimientos en la
historia, construir andamios de argumentos y un revestimiento de
objetividad. Quizá por eso Pilar Cernuda, que iba para arquitecto, se
enganchó al periodismo. Los cimientos de su carrera se asentaron en la
Transición, ella fue de aquellas escasas mujeres periodistas que paseaban
por el Congreso, desentrañando los primeros pasos de la democracia.
-¿Qué ventajas o desventajas has encontrado como mujer a la hora
de ejercer el periodismo?
-Ninguna. En Madrid, y yo creo que en el resto de España
también, las mujeres hemos entrado con absoluta naturalidad. Es verdad
que todavía hay muy pocas que ocupen puestos de decisión, pero se está
consiguiendo poco a poco llegar a esos cargos. Ha sido gradual, cuando yo
empecé éramos muy pocas; pero ahora, por lo menos en Madrid, los que
hacemos información política más o menos estamos fifty-fifty.
-¿Existe el "toque femenino" en periodismo?
-Yo creo que no. Lo que inevitablemente existe es la mujer en
todo: tenemos intuición, tenemos más capacidad de abordar a las
personas... aunque depende también de la forma de ser de cada uno.
-Un detalle: ¿Es cierto que envías flores a los ministros cuando
dejan el cargo?
-Sí, lo hago siempre, porque creo que cuando les nombran todo el
mundo les llama y les hace regalos. Yo soy muy consciente de lo que decía
Pío Cabanillas de que se nota que dejas de ser importante en que no suena
el teléfono. Entonces cuando alguien deja el puesto yo le llamo
inmediatamente, le mando postales, le envío mensajes y desde luego, si
tengo su dirección, le mando flores. Además, normalmente los periodistas
abusamos de los políticos cuando están en activo, les damos muchísima
lata. Pues qué menos que reconocer el trabajo que hemos hecho con ellos y
ellos con nosotros, cuando se despiden.
-¿Existe alguna diferencia al tratar con un político hombre o con
una mujer?
-No, con las mujeres hablamos más de que hay que ir poco a poco
cogiendo parcelas de influencia, eso con los hombres no lo hablas. Excepto
en eso, normalmente tratamos las mismas cosas.
-Publicas ahora "La mujer en la política".
-Es una colección de Plaza & Janés sobre mujeres, escrita
por mujeres. Será la mujer en la comunicación, la mujer en la moda, la
mujer en las nuevas formas de vida, etc, y a mí me pidieron que hiciera
la mujer en la política.
-¿Y cómo es ese papel?
-Pues cada vez más relevante. Explico un poco la historia de
cómo cada vez se alcanzan influencias cada vez mayores, y cómo ha
cambiado el mundo desde la primera jefa de estado, que fue la de Sri
Lanka, hasta ahora. En aquellos momentos, en los años 60, fue un boom
y ahora ha pasado una cosa muy curiosa en la historia: la madre ha sido
jefa de estado y la hija jefa de gobierno.
-¿Qué falta para que una mujer sea Presidenta de Gobierno en
España?
-Que se continúe en el ritmo actual. Ahora tenemos una mujer en
la Presidencia del Congreso y otra en la Presidencia del Senado, creo que
es un paso importantísimo. Hace falta sencillamente que los ciudadanos
confíen en ella, y no hay ningún motivo para que confíen en una mujer
menos que en un hombre.
Pilar
Cernuda tiene el rostro serio y el ceño concentrado; pero es cordial en
el trato y en cuando la cámara desaparece despunta su sonrisa. Argumenta
que lo de las fotos es lo que peor lleva y ése es, una vez más, otro de
los rasgos de esta periodista: odia estar delante del objetivo, adora
estar detrás. Desde ese lugar analiza y razona, mientras espera cubrir la
noticia de su vida: el acuerdo de paz del País Vasco.
-Con las elecciones generales tan recientes, ¿cuál es tu balance?
-Creo que ha sido fantástico para el Partido Popular, que
todavía está que no se lo cree. Y el Partido Socialista tampoco se lo
cree, todavía no reacciona. Imagino que a lo mejor cuando salga esta
revista ya habrá reaccionado y se habrá puesto en marcha, porque tiene
que ponerse a funcionar como sea para sacar el partido adelante. El PP se
lo ha merecido porque Aznar lo ha hecho bien, pero me gustaría que no
utilizara esa mayoría absoluta. Él ha prometido que no lo va a hacer y
esperemos a ver si no cae en la tentación, que sería muy funesto.
-¿Por dónde pasaría la solución de la izquierda?
-No lo sé, la decisión la tiene que tomar el Partido Socialista.
Desde luego yo creo que no pueden hacer borrón y cuenta nueva en cuanto a
caras, creo que hay gente que a pesar de haber perdido las elecciones es
muy aprovechable. Y por supuesto hay que renovar, poner savia nueva, pero
no puedes echar por tierra el trabajo de gente que es muy capaz y tiene
una experiencia importante.
-¿Cuál de estos fenómenos políticos es más extraño: Mario
Conde o Jesús Gil?
-No me gusta ninguno de los dos, ninguno. En todos los países
aparecen personajes que por una razón o por otra tienen una presencia
social enorme. En este caso uno viene en nombre de la economía y otro del
mundo del deporte, aunque Jesús Gil también esté muy ligado al mundo de
la economía. Ese tipo de personas aparecen en todas partes, y España no
podía ser menos.
-En esta campaña salieron a la palestra los medios de comunicación
cuando se cuestionó la objetividad de los telediarios de TVE. ¿Cómo
viste la actuación de los distintos medios?
-Pues mira, yo trabajo en un medio de comunicación público,
Radio Nacional y Televisión Española, y te puedo asegurar que no he
tenido ningún tipo de presión por parte del gobierno ni de nadie. He
trabajado con la misma libertad con la que trabajé en las anteriores
cadenas, tanto en Onda Cero como en la COPE o con la prensa escrita en la
que sigo trabajando.
-Pero es que tú gozas de una fama de integridad que no tiene todo
el mundo.
-Bueno, pues a pesar de tener esa fama de integridad me han
fichado en Radio Nacional. Pero no soy la única, por lo menos lo que yo
veo a mi alrededor es gente que trabaja exactamente como cree que tiene
que trabajar. No soy única para nada.
Pilar Cernuda ha participado en el ciclo de conferencias
"Periodistas para el Milenio", organizado por Caja España.
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